Bueno, como eh tenido muchos problemas con el sims 3 y supuestamente iba a seguir la secuela de Moonlight Reverie, me vi obligad a mudarme a esta parte del foro (?) y de paso aprovechar y armar la Precuela de dicha historia. Para los que no conocen mi otra historia les dejo el link aquí
viewtopic.php?f=182&t=29905
capaz ahora no es necesario, porque son los primeros caps, pero mas adelante seguro les va a convenir leer para entenderlos XD bueno, les dejo el prologo de la historia XD y apenas termine de escribir el cap 2, subiré el 1 que ya esta armado :3, Espero que les guste!
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Moonlight Reverie Zero: El diario de una madre.
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Prologo.
“a veces creemos que las cosas son porque lo son… y ciertamente eso es mentira…la cronología que nos toca vivir es el resultado de varias acciones en conjunto que arman poco a poco nuestro camino, nacemos y morimos, nacemos y morimos… hasta que la nueva soberana logre hacer florecer nuestro poder y rompa el ciclo de las brujas…
Las brujas del Reverie estamos destinadas a sufrir para la felicidad del resto…y nuestros caminos en la cronología siempre dejaran una estela de sangre…de dolor y odio…. Aun cuando vayamos por el camino de lo correcto y la bondad, el poder siempre estará corrompido… nuestra mente debe ser fuerte para no caer en sus manos… somos la balanza del poder… si hay que derramar sangre para mantener el equilibrio… entonces que así sea…”
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19 de Enero de 1XXX (El año es irreconocible)
Desde qué tengo memoria, eh trabajo en esta gran casa… bajo las ordenes de una vieja condesa que había enviudado hace años, después del cumpleaños nº 15 de su hijo. Ella no era precisamente una persona “agradable”, todo lo contrario… era una mujer horrible.
La casa solo quedo habitada por ella y por su joven hijo, aunque comúnmente ella era de tener sus cenas solas… porque su actitud era tan desagradable que ni su propio hijo quería estar mucho tiempo cerca de ella…
Era tacaña, mal agradecida, le encantaba humillar a sus sirviente, llegando al caso que muchos de ellos se fueron, dejando a los pocos que quedamos… gritaba mucho, se quejaba de todo…no te levantaba la mano porque seguro su fuerza no era suficiente, pero con sus palabras podía lastimas más de lo que uno imaginaba
El nombre de aquella mujer era Ophelia Iscariote, era la condesa del pueblo, y la más detestada, ya creo que aclare por qué…aun me sorprende que haya conseguido marido, sinceramente…
Dentro de la casa solo trabajamos dos personas encargadas de las cosas básicas de la casa, la limpieza general y las comidas de dichas personas, no ganábamos mucho, pero teníamos techo y comida, pero teníamos prohibida las salidas y ante cualquier error corríamos riesgo de ser echadas a la calle. Principalmente yo…
La encargada de la cocina en general, era Marion, una mujer ya mayor que vivió casi toda su vida en la gran casa…es una persona con un corazón de oro y con una paciencia de acero, conoce a la gran dueña de esa casa como si fuera algún pariente, y es a la única a quien jamás echarían, había un círculo de confianza entre ambas que realmente admiraba como podía soportarla.
Marion siempre servía las comidas, era la única que podía andar tranquila por la casa sin que aquella mujer la mirada feo… deben ser cosa de personas mayores, jamás logre entenderlo
Lo que se rescataba también de Marion, era el hecho de que la condesa jamás se quejó de lo que hacía, hasta donde recuerdo, jamás escuche a la condesa quejarse de Marion, las cosas siempre iban hacia mí, y nunca logre entenderlo.
Sera acaso el hecho de que su vida se está marchitando y yo aún estoy en el apogeo de la mía? Eso tendría sentido… pero estoy segura de que es por otra cosa más complicada que cualquiera con su carácter jamás aceptaría…
Pero se están preguntando quien soy yo, que modales los míos, yo soy una joven de 23 años que trabaja aquí desde… creo que desde que tengo 12 años.
Cuando el esposo de aquella mujer aún estaba vivo, me recogió de la calle, fue más bien a pedido de mi madre que estaba moribunda y al menos esperaba que su hija estuviera viva, el señor Iscariote era un buen hombre, todo lo opuesto a su esposa.
A veces pienso que hubiera sido mejor que aquella neumonía se llevara a esta mujer y no a ese pobre hombre que solo desprendía amabilidad y comprensión…que cruel vida.
Mi nombre es Elena… mi apellido ya no es importante, deje de tenerlo desde que fui recogida de la calle, tuve una vida muy dura, pero eh podido sobrellevarlo…
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Me encargue siempre de la limpieza de toda la casa… es un trabajo realmente duro, partiendo de la base que la casa es ENORME, y soy la UNICA que se encarga de la limpieza
Además de ser un trabajo muy asqueroso, por así hablar de los baños, estoy desde las 5 a.m. hasta las 23 p.m. para completar todo el trabajo… tengo descansos, pero aun así, siento como mi cuerpo se debilita cada día por esto…pero no me detengo, tengo que seguir.
Quisiera irme de este lugar, a cualquier lado, cambiar mi vida… pero… tengo un motivo para quedarme en esta casa… solo es cuestión de tiempo, soy paciente…
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Antes de irse, muchos de los viejos sirvientes me preguntaba porque aun insistía en quedarme en aquella casa…porque no me iba con ella a comenzar una nueva vida…
Si tan solo supieran que hay un motive muy grande en esta casa para que yo me quede… y lo es, ya que por mí, me hubiera ido en la primera oportunidad…pero él es más importante…
el joven señor de esta casa…
Todo lo de él me gusta… su personalidad, su voz… su talento para la música…
Si fuera por mí, estaría escuchándolo todo el tiempo, la verdad es que lo hago, puesto que las bellas notas que produce con el piano, hacen eco en toda la casa… y eso me da fuerza para cumplir mis labores diarias.
Su nombre es Dimitrios Iscariote, tiene apenas un año más que yo, es todo un prodigio en el piano, y es una persona tan buena como su padre… a veces agradezco que sea como él y no como su madre, muchas veces me ha confesado que no la soporta… que no puede entender como alguien puede ser así de cruel…yo tampoco.
Muchas veces tenía miedo de que su actitud cambiara, puesto que su madre es muy influyente y no me sorprendería que su hijo siguiera sus pasos… pero si no lo ha hecho hasta ahora… no creo que lo haga más adelante… o sí?
No voy a negarlo, Dimitrios es un amor platónico… creo que desde que llegue a esta casa me sentí atraída por él, siempre fue muy bueno conmigo…y eso me hacía sentir muy feliz.
Realmente, él es el único motive por el cual aún sigo en la casa, y muchos me dirán soñadora, pero yo estoy segura de algo…
que haberme quedado en esta casa todo este tiempo, y esperar el momento valieron la pena…
Elena: Otra vez no estas desayunando? Esta sería la 5ta vez en la semana… la señora se debe de estar enojando más de la cuenta, no te parece?
Otra cosa, hay un buen motivo para no tratarlo de “usted” espero que se entienda.
Dimitrios: Creo que exageras, además, ella debe saber los motivos por los cuales nunca comparto la mesa, eso espero realmente.
No me sorprendía que siempre que habláramos de ese asunto, sonriera de esa forma, se ve que ya estaba resignando a no tener una relación con su madre desde hace mucho, la señora no había sido buena ni con su hijo, fue sobre exigido en sus tareas y responsabilidades, hasta que él se cansó…como todo ser humano.
Elena: aun así, eso de comer fuera de hora te hará mal, cuando quieras puedo decirle a Marion que te guarde algo apenas la señora abandone el comedor, te estoy viendo más pálido de lo normal.
Dimitrios: ah… eso sería genial, pero aún tengo una pregunta que siempre me vienes esquivando.
Elena: ah? Cuál?
Dimitrios: cuando vas a empezar a cocinarme tu? Falta poco para que nos vayamos de esta casa y te vuelvas mi esposa
Elena: otra vez con eso? ….bueno, la verdad es que me encantaría, pero no consigo tiempo… tengo el trabajo más difícil.
Creo que ustedes ya se dieron cuenta de todo este asunto…
Dimitrios: era broma, tonta…
Elena: broma?....
Dimitrios: sobre lo de cocinarme, no lo de que te volverás mi esposa tarde o temprano.
Dimitrios: mi Hermosa Elena… todos estos años de espera valieron la pena, aun me sorprende que no hayas sucumbido a los maltratos de mi madre y te hubieras marchado…Sé que es duro, pero ya falta poco…
Elena: te crees que creía en tu promesa? Todo este tiempo siempre confié en que algún día nos iríamos juntos, y aun lo creo, solo soporte estar en esta casa por ti, y por nadie más…
Dimitrios y yo nos amamos desde hace mucho, creo que desde que cumplí 15 años, o creo que desde que llegue a esta casa, luego de la muerte del señor Iscariote, el me prometió que tarde o temprano nos iríamos de esta casa, nos casaríamos y tendríamos una familia, lejos de la maldad de su madre… el ya no soportaba más esto…
Siempre confié en sus palabras, nunca lo dude… sus ojos me decían que no mentía, y sus acciones…yo nunca dude ni dudare del amor que Dimitrios siente por mí, así como el nunca dudara del amor que siento por el…
solo es cuestión de tiempo… yo sé que falta poco para que nos alejemos de este infierno… solo…un poco más….
Fin del Prólogo
-Continuara : Capitulo 1 -