por Rajher » 24 Abr 2009, 19:21
Lo que no se es que si pueda poner esto en un solo post, no se como podria editar esto, y encima el doble post, seria la verdad demasiado largo pero al menos aqui esta, ademas esta vez si tengo imagenes, claro que dibujadas ya que hasta que tenga la nueva expansion podre jugar al 100% con los personajes de las historias, y como dije antes las representaciones divinas de las historias, extrañamente tienen forma humana, extraño, no?, jajaja, cada religion tiene lo suyo.
El diario del Peregrino
…Desde que tuvimos conciencia ya sabíamos que no estábamos solos, nuestro dios no lo permitiría, nosotros somos superiores y necesitábamos otras razas para que nos sirvieran.
Por desgracia este mundo está lleno de herejes, faltos de verdad y fuera del camino de la luz, nosotros el gran pueblo de los Zoos, soberanos del planeta Gaea en el sistema Al-Caíd, revelaremos un poco de nuestra historia para que los demás pueblos se pudiesen salvar, por desgracia no todos lo aceptaran, pero nuestro dios nos encomendó parar con su agonía antes que su ignorancia acabe con ellos.
Empecemos como era natural con el principio.
Bereshit
La era de los dragones…
En el comienzo nada existía, sólo Spode. No existía la luz ni la oscuridad, no había tiempo ni espacio, ni siquiera la vacuidad existían.
El creador sintió deseo, y creó el caos, le dio forma de dragón negro y le puso por nombre Tiamat. El creador hizo salir del vientre de Tiamat el orden, le dio forma de dragón blanco y le puso por nombre Apsu.
Apsu y Tiamat jugaban en el corazón de Spode, con bellas y delicadas mantas que serpenteaban, se extendían y cruzaban sin tocarse.
Spode se dio cuenta que sus criaturas no tenían espacio para jugar libremente, así que Spode le ordeno a Apsu que dejase que Tiamat predominase en el juego; los dos dragones dejaron su ordenado juego y comenzaron a moverse estrepitosamente, en medio del caos las mantas se agitaban cada vez mas hasta que estas se empezaron a tocarse entre sí, en todos los puntos en la que la manta se tocaba una flor de loto florecía, expandiéndose cada uno de ellas un espacio infinito en el corazón de Spode llamado Indaíl.
Apsu y Tiamat al sentir grandes espacio dividieron sus espíritus entrando en cada uno de ellos, llenándolo del espíritu de Spode, de Orden y Caos.
Al entrar al Indaíl, Apsu engendro a la luz, a la que Spode llamo Alción y, Tiamat engendro la oscuridad a la que llamo Lexus.
Ikiam, la vacuidad, y Guer, el silencio, al momento de nacer todos los espíritus ocuparon el espacio de Indail; así que Apsu, Tiamat y Alción solo pudieron ocupar un punto en el infinito, pero lexus no quería estar confinado así que se unió a la vacuidad y al silencio de manera que juntos dominaran toda la extensión de Indail.
En la singularidad que formaban Apsu, Tiamat y Alción El creador con el espíritu del orden, el caos y la luz creo a la energía, a la que llamaría Ka. El Ka con el ímpetu de su espíritu engendro el fuego, al que el creador puso por nombre R-id o Din. Con la fuerza del Ka y el espíritu combativo de R-id; Apsu, Tiamat y Alción, lograron vencer a sus opresores y liberarse de su cautiverio con la gran explosión.
Al momento de la explosión Alción y Lexus engendraron al tiempo y lo llamaron Cronos, Cronos le dio movimiento a todo y el universo empezó a girar, de este modo se unió a Indail y jamás se separaron.
Al momento de la explosión parte de la energía se separo en infinidad de partículas que se convirtieron en la materia de la creación. La materia siempre estaría sometida a las 4 fuerzas fundamentales que se desprendieron de la energía al momento de la explosión y dominaron todo el universo.
Los hermanos Ikiam y Guer fueron vencidos, pero algo del espíritu de la vacuidad y el silencio sobreviviría en los confines más remotos del Indail donde la energía, la luz y la materia aun no establecían su dominio para crear el sonido y llenar el vacío.
Aunque Lexus siguió dominando la mayor parte del espacio la materia seguía expandiéndose intentando llenar la vacuidad. Poco tiempo después de la explosión, la ayudad de Apsu, las partículas de la materia empezaron a organizarse y a condensarse formando al primer dragón físico, el aire, al que Spode llamo Heru.
La luz de la gran explosión poco a poco se iba extinguiéndose, hasta que la oscuridad venció dando final al primer día de la creación y así se cerró el primer sello.
La oscuridad había vencido, ahora solo quedaban pequeños remanentes del calor de Din y Tiamat estaba descontrolado creando el caos en la penumbra; parecía que la luz había muerto, perecida y sofocada con tanta oscuridad, hasta que algo sorprendente sucedió. El aire comenzó a juntarse y condensarse en muchos lugares formando gigantescas nubes que iban atrayendo mas y mas aire hacia ellas creciendo en tamaño y fuerza, hasta que una de las cuatro fuerzas fundamentales actuaron sobre ellas y las que eran lo suficientemente grandes colapsaron sobre si mismas, y en su centro Alción renació con tal fuerza que el fuego comenzó a arder con la luz y así nacieron las estrellas; la luz empezó a nacer y a concentrarse en eso pequeños puntos, pero aun así Lexus gobernó la gran parte del espacio.
La alegría era tanta por el renacimiento de Alción y el nacimiento de las estrellas que Tiamat y Heru comenzaron a bailar alrededor de las estrellas pronto se les unió Din que exalto sus corazones con el calor de su llama y Apsu que acompaño sus bailes con la prefecta música de su alma. Así fue el segundo amanecer del universo y entre danzas y bailes de alegría el segundo día de la creación y así el correspondiente sello.
El tercer día Spode ordeno que Apsu entrase a la desordenada ronda para que el baile celestial tuviera orden y así someter al Tiamat, ahora Heru danza sola alrededor de las estrellas jóvenes.
Después de un tiempo Spode ordeno a las estrellas que soltaran su ceniza y al aire que las recogiera; ahora las cenizas de las estrellas giraban con Heru.
El tiempo pasó y Spode en algunas estrellas realizo prodigios; Spode tomo las cenizas y con ellas creo la tierra, a la que llamo Gaia, pero al momento de modelarlas las apretó tanto que en los corazones de la Tierra se encendió un fuego intenso que las quemaba por dentro. Así que las estrellas comenzaron a llorar, porque veían que sus hijas se quemaban por dentro. Spode con las lagrimas de las estrellas creo el agua, al que llamo Ceres, así Spode revolvió el agua con la tierra de tal forma que estas no se quemasen y el fuego de apague en el exterior, pero que sus corazones sigan ardiendo con el espíritu de Din.
Heru al ver a las hijas de los soles se apresuro a rodearas y abrasarlas para protegerlas de los calientes rayos de sus padres-madres o cualquier otra cosa que pudiera dañarlas.
De esta manera algunas estrellas obtuvieron a sus cariñosas hijas, que giran y bailan alrededor suyo, acompañándolas siempre.
Antes de finalizar el tercer día Spode tomo un poco de Gaia y de Cronos creando con ellos a la Luna, a la que puso por nombre Anticuno era muy sabia y supo medir a su padre Cronos con exactitud Spode la puso a girar alrededor de las hijas de los soles para que fijasen los ciclos de Gaia. Estableciendo las medidas del Tiempo se termino el Tercer día.
Al amanecer del cuarto día Spode separo a Gaia de su amorosa hermana y apareció la tierra firme y los océanos. Ahora Gaia y Ceres estaban separados y como entidades distintas. Spode coloco en el vientre de cada uno la semilla de la vida, sin embargo esto no sucedió en todas las hijas de los soles.
Gaia y Ceres aun eran muy jóvenes…
Este es el segundo libro, es una historia, no alternativa sino complementaria, muchas partes ya se escucharon en el anterior texto pero es el hincapié para que comience la gran historia del Imperio Zoos (obviamente desde que se creó la escritura, ya que he visto que otros lo cuentan desde que cayó la célula a su planeta y es una ridiculez que un imperio se acuerde desde ese punto).
2do Libro
Encontrado en las antiguas ruinas de Al’ Caira.
El Libro de las Siete Profecías de la Luna Plateada.
Bereshit
El creador hizo un espacio infinito en su corazón y en ese espacio creo a la luz, a la que llamo Alción, y a la oscuridad, al que llamo Lexux. La luz se concentro en pequeños puntos y la oscuridad domino la mayor parte del espacio; ambos engendraron al tiempo, al momento de nacer este le dio movimiento a todo. Así terminó el primer día y así se cerró el primer sello.
El segundo día, el creador hizo al aire, a la que llamo Heru, y el fuego, al que llamo Reíd; el calor del fuego siempre acompaña a la luz. Así terminó el segundo día y así se cerró el segundo sello.
El tercer día el creador hizo unas gemelas, la tierra fértil, a la que llamo Gaia, y a su hermana Lilith; el creador unió el tiempo y la tierra creando a la luna, a la que llamo Anticuno, a ella se le entregaría los sellos y los viniesen después. Así termino el tercer día y así se cerró el tercer sello.
El cuarto día el señor separo a Gaia y a Lilith entre ellas y el viento creo al agua, al que llamo Ceres. Pero el agua carecía de vida y movimiento así que el fuego le dio calor, entonces las aguas empezaron a agitarse hasta que el viento la doto de alas; con lo que el agua emprendió el vuelo en forma de dragón y ascendió al cielo. Así termino el cuarto día y así se cerró el cuarto sello.
El quinto día el dragón dejo caer sus aguas a la tierra en forma de lluvia, lo que fecundo la tierra, la cual dio fruto y fue poblada por millones de plantas distintas; Lilith se negó a ser fecundada, por lo que fue desterrada por el creador de su corazón, y ahora todo ser que toque aquella tierra impura y corrupta será conocido como nuestro enemigo. El creador hizo a los peces y muchas criaturas acuáticas, para que poblaran los mares, ríos y lagos de todo el universo. Luego creo a los seres terrestres para que habiten la tierra tanto debajo como sobre de ella, también creo a los seres capaces de surcar los cielos; y todos recibieron la misma dignidad. Así terminó el quinto día y así se cerró el quinto sello.
El sexto día el señor creo a los seres consientes de si mismos; los hizo de su sangre, de su carne y de la tierra, los hizo como a los animales y con la misma dignidad. Pero algo los enalteció, el creador los doto de mente, alma y espíritu. Ellos debían desarrollar sus cualidades especiales para que al final su vida vaya con su creador y sean felices. Así termino el sexto día y así se cerró el sexto sello.
El séptimo día el creador ideo un plan para el destino de todo en su corazón; porque su corazón, con el cosmos adentro, solo latiría siete veces; aunque parezca una eternidad es muy poco tiempo para el plan divino. Cuando termino el plan lo cerró con el séptimo sello y se lo entrego a la luna, la cual guardaría hasta el día del último latido del creador. EL señor descanso al final del séptimo día.
Tercer libro, Los siete signos.
Luz
Misraín y Verum, y la trágica historia de la elegida de Alción.
Cuando el mundo aun era joven y no se contaban leyendas, dos imperios prosperaron muy lejos de nuestra tierra mas allá de los cielos entre las estrellas marineras, el imperio de Verum y el imperio de Misraín, en esa época los Zoos se vanagloriaban de su conocimiento y poder, negaron la religión y la magia, y perdieron el respeto por la naturaleza. Así que Spode ordeno a los devas, genios, hadas y demás elementales que dejaran de sostener a los ecosistemas de su planeta; así como fue ordenado, así fue ejecutado, la naturaleza empezó a morir.
Las naciones desesperadas por la falta de recursos comenzaron una cruenta guerra que devastaría su mundo y a su gente. La reina Mab gobernante de las hadas ordeno el cierre de sus fronteras, para evitar la destrucción de su propia tierra.
Monsénrat gobernante de Misraín se adentro con sus ejércitos en las fronteras del Verum, su avance era incontenible. Mientras tanto un alto jefe del ejército del Verum, llamado Pta se dirigía al reino de las hadas. Para pedir ayuda a la reina Mab; Esta se negó rotundamente. Pero Pta no se fue con las manos vacías; se enamoro de la hija mayor de Mab llamada Mari, la cual a pesar de la negativa de su madre se fue con el general Zoos.
Así transcurrieron veinte años en la guerra y muchas vidas se perdieron. El emperador del Verum, Nabuconodosor, había muerto y Pta lo sucedió al trono. Pta y Mari tuvieron un hijo varón al que llamaron Osiris, el cual ya tendría diecinueve años para ese entonces. Tres días después de parir a su segundo hijo, una hermosa niña de ojos verdes llamada Luz, le llega Mari una carta falsa que decía que su esposo había muerto en el campo de batalla. Cegada por el dolor decide acabar con su propia vida lanzándose desde una ventana. Cuando le llega la noticia de la muerte de su mujer, Pta decide marchar a la capital del Verum, llamada en ese entonces Cefapolis, mientras los ejércitos de Misraín avanzaban hacia la capital. Pta deja encomendada a su hija con una estrella, un niño llamado Aldebarán, quien la cuidaría como a su vida,
Monsenrat llego a la capital con su ejército, y en una despiadada batalla mato a Pta y llego al palacio de Cefapolis. Logro librarse de Aldebarán, pero no consiguió matar a la infanta a sangre fría, así que la encerró en una amatista, la cual le robaría la vida lentamente. En la batalla de Cefapolis el ejército del Verum logro expulsar al ejército de Misraín y recuperar su libertad, desde ese día la capital del Verum seria conocida como Al Caira que significa “la vencedora”.
Pero el balance de la naturaleza no se había restaurado y Spode todavía no los perdonaba. Así que usaron su último recurso y volvieron a sus prácticas religiosas más arcaicas; sacrificaron al sumo sacerdote para que la rueda de la vida volviera a girar, pero el último sacerdote era Osiris, así que el mismo se sacrifico para redimirlos. Spode se conmovió con esto, así que los perdono, y volvió a colocar los seis pilares del mundo en su lugar.
Con su nieto muerto, Mab no dejaría que su única nieta agonizante muriese; así que mando un unicornio el cual clavaria su cuerno en la amatista sacrificando su vida, evitando que la niña muera, pero se quedaría encerrada durante dos mil años. Ella crecería hasta tener la apariencia de una joven de quince años, encerada ahí en su fría prisión de cristal la princesa de la luz esperaría a renacer para gobernar su imperio.
Esto nos sigue afectando, pero somos una raza con amnesia; y cosas importantes que no debieron olvidarse fueron olvidadas. La historia se convirtió en leyenda y la leyenda en mito y la verdad nos llega ahora en forma irreconocible entre sombras y penumbras; hasta que un día…
"El Niño y la Niña" -- El renacer de los antiguos pilares---(ya se vio el de la luz, ahora el pilar del agua)--- Ceres y Nayru.
Para que se entienda:
Para los reinos costeros del planeta Gaia, a Spode se le conoce como el "dios del mar" ya que en su iconografia es aquel masa de agua quien les provee todo.
El Niño y la Niña----- Los gemelos del Mar
En un lugar a las orillas del mar, en un pueblo limitado por las montañas de oriente, un día un prodigio sucedió.
Un viejo Rey y una antigua Reina paseaban a la orilla del mar, llevando ofrendas para el dios del Mar. Llegando el medio día ofreciendo una llama en holocausto para el dios del mar. Llegado el medio día ofrecieron una llama en holocausto y quemaron incienso para agradar al dios.
El humo del incienso se elevaba al cielo llevando las plegaras, y así el Rey y su reina se arrodillaron y pidieron al dios del mar un heredero, pues ya eran viejos y no habían tenido hijos o hijas.
El rey y la reina esperaron pacientemente su respuesta mientras el cielo se nublaba de oscuras nubes y el sol moría en el horizonte del océano. Fuertes vientos los envolvían y golpeaban sus frágiles y envejecidos cuerpos mientras los truenos partían el seno de la tierra y el mar parecía hervir en violentas olas. Pero ellos no se amedrentaron con esta demostración de poder y permanecieron pacientes a la orilla del mar embravecido con su deseo en los labios y agarrados de las manos.
Al cuarto día de la tormenta, con el sol en el oriente, el cielo despejo y el mar se calmo a tal punto que parecía un espejo, y, con la calma a los antiguos soberanos su respuesta le llego. Pelicano jalaba una cesta que se encontraba en el agua, llevándola hasta la orilla donde se encontraban los reyes.
La reina abrió la cesta y encontró a un niño y a una niña recién nacidos en ella. El niño traía consigo un zafiro tallado, tan azul como lado más profundo del océano; así como él, la niña traía una concha cauri, que tenia dibujado un mapa de la tierra que ellos heredarían. Así se llevaron a su palacio a los hijos que el mar le había dado.
El rey y la reina criaron a los niños con todo su amor y dieron gracias al dios del mar por sus divinos dones; pero entre las sombras a tientas solitarias sin un canto ni una plegaria, conspiraban aquellos que perdieron su oportunidad de poder con la llegada de los herederos al trono.
Como un suspiro, pasaron cinco años, el niño y la niña crecieron saludables y fuertes con el amor de sus ancianos padres y la protección de su padre el mar. Como ya era tradición, en la fecha de la llegada de los niños, los venerables monarcas llevaron a sus hijos hacia la costa para dar una ofrenda al dios del mar.
Ahí los niños encontraron un pez fuera del agua, que se batía entre la vida y la muerte, así que juntos lo regresaron al mar; entonces como un tierno susurro del viento el dios del mar declaro:
¬-¡No, no necesito mayor ofrenda! Más que ver que mis hijos además de sanos y fuertes han crecido en rectitud, puros de espíritu, nobles y piadosos de corazón.
A su regreso los reyes declararon cuatro días de fiesta para celebrar el aniversario del niño y la niña. Muy a su pesar los reyes sabían que entre la alegría de la fiesta había personas que gustaban una lucha por el poder.
Al cuarto día la guerra civil estallo y los niños fueron llevados a un lugar seguro, patalearon y lloraron porque no querían separarse de sus padres, pero ellos solo supieron consolarlos con un cálido abrazo.
La guerra derramo sangre en las laderas de las montañas, mancho de sangre las inmaculadas nieves de las altas cumbres, la sangre penetro hasta las mismas entrañas de la tierra y lleno de rojo las purísimas aguas de los mares emponzoñando así sus virtudes.
Ahora el mar moribundo vomitaba a sus hijos muertos a las orillas, peces putrefactos y las olas agonizantes dominaban todo el paisaje, por ello a la peste de la guerra se le sumaron la peste de las moscas y los tábanos que nacieron de la putrefacción, se le sumaron la peste de las llagas y enfermedades que sufrieron los hijos de la tierra.
En medio de la muerte el amor de los monarcas sobrevivió; después de días de lucha los reyes fueron acorralados, la reina pudo haber escapado, pero, como en su juventud había decidido vivir su vida con su esposo así ahora había decidido terminar su vida con él.
Ambos se dieron un tierno abrazo entonces fueron violentamente masacrados, pero en sus corazones no había dolor, solo su eterno amor el uno por el otro.
Los pocos que quedaron fieles a los difuntos reyes los enterraron en una celebración religiosa en los jardines del palacio. Cuatro días después, en el lugar donde fueron enterrados crecieron milagrosamente dos árboles entrelazados
Después de dolorosas penurias el odio y la ambición reinaban sobre la tierra recrudeciendo las guerras y matanzas, con ello el mar continuo envenenado, dejando pestes sobre el mundo; de ese modo pasaron cinco años.
El niño y la niña, no pudieron soportar el sufrimiento de su gente, ofrecieron sus vidas al océano para sanar sus aguas. El dios del mar conmovido por esto tomo los inertes cuerpos de sus hijos, llevándolos al fondo del mar, para resucitarlos como dioses. Por ellos el mismo dios del mar dio su corazón para sanar al mar y a la tierra, que de nuevo dieron abundante fruto.
Aun con este regalo de los dioses los Zoos siguen con sus guerras y su egoísmo ensuciando las aguas del mar. Con razón el niño y la niña castigan a la tierra con sequias perpetuas y violentas tormentas que arremeten con toda la furia del océano; pese a esto los soberbios mortales siguen con su necio egoísmo y sus innecesarias guerras.
Se dice que hace siglos los espíritus controlaban el destino de los Zoos, pero ahora que los mortales controlan su destino han elegido el odio y el sufrimiento, y claman desesperados el corazón del pueblo -¡Oh Señor! ¿Qué flor podrá florecer en medio de esta muerte y oscuridad? ; y el corazón del cielo responderá –Solo la más bella…el amor.
- Adjuntos
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- Anticuno
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- Anticuno II
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- Apsu
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- Interpretacion de Spode según la teologia Zoosliana
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- Tiamat
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Última edición por
Rajher el 29 Ene 2013, 01:52, editado 1 vez en total