En los peces del orden Lophiiformes (en el que se incluyen rapes y peces abisales como los famosos peces linterna) el apareamiento suele ser una tanto inusual.
Existe un marcado dimorfismo sexual por el cual, la hembra es mucho mayor que el macho (En las pescaderías por ejemplo encontraríamos solo hembras). La hembra es un pez normal de vida libre, mientras que el macho es mucho más pequeño y posee un sistema digestivo atrofiado en muchos casos, lo que impide que se alimente por si mismo.
Para reproducirse, el pequeño macho muerde el cuerpo de la hembra y segrega una enzima que digiere la piel de la hembra y la de su boca, quedando unido a la hembra y fusionándose con su aparato circulatorio, obteniendo así alimento. Poco a poco el cuerpo del macho se va atrofiando, primero perdiendo sus órganos digestivos, después su cerebro, su corazón, sus ojos... así hasta que queda como un par de gónadas unidas al cuerpo de la hembra que generan esperma en respuesta a las hormonas de la hembra.
Este es un método de reproducción útil en medios abisales, ya que las posibilidades de encontrar una pareja en medios tan poco poblados y sin luz son muy bajas, de ésta forma se asegura que la hembra pueda reproducirse siempre que tenga la oportunidad. Además, a una hembra pueden unirse muchos machos.
Borophryne apogon con un macho.