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El reloj

Escribe la historia de tu especie, desde sus inicios hasta las aventuras galácticas.

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Re: El reloj

Notapor Francolm » 07 Jun 2009, 09:14

Buff... no te quejes, el Martes tengo 5 exámenes en 6 horas :wall:
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Re: El reloj

Notapor Ganfor » 07 Jun 2009, 12:18

Así fue mi semana pasada, inglés, francés, filosofía, física y química, dibujo técnico y ciencias para el mundo contemporáneo (todo ello en dos días). Me acuerdo en 2º ESO que en 1-2 días, tuvimos 8/12 exámenes finales y el tercer día los 4 restantes, Matemáticas, Ciencia Naturales, Historia y Lengua. Verdad universal: la vida del estudiante es muy dura, y aunque un trimestre son muchos días, incluso los profesores dejan las cosas para el final PD: Mi madre es profesora y admite que es cierto esa extraña costumbre de poner todos los examenes finales concetrados en la última semana no puede ser bueno, cuando se pueden repartir en las dos semanas del último mes. Como muchas veces nos dicen, todo es cuestión de planificarse el tiempo.

El capítulo 5º estará acabado a finales de la semana que viene.
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Re: El reloj

Notapor Ganfor » 12 Jun 2009, 23:26

El camino era angosto, complicado, realizarlo satisfactoriamente era una maniobra bastante temeraria y mas en aquel vehículo tan peculiar. No disponía de motores convencionales, su mecánica se basaba en aprovechar un depósito de Xien, este caía sobre una pequeña turbina, la accionaba, ésta giraba y el vehículo podía desplazarse gracias a la energía eléctrica generada, además disponía de un pequeño tubo que hacía posible el ciclo continuo de Xien en ese depósito. El burbujeo constante de este extraño pero preciado líquido calentaba bastante la cubierta del depósito, parecía que en cualquier momento podría estallar. La forma de manejar el vehículo era mediante un sistema de voz bastante simple y con pocas opciones, ir a…, volver a…., parar en…, dar media vuelta…. Lo suficiente para evitar que el motor estallara.

La temperatura media en aquella zona, para estar cerca del polo Sur, era bastante templada, los árboles ocultaban entre las frondosa vegetación, yacimientos sin explotar, ricos en todo tipo de metales, combustibles fósiles y un suelo fértil para el cultivo, ¿cómo era posible que ninguna corporación hubiera ignorado el potencial de aquellas tierras a excepción de Black Lake? ¿Qué podía ocultar un entorno placentero pero hostil? Basado en la ley de la supervivencia, donde la confianza era tan mínima que aterraba perderla y la máxima aspiración era no romper el equilibrio existente por inestable que fuera. Mientras me cuestionaba mi forma de actuar las semanas anteriores, Rorik me dijo que mirase hacia la derecha había una enrome cascada, en la cual había una estructura delicada, fina como un manto del continente Este, pero que dada su distribución en la cascada debía ser tan resistente como un escudo de la guardia presidencial Lakvia. Entre los sinuosos matorrales de arbustos frondosos y cada vez mas helados, se formaron ante nosotros una peculiar pero simple red de canalizado de lo que parecía mas Xien, ¿cuál era el motivo para que en esta tierra inhóspita y llena de dificultades todo se basara en la explotación exclusiva y plena de Xien? ¿Por qué en el reto de los continentes no había grandes cantidades y en este parecía que se concentraba la gran mayoría? ¿Qué ventajas aportaba a los habitantes? Esas fueron mis tres preguntas que permitieron centrar mi búsqueda de respuestas, poner orden en todo aquello tan desconocido, pero, lo más preocupante no era eso. En aquel momento me pregunté si mi tratamiento genético salió plenamente satisfactorio. Empecé a hablar con un volumen de voz más alto y fugaz como un rayo. Rorik me golpeó con la culata de su arma, con la fuerza precisa para no herirme de por vida pero lo suficientemente fuerte como para recordar en la delicada situación en la que estaba.

Me alertó de la presencia de una base cercana, al final del camino bajando la colina cercana a la catarata. Activamos el modo de condiciones extremas para comenzar un lento descenso por aquel abrupto y definido camino de no más de 1 q de ancho, pero la pendiente era bastante elevada. Cuando detuvimos el transporte, estuvimos un tiempo dentro de él, algo no iba bien, se podía notar con facilidad…tal vez con demasiada facilidad. El problema no era que hubiésemos captado ese hecho, sino el hecho en sí. Una plataforma se abrió cerca de la base y poco a poco empezó el ascenso de un vehículo, parecía un prototipo, pero en realidad su diseño era tan avanzado que negaba su propiedad a cualquiera de los continentes de Bilzac. Un destello verde cubrió todo, en ese instante fue imposible ver cualquier cosa, Rorik sugirió usar el visor reductor de brillo, pero aún así la luz seguía siendo tan cegadora como el resplandor de una estrella a escasos metros cubriendo el firmamento. Poco a poco, empezó a sonar una melodía de motores en ascenso, desde un inicio despreciable hasta el encendido completo, luego una sonora explosión de tono grave. Tras esto, fui recuperando poco a poco la visión al completo, volviendo a observar un bonito paisaje…un bonito paisaje asolado por el encendido de motores de aquel extraño vehículo, era gigantesco, la silueta de su estructura acorazada de lo que aparentaba ser silicio tenía una forma bastante extraña, pero geométricamente elegante, dos rectángulos de bordes curvos y de igual longitud, que se unían en una circunferencia de la cual procedía todo el brillo.

Rorik quedó alucinado con tal despliegue de tecnología, pero esta vez pude aprovecharme y fui yo quien casi le devolvió a la realidad golpeándolo con la culata del arma, de repente, el terreno se desprendió y nuestro vehículo cayó, nosotros dentro de él. El vehículo comenzó a caer golpeando toda formación rocosa sobresaliente que había. El motor comenzó a sobrecalentarse, de los laterales comenzó a desprenderse humo. En ese momento agarré activé el mecanismo de descenso de mi traje y salté fuera del transporte. En ese instante se activó el equipamiento de descenso y observé como el transporte se perdía entre los árboles. Rorik no consiguió salir de aquel trasto maltrecho, me dejé de lamentaciones y continué mi misión una vez había aterrizado, pensé que buenos soldados mueren todos los días y que por mucho que quisiera no podía cambiar nada.
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Re: El reloj

Notapor Ganfor » 12 Jun 2009, 23:28

El punto de aterrizaje de emergencia que improvisé, según mis cálculos eran malo, pues bien, me equivoqué, la realidad era aún peor de lo que cabría esperar. Desolado, una zona lacustre, repleta de fango, helechos bastantes altos y por si esto fuera poco, había carbón, si el transporte había explotado tenía que salir de allí lo antes posible. Comencé correr en dirección opuesta a la pared rocosa, tropecé varias veces, pero no me detuve, continué mi recorrido. Mis peores pesadillas se hicieron realidad, la máxima soledad, antes tenía al menos a un acompañante en el grupo, pero ahora no, estaba solo, sin ayuda, despojado de la mejor virtud de todo willosaurio, la vida en grupo, ni un solo instante de vida privada, siempre actuando dentro de nuestras directrices, porque así era lo correcto para todos, pero en ese instante ¿Cuáles podían ser mis directrices? ¿Y qué podía ser lo correcto sin ellas? ¿Quién pone directrices a quienes las ponen? Tras hacerme estas preguntas, seguía como alma en pena un camino a la deriva entre el caos sofocante de aquel bosque oscuro y aterrador. Más adelante encontré un pequeño lago, miré si había algún peligro en la zona y no parecía haber ninguno. Así que me adentré en aquel lago poco profundo. El agua estancada y maloliente parecía estable, pero poco a poco empezaron a formarse ondas concéntricas, las ignoré por completo, en ese momento preferí vivir en el más dulce engaño del futuro más próximo, real, amargo y cargado de dificultades que jamás pensé que llegaría a presenciar.

Un sonido quebró el vació acústico, bueno, podía oír mis latidos y la intensidad de mis nervios mandando información a una velocidad desorbitada, recorriendo mi doble médula, aumentando la cantidad de palpitaciones por segundo, dando lugar a una sudoración intensa, tras una aceleración de mi resistencia física, la mental se desplomó como los cimientos de una moral religiosa se desploma cuando se ve acorralada sin argumentos y sin credenciales suficientes que garanticen la existencia de la fe en un ser superior. Ese era el único sonido que existía antes de aquel otro de extraña procedencia, me paré a reponer fuerzas un momento y el sonido volvió. Mi desesperación aumentaba, comencé a dar vueltas en círculos reflexionando en voz alta, era obvio que mi locura progresaba a peor. Intenté calmarme, no tenía Morpheo y tampoco iba a probar nada de aquel sitio a base de ensayo y error para encontrar la droga que me calmara. La oscuridad se posaba sobre mí, la peor muerte que un Willosaurio podría haber tenido la iba a tener precisamente yo, una muerte lenta, cruel y dolorosa dirigida por la hermosa y tentadora figura de la locura y la ilusión ¿pero acaso no era eso nuestra vida? Una ilusión permanente, entre delirios respondí a todos mis interrogantes, en aquel instante me dije que era obvio que la vida no podría ser una ilusión, todo era tal y como era, el problema estaba en observar lo que no nos afectaba. Nunca me afectó en el continente Norte la soledad, la duda, el miedo, los problemas, pero era obvio que existían, tenía dos opciones morir allí o morir en un camastro del hospital estatal supremo del continente Norte, cargado de relajantes y con la fosa poplítea como un colador de tantas inyecciones, me decanté temporalmente por la segunda y me tranquilicé.

Pude recuperarme, no antes sin tener una alucinación, cómo las que no tenía hace semanas. Me acerqué al lago, miré fijamente hacia el centro y vi mi reflejo difuminado entre las grisácea superficie lacustre estancada, algo definida por los escasos rayos de luz gélidos y que dotaban a aquel lago de una sensación de misterio mayor de la que realmente se merecía. Hasta ahí todo fue normal, pero de repente una onda concéntrica surgió distorsionando todo mi reflejo, pero como células en plena mitosis, surgieron dos imágenes idénticas a ambos lados de la inicial. La central era un reflejo que me mostraba tal y como era actualmente, la imagen de la izquierda no obstante, me mostraba como un líder, veterano, carismático, con una vestimenta pomposa y funcional a la par, aterrado por perder el poder, con miedo al cambio, tembloroso de no ser respetado como una deidad. Mientras tanto, la imagen de la derecha, me revelaba una faceta también desconocida, aparecía con una vestimenta desgarrada, funcional, prueba de haber luchado en numerosos combates, con muchos problemas, haciendo frente a continuos cambios, pero pese a todo ello feliz, no era en absoluto un héroe, sino más bien, una especie de renegado, un ermitaño, un desconocido…
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Re: El reloj

Notapor Ganfor » 12 Jun 2009, 23:28

Mientras divagaba sobre el significado de esta extraña alucinación llegué a la conclusión de que no era más que un engaño y que debía dejar de hablar solo en voz alta. Oí algo moverse entre los arbustos, dispuse mi arma láser en posición defensiva, además activé el sensor de calor. Lo que se movía era un Denfoge /Denfoch/, un extraño ser que creía un mito típico de leyendas para asustar a las crías willosaurios, pero la leyenda resultó ser cierta. Eché cuerpo a tierra, dentro del lago, luego activé el campo de sigilo, al principio funcionó. El monstruo parecía alejarse, pero algo hizo que cambiara de dirección y volvió hacia el lago…y cada vez venía más deprisa. Estuvo a escasos metros de mí. Era totalmente distinto a lo que contaban las leyendas. No era un bípedo, de 2 metros y con poderosos brazos. Era más bien un gusano de 4 metros de altura, con dos brazos cortos. Era lento, pero infundía el miedo de igual manera. Cuando estuvo a escasos q de mi cara, me quedé totalmente inmóvil, esperando a que no me arrancase la cabeza principal de un mordisco. Tuve suerte, pero aún así, me estornudó y dicho estornudo no era tan normal como el de un willosaurio, este quemaba, no pude evitarlo y grité por el dolor. Tras esto, el Denfoge, se alzó y rugió de tal manera que casi estallan mis oídos, en ese momento corrí a toda prisa por mi vida, desactivé el equipo de condiciones extremas pues ralentizaba mis movimientos, ahora la armadura pesada que portaba se vio reducida a una funcional del tipo explorador. Esquivé muchas raíces que sobresalían del suelo, salté algunas rocas, incluso tiré una granada de pulso hacia el Denfoge para que éste se detuviera o cayera cansado, pero no fue así, el monstruo seguía persiguiéndome.
Cada vez se dibujaba delante de mí un horizonte con menos vegetación, pensé que debería estar cerca de un llano despejado y allí podría acabar con maniobrabilidad y con la elegancia de un combate entre dos guardias imperiales del continente Este. Empezó a dolerme el bazo, mi velocidad disminuyó considerablemente, pero el final estaba cerca, noté que podía conseguirlo y cuando traspasé aquella carrera de supervivencia, temiendo por mi propia vida, huyendo de los prejuicios infundados por los recuerdos de un pasado mejor, sólo por ser tan crítica la situación, que requería dicha forma de actuar, resultó ser que todo se vino abajo, incluido la forma del terreno, pues había llegado al borde de un desnivel muy abrupto y la distancia de separación era considerable.

Me pregunté si ya había llegado mi final tras haber sorteado a la muerte como si fuese un problema intrascendente y que no merecía más atención que la justa y necesaria para no exponerme continuamente a ella, evitar el hecho de que es algo natural e imparcial. Me pregunté por quien rige a quien rige nuestras vidas, es decir, quien rige a la naturaleza. Intenté tranquilizarme y volví a dar con otra respuesta, la naturaleza se regula a sí misma, es un ciclo nada más. Nacemos, crecemos y morimos, no podemos elegir cuando nacemos, tampoco cuando vamos a crecer ni cómo vamos a desarrollarnos biológicamente, pero aunque en esta vida sólo hay dos cosas inevitables y bien es sabido que son la muerte y los impuestos, y que la única condición para morir es estar vivo, es lógico que uno pueda elegir cómo y cuándo morir si puede elegir que este hecho sea evitable, en efecto, podía. La hoja de Paliumm, se volvió de color transparente, era la primera vez que veía esa forma de presentarse. La alcé en alto con el brazo robótico inteligente del traje (el desarrollo del combate moderno vino ligado al desarrollo de una industria robótica básica que conocía las ventajas del uso de un soporte adicional como son las extremidades superiores articuladas y que acabaran en apéndices prensiles) y la criatura se detuvo. Me fui acercando hacia ella y se calmó, poco a poco comencé a acercarme cada vez más, hasta llegar a su cabeza que reposaba sobre el suelo, cubierta por sus cortos brazos tan fuertes como una muralla ablativa occidental. Y al final quien iba a ser cazado se convirtió en cazador. Tras esta reflexión, una voz salió desde un matorral diciéndome en tono despectivo que por qué no salté por el desnivel. Se hizo el silencio y volvió a la carga con otra pregunta, diciendo que si solo huía cuando había que ayudar a alguien.
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Re: El reloj

Notapor Uburian » 13 Jun 2009, 08:53

Muy buena historia Ganfor :D , fantástica =D> =D> =D>
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Re: El reloj

Notapor Ganfor » 17 Jun 2009, 12:52

Siento no haber cumplido mi promesa de acabar el capítulo para finales de la semana pasada; pero es que quiero que me ocupe bastante y que trate varios temas, a la vez que no destripe la trama rápidamente. Por cierto, ¿prefieren que hable acerca del destello que cegó a Rorik y al protegonista o mejor lo guardo para más tarde? Me sería de gran ayuda sus comentarios.
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Re: El reloj

Notapor Ganfor » 18 Jun 2009, 00:27

Seguí buscando al emisor de aquellas preguntas, aunque su voz me resultaba familiar, tal vez demasiado familiar…activé el sistema de escudos básicos para prepararme ante lo que podía ocurrir, tal vez sólo fuese mi imaginación buscando un nexo de unión entre un recuerdo de mi obsoleto pasado y los hechos más recientes. La voz se obtuvo forma física, se podía apreciar que llevaba un traje bastante maltrecho, en la piel tenía numerosos cortes y quemaduras recientes. Mis dudas se disiparon cuando esa voz volvió a dirigirse hacia mí insultándome de una manera también bastante familiar, la figura seguía sin mostrar su rostro completo, pero me lanzó una mochila como la que llevaba antes de saltar por aquel desnivel, más bien era la mochila que llevaba antes de saltar por el desnivel, la abrí para ver si todavía estaba el extraño panel de datos que encontramos en la playa el primer día de la misión, maldije mi suerte pues no se encontraba dentro de la mochila. Acto seguido, como si fuera un disco, la extraña figura me lanzó un panel, lo cogí antes de que éste cayera al suelo bruscamente y quedase dañado para siempre. Tras todo el suspense, la figura oculta se mostró al completo a la vez que concluyó diciéndome que debía saber que todo lo hacía por el panel no por mí, tras esto comenzaron a aumentar las posibilidades de que fuera Rorik, cuando concluyó diciéndome que era un maldito bastardo, supe que aquella extraña figura que me había mantenido distraído de lo que estaba por venir era Rorik.

Siempre lo conocí como alguien duro y bastante dañado, un superviviente nato, pero aquella nueva primera impresión borró de m todas las facetas que atribuía a Rorik, ahora realmente estaba destrozado, parte de las chapas laterales del vehículo se habían incrustado en su piel, eran pequeños trozos metálicos, pero percibí que el daño causado era el mismo que si te disparaban con un fusil de corto alcance a escasos q en un pasillo cuyas paredes son lo suficientemente elásticas para generar un efecto rebote lo suficientemente devastador para dejarte al borde de la muerte. Cojeaba además de una pata, la central, pero lo solucionó acoplando el brazo artificial sobre la rodilla central para que dicha pata no tocase el terreno. Comenzó a sacarse uno a uno cada fragmento de metal de la forma más brutal y despiadada que he visto, dolía a la vista pero resultó efectivo, me apresuré para ponerle el vendaje necesario y le pregunté si necesitaba ayuda. Creo que fue lo peor que pude ofrecerle. Me insultó de todas las maneras posibles, criticando mi aptitud tan estúpida, retardada y poco autónoma ante situaciones difíciles. Le contesté que era mi vida o la suya, había que tomar una decisión y la misión tenía que continuar fuera como fuese, no importaba el cómo sino el objetivo, la finalidad el qué. Tras esta contestación, se esbozó una terrorífica sonrisa, como si tuviera otros objetivos distintos a los encomendados aquel día en el continente Norte. Me dijo que con el tiempo lo averiguaría y comprendería lo delicada que se había vuelto la situación. Quise mirar el panel; pero Rorik actuó como si comprendiese el concepto tan aterrador, pero reconozco que empezó a parecerme tentador en aquella situación, de la propiedad privada. Sacó el fusil láser que también había quedado maltrecho y según había oído, un arma láser no adecuada tenía todas las de causar una gran explosión a 15 q de radio. Así que dejé el panel en la mochila, la cerré con el precinto de seguridad. Rorik dijo que debíamos seguir con la misión y concluir lo más rápido posible, opinó que una misión tan cotidiana como un rescate estaba durando demasiado para tener la calificación que tenía, continuó con su reflexión en un volumen de voz medio y dijo que tal vez la misión no era realmente un rescate, que tal vez escondía algo detrás, pero el qué.

Bajamos por un pequeño camino, éste era menos inclinado y al tener pequeñas zonas cubiertas de asfalto mostraba que era un acceso trabajado por willosaurios, k5 tal vez si despreciamos el hecho de que aquella tierra no era el continente Norte, tal vez sería demasiado despreciar. Continuamos el descenso hasta llegar a una explanada verde, con algunos árboles dispersos, aparentemente a la misma distancia unos de otros, tal vez diría que era un bonito paseo con árboles a ambos lados del camino, pero debería despreciar que no estábamos en el continente Norte, nuevamente sería despreciar demasiado. Anduvimos unos 500 q más y ante nosotros se elevaba un cartel que advertía de que estábamos a punto de entrar en una zona militarizada extra-continental y que no debíamos pasar la línea. Rorik se aventuró y la cruzó sin problemas, yo le seguí. Cuando llegamos a la base, no había nadie allí, nos acercamos rápidamente hacia la zona de aterrizaje donde, bendita mi suerte a veces, había un transmisor para comunicaciones continentales. Me apresuré para pedir la ayuda necesaria y que nos sacaran de una vez por todas de allí, Urodian y Holden, podían sobrevivir mientras mandaban otro batallón de refuerzo. Cuando iba a pulsar el botón, le pedí a Rorik que vigilase en busca de movimiento de tropas hostiles, él aceptó la orden, pensé que esto era demasiado raro en él, pero no me importaba en absoluto cualquier detalle por importante que fuese. De repente sentí el frío tacto de un arma en mi nuca, seguido de una voz esta vez más seria, concisa, más idealista tal vez, concentrada en algo, atormentada por una dura decisión que traería más problemas que beneficios, que se cobraría millones de vidas en vano pero pude notar un foco muy pequeño de esperanza en cumplir sus objetivos a cualquier precio, incluso su propia vida. Aquella voz a la que acusé en aquel momento de traidora, insensata, estúpida y todos los demás males que se puedan achacar a un acto de traición cuando uno no conoce los objetivos pero cree en ellos.

Rorik pasó del plano de compañeros que podrían llegar a ser amigos a un traidor con fundamento, pero aún así, era un traidor. Le pregunté qué estaba pasando, me dijo que lo vería en breves momentos. En efecto, Rorik hizo un gesto desconocido para mí y de repente salieron cuatro grupos de soldados, eran 20 en total, bien armados, con armaduras parecidas a los grupos de operaciones especiales de finales del ciclo A que aparecían en los mek-films del ejército. Me pregunté cómo era posible que siguieran existiendo grupos de operaciones especiales, eran lo mejor de lo mejor, la vanguardia de un ejército. Pero poco a poco los soldados se fueron haciendo cada vez menos necesarios, la mayoría pasaron a ser policías urbanos que aseguraban el orden antes de tomar morpheo y dormirse a la misma hora que el resto de la población. Mientras Rorik seguía apuntándome con el fusil en la nuca, un soldado se acercó y preguntó si podían proceder con la operación Logos. Rorik dijo que todavía era demasiado pronto y que debían esperar. Pero ordenó que me llevaran hacia una celda de contención donde me tiraron como si fuese un animal salvaje, no comprendí en aquel momento por qué sentí odio a esa situación si fui condicionado para esa situación, pero en fin, había cosas más importantes en las que pensar como en mi vida. Pasado un buen rato, me dieron, no amablemente mi equipaje. Me insultaron, me humillaron y cuando ya estaba llegando al límite, Rorik y otro willosaurio, entraron para interrogarme. Era un momento intenso, delicado y contradictorio, pero no pude tener una razón, solamente una, para haber llegado hasta aquella situación después de tantas semanas en aquel infierno camuflado en un continente inhóspito.

El otro willosaurio se presentó, se llamaba Nao. Había oído hablar de él, un currículum impresionante echado a perder por una decisión bastante arriesgada que salió en su contra. Optó por seguir sirviendo al ejército, solo y exclusivamente, cuándo el continente Norte reconociera el error que supuso entrar en su casa y registrar a su familia sin motivo alguno. Me pareció bastante estúpida su decisión, si buscaron en su casa tendrían sus motivos por muy cercanos que se encontrasen de la categoría de una conjetura. Aquel Estado no aceptó su oferta y Nao se aisló de toda forma de civilización conocida en el continente Norte. Me miró y comenzó una discusión interna dentro de mí, debía mantener la compostura ante tal situación o dejarme llevar y las cosas seguirían su curso. Lo que produjo una mayor escisión en mí fue hacerme esa reflexión, por una parte si decidía salir vivo de allí no tenía más remedio que seguir las futuras órdenes de Nao, si es que llegaba a darme esa oportunidad, traicionando así a todo el continente Norte. Si no podía salir vivo de allí habría pasado las tres peores semanas de mi vida en este mundo para nada.

Rorik me miró como si yo fuera un conejillo de indias, pero aventurándome a mantenerme firme incluso en aquella situación tan surrealista, me fijé en sus ojos, no me había parado a pensarlo nunca, Rori siempre llevaba unas gafas que al entrar en contacto con la piel simulaban como si no las tuviera, se apreciaba una pequeña línea pero nada más. Pues bien, esta vez, los ojos de Rorik no parecían de willosaurio, estaban cargados de una gran red delicada que se extendía por toda la esclerótica dando en su conjunto a una saturación desmedida de una amplia gama de colores, que se combinaba a la perfección y el resultado era de un color blanco, pero aún más sorprendente era el destello oscuro que emanaba desde lo más profundo de su mirada. Puede que al final, todos tengamos agujeros donde escondemos la cabeza para evadirnos de los problemas, eso fue lo que pensé de Rorik en aquel instante. Una droga, pensé, seguí con un análisis a contrarreloj y observé que no sólo afectaba a los ojos, si bien esto era lo más llamativo, sino que además afectaba a el oído, pues le dijo a un soldado que pasó delante nuestra que preparase la pista para una nave que llegaría pronto. También pude apreciar mejor, que el color de su piel era más grisáceo, antes no pude apreciarlo por la cantidad de heridas que se había hecho y por estar manchado por el fango de aquella zona lacustre y entonces fue cuando comprendí por qué Rorik siempre llevaba aquella armadura tan extraña que le daba aspecto de renegado.

Pero ninguna droga podía ser tan potente y a la vez tan estable que no produjera mal alguno a largo plazo y Rorik ya tenía una edad bastante avanzada para servir en el ejército. Nao que descubrió que estaba observando, como si fuese un científico, a Rorik me dijo que por mucho que intentase explicar la apariencia de su amigo detrás de la explicación no se hallaba ninguna droga material ni ningún credo espiritual que afectase tanto a cuerpo como mente. Quise echarme a reír de no ser porque había cerca de 4000 soldados en aquellas instalaciones militares desconocidas. Rorik comenzó a hablar con Nao, puede oír algo sobre mí, sobre los cambios y progresos que había realizado. También oí hablar sobre el panel de datos que recogimos en la playa, me pregunté por qué tendría tanto valor para estos soldados. Estuve varias horas esperando, pasé hambre, frío y mucha incertidumbre. En aquel lugar todos los que estaban presentes a pesar de mantener diferentes opiniones, lo que casi me cuesta la vida si me hubiera enfadado allí por ese motivo pero pude mantener la calma, todos tenían una idea común que defender, pese a las múltiples diferencias, por los rostros pude reconocer a willosaurios de todos los continentes, de todas las edades, hombres y mujeres, niños y ancianos, bajo el aterrador estandarte de una traición que se ocultaba bajo promesas de otros valores más aterradores aún, cambios, matemáticas, filosofía, ciencias experimentales teorizadas, religión y lo peor de todo, la unión más peligrosa y variada que existe en un mundo estable, la familia, en efecto, muchos grupos que se formaban en todo mi alrededor eran aquella especie que se movía por intereses cada vez mas privados y buscando su beneficio, todo lo contrario al continente Norte, cada vez me desconcertaba mas la situación, pero me mantuve estable. Finalmente opté por dormirme y esperar a que, sin importar el momento en el que me despertara, todo fuera mejor. No obstante, una idea cruzó mi mente como si fuera una lanza puntiaguda, si yo era un soldado acondicionado, por qué odiaba la situación, pensé que tal vez mi acondicionamiento genético fuera de los primeros y por eso no fue satisfactorio, pero y si realmente lo fue, y si realmente me acondicionaron para esto, y si no pude elegir otra cosa más que esto que contradictorio al modelo de felicidad que defiendo, y si tal vez y sólo tal vez, me encontrarse ante la paradójica situación de defender a mi continente pero para ello tuviera que permanecer como mi acondicionamiento dictaba, indiferente ante toda circunstancia, en ese tal vez y únicamente en ese tal vez, me convertiría en un enemigo de lo que defiendo para salvarlo, en ese tal vez me honrarían como salvador y me deshonrarían como a un cruel villano. Y tras ese pensamiento, cerré los tres ojos y esperé como siempre indiferente que las cosas siguieran su curso, pero cuando me desperté fue cuando comprendí que las cosas cambian únicamente si los que accionamos esas cosas cambiamos.
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Re: El reloj

Notapor Ganfor » 18 Jun 2009, 00:32

Una voz energizada pero al mismo tiempo distante, me despertó, me costó creer que era Rorik, siempre lo había asociado a una voz seca, grave, oscura y con el habla adquirida de un superviviente nato, aquel Rorik cambiado no era un fugitivo sino un guerrero, no un guerrero cualquiera sino un soldado y tampoco un soldado novato sino un líder a su manera. Cuando desperté lo vi en lo alto de un podio de discursos alentando a los soldados, comprendí que Rorik había cambiado, o tal vez siempre ocultó que era así, la pregunta clave fue ¿por qué? En ese momento Nao se acercó hacia mi celda de contención, lentamente como si yo estuviese armado, pero era simplemente su forma de caminar provocada debido a la pesada armadura que portaba. Me preguntó si ya estaba preparado para conocer la verdad, yo le dije que no sabía a qué se refería, el nuevamente me preguntó por si había notado algo extraño estas semanas, yo nuevamente le di una explicación alegando que llegamos al continente, nos atacaron, entramos selva adentro, llegamos a un poblado, estuve a punto de decir que poblado visitamos pero no quería poner en peligro aquella población a pesar de no pertenecer a mi continente, luego nos volvieron a atacar desapareciendo dos compañeros del grupo, mas tarde abandonamos el poblado, luego nos dirigimos hacia el centro de un enorme lago, allí dos enormes acorazados clase Embar X-IDV. Del continente Norte dijo Nao interrumpiéndome, mostrándose ligeramente preocupado. Proseguí contando los hechos que se sucedieron a lo largo de aquellas tres semanas, le expliqué que dejaron un transporte, llegamos hasta un puerto y luego observamos una estructura muy avanzada y resistente, acto seguido un prototipo que nos cegó, nos caímos por un desnivel, salté en el momento justo dejando a Rorik a su suerte, me perdí en un bosque, un Denfoge me atacó y al final conseguí ahuyentarlo, luego apareció Rorik me insultó, se rió misteriosamente y finalmente llegamos a la base donde me convirtieron en preso. Nao concluyó en un fallido intento de tranquilizarme diciendo que aquel destello que vimos era procedente de un prototipo bastante avanzado y que pertenecía al movimiento que Rorik lideraba.

Cuando concluyó Rorik se acercó y me preguntó si estaba preparado, yo volví a preguntar para qué, Rorik miró a Nao y luego me volvió a dirigir la mirada, me dijo que activase el panel que recogimos en la playa. Ante mí se formó la verdad más incómoda que uno podía concebir en aquel momento, a continuación muestro el mek-film contenido en aquel panel de datos.

--MISIÓN TORMENTA SILENCIOSA—
Soldado: Estamos llegando a la playa mi sargento, pronto iniciaremos el descenso.
Sargento: No, piloto cambie inmediatamente la ruta.
Piloto: Lo siento sargento, son órdenes expresas del Presidente.
Sargento: ¿también le ha dicho el Presidente que debe matar a sus propios soldados?
Piloto: ¿perdone?
Soldado (con voz de drogadicto pero serio y coherente): Gracias
Sargento: Ya me ha oído piloto, si no cambia de ruta, esa extraña señal del radar que he observado con los visores trioculares, acabará con nosotros, he podido detectar una fuerte presencia de armamento pesado suficiente como para derribar a todos los transportes de esta misión.
Piloto: Aquí N22, modifiquen su ruta de descenso inmediatamente, cambien a coordenadas E 25º S 55º, cambio.
Piloto 2: Transporte K23, al habla todo el equipo de reconocimiento, petición denegada, vuelvan de inmediato a sus coordenadas originales, cambio.
Sargento: Ignórelos, o puede que este trasto caiga antes de llegar a la playa por mi culpa ¿verdad soldados?
Soldado: Es… ¿posible?
Sargento: Claro que lo es.
Piloto: Negativo, K23, proseguimos con las nuevas coordenadas por orden superiores, cambio.
Piloto 2: Comprobada la veracidad de dichas órdenes, deje de mentir, cambio
Piloto: De nuevo… ¿pero qué hace?
Sargento: Aquí sargento Aldo, sigan mis órdenes a si quieren salir vivos de este sitio, cambio.
Piloto 2: Lo siento, sargento Aldo, creo que ya ha incumplido demasiadas órdenes, cambio y corto.
Sargento Aldo: Piloto, mantenga rumbo hacia las nuevas coordenadas, es un lugar seguro, pero acérquese lo suficiente a la playa para que el enemigo no sea capaz de entender lo que ocurre cuando K23 nos ataque, ¿entendido?
Piloto: Si, sargento.

El transporte del sargento Aldo pasó cerca de la playa y en efecto, tal y como había advertido, unos misiles empezaron a aproximarse desde el suelo, con unas maniobras evasivas y activando dos veces el campo anti-misiles, consiguieron evitar que impactaran contra el casco del aerotransporte. K23 no pudo contener el fuego de los misiles que procedían del suelo y los que eran desviados por el escudo antimisiles del otro transporte.
Pasada la playa Aldo ordenó al piloto a dirigirse a las nuevas coordenadas rápidamente. Pasaron dos horas, pero algo interrumpió el tranquilo vuelo del aerotransporte. Un vehículo de grandes dimensiones ascendió y desapareció fugazmente, provocando que el transporte que llevaba a Aldo cayera a gran velocidad, pero al final consiguió aterrizar en un valle despejado, cerca de una base. Cuando salieron del transporte accidentado, se dirigieron inmediatamente a la base, pero allí descubrieron montones de Xien, almacenados como si fuesen créditos del continente norte, el Xien, un elemento escaso y que probablemente solo se encontraba en Bilzac. Decidieron aprovecharlo, además encontraron planos, manuales, libros, enciclopedias, mapas, que mostraban la existencia de extrañas fortalezas únicas alrededor de cada continente, entre tanto conocimiento sin aprovechar, aparecieron dos acorazados clase Embar X-IDV.

Soldado: Sargento Aldo, miré allí, ¿cree que han venido a rescatarnos?
Sargento Aldo: No lo creo soldado, hemos dado con algo muy…interesante como para que su existencia sea compartida.
Soldado: ¿Quiere decir que vienen a acabar con nosotros?
Sargento Aldo: ¿Lo preguntas o lo afirmas?, que todo el mundo tome los cañones antiaéreos y defienda la base, esos acorazados van a abrir fuego. Piloto ¿conoce el uso de railguns?
Piloto: Consta de dos raíles metálicos paralelos, una fuente de alimentación y/o condensadores conectados a un raíl. El propio proyectil metálico, que cierra el circuito, conectando ambos raíles. Cuando el proyectil metálico cierra el circuito, los condensadores se descargan y se crea una corriente eléctrica que circula por el primer rail y vuelve por el segundo. Esta corriente crea en cada raíl un campo magnético inducido de idéntico valor que se repelen entre ellos.
Así, según la ley de Lorentz, una corriente eléctrica que crea un campo magnético crea también una fuerza, que es la fuerza que impulsa el proyectil. Las tres magnitudes son perpendiculares entre sí, siguiendo la regla de la mano derecha. El campo magnético creado en los raíles es perpendicular a la corriente que circula por el circuito y su sentido es ascendente. En el proyectil, la corriente circula desde un carril hacia el otro, por lo que la fuerza resultante es paralela a los mismos e impulsa el proyectil en sentido opuesto a la fuente de alimentación. Cuando el proyectil metálico es lanzado, se rompe el circuito y la corriente se detiene.

Aldo: ¿Perdone me estaba hablando? Basta de cháchara y póngase al mando de ese gran railgun que está detrás suya y abra fuego contra el caso de esos acorazados
Piloto: ¿Pero y si no atacan?
Aldo: ¿Cree que no lo he pensado? Esperen mis órdenes, no abran fuego hasta que lo ordene y tampoco se piensen mucho si tienen que disparar
Los dos acorazados se posicionaron enfrentados por la proa, los cañones laterales izquierdos miraban hacia el grupo de Aldo. Cuando las luces de inicio de combate tomaron forma en los acorazados, una distorsión se apreciaba en el aire por encima de ellos. Volvió aquel transporte de grandes dimensiones, existían naves espaciales que enviaban a grupos científicos a planetas cercanos, pero ni por asomo alcanzaban la velocidad que este titán tecnológico alcanzaba.
Piloto: Aldo, voy a abrir fuego.
Sargento Aldo: Ni se te ocurra, puedes destruir al pez pequeño pero no le haríaas mas que cosquillas al grande.
Piloto: Aldo, fíjate ¿qué diablos es esa cosa?
Sargento Aldo: ¡Ay Newir!
Soldado: ¿Cree en Newir? Pues entonces no blasfeme.
Sargento Aldo: ¡Ay Presidente!
Piloto: Sargento le prohíbo que vuelva a decir eso.
Sargento Aldo: Esperen a que esa cosa abra fuego sobre los acorazados, recuerden que no queremos pasar a ser un objetivo a abatir más.

Y entonces la enorme nave mostró un gran orbe central de color verde, que se convirtió en el punto medio de una gran columna luminosa que cayó sobre uno de los acorazados y lo agujereó sin este oponer resistencia alguna, mientras tanto el otro acorazado comenzó a atacar a la base.

Sargento Aldo: Soldados retirada, no queremos problemas con quien manda.
Piloto: Ni hablar, están atacando una nave que pertenece al continente al que juramos defender.
Sargento Aldo: Ahora mismo no recuerdo haber hecho ningún juramento y en tu caso joven piloto, el juramento te lo hicieron hacer cuando eras un embrión. Así que si quieres salir vivo, corre.
Piloto: Ni hablar, voy a destruir esa nave con mis propias manos si hace falta.
Soldado: Dejémoslo sargento, su acondicionamiento ciega su juicio.
Sargento Aldo: ¿Ustedes, soldados, no fueron adoctrinados?
Soldados: No.
Sargento Aldo: Interesante, pero ahora a esconderse y dejemos a ese piloto tarado del cuál no conocemos ni el nombre a su suerte.

Y corrieron a cubrirse tras varios depósitos de Xien, aún sabiendo que cualquier disparo podría provocar una gran explosión.

Soldado: ¿No es peligroso cubrirse tras el Xien, sargento?
Sargento Aldo: Confió en que si esta base pertenece a esa nave, no intente destruir su propiedad.
Soldado: Tiene sentido, por cierto el piloto se llama Hekk.

En ese momento Hekk lanzó un proyectil de grandes dimensiones proveniente del railgun que manejaba, pero la nave gigantesca, dotada de tan avanzado armamento, lanzó otro proyectil de los cañones railgun centrales con la misma dirección y sentido opuesto al proyectil que Hekk había lanzado, ambos proyectiles chocaron justo en el último acorazado, todo transcurrió en pocos segundos y en no más de 5 segundos el acorazado se pulverizó, pero aún había más, la nave proyectó un haz láser que pulverizó a Hekk pero no al railgun, lo dañó moderadamente pero sin llegar a destruirlo. Consta decir que el railgun era de carbono puro cristalizado formando la estructura de un diamante y por tanto el punto de fusión era de 3823 K.

Sargento Aldo: Bueno, se llamaba Hekk

Entonces la nave se posó sobre la pista de aterrizaje y Aldo y los dos soldados se escondieron en las instalaciones dejando atrás la cobertura que les había ofrecido el Xien. Luego la nave comenzó a emitir sonidos de diferentes lenguas desconocidas hasta que comenzó a hablar en Willon.

Nave: Salid, no tengáis miedo, el miedo enturbia la mente, el miedo es el padre de la ignorancia, este es vuestro mundo y tenéis todo el derecho a moveros libremente por él.
Soldado: Su argumento parece bastante pacifista y razonable.
Sargento Aldo: Aunque ese comentario sea una prueba de que no estás adoctrinado me gustaría hablar contigo sobre ello luego.
Nave: A mí también me interesaría conocer vuestra historia particular.
Sargento Aldo: ¿Cómo sabemos que no os atacaras?
Nave: Tu mismo lo dijiste antes, esta es mi pequeña propiedad en vuestro planeta, nadie echa tierra sobre su casa.
Sargento Aldo: Máquina inteligente
Nave: No soy una máquina, mi estructura es metálica pero dentro de mí existe todo un ecosistema que defenderé, donde mis creadores viven en paz y armonía, sin pretender causar mal alguno en el universo.
Sargento Aldo: ¿Universo? Acaso quieres decir que puedes viajar a velocidad de la luz y trasladarte de un punto a otro en cuestión de segundos.
Nave: No, disculpa que me haya explicado con claridad.
Sargento Aldo: No discúlpame a mí porque no he hecho nada contra un gobierno que no permite que estudie, por ser soldado, de todos modos he oído que la élite tampoco estudia, simplemente nace preparada para ser inteligente y buena en lo que le corresponde.
Nave: Puedo explicártelo de manera sencilla M=(m•c)/√(c^2-v^2 ) , donde se expresa la masa M de un cuerpo en función de su velocidad v, siendo c la velocidad de la luz. Si calculamos el límite de la masa M cuando v tiende a c, el resultado es:
lim┬(v→c)⁡M=(m•c)/√(c^2-c^2 )=lim┬(v→c)⁡M=(m•c)/√0=lim┬(v→c)⁡M=(m•c)/0=▭(k/0=∞)=lim┬(v→c)⁡M=∞
Nave: Esto quiere decir que la velocidad de un cuerpo es la velocidad de la luz si, y solo si, su masa es infinita, dado que esta nave no es de masa infinita no puede alcanzar la velocidad de la luz.
Soldado: Disculpe, ¿qué es un límite?
Nave: ¿No habéis sido adoctrinados y no conocéis el concepto de límite? Ojalá pudiera explicároslo pero no se me permite, mis creadores dieron esa directriz y la cumplen con fundamento.
Sargento Aldo: Me interesaría conocer vuestra historia soldados.
Soldado: Bueno, en el año 0 ciclo B supimos que la situación iba a ir a peor, éramos jóvenes…
Soldado: …Y seguimos siéndolo…
Soldado: …y nos embarcamos a una aventura comercial extraoficial al conteniente oeste, tierra de Libertad.
Nave: Como América….
Soldado: ¿Qué es América?
Nave: No puedo darles preferencia a la hora de otorgarles conocimientos, la especulación a diferencia de la duda no ayuda en el mundo de las ideas.
Soldado: Nos embarcamos al continente Oeste y aunque sano y salvo de las futuras restricciones que iban a fortalecerse en el continente Norte, estaba plagado de contrabandistas, negocios aparentemente ilegales que allí estaban legalizados, entre esos negocios se encontraba encargado de bibliotecas virtuales y aceptamos el puesto, éramos dos soldados y nos llovieron ofertas de contratistas privados pero no aceptamos aquellas ofertas. Un día buscamos en I-net nuestros nombres, encontramos un enlace a una página gubernamental del continente Norte, todavía eran los primeros años del Presidente, pero no pudimos acceder a dicha página.
Sargento Aldo: Entonces ¿cómo accedisteis a dicha página?
Soldado: Sabíamos que no habíamos sido adoctrinados pues nacimos antes del año en el que se comenzaron las primeras pruebas genéticas, pero aquel enlace resultó ser más interesante de lo que era en un principio. Contratamos a un informático que pudiera conseguir la clave y superar la barrera de la página clasificada, cuando entramos vimos unos planes que consistían en mandar a una serie de soldados al continente sur, que ya había sido separado, con el fin de acabar con nosotros poco a poco, como casi ocurre en la playa esta mañana. Todos aquellos soldados eran personal nacido antes del año 15 del ciclo B, parecía que tenían todo planeado, entre esa lista estábamos nosotros dos. Decidimos volver, para cambiar las cosas, pero Nao tuvo problemas familiares y esto hizo que nuestra situación de imparcialidad se transformara en una lucha personal contra lo que defendíamos.
Soldado: ahora que lo recuerdo sargento Aldo usted también estaba.
Sargento Aldo: ¿Cuáles son sus nombres soldados?
Soldado: Nao
Soldado: Rorik
Sargento Aldo: Gracias por hacernos conocer a todos los presentes su historia, pero ahora dejen que les cuente la mía.
Nave: Será un placer, sargento Aldo
Sargento Aldo: Seré breve, nací mucho antes del año 15 del ciclo B, me alisté al ejército bajo el antiguo gobierno, al proclamarse esta dictadura presidencialista, decidí dejarlo, pero de algún modo u otro llegué a la conclusión de que si permanecía indiferente no habría cambios, así que retorné al ejército, pensé que ayudando podía empeorar las cosas y darle una vuelta a la worsna.
Nave: Interesante misión, soldados ¿Estarían dispuestos a dar sus vidas por defender aquello que defendían y tener en sus manos el poder de elegir libremente su destino y su futuro?
Sargento Aldo: Así sea
Rorik y Nao: Si
Nave: En el día de hoy, se os encomienda una nueva misión, bajo un nuevo estandarte debéis llevar la libertad y la auténtica felicidad de una vida llena de problemas y dificultades a las que enfrentarse por todo Bilzac, ¿pero antes me podrías explicar vuestro sistema de datación?
Rorik: Un año Bilzaciano son 1825 días y recurrimos a los ciclos cuando alcanzamos los 100 años Bilzacianos.
Nave: Pues si calculo bien, estamos en el año 25 del ciclo B, por lo que esta misión para realizarse satisfactoriamente ha de completarse antes del año 50 del ciclo B. ¿Podrán hacerlo?
Nao: La pregunta no es si podremos. La pregunta es ¿cómo lo hacemos?
Nave: Utilicen esta base, en ella se encuentran las localizaciones de islas fortalezas dos en el ecuador y otras dos en los polos en el meridiano 0. Dos situadas en los polos para tiempos de seguridad, dos en el ecuador para tiempos de inestabilidad y peligros allí las turbulencias y las olas hacen complicado el acceso si no se conocen los códigos de acceso. Utilicen todo este arsenal pero no se excedan, o este planeta podría ver alterado su clima drásticamente. Hay algunas tribus en la zona, intenten convencerlas para su causa, si pueden además, soldados Rorik y Nao, reanuden sus contratos con alguna empresa privada del continente Oeste, Sargento Aldo, ¿puede ver la estructura que hay al Sur, al final del camino?
Sargento Aldo: No
Nave: ¿Y ahora?
Y ante Aldo, Rorik y Nao se abrió una enorme ciudad de abundante vegetación que como una yzaek se desplazaba por los muros de aquella ciudadela reluciente y avanzada, pero no por ello perfecta, era una ciudad cuya tecnología por falta de conocimientos. Disponía de muchos módulos de gran potencial pero inutilizables hasta el momento.
Rorik: Pero nosotros tres no podemos solos, necesitamos más apoyo y de todo tipo. Nao, ¿BlackLake no tenía instalaciones por aquí?
Nao: Eso he oído
Rorik: Quizás debamos elaborar nosotros un contra-plan que tenga tanta causalidad dada por el objetivo del plan inicial que su existencia pase desapercibida. Quiero decir que tal vez deberíamos crear antes la causa que el responsable de ella.
Sargento Aldo: ¿Alguna idea Nao?
Nao: Podemos actuar en distintos continentes, traer soldados de cada uno y reunirlos en esta base.
Nave: Al principio esa idea será muy tentadora, pero luego necesitareis más
Rorik: Aparentemente no es correcto ¿simulamos raptar willosaurios? Para atraer la atención de los continentes, debilitarlos, darles a probar su propia medicina, el miedo, y reunir un ejército más grande.
Nave: Veo por donde intentas ir Rorik, ¿podrías ser más directo con tus compañeros?
Rorik: Quiero decir que sería conveniente sabotear censos de población y crear una ruta que consistiera en que los soldados tras superar la playa norte protegida por patrullas de seguridad del Norte, se dirigiesen a través de la selva, que conozcan un estilo de vida diferente como el de las tribus Piom, luego lleguen hasta esta base y tras explicarles lo ocurrido, se unirían.
Nave: Pero hace falta algo más
Sargento Aldo: La ciudad capital Sur debe apoyarnos, son totalmente independientes al resto del planeta y han sobrevivido, solo ellos comprenden un equilibrio perfecto esencia de la libertad natural y positiva.
Nave: ¿Estudió filosofía Aldo?
Sargento Aldo: No, pero siempre fui aficionado a la lectura.
Nave: Debéis dividir el grupo, que siempre será de 4 soldados entre los cuáles estará uno de vosotros, que irá con uno y será una especie de maestro de todas las dificultades y retos que supone una vida plena. Los otros dos utilizaran todos los medios y llegarán sin problemas a ciudad capital sur, donde intentarán buscar a los willosaurios raptados. Allí volverán a aparecer maestro y aprendiz e intentarán juntos pacíficamente demostrar a sus compañeros las ventajas de una vida complicada.
Nao: Hablaste antes de contactos con empresas privadas ¿qué pasa si alguna ya tiene base aquí?
Sargento Aldo: Nao, creo que lo conveniente sería transmitir un mensaje a las principales empresas privadas militares, científicas, sanitarias, empresariales, entre otras de nuestra nueva misión pero sin revelar el origen, solo el fin y los beneficios que puede aportar esta misión.
Nave: Creo que ya habéis decidido vuestro cometido, cada uno deberá encargarse de un continente.
Aldo: Este
Nao: Oeste
Rorik: Norte
Tras la conversación, la nave se despidió, ascendió y desapareció efímeramente en el cielo despejado.

--FIN DE LA TRANSMISIÓN--

Tras todo ello, Rorik me dijo si comprendía la complejidad de la situación. Yo le respondí sinceramente pero destrozado por haber creído en una mentira, que sí. Pero rápidamente dije que yo no sabía si estaba en esa lista y Nao al oírme se acercó y me enseñó la lista original y las actualizadas y en todas ellas aparecía yo. Rorik me demostró con pruebas la verdad tan incómoda que se ocultaba tras la vida placentera y confortable de una vida sin problemas.
Me liberaron y me soltaron para decirme que tenía que dirigirme nuevamente hacia ciudad capital Sur, pero esta vez tomaría un vehículo de alta velocidad. No sin antes, respondieran a una última pregunta que les hice acerca de un hecho bastante interesante, les pregunté cómo fue posible que la hoja de Paliumm se tornara gris en las instalaciones de BlackLake. Rorik me respondió diciendo que BlackLake era una de esas empresas privadas favorecidas por aquella misión y firmaron mantener el anonimato, nosotros llegamos a una zona que no debimos llegar y para mantener aún más el anonimato mandarían siempre acorazados robados del continente Norte, no podían pronunciar nada acerca de cualquier rapto ni rescate. Los que atacaron a Rorik por primera vez no eran robados, pues habían sido alertados de la huída de un grupo, pero a partir de ese día surgió la leyenda de barrera infranqueable que tanto define al continente Sur.

Todo había ocurrido tan rápido, tan aceleradamente, ni siquiera sabía si todo era real, aún teniendo pruebas de ello. Como pensé con anterioridad, las cosas cambian si los que las accionamos cambiamos, por lo que me dispuse a ayudar a la nueva causa, en aquel momento pensé igual que el sargento Aldo, que instruía a nuevos soldados recién llegados, unirme a la causa para cambiar las cosas, pero en los mas profundo y en esa profundidad que defendía a un gobierno del continente Norte cercano, se hallaba la traición y el deseo de debilitar aquella nueva causa.
Última edición por Ganfor el 18 Jun 2009, 15:33, editado 1 vez en total
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Re: El reloj

Notapor Ganfor » 18 Jun 2009, 00:36

Espero que los motivos del retraso en la publicación del capítulo 5 hayan sido, tras publicarse gran parte de este, justificados. Por favor, critiquen mi historia, me interesan sus opiniones.
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Re: El reloj

Notapor Uburian » 18 Jun 2009, 14:33

Simplemente excelente Ganfor :D :D :D =D> =D> =D> Una historia muy bien elaborada y redactada :wink: ,te animo a continuar con ella :D
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Re: El reloj

Notapor Ganfor » 18 Jun 2009, 19:08

Cuando acabe el capítulo 5, les adelanto que hasta el 10, van a ser como una especie de relatos cortos donde se describan algunas misiones y concluirá en el contiente Norte, concretamente en ciudadl capital y se resolverán ciertos interrogantes ¿por qué el protagonista pese a saber que nació antes del año 15 del ciclo B sigue queriendo defender el actual gobierno del Continente Norte antes que liberarlo?

Pero después del capítulo 10, ya se llega al espacio y habrá un gran cambio en el desarrollo de esta historia
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Re: El reloj

Notapor Uburian » 18 Jun 2009, 19:13

Mola :D
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Re: El reloj

Notapor Ganfor » 21 Jun 2009, 14:06

Antes de tomar aquel vehículo de alta velocidad, le pregunté a Nao cómo se podía explicar la muerte de gran parte del poblado Piom. Él me dijo que investigaría el caso con detenimiento y que no pararía hasta dar con el principal responsable. Tras ello, Rorik activó una puerta en aquel vehículo con forma triangular. Sus lados eran totalmente iguales, sus ángulos por tanto también lo eran. Por dentro el diseño era bastante simple, pero en el transcurso del viaje hasta ciudad capital sur, demostró que tras aquel diseño tan sencillo, se encontraba escondida una red de órdenes complejas pero cuya realización resultaba elegantemente sencilla. Surcamos en aquel vehículo sobre la superficie de un río, ascendimos por una cascada, sorteando las estrechas paredes rocosas que se formaban cada vez que íbamos ascendiendo. Parecía como si no quisieran que nadie entrara en aquella majestuosa ciudad de la cuál brotaban hojas verdes y algunas grisáceas que reflejaban la luz solar, árboles que podían vivir ciclos pero seguían inmutables en el color de sus hojas, es más, algún que otro ejemplar no había perdido ni una sola de las 4224 totales, el agua caía con más fuerza, a diferencia de las fortalezas del norte en las que toda defensa era artificial, esta ciudad era más bien una ciudad detrás de un escudo natural, infranqueable e inexpugnable. Cuando no cabía mayor sorpresa Rorik me dijo que mirase con atención al río que surcábamos entre aquellos estrechos pasillos de roca esculpida, para ello, dio una orden al vehículo, se descubrió una ventanilla acristalada fuertemente en el suelo del transporte. Una silueta empezó a surgir del agua, era nuevamente un grupo de jinetes Kezz montados en esos willosaurios alados saliendo del agua, en ese instante Rorik sin que le dijera nada, elevó aquel transporte y un resplandor luminoso como el amanecer en pleno solsticio de verano en las ruinas Al-Hail Sadir del continente Este. Era el destello de los blancos muros de ciudad capital Sur, una voz nos dijo que nos identificásemos, al momento aparecieron varios jinetes Kezz que rodearon aquella aeronave triangular.

Tras la identificación accedimos a ciudad capital Sur, nunca antes había visitado otra ciudad, en cierto modo, me gustaría haber vivido la experiencia como un turista, pero la misión era mucho más peligrosa que una simple visita. Tras descender y posar la aeronave en una plataforma colgante. En ciudad capital Sur los willosaurios eran parecidos al resto de los continentes pero existían ligeras diferencias. Por ejemplo, su color de piel era verde claro, no muy claro pero se podía diferenciar de la línea que separa la gama de colores en claros y oscuros, su voz era algo más alegre pero a la vez se distinguía un tono distante como si toda idea expresada fuera un objeto de propiedad privada, es decir, no se expresaban a la ligera, cada conversación podía durar mucho tiempo, no por el contenido esencial sino por el tiempo que se le dedicaba para expresar una idea que era cuestionada todas la veces que fuera necesaria por el propio emisor para finalmente mostrar una opinión bastante objetiva y coherente. Dos guardias nos atendieron en la plataforma de descenso. Nos pidieron con excesiva objetividad que les acompañásemos hacia la sala anexa. Allí nos dejaron a Rorik y a mí, a la espera de obtener la autorización definitiva para movernos libremente por toda la ciudad capital, es curioso pero ahora la palabra libertad me resultaba bastante familiar, seguía sin disponerla, pues era obvio que si en algún momento decidía actuar por mi cuenta o bien Rorik acababa conmigo o acababa en una calabozo sirviendo de comida a los jinetes Kezz. Todo esto lo comprendí cuando tras recibir la autorización final, compramos una pequeña guía turística donde nos indicaban una serie de normas a seguir, eran pocas y además no eran muy estrictas, pero su incumplimiento era severamente castigado, tuvimos que leernos aquel papel antes de proseguir con nuestro camino, donde ponían resaltando que Ciudad Capital Sur respetaba todos nuestros derechos individuales y que un incumplimiento de las leyes era severamente castigado, entre todo ello pudimos leer lugares importantes, pero Rorik sugirió rápidamente que como era lógico que no éramos turistas, debíamos ir a algún lugar donde circulase mucha información, la cantina de Juaab estaba en los distritos inferiores, allí la tranquilidad de las plazas, jardines y fuentes que caracterizaban las zonas superiores era sustituida por el bullicio de willosaurios que se movían cada uno con su propio interés.

Finalmente, tras tomar varios ascensores, caminar por largas calles y detenernos en una tienda que disponía de material militar donde compramos unos nuevos trajes para pasar desapercibidos, entramos en aquella cantina. Tenía un toque del continente Este pero las paredes seguían siendo del color blanco impoluto de ciudad capital Sur, pero en sus paredes se hallaban inscritos caligrafías y figuras geométricas del continente Este. La entrada era un largo pasillo que recorrimos evitando la tentativa de echar una partida de cartas, luego había una zona central circular, donde cada willosaurio pedía su comida y bebida y muchas zonas para comer, según me dijo Rorik, comer sentado en un cómo cojín alrededor de mesas de madera era típico del continente Este a diferencia del continente Norte y Oeste donde se comía sentado en un taburete plano, pero pensé que en el fondo era exactamente lo mismo. Rorik pidió información en la barra mientras yo me deleitaba escuchando música que salía de una sala anexa. No tuve tiempo para ver aquella actuación pues Rorik me llevó hasta otra sala donde se encontraba el dueño de aquella cantina fumando y bebiendo. Nos acercamos lentamente y Rorik inició la conversación, preguntando por dos fugitivos del continente Norte. El dueño que ante nuestra brusca presentación, volvió a iniciar una conversación más seria. Dijo que el que hacía las preguntas era él y si queríamos algo de información tendríamos que hacer un trabajo para él, pregunté en qué consistía dicho trabajo. Nuevamente me dijo que las preguntas las hacía él, pero que ese trabajo consistía en traerle vivos o muertos dos willosaurios que estaban dando problemas a las autoridades en los astilleros de la ciudad. Pensé que si eran dos, tal vez fuesen Urodian y Holden. Nos despedimos rápidamente. Salimos de aquel local y un willosaurio que portaba una armadura de combate bastante antigua, dañada pero resistente pese a todos los daños sufridos, nos quería dar información gratis.

Rorik se negó en un principio pues eso según él siempre traía consecuencias negativas, de todos modos nos comentó que vigilásemos más de cerca a nuestros contactos y que en el astillero había pocos guardias pero estaban armados y eran auténticos profesionales. Nos fuimos de allí como si no hubiera pasado nada, en un callejón nos pusimos las anteriores armaduras y tras detenernos en una pequeña plaza para observar tras un cristal, la fauna y flora que habitaba en el lago subterráneo que se hallaba bajo aquella ciudad, tomamos un transporte automático, introducimos la cantidad de créditos que nos pedían para llegar hasta los astilleros. El viaje fue largo, pues había muchos vehículos ocupando aquellos túneles subterráneos que formaban una compleja red de carreteras, así se explicaba la escasa contaminación en las zonas superiores, el objetivo era concentrar la contaminación en zonas donde no hubiera un ser vivo que respirase tales cantidades de agentes químicos contaminantes. Llegamos a los astilleros y nos encontramos con algunos guardias, tal y como nos dijo aquel extraño, bien armados y con el equipamiento de un comando profesional. Vigilaban la zona pero no interrogaban, Rorik me explicó que las patrullas se realizan así porque creen que todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario y no había motivo alguno para registrar o hacer preguntas, pero cualquier movimiento en falso, podían llegar a disparar sin hacer muchas preguntas. El vehículo se detuvo y salimos despacio, fijamos un punto de reunión en nuestros mapas, nos separamos y comenzó la búsqueda.
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Re: El reloj

Notapor Ganfor » 21 Jun 2009, 14:08

Pregunté a algún que otro guardia si habían visto a algún willoaurio extraño estos días, haciéndome pasar por un cazador de recompensas. Todos me dijeron lo mismo, habían visto actividad extraña en los almacenes que BlackLake tenía aquí. Continué mi búsqueda y por suerte me encontré con Urodian. Fui hacia él, entusiasmado pero sin acelerar el paso pues podrían saltar las alarmas, él también se sorprendió. Nos quedamos un rato hablando sobre lo ocurrido, me preguntó cómo había llegado hasta aquí, le dije que después de que unos soldados asaltaran la tribu Piom me dirigí, en un vehículo ultra-ligero que encontré, hacia ciudad capital Sur y pude pasar sin problemas. Él me dijo que Holden y él habían llegado en un transporte de BlackLake. Urodian parecía creerse todo lo que le estaba diciendo y él parecía estar diciendo la verdad, sobre todo porque noté que una parte de mi maleta se iluminó, era la hoja de Paliumm. Urodian también se percató, pero le dije que éste no era el sitio más seguro para abrir una maleta con tantos guardias apuntándote, él asintió. Le pegunté que relación teníamos con BlackLake, él me dijo que esa empresa tenía una pequeña sección destinada a ayudar al continente Norte, los denominó como si fuesen una especie de renegados, pero en el fondo era defensores de la empresa original fundada en el continente Norte y prestaban ayudada a cualquier willosaurio norteño que se encontrasen herido en cualquier lugar. Me sorprendió mucho esta nueva información, tal vez el culpable de todo no era las diferencias entre Norte y Sur, tal vez era el juego a dos bandas de BlackLake, aunque era demasiado pronto como para conocer si esa era la auténtica respuesta con total certeza. Un extraño rudio inundó los astilleros y los guardias se dirigieron hacia allí. Urodian dijo que era el momento ideal para explorar con más facilidad aquel astillero, me guió entre los almacenes vacios, saltamos por los tejados para evitar ser detectados por las patrullas, aquel Urodian al margen de la ley era totalmente nuevo para lo que había conocido, me detuve un momento y entre tanto alboroto pude ver a Rorik huyendo de los guardias, le dije entonces a Urodian que se fijase en aquel alboroto, y se percató de que aquel fugitivo era Rorik, casi me arrepiento de haberle dicho que mirase en aquella dirección. Urodian sacó su M1903A4 con mirilla telescópica y comenzó a disparar hacia donde se encontraba Rorik, obviamente distrajo a los guardias, pero las palabras “ya va siendo hora de que mueras maldito traidor” me dejaron claro que no era su intención primaria. Conmocionado y ante la ventaja inmediata de conocer mi pleno anonimato en aquella sociedad y que Urodian tenía difícil salir de allí, salté hacia Urodian y le dí tres patadas en el aire y cayó. En ese momento le robé el rifle y salí corriendo cubriéndome entre cajas de metal, los guardias seguían disparando hacia Urodian, éste huyó entre los tejados, los guardias dejaron a Rorik atrás y lo siguieron hasta el almacén de BlackLake donde éste finalmente se escondió a salvo.

Cuando vi que la situación se calmó fui hacia Rorik y le pregunté si estaba herido, él cómo siempre me sorprendió con sus brutales técnicas de medicina de campo, sacándose un proyectil con su cuchillo y aplicándose el vendaje necesario. Los guardias vinieron hacia nosotros y nos dijeron que soltásemos las armas, no opusimos resistencia alguna y fuimos saliendo poco a poco hasta que pudieron vernos. Nos rodearon y nos llevaron hasta los cuarteles de la guardia Kezz. Una vez allí, comenzó nuestro interrogatorio donde nos preguntaron si estábamos relacionados con lo ocurrido, respondimos al unísono que si estábamos relacionados. El guardia interrogador continuó y nos preguntó la versión de los hechos, Rorik le dijo que estábamos investigando un caso y al llegar a los astilleros nos separamos para encontrar a dos willosaurios fugitivos. El interrogador prosiguió con sus preguntas, esta vez respondí yo a la pregunta de si actuamos en defensa propia o iniciamos el ataque. Le dije al interrogador que al menos yo actué en defensa propia cuando vi que Urodian disparó hacia Rorik. Rorik se sorprendió de mi aclaración y dijo que a él le atacó Holden con una granada al verlo, que se cubrió tras unas cajas de metal dañadas y Holden le disparó con su arma preferida, XIRK Devon VII .30 cal, una bala consiguió atravesar su cobertura y le impactó en la pata izquierda. El interrogador interrumpió diciendo que contada la versión de los hechos como tal, los implicados para bien y para mal, nos conocíamos y por el hecho de que Rorik y yo actuásemos en defensa propia, la única forma de quedar libres de cualquier cargo era contribuir a la ayuda de ciudad capital Sur. Tras ello, Rorik me miró y yo asentí con la cabeza principal. Le dije al interrogador que teníamos una misión más importante, liberar el continente Norte, el interrogador se echó a reír y tras un momento en el que casi ni siquiera podía respirar, se puso serio y dijo que como broma había estado bien y que debíamos hablar en serio. Rorik mas serio aún, volvió a contar su plan de liberar el continente Norte, le contó que tenía un ejército lleno de esperanzas y motivados por la misma causa y que el simple hecho de pronunciar continente Norte les provocaba una furia incontrolable y que estaban sedientos de castigar con gran venganza y furiosa cólera la degradante situación que allí existía. El interrogador se mostró interesado y escuchó atentamente. Rorik terminó diciendo que por ese motivo seguían a esos dos fugitivos y que tal vez el hecho de haberlos seguido causó problemas a algunos guardias Kezz en el Puente y a algunos mercenarios.

El interrogador impresionado, habló en voz baja y le dijo a Rorik que cabía la posibilidad de que ciudad Capital Sur le apoyara en aquella cruzada si, y solo si, conseguía solucionar el incidente del astillero y dado que íbamos en grupo, nos dijo que le daba igual cómo cumpliéramos la misión. Salimos de aquella sala, y volvimos hacia el astillero, nuevamente nos encontramos a aquel extraño individuo que nos encontramos al salir de la cantina y nos dio dos dispositivos de sigilo. Rorik sin saber si podíamos confiar en aquel willosaurio, lo cogió, y con la misma delicadeza que demostraba tener cuando se sacaba proyectiles de escasos q de su cuerpo, lo agarró con la boca secundaria, si olvidarse de vendarle la boca previamente, lo llevó hacia un almacén abandonado, allí cambió su modo de actuar y le dijo que si sabía cómo vencieron los miembros del Partido en el continente Norte. Aquel willosaurio asustado dijo que no, y fue entonces cuando Rorik le dijo que sencillamente fue asesinando, torturando, intimidando y aterrorizando, y que eso era lo que iba a hacer con él. Hubo un silencio en el que pude pensar con claridad, me pregunté si sería la droga que Rorik tomaba o si realmente era su aversión por el continente Norte. Rorik se giró mirándome fijamente con esos ojos blancos que se tornaron en un rojo furia. Continúo hablando con aquel extraño y le dijo que iba a dejar pruebas de esa crueldad, no solo en él, sino en los cuerpos de sus hermanos de modo que nunca serían capaces de borrar tales imágenes tan aterradoras, que además su acondicionamiento genético facilitaría para que todas las generaciones sintieran aversión por aquellos soldados y para que temieran, por y para siempre, aquella cruzada. En ese momento, cerré los ojos, y cuando escuché las palabras de basta, por favor, se lo suplico y noté como el ambiente olía un poco a cable quemado, los abrí y fui yo quien le dijo basta a Rorik, él paró. Se giró hacia mí y me dijo que ya iba siendo hora de que me decidiese por un bando, que ya iba siendo hora de elegir entre unirse o acabar como aquel willosaurio. Yo le respondí que si esa noble causa que defendía quería diferenciarse del comportamiento del Partido, debería evitar justificar los medios en función del fin. Aquel willosaurio agonizante, me dio la razón y se presentó diciendo que era un cazador de recompensas llamado Threnton que trabajaba en labores de espionaje para el continente Norte, y que su única misión era recopilar información.

Rorik, que seguía enfurecido, le preguntó cómo era posible que el continente Norte se acondicionaran genéticamente cazadores de recompensas. Threnton le dijo que realmente no trabajaba para el continente Norte sino para una entidad del continente Norte. Rorik, seguía sin creerse nada de lo que Threnton decía, fue entonces cuando interrumpí aclarando que Urodian me había dicho que había una sección de BlackLake que seguía defendiendo su misión inicial, es decir, por la cual fue fundada en el continente Norte. Rorik le preguntó a Threnton si sabía algo de esa sección dentro de aquella empresa. Threnton dijo que sí, que su sede estaba en los distritos subterráneos de Ciudad Capital Norte y que nada tenía que ver con la actual BlackLake. Rorik le dio las gracias a Threton, pero consiguió atemorizarlo, le dijo que lo prometido es deuda tenía que culminar su trabajo y que le recomendaba tomarse una pastilla de Morpheo y que luego no recordaría nada, cuando quedó dormido, cerré los ojos, y cuando rorik me dijo que había acabado, los abrí, y como si fuera un río la sangre típica de un willosaurio se ramificaba en el suelo como si fueran afluentes que salían de un lago, y aquel lago situado en la espalda de Threnton estaba decorado con un escudo perteneciente a la causa que Rorik me dijo que defendía, aquello era una obra de arte manchada en sangre. Tras algunos minutos en los que tardé en recuperarme de aquel impacto visual, Rorik me volvió a dirigir la palabra y me enseñó el panel de datos de Threnton y en él encontramos unas notas que daban la situación de las oficinas donde estarían Urodian y Holden, y lo más importante tenían un transporte ligero para salir de allí si la situación empeoraba. La situación de aquel lugar había estado delante de nuestras cabezas en todo momento, la propia cantina de Juuab. Fuimos a dar un aviso a las autoridades pero debían recordar que estábamos en una misión de cazadores de recompensas y la intervención de las autoridades, aunque los objetivos de ambos fueran el mismo, no debían de relacionarse. Dimos la orden de que esperasen atentos vestidos de civiles en la cantina mientras Rorik y yo, entrábamos por una puerta trasera, cuando ya habíamos entrado desde una entrada que había desde los astilleros hasta la cantina tras la cual había una puerta a un pequeño almacén, Rorik me recomendó que me pusiera una máscara anti-gas. En ese momento, sacó un bote de Xien y me explicó que en altas concentraciones produce sueño pero antes provoca mucho dolor que la mente asimila como físico pero solo son alucinaciones como las que tuve en la base secreta de aquel inmenso lago.
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