Las historias molan
, creo que ya que estoy voy a empezar a escribir la mía. Haré un pequeño esbozo, pero seguramente cuando esté el subforo hecho me la curre más.
Terriblanos, los matones cegatosLa especie corruptaCuenta la leyenda que, hace millones de años, en una lejana y oscura galaxia, de un apartado planeta surgió un mal que exterminaba todo lo que caía en sus manos, y nunca cesaba de alimentarse de la destrucción que causaba. El planeta en cuestión era un planeta cubierto de hierbas rojizas y aguas purpúreas, cuya simple imagen causaba una desconcertante sensación de peligro. Este planeta poco atractivo estéticamente veía compensado su aspecto con una rica fauna: animales de todo tipo habitaban como podían en aquel páramo alejado de cualquier civilización inteligente. Todos convivían de manera más o menos pacífica, alimentándose de vegetación y frutas, o en ocasiones recurriendo a la caza; pero siempre respetando un ciclo ecológico estable.
Este ciclo parecía que iba a durar eternamente, hasta que de pronto, una criatura relativamente primitiva comenzó a demostrar sus capacidades. Estas criaturas, conocidas como matones cegatos según los mitos, reciben este nombre debido a su ausencia de ojos. Sin embargo, a pesar de esta notable disfunción, esta especie siempre se ha visto compensada ampliamente con otras capacidades: enormes y potentes fauces, piernas robustas (de número impar), alas resistentes, un fino oído y tacto, y una habilidad destructiva envidiable.
Los matones cegatos, una vez completaron su ciclo evolutivo, se dedicaron durante años a exterminar otras especies de forma progresiva. La piedad y la compasión no caben en la mente de esta bestia. Los matones cegatos no necesitaban tener hambre: exterminaban por placer, por demostrar su superioridad. Aunque los matones cegatos no tuvieran ojos, su aguda astucia les permitía superar criaturas mucho más grandes que ellos.
- Un terriblano salvaje riéndose cruelmente
- CRE_matón cegato-07f33191_sml.jpg (48.23 KiB) Visto 9288 veces
Cierto día, un matón cegato especialmente espabilado golpeó unas rocas con el cuerno de su hocico, causando chispas que provocaron un pequeño fuego. Los demás matones de su manada, impresionados por semejante hazaña, siguieron sumisamente a este revolucionario espécimen, que dirigió al grupo con inteligencia. Tras abandonar las antiguas cuevas donde habitaban, formaron unas cuevas artificiales, con trozos de madera, empleando únicamente su inteligencia grupal y sus mandíbulas (la parte de su cuerpo más desarrollada). Sin embargo, cierto día, este grupo se encontró con unos competidores: una extraña especie de reptiles tricefálicos (que parecían especialmente inteligentes), que habían aparecido cerca de un extraño objeto metálico y humeante empotrado en el suelo.
Ni que decir tiene que en cuanto los matones cegatos conocieron a estas criaturas decieron eliminarlas, ya que representaban una amenaza para su supremacía natural.
A pesar de que los matones no dejaban de ser simples animales, estaban ligeramente más desarrollados intelectualmente que los otros, desarrollo que sólo se mostraba cuando actuaban en grupo: un matón solo no es más inteligente que un perro. Durante miles y miles de años, estos matones privilegiados y superiores a los demás aprovecharon esta circunstancia para desarrollar su pequeño poblado, y convertirlo en una gran civilización que cubrió todo el planeta. Sin embargo, seguían siendo unos brutales y violentos bárbaros. Esto afectó al planeta completo: casi todas las especies animales se extinguieron, y sólo sobrevivieron 9 clases de criaturas (ya que fueron criadas en granjas para obtener alimento). Se sucedieron unas continuas divisiones y guerras entre ciudades de matones, y finalmente una de las civilizaciones destruyó a todas las demás. Para distinguirse de los burdos animales que habían dejado atrás, decidieron nombrar su especie:. Su planeta pasó a ser llamado
Terribla, y por lo tanto su especie era la de los
terriblanos.
Un fatídico día, un grupo de investigadores terriblanos encontraron el antiguo objeto metálico que sus antepasados habían visto antiguamente. Lo extrajeron del suelo y lo estudiaron. Tras hacerle unos pequeños ajustes, descubrieron que se trataba de un vehículo, un vehículo aéreo. Los terriblanos ya poseían vehículos, pero ninguno con la tecnología que éste presentaba. Decidieron remodelarlo (quitando los inútiles cristales y añadiendo sensores acústicos, por ejemplo). Finalmente, no se parecía en nada al anterior modelo. Un capitán, conocido por su valía y su crueldad, se subió al vehículo (bautizado como Terror Nocturno), y emprendió un viaje al exterior del planeta. Si existía algo ahí fuera, ellos iban a verlo... y juzgar si debía seguir existiendo.
Continuará...