CAPÍTULO 7
Alejandro bajó con Mina para aclarar la situación.
Parece que durante su tiempo en la universidad había dejado embarazada a Daisy Vidal, una de las chicas con las cuales salió. Daisy falleció, sin embargo, la hija de ambos, Betina, se quedó viviendo con Dalila Ruipérez, que la cuidó y siguió con su crianza.
Betina le había dicho a Dalila que quería conocer a su padre, Alejandro nunca supo que Daisy quedó embarazada, nunca más la vio desde que rompieron.
— Entonces —concluyó Alejandro— mi decisión es que Betina se venga a vivir aquí, la reconoceré como mi legítima hija y su apellido no será más Vidal, sino Lápida. Dalila, tú podrás visitarla cuando quieras.
— Oh, está bien, gracias, eres muy amable, Betina es una de las personas que más quiero en el mundo y sé que será feliz —dijo Dalila y se despidió de la niña.
Mina decidió creerle a su marido y no divorciarse, aunque seguía triste porque estaba convencida de que no la quería.
Betina y sus dos tíos se llevaban muy bien.
Mina nunca se llevó bien con las vecinas, siempre había sido el centro de los chismes del barrio, pero siempre considero buena gente a los Viejales, por eso fue al funeral de Mariano Viejales y le dio el pésame a Ángela.
— Gracias, Mina, él era una gran persona ¡Qué grande está ese bébe! ¿Ya sabes que será?
— Sí, van a ser gemelos, un hombre y una mujer.
— ¡Oh, que adorable! Por más que nos llevábamos mal, yo extraño mucho a Lili...
— Te comprendo... Yo también perdí a mi melliza y a veces la extraño mucho, fue muy importante en mi vida.
— Por cierto ¿Sabes cómo está mi padre? No teníamos una buena relación últimamente...
— La verdad —dijo Mina— es que desgraciadamente no he hablado con Casandra, me enteré de que tuvo dos hijos hermosos y me gustaría verla, para pedirle disculpas.
— Lo entiendo, cuando mi ex novio murió me sentí muy mal y Arturo Soñador estuvo ahí, a ambos nos había sucedido lo mismo y con el tiempo nos enamoramos. Es el hombre más bueno que he conocido, quería invitarlos a nuestra boda, será en cuatro meses.
Mina le dijo que iría.
La noche era lluviosa y Milena estaba pensativa.
"¡Que sexy es Alejandro!" se decía "La verdad es que el plan de mamá para quedarse con la fortuna de los Lápida va a funcionar yo lo seduciré así se divorcia de Mina y se casa conmigo. Pero que mamá se quede con el dinero, eso a mí me importa poco, yo lo quiero a él, es tan lindo".
En ese momento sus pensamientos se interrumpieron al ver las cenizas de Nina.
— Wow que lindo material el del jarrón, hace que las cenizas de uno sean como más sexys, quiero uno así cuando me muera.
Repentinamente, el fantasma de su prima se le apareció.
— ¡Woaah! — dijo Nina y Milena casi muere del susto.
Milena salió corriendo de la casa bajó la lluvia, lamentándose por tener que empapar su amado y único vestido.
Pero si era por cosas paranormales o extrañas, Las Rarezas se llevaba el premio.
Casandra fue a visitar a Los Curioso, como Cristina le aconsejó y encontró a esa extraña anciana mirando las flores mientras tiritaba.
Entonces, se le acercó amablemente a la señora y le preguntó si le sucedía algo.
— ¡Nada me sucede! —dijo exaltada de una rara alegría— ¿Qué podría sucederme? Hoy es el mejor día, sí, el mejor día ¡Después del día del ornitorrinco! ¡Claro!
— Ah, sí, ese es un gran día —dijo Casandra temerosa, siguiéndole la corriente.
— ¿Y tú? — a Cas le pareció que la anciana se tornó mística, lo intentó, o algo por el estilo — ¿Cosechas ornitorrincos en tu granja?
— ¿Qué? — exclamó la señora Gentil.
— ¿O quieres que te saque esas bestias de tu cabeza? ¿Y te la rape como Britney?
— ¿Cómo quién?...
— Tal vez te estén comiendo el cerebro, debe ser sabroso, yo te ayudaré, querida.
Casandra no sabía qué hacer, esa vieja excéntrica casi la mataba de un infarto, pero por suerte, salió Pascualín Curioso a recibirla y fue corriendo a saludarlo y escaparse de la mujer.
Al día siguiente, Angie habló con Milena por célular.
— Mami, no quiero volver a ese lugar ¡Es horrible! Te juro que vi su fantasma, por favor no me obligues a venir. —Imploró Milena.
— Oh, maldita estúpida, pareces una niña, pero está bien, yo tendré que resolver las cosas.
Angie decidió que debía ser ella misma quien seduciese a Alejandro.
Entonces, lo primero que hizo fue romper el jarrón con las cenizas de Nina, no permitiría que un espíritu se interpusiera en su camino.
Mina la vio y se enojó mucho, por eso Alejandro las tuvo que separar y prometió reparar la urna.
— ¿Cómo puedes preferirla a ella antes que a mí? Expulsala de la casa, ahora.
— Mi amor, es tu tía.
— Eso no me importa, es mala, no sabes de lo que es capaz.
Mina consolaba a su hija Niara, porque a la mañana se enteraron de la muerte de Juan Tenorio, padre de Niara y hermano de Angie.
Ella notó a Niara más linda que nunca, ya había crecido y tenía un cuerpo hermoso.
n adolescente apareció en el jardín y se presentó como el hijo no reconocido de Alejandro.
Mina se decía a sí misma que eso no le podía estar pasando, todo lo bueno se estaba destruyendo en unos días.
El joven se llamaba Mario Filos.
A penas lo vio, Alejandro se dio cuenta de su rostro era casi identico al de Auro Filos, una rubia sexy con la que se acostó en la universidad. Parece que Auro enloqueció cuando Alejandro la dejó (él no sabía que ella estaba embarazada) y que cuando era un niño, lo llevaron a un orfanato y a ella la encerraron en un manicomio, causando que la madre y el hijo no se vieran más.
Luego Mario consiguió un hogar con una pareja de ancianos llamados González.
Alejandro se disculpó con él por todo, a lo que Mario le respondió.
— ¡Sólo vine hasta aquí, para decirte que me das asco! ¡Trágate tus disculpas, infeliz! —Y se fue corriendo.
— ¿Quién es esa mujer? —Le preguntó Casandra refiriéndose a la vieja chiflada.
— ¡Oh! Todos la conocen como la loca del pueblo. Hay rumores de que su demencia se intensificó cuando una asistente social se llevó a su hijo porque ella no estaba en condiciones de cuidar a nadie, aunque lo cierto es que vive internada en un hospital psiquiátrico, pero por temporadas (generalmente cuando hace mucho calor, que parece que le afecta al cerebro) se toma un autobus para venir a las Rarezas y deambular por el barrio.
— Como te dije por teléfono, sabes porqué vine aquí... —Le explicó Casandra Gentil.
— Sí —respondió Pascualin— debo confesarte que la Elvira tu conociste no es la verdadera, sino un clon que crearon los aliens un poco después de abducirla para que sea reemplazada en la tierra, con sus mismas memorias (aunque, al no ser una réplica perfecta le costaba recordar) y personalidad.
A Casandra casi le da un infarto.
—¿Cómo? ¿Y la original? ¿Qué sucedió con mi madre? ¿Cómo sabes todo esto?
— Lo sé porque ellos están emparentados con nuestra familia y hay varios aquí en Las Rarezas. Yo estoy a sus dispocisiones porque los he reconocidos como seres superiores. Por lo que se me comunicó ellos notaron algo distinto a los demás terrícolas en Elvira Lápida y la raptaron.
— ¿Cómo puedes decirlo tan fríamente? ¿No entiendes todo lo que nosotros sufrimos?
— Relajate, ellos todo lo hacen porque son sabios y es lo mejor, deberías aceptarlo.
— Por favor —rogó Casandra—, diles que la devuelvan.
— Oh, no sé si ya es demasiado tarde, pero intentaré contactar con la nave que se la llevó, ella debe estar bien y si no lo está, aunque sea los señores astrales lo están, su voluntad debe cumplirse para mantener el orden, yo cumplí su voluntad y dejé que usarán mi cuerpo para traer a una futura divinidad astral a la tierra, hace poco nació ¿Quieres verla?
Casandra prefirió salir y encontrarse con la loca antes que seguir en esa casa.
— No es necesario, por favor, haz lo posible para que ella vuelva, te lo ruego.
Alejandro se sintió terrible después de hablar con ese muchacho, si bien físicamente era parecido a su madre, su forma de ser le hizo recordar a él mismo.
Decidió tomar para olvidar la tristeza y justo entró Angie.
— ¿Puedo brindar contigo?
— Supongo...
A medida de que el alcohol en la sangre de Alejandro aumentaba, los juegos con Angie también.
Se besaron...
Y cuando estaban a punto de concretar, Mina entró y los vio.
Lo primero que hizo su esposa fue echar a su tía de la habitación
— ¡Sal de aquí, momia insufrible o ya verás! —y luego continuó con su esposo— ¿Cómo puedes ser tan descarado? ¿Para qué diablos te casaste conmigo? ¡Eres lo peor que me podría haber pasado!
Alejandro, sumido en la tristeza y la furia, le contestó.
— ¿Acaso eres una santa ahora? ¡Por favor! ¡Si todo el mundo sabe que no te casaste conmigo por el amor! ¿O me lo vas a negar?
— ¿Qué estás diciendo? — dijo ella con los ojos llenos de lágrimas.
— ¡Tú siempre fuiste igual de ambiciosa e inescrupulosa! ¡Ahora te vienes a hacer la bondadosa, pero ya es tarde, ya le arruinaste la vida a muchas personas!
Mina salió llorando.
Alejandro estuvo toda la noche pensativo, en soledad, le escribió una carta a alguien, que escondió en un mueble y tomó una decisión: se iría de viaje unas semanas para poder pensar más tranquilamente y decidir que haría con todo, se sentía mal consigo mismo.
A la mañana siguiente, le contó lo de su viaje a Mina y ella se quedó callada, fría como el hielo.
UN DÍA DESPUÉS
— Hola ¿Se encuentra la señora Lápida?
— Ella habla.
— Un gusto hablar con usted, aunque en esta situación, no lo es exactamente. Le hablamos de la empresa de viajes "Simflies" para anunciarle que el avión en el que iba su esposo se desplomó explotando en la Isla Twikki y él no se encuentra entre los cuatro sobrevivientes identificados, por lo que lamento informarle que el señor Alejandro Lápida no sobrevivió.
CONTINUARÁ...