Un saludo, y muchas gracias a Coraline por tu ofrcimiento; ¡eres un solete!
P.D. Si hasta entonces alguien necesita los recolores no tiene más que decirlo.
-Los gatos no tenemos nombre. -¿No?- dudó Coraline. -No- corroboró el gato-. Vosotros, las personas, tenéis nombres porque no sabéis quiénes sois. Nosotros sabemos quiénes somos, por eso no necesitamos nombres.