Espero que os guste, el segundo capítulo. Pronto acabare el tercero, asi que supongo que el lunes o asi tendre el tercer capí.
CAPITULO 2: Volverte amar.
Emma salía todas las mañanas a trabajar en la pequeña guardería donde había encontrado trabajo, sus estudios habían salido muy caros y pese a que ya habían pagado la casa, les resultaba un poco difícil mantener todos los gastos. Pero aquella mañana era diferente, su abuela le había llamado para que se pasase por casa de los León para hablar, hacia unos meses que su abuela les había dado un pequeño susto y le preocupaba que se encontrase de nuevo mal.

Despues de salir de la escuela, Emma fue a casa a dejar sus cosas para ir a ver a su abuela, al llegar se encontró con su padre.
Manuel: Hija, ahora mismo iba a la escuela.
Emma: Que pasa, ¿te ha llamado la abuela?
Manuel: No, es que debo irme y quería pedirte que preparases la cena hoy, ya se que me toca, pero es que debo ir a una entrevista de trabajo.
Emma: No te preocupes papá, ya hago yo la cena. Ya verás cómo te cogen en ese trabajo.
Manuel: Eres un cielo de hija, por cierto quería pedirte perdón por no haberte acompañado ayer al cementerio, me es tan difícil creer que tuve un nieto y que no pude verlo, no sé en qué pensaba tu madre cuando no me lo dijo.
Emma: No te preocupes, es mejor que pase ese rato yo sola con mi niño, ya conoces a mamá siempre juega a su beneficio, pero bueno en el fondo me ayudo. Venga papá, voy con la abuela, que me tiene preocupada.

En casa de los León, Lola fue a ver a Alvaro a la playa.
Lola: Niño, te tengo una sorpresa reservada.
Alvaro: No estoy para tonterías Lola, hoy no.
Lola: ¿Qué te pasa? Bueno, pensaba que ya era hora de que aclararais las cosas tu y Emma pero…
Lola se giró y se fue dirección la casa.
Alvaro: Lola, espera.(Se levantó) Ya sabes que Emma siempre ha sido muy importante para mí, pero en cuatro años yo he hecho intentos por qué me escuche y no le he conseguido.
Lola: Pero, hoy va a ser tu día de suerte la he llamado para hablar con ella, como excusa, sabes.
Alvaro: Se enfadara contigo.
Lola: No me importa, si lo consigues arreglar, ya estoy harta de esta situación. Llevas cuatro años sufriendo y si ella no ha tenido novio en todo este tiempo, es por algo ¿no crees?

Mientras Alvaro y Lola hablaban en cómo hacerlo para poder hablar con Emma, esta picaba a la puerta. Lola la recibió entusiasmada.
Lola: Cielo….. me tienes muy abandonada.
Emma: Abuela, ya sabes que me tiene muy ocupada el trabajo y la casa. Además ayudo a papa con el huerto, bueno dejemos de hablar de mí. ¿Qué querías? Me tienes preocupada.
Lola: Es que mintiéndote, vienes a verme antes, ya sabes que me hago mayor.
Emma: Abuela, dímelo otra vez, me tenías angustiada. Ya sabes que no me gusta venir aquí, no quiero verme con… (En ese momento salió Alvaro por la puerta), no abuela, me has hecho venir aquí…
Lola: No seas niña y hablar, al menos ser amigos pero no me tengáis partida de esta manera. Hace cuatro años que no dejas que te expliquen lo que pasó.
Emma: No me lo esperaba de ti, abuela, se supone que debes estar de mi lado.
Lola: Que os vaya bien la conversación….
Emma: ¡¡¡Abuela!!!!
Alvaro: Dejame explicarme Emma, por favor.
Emma: Que quieres decirme, que me mentiste o que te gustaba también otra, eres un mentiroso, respeta que no quiera que me mientas.
Alvaro: Jamás te mentí, supongo que me viste con Amalia y por eso te fuiste.
Emma: Supones, eres un cerdo.
Alvaro: ¡Que me escuches! Amalia es mi prima y vino a despedirse porque se fue a vivir fuera.
Emma: Mientes.
Alvaro: No, es verdad si no llamalá.
Emma: Perdona, soy una estúpida. Te quise tanto, que pensé que habías jugado conmigo y más después de lo que pasó la noche anterior.
Alvaro: No te culpes, pero yo te sigo amando…
Emma: Yo no he dejado ni un minuto de pensar en ti, aunque he de reconocer que muchas te he odiado.
Alvaro: Si quieres me gustaría recuperar esa relación que teníamos.
Emma: Si perdonas lo estúpida que he sido, fui muy egoísta.
Alvaro: Olvida el pasado.
Emma: Gracias, por seguir aquí esperándome.
Alvaro: Por ti no pasan los años, jejeje, estas mejor que hace cuatro años.
Emma: ¡Tonto! Tenía casi 16 años y me a costado mucho mantenerme así. Debo irme a mi casa, ¿nos vemos mañana?
Alvaro: Cuando acabe unos negocios en la empresa, te voy a buscar a tu casa. Te quiero preciosa.
Emma: Te esperare.

Al llegar a casa estaba tan contenta, que hizó uno de los platos preferidos a su padre para celebrarlo, había vuelto con el amor de su vida. Estuvo esperando a su padre toda la noche y cuando estaba a punto de acostarse su padre entro por la puerta, borracho y llorando.
Emma: ¡Papa! Estás borracho, no te han dado el trabajo ¿verdad?, papa, tienes que aprender a superar las cosas.
Manuel: Hija, te he decepcionado, prometí que nunca te faltaría nada y ahora vamos a tener que vender la casa para sacar dinero.
Emma: Eso jamás, buscaré otro trabajo o mejor, porque no alquilamos la habitación libre que tenemos. Eso nos dará un colchón de tiempo para resolver esto. Papá me has hecho feliz todo este tiempo a pesar de lo de Arien, hoy vuelvo a sonreir, he vuelto con Alvaro.
Manuel: Pero si ese tio es un cerdo, chiquita jugo contigo.
Emma: Fue un malentendido, además él no sabe que fue padre, yo tampoco lo he hecho bien.
Manuel: Perdona, pero he de ir al baño.
Emma: Papá mañana hablamos.
Una semana más tarde.[b]Sra. León:[/b] Bueno hijo, te dejo a cargo de todo, nosotros ya no volveremos aquí asi que esta será tu casa… haber si me haces abuela pronto.
Alvaro: Dale recuerdos a papá, dile que me envíe una foto, al menos así podré verlo.
Sra. León: No seas así, trabaja duro para conseguir todo lo que tenemos. Ah, en dos meses vendrá Isabella, compórtate bien con ella y prepárale una habitación a ella, se quedará a vivir aquí.
Alvaro: Pero, haber, como quieres que le explique a Emma que voy a vivir con otra.
Sra. León: Déjate de tonterías, sabes que esa niña no te conviene, estuvo bien cuando erais jóvenes, pero ahora has de buscarte a alguien de nuestra posición, como Isabella.
Alvaro: Me pienso casar con Emma, ya sabes que lo mio con Isabella no funciono, solo estuvimos tres meses saliendo.
Sra. León: Eso era porque viviaís lejos, pero ahora será diferente, estoy segura que después de seis meses separados ella te sigue queriendo y es de clase alta. No discutamos más que perderé el avión. Piensa en lo que hemos hablado.
Alvaro: Adiós mamá.

De mientras en casa de Emma, ella solo tenía cabeza para esa comida tan importante iba presentar a Alvaro a su padre, por fin su padre sabría quien era el hombre de su vida. Llamó a su padre para recordarle la comida:
Emma: Papá, oye, te acuerdas de la comida de hoy ¿no?. Bueno, no te preocupes, pero llega antes de la una y media que a las tres tengo que entrar a la escuela.
Colgó el teléfono y preparó unos buenos filetes de ternera con verdura.
Alvaro: Es bastante acogedora tu casa…
Emma: Hombre, tu estas acostumbrado a otras cosas, pero para mí es casi perfecta.
Alvaro: Hombre no me compares, tú tranquila que cuando seas mi mujer no te va a faltar nada.
Emma: No vayas tan rápido, Alvaro, deja que vayan surgiendo las cosas. Hace cuatro años que no estoy con nadie y…Tu me debes entender ¿no?
Alvaro: Bueno yo… abrazame.
Emma: Que tonto eres, ¿tienes miedo a algo?
Alvaro: Si, bueno, veras, hace seis meses lo dejé con mi novia, pero ha sido la única y solo duró tres meses.
Emma: No, bueno e de entenderlo, es normal tú eras libre.
Alvaro: Ahora viene lo peor, mi madre le ha invitado a vivir en casa y vendrá dentro de dos meses.
Emma: Bueno, tú tranquilo. Pero andate con cuidado, jejeje. En serio yo confío en ti.
Alvaro: Eres tan buena, me gustaría que vinieses a casa para redecorarla a nuestro gusto.
Emma: Bueno, ya veremos, es que esa casa, es de tus padres y a mi….
Alvaro: No seas tonta, si no van a volver a casa.
Se escuchó la puerta y una voz de hombre de unos 43 años, era Manuel.
Manuel: ¡Hola! ¿Hay alguien en casa?
Emma: Si papá, estamos aquí. Vamos al comedor, que serviré la comida.

Emma se fue a la cocina a servir la comida, de mientras Alvaro se acerco a Manuel y le saludo.
Alvaro: Buenas, Sr. Marín, soy Alvaro el novio de su hija.
Manuel: Hola, yo soy su padre y antes de que venga mi hija solo te advierto que si le haces daño, no voy a dejar que te vuelva a perdonar.
Alvaro: No se preocupe, los dos hemos sufrido en esta historia, pero tengo claro que solo quiero que sea mi mujer porque la amo.
Manuel: Eso, ya se lo dijiste una vez. Mi hija lleva sufriendo cuatro largos años por todo lo que pasó contigo.
Alvaro: Fiese de mi, mire, su hija me ha comentado que no tiene trabajo, podría venir mañana a la fábrica y vemos donde lo puedo colocar.
Manuel: Dile a mi hija, que no me siento bien, voy a dormir.
Alvaro: Lo espero mañana.

Emma llegó y se sentó a la mesa.
Emma: ¿Por qué se ha ido mi padre?
Alvaro: No se encontraba bien, discúlpalo. Le he dicho que mañana pase por la fabrica para darle trabajo.
Emma: Perdóname Alvaro, pero deberíamos dejar esta comida para otra ocasión.
Alvaro: ¿Qué pasá?
Emma: Lo peor que has hecho es ofrecerle trabajo, lo has ridiculizado y mi padre nunca le ha gustado ser enchufado. Tú no te preocupes mañana tenemos una entrevista con un chico joven nos ofrece bastante dinero y solo necesita la habitación hasta que encuentre una casa en la isla.
Alvaro: Es que no quería que ningún hombre viniese a vivir aquí y pensé que sería bueno que tu padre estuviese conmigo, sé que es buen asesor.
Emma: Ya te llamaré, primero he de arreglarlo con mi padre, si no te importa el viernes iré a tu casa y hablamos.
Alvaro: Esta bien, te dejaré espacio.