CAPITULO 8A pesar de haber pasado miles de veces delante del Oasis, nunca había entrado. En general, prefería evitar los bares exóticos situados en galerías comerciales. Sin embargo, cuando entré con Cindy y su amiga
Coco, el sitio me pareció grande y sorprendentemente animado para un domingo por la noche.
- Genial, casi hay solo hombres. Esto reduce la competencia, comentó Cindy tirando de su parte alta del vestido.
Nos sentamos en una mesa en el centro de la sala. Cindy y Coco pidieron unos Pink ladies y yo una copa de Chardonnay.

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- ¿Y ahora? Interrogó Coco después de que la camarera nos trajera la bebida.
Eché un vistazo rápido a nuestro alrededor.
- Imagino que una vez demostrado que soy la más guapa de la sala, seremos libres de beber nuestras copas e irnos.
- No llego a distinguir bien a todo el mundo desde aquí. Vayamos a ver desde más cerca, sugirió Cindy.
Con sus vasos en la mano, se levantaron para inspeccionar la zona. Yo me quedé sentada, intentando ser… ¿la más guapa? ¡Por favor, en mi vida me había sentido tan ridícula!
Mis amigas, regresaron, con una cara desconcertada.
- Ahí, cerca del juke-box, dijo Cindy, es más guapa.
Coco opinó también.
- Sus pechos son postizos, pero tiene un aire de guarra ingenua.
Tendí el cuello ¡Joder, menudo asco! Era verdaderamente guapa.
- No te preocupes. Nos desharemos de ella, dijo Cindy con un tono decidido.
Cogió su bolso y, por un segundo, temí por lo que podría sacar. Pero se contentó con pintarse los labios.
Se alejaron para su segunda misión. Me quedé sola bebiendo a sorbitos mi copa. Estaba examinando a los camareros, intentando adivinar cual le gustaba a Thaïs, cuando Adam se acercó a mí sonriendo.

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- Es verdad que sabes ir presentable, bromeó
- Muy gracioso.
- Espero que no te moleste que haya pasado por aquí. ¿Estás sola?
- No, mis amigas han ido a… (ehm, ¿eliminar las chicas guapas?)… saludar a unos amigos.
Adam se cogió una silla y me señaló la barra con la barbilla.
- El chico de rosa, ése es por el que mi hermana estaba pillada. Te lo quería mostrar. Por si acaso te interesaba.
Me bastó un segundo para entender que había venido con la esperanza de que le enseñara la lista. Con el motivo de ganar un poco de tiempo, le pregunté cómo había llegado a ser locutor de carreteras.
- Modo hábil de cambiar de conversación, pero guardo lo mejor para cuando escriba mis memorias. Todo comenzó el día en que recibí una bici por mis 3 años…
- ¿Y es ahora cuando todo se vuelve borroso y regresamos al pasado?
- ¿Prefieres la versión corta? En resumen, adoro las motos desde siempre. Me saqué el carnet y comencé a competir tras el instituto. Conseguí convencer a unos patrocinadores, pero tuve un accidente. Fractura abierta de la pierna, rodilla destrozada. Marcó el fin de mi carrera. Entonces estudié y obtuve mi diploma de piloto de aviones.
Gesticulé y cambió de tema:
- Di ¿Qué piensa tu novio de todo esto? Imagino que era tu novio el que te acompañó al entierro.
- No, era mi hermano y estoy soltera.
Entonces, decidí que era el momento de sacar la lista y mostrársela. Se puso a leerla y acabó yendo al baño, dado que se emocionó. En cuanto volvió, me disculpé.
- Sea lo que sea, me expresó su gratitud ampliamente durante su vida. Puedes tachar este punto de la lista.
- No realmente.
Le expliqué las reglas establecidas por Baha y por mí, y que debía agradecerle a mi hermano que haya estado conmigo cuando lo necesitaba, como esa vez cuando me hizo llorar amenazándome con un cuchillo de mantequilla.
Cogió la lista y la leyó por encima de nuevo.
- Hay varias cosas que un hombre preferiría no imaginar a su hermana haciéndolas.
- No lo dudo.
- En cambio, no tengo ningún problema en imaginarte, a ti, haciéndolas.
Alzó sus ojos hacia mí y, como por reflejo, crucé los brazos (por el punto 6).
- Entonces ¿a quién besaste?
- A un imbécil.
De repente, comprendí que no serviría de nada seguir negando la evidencia: con todos los hombres presentes en la tierra, ¿hacía falta que dirigiera mi afecto sobre aquel al que había visto su hermana muerta?
- Te ayudaré para el helicóptero, me aseguró Adam antes de vaciar su vaso. Thaïs escribió eso porque no dejaba de darle la lata para que me acompañase.
- ¿Que te acompañara?
- Mientras sobrevuelo las carreteras para los flash informativos.
- ¡Me encantaría!
¡Para! ¡Y deja de pestañear!En ese momento, Cindy y Coco volvieron. Una vez hechas las presentaciones, Adam se levantó para irse.
- Debería irme, ya te he aburrido bastante por hoy (me devolvió la lista).Y dicho sea de paso, puedes tachar éste.
Puso su dedo sobre el nº 8: la razón horriblemente molesta por la que nos habíamos reunido hoy todas aquí.
- Si se exceptúa la bomba de allá, respondí mostrando la competencia con la barbilla.
Adam siguió nuestra mirada.
Cogió un boli del tablero que anunciaba nachos. Luego, inclinado sobre la lista, hizo una raya en seco sobre
Ser la chica más guapa del Oasis.- Que ni lo piense.

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