Eso es cierto, hay mucha gente con la que no se puede razonar porque una vez ha asumido una idea es incapaz de desprenderse de ella bajo ningún concepto. Es muy triste, pero las personas somos mucho más cabezotas de lo que normalmente pensamos.
Respecto a lo de los instintos, yo tengo una teoría al respecto que he ido razonando estas últimas semanas.
En el ser humano, así como en muchos animales, existe algo llamado
instinto asesino. Este instinto, que muchas personas atribuyen únicamente a psicópatas y asesinos en serie, yo se lo atribuyo a
TODOS los seres humanos. ¿Y por qué disponemos de este mecanismo? Muy simple.
Remontémonos a los orígenes del hombre, en el medio natural, antes de la civilización. Somos omnívoros, el ser humano incluye en su dieta tanto productos vegetales como carne. Y esa carne normalmente proviene de animales a los que hemos tenido que cazar, a los que hemos tenido que atrapar y matar (la ganadería es un invento humano). Por tanto, como la naturaleza es sabia, dotó a los seres humanos de este instinto, que nos hace desarrollar un gusto por la muerte ajena, en cierto modo nos permite
disfrutar con ella. Obviamente, las probabilidades de supervivencia aumentan mucho. Si además de cazar por necesidad lo haces por placer, evidentemente lo harás con mayor frecuencia y en la mayoría de los casos con mayor éxito. El instinto asesino es, por tanto, un
mecanismo de supervivencia.
El problema vino cuando se vio que este instinto influía en la buena marcha de la sociedad humana. Desde entonces, con mayor o menor rigor, prácticamente todos los pueblos han intentado
reprimir ese instinto asesino, desde los antiguos clanes tribales hasta las actuales democracias modernas, mediante tanto la legalidad como la ética. Esta represión, unida a la gran sobrecarga funcional y energética a la que está sometido el cerebro humano (nuestro cerebro consume aproximadamente una quinta parte de las calorías diarias que ingerimos, una salvajada para un solo órgano), lo cual le hace muy proclive a sufrir enfermedades mentales (el Alzheimer, por ejemplo, es una enfermedad casi exclusiva del hombre), hace que la salud mental de los más débiles acabe por degenerarse.
Por ello, creo que es bueno que ese instinto asesino sea descargado, a ser posible de forma que el daño real a la sociedad y a la vida en general sea mínimo. Es decir, una recreación. Simular aquello que queremos hacer, en un entorno ficticio en el que la legalidad y la ética no existan, un lugar donde puedas sentirte en libertad de saciar tus instintos asesinos. Los videojuegos me parecen el mayor exponente de este lugar fabuloso, libre de los condicionamientos legales y morales, en donde cualquiera de tus actos no tendrá ninguna consecuencia, ni para ti ni para ningún otro ser viviente. Cuando veo casos de un asesino en serie me entran ganas de pensar: "Deja de hacer barbaridades y píllate el GTA: te vas a reír un rato
".
Esta teoría además me permitiría desmentir la leyenda urbana tan difundida entre la población (sobre todo entre las madres): Los videojuegos/películas/series violentas vuelven a un niño violento. Sinceramente, creo que esto es justo al revés. Si tú no le otorgas al niño alguna vía para que desahogue sus instintos naturales, si estos siempre están reprimidos, es más probable que estos acaben estallando en el futuro. Si el niño vuelca los instintos en un entorno fabulado, podrá librarse de esa presión mental y desarrollarse como persona. Obviamente, hay que marcar límites, y enseñarle al niño que eso que ve en la tele está mal y no debe hacérselo a otras personas. Creo que el tiempo me dará la razón, y tengo la corazonada de que la actual generación gamer está mucho más sana mentalmente que muchas generaciones anteriores, que se han emperrado en reprimir su violencia hasta que no han podido sujetarla más.
Claro que antiguamente no tenían las posibilidades que tenemos ahora, pero estoy seguro de que existían formas de simular esas situaciones.
En el toreo debería hacerse lo mismo, simular el espectáculo. Descargamos nuestro instinto sin ninguna consecuencia sobre el toro. Si esto se hiciera les aseguro a los taurinos que por mí no tendrían ninguna queja. Mientras sus actos conlleven un maltrato real sobre un animal inocente seguiré defendiendo mi postura antitaurina.
Espero que este TOCHOPOST sirva para dejar claro mi punto de vista
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PD: Si veis fallos en la teoría estoy abierto a debatirla. A mi favor diré que he usado la lógica y la razón con todo rigor a la hora de elaborarla.
PD2: Si lo habéis leído entero, os pongo una medalla
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