Capítulo 2- "¿Dónde está mi camarero?"
Virginia hacía las maletas con su criada Ana dentro de su lujoso vestidor, que más que una criada se había convertido en una de sus mejores amigas.
- ¡Ana! No puedo estar más contenta... ¡¡El cursillo prematrimonial ya está aquí!! Nunca he tenido tanta ilusión en volver a ese pueblucho de Villaluz como esta... ¡¡Y para la boda ni te cuento!!
- Virginia estoy casi tan nerviosa como tú... ¡¡Ya era hora de que te casaras!! Además te veo superenamorada de Robert ¡¡Es el hombre de tu vida!!
- Cosas así te hacen entender por qué tuve tan mala suerte en el amor en un pasado ¿Quién iba a decir que me voy a casar con el actor más guapo, en una ceremonia por todo lo alto, con anillo de pedida con un pedrusco gigante y que me fuera a convertir en una de las personas más envidiadas del mundo? He nacido para esto, no sé por qué, pero en el fondo sabía que me iba a pasar algo así.
- ¡Tú te lo mereces Virginia! Eres muy buena persona y te mereces todo lo que te pasa, te ha pasado y te va a pasar. Robert te quiere con locura, no hay más que verlo, a pesar de ser tan tímido y tan frío, está siempre a tu lado.
- Robert es lo mejor que me ha pasado en la vida Ana, es mi primer único amor, además no puede haber hombre en el mundo que simplemente le iguale, además siempre ha estado a mi lado, en lo bueno y en lo malo, yo lo amo, lo adoro, lo idolatro.
Yo sabía que yo no estaba destinada para esos bajitos gorditos de ojos negros, machistas, chulos y caraduras de mi pueblo.
- Jajajaja.
- Todos los de Villaluz son iguales, cortados del mismo patron, todos se llaman Alejandro, Jose, Javier, Manuel y Daniel y dan asco... lo que me voy a reír cuando vaya para allá y compare a Robert con cualquier macho cabrio de allí.
- Jajajajajaja me encantaría ir para allá y comprobarlo.
- Lo verás cuando vayas para allá en mi boda, te vas a hartar de ver feos y encima tontos.
- Bueno pues el tal Dani ese que tu le tienes escritas un par de canciones no lo será tanto jajaja.
Virginia se estremeció.
- ¡¡Oooh Daniel!! ¡¡Ese sí que no!! ¡¡Ese es el único que merece la pena de allí!! Lo único que tiene de Villaluz es los característicos ojos negros que tiene allí todo el mundo, la espalda ancha y que mide metrosetentaypoco pero por lo demás... ¡¡Era totalmente como un extranjero!!
- A lo mejor lo ves .
- ¡¡Me encantaría verlo!! Yo no sé que me pasa que cada vez que pienso en Villaluz y sobre todo en la Calle Mayor me entra como un cosquilleo especial que lo relaciono con él. No me gusta ni nada... ¡¡Estoy loca por Robert!! Pero el recuerdo de esa noche que te he contado mil y un veces tan amarga pero a la vez tan hermosa y de ese chico tan maravilloso que se podría haber convertido en mi primer amor hace que aún sienta algo mágico.
- ¡Los recuerdos confunden mucho Virginia!
- Sí, cuando son bonitos. ¡¡Oooh la Calle Mayor, la calle por donde yo salía, la calle en la que fuera de día o fuera de noche estaba casi siempre Daniel que su cara me servía para alegrarme la vida durante al menos una semana, la calle por la que pasaba mil veces cuando era una jovencita soñadora que trabajaba en una guardería o echaba currículums por ahí soñando con sacarme el carnet!! Hará un año, en mi penúltima visita pasé por la Calle Mayor y vi a Daniel, estaba solo, en la puerta de la tienda de la señora en la que limpia cada mañana, con ese aire melancólico que tiene siempre, se quedó mirando mi Porsche en el que iba conduciendo... ¡¡Me entraron ganas de llevármelo conmigo!!
- ¡Qué raro! Un hombre que trabaja en servicios de limpieza. Podrías contraralo jajajaja.
- ¿Te imaginas?... ¡¡Si lo contratase no sabía lo que podía pasar!! Pues al menos hasta hace un año limpiaba cada mañana en la tienda que hay en la Calle Mayor de Merchi, una señora que vende muebles, el pobre se inventó que era licenciado en LADE para impresionarme, pero era sólo un chico de la limpieza.
-¡Ey! ¡Que limpiar es un trabajo muy digno! La Merchi esa tiene que saber un montón seguro que tiene contratado a ese chico para alegrarse la vista ¿A qué es guapo?
- ¡Pufff!... ¡¡¡Guapísimo!!! No tiene una cara perfecta, pero tiene algo que le hace diferente y especial. Es entre pelirrojo y rubio, dependiendo la luz, con una piel pálida muy bonita, una barbita que me encanta y unas facciones muy del este. Aunque fuera de Villaluz de toda la vida es posible que fuera adoptado, cuando yo nací los matrimonios adinerados de mi pueblo que no podían tener hijos adoptaban niños rusos, aunque si ese chico se dedica a limpiar no creo que tenga mucho dinero aunque no lo aparente porque lleva cosas de marca que valen carillas, pero lo mismo se las paga con su curro.
- ¡Virginia! Tú lo que tienes es una espina clavada con el rubito... ¡¡Aaay tu hablas de Marisa pero si Robert supiera lo que te alegra "tu chico de la limpieza"!!
Virginia se quedó pensativa: "Tú lo has dicho, espina clavada".
V- Él nunca podrá estar conmigo, pero yo sólo le deseo que no le falte trabajo, ni salud y que una buena mujer se case con él y le haga feliz. Aunque lo más seguro con lo bueno y lo bonito que es que le vaya ahora todo bien.
Virginia se equivocaba, Daniel (Kuki para los amigos) era bueno y guapo, pero era un desgraciado, un cero a la izquierda, un pobrecito que todo el mundo pisoteaba y que mangoneaba a su antojo. El pobre era muy inteligente, trabajador y además muy hábil para los negocios, era cierto, tenía LADE con un máster, salvó a su madre de cerrar la tienda y levantó el bar que había abierto que era anteriormente un antro, pero nada, su día a día era limpiar cada mañana la tienda de su adorada mamá, mientras le hacía compañía y por la noche hacía el trabajo sucio de su bar donde en un principio sólo iba a revisar, pero no sólo acabó convertido en un camarero más, si no que hacía todo lo que nadie quería como limpiar, correr detrás de los que hacian simpa, soportar al peor borracho de la noche y poner/recoger solo las mesas de la terraza.
Nadie reconocía sus méritos y no le agradecían nada. Siempre estaba para los demás, pero luego cuando lo necesitaba no tenía a nadie dispuesto a ayudarle. Daniel sabía que se aprovechaban de él, él se enfadaba y protestaba, pero en cuanto le hacían un poco la pelota le entraba la pena y cedía, le debía dinero un montón de gente, invitaba a copas a diestro y siniestro y más de una vez le han hecho simpa o le han robado algo del bar, si es que no le daban por meterse con él.
Pero lo mismo que era un pringao en su trabajo, lo era en su casa, allí el que limpiaba y cocinaba era él, vivía a la sombra de su hermano mayor, un David de Miguel Ángel humano que trabajaba de bombero y había estado en las peores catástrofes trabajando en salvamento, un verdadero héroe de carácter fuerte y extrovertido, todo lo contario a él. Merchi que era de armas tomar, era la que mandaba en casa y vio en su hijo Dani al criado perfecto. Aunque al rubipelirrojo no le desagradaba para nada limpiar, de hecho, aquella actividad para él era un placer; se pasaba el día con un trapo, escoba o fregona en la mano para que todo estuviera impecable. Sólo tenía 3 amigos: Paco un camarero del bar, Christian un chifladillo que se pasaba el día haciendo el tonto que se iba con Dani porque le daba pena y Pepillo uno muy feo y friki. Danielito estaba solo a pesar de ser tan guapo tener tan buen corazón y muchas ganas de enamorarse, pero era tímido, inseguro y se consideraba físicamente a sí mismo como raro y feo por lo que no solía conocer chicas.
Dani en el fondo sabía que era un desgraciado, pero a él no le salía decir que no ya que odiaba hacer sentir mal y desagradar a los demás. Lo nunca podía explicarse era por qué la gente cada vez que lo veía cuchicheaba y lo señalaba... él no sabía que era el protagonista junto a Virginia de una de las leyendas urbanas de la ciudad: la relación que tuvieron. Unos sostenían que fueron novios durante años, otros que él es el amante secreto de Virginia, otros que él estaba enamorado de ella y ella lo rechazó, otros sostienen lo contrario... lo que está claro es que nada era cierto.
Virginia se marchó feliz a Villaluz, echaba de menos ver a su gente que no veía desde Navidades y sabía que Marisa no iba a estar merodeando por ahí como pasaba en Hollywood. Robert no estaba muy entusiamado, Villaluz no tenía nada, no entendía bien el idioma y no comprendía muy bien su cultura, aunque le gustaba el anónimato que allí tenía y sobre todo la ilusión que le hacía Virginia casarse allí, concretamente en su parroquia.
Nada más llegar a Villaluz, tras visitar a su familia, Virginia junto a Robert dio un paseo por la Calle Mayor para revivir sus viejos tiempos, pero aquella vez los recuerdos le vinieron de manera especial tanto que le entraron ganas de llorar.
Cuando pasó por la tienda de Merchi su cabeza tuvo que girar al escaparate para buscar con la mirada aquel atractivo chico que estaría refregoteando con una balleta los artículos, pero nada... allí solamente estaba la vendedora.
Aún así mirar la tienda de Merchi le resultó tan emocionante aquella vez como le resultaba hacía unos años.
Robert parecía ausente en aquel viaje, estaba más enganchado al Facebook y al Whatsapp que nunca y su iPhone era ya la prolongación de su mano. "Robert ¡¡Vaya manera de chatear por ese movilito!! Me pregunto que quién estará ahí para que no puedas vivir sin contestarle" bromeó Virginia, "Nada, mi gente de EEUU". Virginia sabía en el fondo que quien estaba ahí hablándole sin parar a Robert era Marisa y mucho más porque él estaba a miles de kilómetros de ella, pero le daba miedo reconocerlo. Cuando Robert dejaba el teléfono solo, a Virginia le tentaba cogerlo y empezar a cotillear, se iba a quedar más tranquila porque lo más seguro es que no hubiera tantos mensajes de Marisa como se imaginaba, pero a la vez podía ser mucho peor de lo que parece cosa que hacía que le aterrara verlo.
Virginia no se podía quitar el tonteo que Robert tenía con Marisa de la cabeza, por lo que se armó de valor para cotillear el el teléfono de su prometido en un descuido de él. Virginia se dijo "Ahora o nunca" y se dedicó a echar un vistazo los mensajes de Marisa. A Virginia le empezó a temblar todo el cuerpo, tanto que no podía sostener el móvil de Robert, a sus ojos saltaron frases de Marisa como "No sé que haría esta semana sin tí, Robert", "Como te haga algo Virginia se las tendrá que ver conmigo", "Eres el hombre más importante de mi vida el que más he querido como pareja y el que más quiero como amigo", "Cuando Virginia se vaya a Londres podemos vernos con tranquilidad", "Cada día estás más sexy" y lo peor, lo que escribía Robert: "¿Cómo voy a estar sin verte una semana? Si algo odio de Villaluz es lo lejos que estás", "¿Recuerdas nuestra canción?", "Virginia se ha tenido que ir a última hora a Nueva York... ¡¡Vente a cenar!!" o "Eres la rubia más guapa que he visto en mi vida, siempre lo pensaré".
A Virginia le entraron unas ganas horribles de llorar, pero no se atrevía a decirle nada a Robert no quería que se enterara de que le cotilleaba el teléfono. Lo que más le dolía era que notaba por los mensajes que ella era un estorbo y que quedaban en secreto, ella no pudo más y se lo dijo en cuanto lo vió embobado con el Whatsapp.
V- ¿Qué te pasa con ese móvil? ¿Tu querida Marisa otra vez?... ¡¡Ya está bien!!
R- ¡¡Otra vez con Marisa!!... ¡¡¡Es sólo mi amiga!!! La manía que le has pillado a la pobre muchachita sólo porque estuvimos anos años juntos... ¡¡Eres una celosa enfermiza!!
V- Te pasas más rato hablando con ella por ese móvil que conmigo... ¡¡Me estoy hartando!! Así como anoche que te quedaste hasta las tantas hablando por el Skype con ella, encima aprovechando que yo estaba duchándome... ¡¡Sabrá Dios que le dirás para que no quieras que yo esté delante nunca!!
R- ¿Pero qué insinuas? Ella no tiene nada conmigo es que es muy cariñosa y me cuenta todo, pero no hay nada de verdad, el resto son imaginaciones tuyas, que eres una exagerada y una comecocos.
Aún así Virginia sintió que había que aguantar, Robert era su prometido y si él quería de verdad a Marisa se podría haber ido con ella aunque ya no sabía que pensar y tuvo que desahogarse con su amiga Miriam. Aunque Virginia amaba tanto a Robert que prefería vivir con el desasosiego de Marisa y tenerle a él que estar mejor con otro hombre.
V- ¡Que quemada me tiene esta historia de Marisa! Es horrible, no paran de llamarse, ni de verse, luego él me dice que no pasa nada que soy yo la que me imagino siempre lo peor. Es una de las razones por las que me estoy pensando dejar la boda.
M- Tú no te preocupes porque él con quien está es contigo y encima os vais a casar.
V- Es que no se qué pensar. A veces pienso que qué hubiera pasado si no me hubiera sucedido lo del número de teléfono con aquel chico rubito que me gustaba tanto.
M- ¡Todavía te acuerdas!
V- Sí, él único chico de Villaluz que me ha gustado de verdad, un rubito precioso, tímido y bueno que podría haber estado conmigo genial. Sabrá Dios lo que pensará de mí después de lo que le hice, que se cree que no le quise dar el número y de verme por la tele y eso, pensará que soy una petarda. Seguramente estará ya casado y con un buen trabajo, espero que le vaya bien.
A- El rubito ese sigue tal cual, sigue soltero, limpiando escaparates por la mañana y físicamente no ha cambiado. Es fácil verlo en la calle Mayor como siempre. Por lo visto le dicen Kuki.
V- Me haría mucha ilusión verlo. Ojalá algún día supiera lo que me pasó esa noche, ese chico es la espina que tengo clavada. Aunque esté con Robert, pero pienso en ese chico tan bueno y aquel percance que me dejó en tan mal lugar para él y todavía siento pena, no sé por qué.
A Virginia se le pasó el mosqueo y siguió adelante con el curso prematrimonial, arreglar detalles de la celebración, visitar a familiares, la famosa playa de Villaluz y como no, una salida nocturna por la Calle Mayor.
Es sábado por la noche, así que Virginia se pone un vestido de leopardo que según ella podía de llevarlo de diario en Hollywood y en Villaluz ese vestido era demasiado exagerado hasta para salir. Tras una cena en el mejor restaurante era hora de perderse por lo pubs.
R- ¿A dónde vamos?
V- No sé, Indieclub, puff ese no, música rara y gafapastas conversando sobre qué grupo de música conocen más raro.
R- ¿Y ese?
V- ¿Habana? Uff mira que de horteras de discoteca, el ambiente es muy chungo. Y eso que tiene una decoración bonita.
R- ¿Y el de decoración medieval?
V- Ese no, está lleno de niñatillos de 18 años como mucho, no pintamos nada.
Robert señaló a un pequeño pub que hasta hacía unos meses era el Rock Room, un oscuro rincón lleno de macarras, pero que ahora tenía mucho mejor aspecto y había cambiado su nombre como Kukibar. De fondo sonaba una excelente música electrónica, así que Virginia decició entrar.
V- ¿Por qué el antro ese se llama ahora Kukibar? Vamos a ver...
Virginia se adentró, el pub estaba lleno de skaters cada cual más guapos, nunca había visto tanto tio bueno por metro cuadrado en Villaluz. Muchos de ellos se le quedaban mirando a Virginia que no solía pasar desapercibida de lo guapa que era.
V- (Pens) Ufff vaya tios, el ambiente ha cambiado, están todos los buenorros del club de skate.
Pero en el centro de la barra que estaba situada en una zona más alta, como si de una divinidad en un altar se tratara, se encontraba DANIEL el más guapo de todos sirviendo copas con su característica parsimonia, estaba tan guapo como siempre, pero a la vez más que nunca. Cuando Virginia divisó aquel peculiar bellisimo rostro sin cejas y de labios generosos, su corazón empezó a latir a mil por hora y a temblarle las rodillas.
V- ¡¡¡Da Da Da...ni!!... ¡¡¡Mi rubio!!!... ¡¡¡Mi amor platónico de Villaluz!!! El hombre más sexy que ha dado esta tierra... ¡¡Diiooos mis hormonas!! Madre mía siempre ha sido guapísimo pero es que ahora está... ES- PEC- TA- CULAR.
R- Virginia ¿Y tú que crees que sería mejor que hiciera?
V- Eeehh... ehh... me estabas hablando.
R- Me estabas diciendo que debería de hablar con mi representante y de pronto te has quedado muda.
V- Es que se me va la... uy... que lo tengo en la punta de la lengua... se me va mucho... la ... la... cabeza.
R- Ni que lo digas.
Virginia se quedó anonadada mirando aquel enigmático pelirrojo que tanto le hizo suspirar unos años atrás y que hacía que su corazón palpitara de una manera especial cuando pensaba en Villaluz, ella pensó- Madre mía, está tan perfecto como siempre y a la vez más divino que nunca... ¡¡Oooh!! Sus ojos, su cara de modelo, su barbita, su cuerpo fibrado... ¡¡¡Esta noche no duerrrrmooo!!! Y encima se me ha quedado mirando ¡Oh! ¿Me abrá reconocido? Y yo con este aburrido que está obsesionado con su ex, si no fuera con él me lanzaba ya mismo!!
R- Virginia ¿Qué pasa? Te has quedado mirando fijamente embobada a la barra.
V- Nooo, sólo leía la lista de cockteles.
R- ¿Qué vas a tomar?
V- No tengo ni idea.
R- ¿Vamos a otro sitio?
V- Nooo, nooo... ¡¡¡Ni hablar!!!- Exclamó con los ojos como platos mirando aquel fabuloso pelirrojo de ojos penetrantes que irradiaba una sensualidad inexplicable, él no era consciente de ello, pero era el más sexy del lugar, mucho más que Robert.
Danielito no dejaba de mirar a Virginia tanto que Robert se dio cuenta.
R- ¡Jajajaja mira a ese tio!
Virginia al ver que era Danielito se sobresaltó y apartó la mirada.
V- ¿Qué... que... pasa con él?
R- No deja de mirarte, pobre iluso... ¡¡Cómo si tú fueras a rebajarte de irte con él!!
V- ¡Oooh me estaba mirando!- Contestó de pronto toda feliz.
R- Eeehh... siiii
Virginia pensó para sus adentros "Ooooouuh yeaaaaah".
V- ¡¡¡Me he alegrado porque a lo mejor es un fan!!
Virginia pensó "Rebajarme a irme con él, tú pórtate bien guapito, que veremos a ver a por quien voy a ir yo como me des problemas por muy camarero que sea".
R- Es un salidorro que da pena, se cree hasta capaz de que tú lo mires. Que feo es... ¿Dónde se ha dejado las cejas? Además no llega ni al 1,75.
V- (Pens) ¡¡Tú qué dices!!... ¡¡¡¡Danielito es precioso!!!! Tú lo que tienes es envidia... el te hace sombra y lo sabes.
V- Ya es hora de pedir algo.
R- Pide tú que tú eres la que hablas español.
V- No pide tú.
R- No tú.
V- ¿Pero qué quieres?
R- Cerveza.
Virginia pensó "Me voy a atrever con esto de pedir a decirle algo, pero hay que quitar a Robert de enmedio... ¡¡Puff!! ¿Pero qué me pasa? Si yo sólo tengo ojos para Robert, no me ha pasado esto ni con otros superfamosos de Hollywood!!". Virginia le dijo a su novio "Robert tienes en el diente un perejilito que no se te quita, ve al baño y quitátelo que te lo van a ver todos". "¡¡Oooh qué horror!!" Exclamó Robert huyendo al baño, el siempre tiene que estar impecable.
Virginia se abrió paso caminando en plan sobrada luciendo su vestido de leoprado de Dolce & Gabbana ante las miradas de deseo de todos los hombres y las de curiosidad de todas las mujeres, comezaron las dudas "¿Esa no es Virginia?", "No ¿Cómo va a serlo? Ella es americana", "Noo es de aquí, pero si es ella ¿Qué hace aquí tomándose una copa?", "Si no es Virginia es igualita, ahora todo lo que lleva ella es de firma seguro". Se miró un segundo en uno de los espejos para comprobar que su larga melena no tenía ningún enredo y que la barra de labios seguía intacta en su boca.
V- Holaaa- Saludó con una sonrisa de oreja oreja en plan "Tu me encantas".
D- ¡Holaaa!- Respondió el guapo Daniel.
V- Me pones una cerveza y para mi me pones un..., un...- Virginia se le quedó la mente en blanco cuando se fijo en la cara del camarero... ¡¡Era impresionante!! En su mente llegó como un flash a ella imaginándose en la cama con él.
D- Bueno, pero que es lo que quieres para tí.
V- Sex... ¡¡Sex on the beach!! Ponme un buen... sex on the beach.
D- ¡Vale!
Virginia le plantó a Daniel bien cerca el escote- Oye ¿Este bar ya no tiene los mismos dueños? ¿No?. El camarero respondió- El bar es mío desde hace poquito- Contestó sin apartar la vista de la exuberante Virginia- ¡¡Aaaah no lo sabía!! Pues que sepas que está mil veces mejor que antes, has levantado un bar que hundieron porque se acabó convirtiendo en un antro de macarras, además el personal es fabuloso, nada que ver con los de antes.
Robert salió del baño y se quedó anonadado, sus ojos vieron algo que jamás había visto en sus 3 años de noviazgo con Virginia, su prometida tonteando con otro chico y encima camarero. Lo peor es que hacían una pareja estupenda.
V- ¡Oooh Robert! ¡Tu cerveza!
Virginia tomó las bebidas y se apartó de la barra dedicándole una mirada golosa a su querido Dani.
R- ¡Puff Virginia! La gente me mira y no quiero que me reconozca, me meteré en este rincón de espaldas y ya está. No tenía nada en el diente, pero por si acaso me los he cepillado que mis carillas tienen que lucir siempre perfectas. Por cierto ¿Conoces al camarero de algo?.
V- ¡Oh! ¿Yo? ¡De nada! Sólo pedía las cosas.
R- Te he visto rara con él.
V- ¡¿Yo rara?! ¿Por qué?
R- Meneo de pelo, sonrisita, miradita, yo que sé.
V- ¡Pero Robert! ¿Qué te creías? jajajajaja- Virginia pensó "¡Madre mía se ha notado todo!".
Paquillo- ¡Tio! La que ha estado hablando contigo es un clon de Virginia... ¡Vaya mujer! ¿Te has fijado en su cara? Es como una actriz de los años 50 total.
D- Es guapísima, tiene algo que me deja embobado.
Robert se tomó la cerveza corriendo con la cabeza baja para que nadie lo reconociera, se metió en un rincón del bar de espaldas a la gente para que no lo molestaran, se quería ir de allí, no se quería mezclar con la plebe. Sin embargo Virginia no se quería ir por nada en el mundo porque no podía apartar sus ojos de Daniel ¿Cómo podía cautivarle tanto? Cuando Virginia se marchó se le quedó mirando en la puerta y pensó "Volveré a verte Daniel, volveré".
Virginia se excitó tanto con Daniel que se tuvo que acostar salvajemente con Robert para calmarse.
La cantante quedó en shock, no podía borrar de su mente aquel pelirrojo de rasgos rusos, su cuerpo pequeño pero fibrado y sexy, sus facciones marcadas y sus carnosos labios le volvían totalmente loca, le fascinaba tanto que hacía que se le olvidara todo lo que existía a su alrededor en ese momento, a Virginia se le olvidaba si estaba soltera, si tenía novio, si era de día, si era de noche, el lugar donde estaba, incluso de su mismo nombre, ella se transportaba a otra dimensión donde sólo existía Danielito.
"Qué peligroso eres Daniel, tu belleza y tu encanto natural es capaz de hacer tambalear la relación amorosa más intensa que jamás una persona haya podido tener como es la mía con Robert, una verdadera atracción fatal porque no lleva a ninguna parte, sólo a destruír una pareja prometida ya que jamás podré estar contigo, tu te crees que yo no quise contigo en su día, aparte de que pertenecemos a dos mundos diferentes. Pero yo a pesar de todo, me muero porque sepas lo que me pasó aquella noche , por besarte y acariciarte".
Virginia se inspiró tanto que se puso a escribir una canción llamada "Atracción fatal", por primera vez, en mucho tiempo, había encontrado la verdadera inspiración. El resultado fue una verdadera obra de arte que Virginia quiso sacar como single para aquel verano.
V- Anoche ví al cabo del tiempo al rubio ese con el que me pasó lo del número de teléfono... ¡¡Basta que hablara de él para que apareciera!! Ahora trabaja en lo que era el Rock de camarero, vaya maravilla de macho. Siempre ha sido guapísimo, pero es que ahora está increible, es que es un modelo, hay muchos famosos que al lado de él no son nada, en serio... todavía estoy en shock... ¡¡¡¡Qué hombreeeee!!!!
M- ¡¡Vaya careto has puesto al hablar de él!! Juro que como te viese ahora Robert te dejaba jajajajaja se me pasó decirte que había gente que lo estaban viendo allí últimamente trabajando.
V- ¡¡Oooooh!! ¡¡Oooooh!! ¡¡¡Si es que ese hombre me pone las hormonas más revueltas que estomágo en Navidades!! Es que desde que estoy con Robert sólo me pasa eso con ese hombre, es tremendo, es algo muy raro...
M- Jajajajajajajajajajajajajajaja ¡¡La que se va a casar!!
V- ¡Oooh! ¡¡Podría contratarlo para servir copas en mi despedida de soltera!! ¿Para qué un boy ciclado, ultradepilado, mariquilla, sudoso y asqueroso habiéndo hombre como Dani?
M- Lo contrataba nada más que para lo que nos vamos a reír.
V- El único miedo que me da que tras esa noche me podría pensar la boda y la relación con Robert si pasara algo jajajajaja. Yo siemplemente con verlo ya me quedo feliz un mes. Total... nunca estaremos juntos pero alegría que me da al verlo no me lo quita nadie.
Mientras, una siniestra presencia espiaba a Dani mientras limpiaba en la tienda de su madre. Esa siniestra mujer iba "vestida" con un un minivestido sin ropa interior e iba acompañada de dos frikis superfeas que eran sus perritos falderos. Sí, era Melania, la mayor fulana de la historia de Villaluz y fan número uno de Virginia.
M- Ufff cómo me pone el rubio ese cuenta la leyenda, que la gran Virginia una noche que decidió salir y mezclarse con la plebe, se enamoró locamente de él y estuvieron liados, si se fue con ella seguro que se iría conmigo. Sería genial, presumir del tio que estuvo con Virginia, cuando me canse de él le pego la patada en el culo y listo. Todavía se dice que es como una especie de amante que ella tiene, cuando viene a Villaluz, a pesar de estar con Robert, queda con él para beneficiárselo y dicen que el bar que tiene se lo ha puesto ella.
Amiga- No, él no se lió con Virginia, era su novio de siempre hasta que se hizo famosa. Por eso ese chaval siempre está como escondido y no habla con nadie, por temor que lo pillen los periodistas. Yo no sé si se seguirán liando.
Amiga2- Pues yo escuché que ella iba detrás de él pero nunca llegaron a estar juntos.
M- ¡¡Siii!! ¡¡Si estuvieron!! Será genial, que ese chico se fijara en mi me elevaría a la categoría de una diosa como Virginia. Virginia es mucha Virginia, una mujer excesiva, glamourosa, sexual, perfecta, mi modelo a seguir, me encanta esa cara que tiene entre lagartona y niña que no ha roto un plato. Adoro su ropa, su pelo, su maquillaje, su bronceado dorado, su actitud, la manera de contonearse... ¡¡Es mi idola!! Uff es que me muero por ser ella ¿Virginia dónde te metías cuando estabas en Villaluz?
A1- Dicen que Virginia vivía en una casa de superlujo y que no salía porque organizaba allí fiestas con sus amigos. Se cuenta que mide 1,80 sin tacones y que no tiene nada operado. El estilo de mujer que le pega al rubio macizorro ese.
A2- No, no, yo escuché que Virginia era una chica de un barrio muy bajita y rechoncha que había por ahí que un cirujano la cogió como conejillo de indias para transformarla en otra persona por cirugía dicen que le sacaron costillas, que le partieron las rodillas para estirarle las piernas, que le pusieron pómulos, le sacaron grasa de todo el cuerpo, le operaron la nariz... e hicieron a una mujer espectacular. Otra versión es que pierde en persona: es guapa de cara, pero bajita y de cuerpo feo. Su tipazo es producto de photoshop y fajas reductoras.
M- No sé pero si la viera por Villaluz me haría su amiga como sea, ese rubio sería un buen medio para poderla conocer y si la conociera podría liarme con famosos y claro, hacerme famosa yo también, aprendería a cantar y haría un duo con ella, seguro que yo le haría hasta sombra, ese duo se podría llamar Melania y la superestrella.
A 1 y 2- ¡¡Claro!! ¡¡Si tú eres más guapa que ella!!
A2- ¿Qué tú te harías amiga de Virginia? Yo creo que os acabaríais matando entre las dos…- Murmuró la perrito faldero.
Virginia vuelve a Los Ángeles, su visita a Villaluz se había convertido en una experiencia inolvidable... ¡¡Qué alegría le había dado volver a ver a Dani!!. Al día siguiente de regresar Virginia tuvo que actuar para una gala en Los Ángeles. Virginia como artista, en los últimos meses había perdido calidad en el escenario, aunque su voz era espectacular, había perdido pasión, sentimiento y actitud. Las comeduras de coco que tenía con Marisa le habían quitado energía a la hora de actuar. Esta vez fue todo diferente; sin quitarse a Daniel de la cabeza, imaginándose que cantaba para él, llegó a hacer una de las actuaciones más brillantes de su carrera. Virginia sentía que la pasión que sentía por Daniel se le estaba yendo de las manos y un mes más tarde tenía que regresar a Villaluz...