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Prólogo: El comienzo de Dor.

Escribe la historia de tu especie, desde sus inicios hasta las aventuras galácticas.

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Prólogo: El comienzo de Dor.

Notapor Gurundu » 16 Jul 2009, 20:41

Bueno, antes de irme a Córdoba por dos semanas, a disfrutar de una hermosa naturaleza, dejaré este relato escrito que continuaré y vaya que lo continuaré...si no entienden algo o quieren más información yo diré: a no preocuparse :P que todo llega en su debido tiempo y la información sobre las razas también llegará a su debido tiempo ;) pero por ahora, un relato, sólo un relato...bastante corto, a decir verdad, pero bueno, prefiero cortarlo de esta manera que hacerlo unas siete hojas más largos y cortarlo...el próximo será muchísimo más largo.

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Prólogo: Bebidas y especia roja.

- …Fue interesante aquella relación que tuve, no puedo negarlo…claro está que nunca me gustaron las simionas, demasiado gruesas…pero entenderás que era joven y me gustaban las aventuras exóticas…me acuerdo que después de ella me establecí con una de nuestra raza y hasta el día de hoy estoy con ella…aah…no hay nada como una buena mozegann… ¿Y tú, niño-Dor, tuviste ya algún tipo de relación con alguien?
- No.
- Me lo imaginaba, todavía tienes el rostro de alguien joven e inexperto…pero bueno, te daré ciertos consejos cuando te establezcas con alguien: primero tienes que…


El resto lo ignoró: no tenía tiempo para idiotas de su raza que se creían rompecorazones cuando tenían que estar ocupados transportando la especia roja. Según Cornz-ban-Zeck, aquél pobre diablo que seguía hablando como si hubiera estado con cada hembra del universo, no había que preocuparse de que piratas los asaltaran ya que era la típica especia roja que hasta el más pobre podía tener a mano. Pero eso no lo pensaba Enz-dor-Nezar, un joven mozegann que empezaba a trabajar por primera vez en el negocio del transporte de especia. Para él aquél trabajo le significaba una oportunidad muy grande, la oportunidad de vivir medianamente bien en una galaxia dura, demasiado dura…sobre todo con él. Por esa razón, no iba a dejar que la desvalorización que hacía su insoportable compañero de viaje sobre aquél trabajo le afectará.


- ¿A dónde vas, niño? – preguntó Ban interrumpiendo la lista de consejos sobre relaciones que le estaba dando al joven Mozegann por que esté se había levantado súbitamente.
- Voy a revisar el cargamento – dijo mirando algo irritado la ventana que daba al espacio obscuro y silencioso.
- No tienes por qué ser tan desconfiado, niño-Dor, tómate este trabajo con calma – dijo el mozegann balanceándose en el asiento de mando mientras le lanzaba una mirada bonachona: resultado de aquella nueva bebida confundente* que se estrenaba en el planeta-capital de la república mozegann.


Dor ignoró aquellas palabras, mientras se dirigía a la sala de carga y pensaba “Y tú no tienes por qué ser tan irresponsable”. El joven mozegann se podía describir con aquella palabra…”desconfiado” y”extraño”….claro que él mismo se definía “previsor” y “excéntrico”. En apariencia física, Dor era un mozegann muy poco clásico: En primer lugar,la piel de un mozegann es aspera y de color ceniciento, pero su piel era mucho más oscura. En segundo lugar, todos los Mozegann vestían reglamentariamente con retazos de ropa que tenían forma de Las Cuatro Cruces Sagradas (dos en los hombros, una en el pecho y otra en ingle), dos protectores en los hombros y en las rodillas (partes extrañamente débiles en los mozegann) y unos lentes filtradores de luz. En cambio, Dor consideraba impúdico llevar tan poca ropa, más aún en una religión en la que él no creía, por lo que utilizaba unos pantaloncillos hechos de hojalata (cosa que no le molestaba a pesar de ser metálico) y un gran trozo de un material duro y negro que colgaba de su cuello y le llegaba hasta el pecho. A estos extraños ropajes (para los de su raza) se le sumaba un gran sombrero de capitán, viejo, zaparrastroso y desteñido hasta llegar a un gris azulado. Todo en él era extraño, hasta en palabras: respuestas vacías, cortas, silenciosas…como si la propia nada las hubiera respondido en vez de él…


- Veamos… - dijo Dor mientras suspiraba arrodillándose entorno a una de las cajas rojas de miles que había ahí, todas con el clásico símbolo de las especias.


El estar en el depósito de especias significaba estar sufriendo efectos extraños por aquellos aromas: desde relajarse al punto del sueño hasta llorar por culpa de un fuerte olor. La especia roja, en especial, soltaba un olor fuerte que hacía picar las fosas nasales. “Es esto o estar con Ban” pensó el mozegann rascándose la nariz mientras terminaba de contar una de las grandes pilas de cajas de especias “Una de trescientas cincuenta…faltan trescientas cuarenta y nueve más”. Sin poder evitar lanzar un bostezo parecido a los de un Ocelonte, se acostó en el frío y metálico suelo de la nave mientras miraba un techo que estaba entre el gris sucio y el plateado pulcro…recordaba la primera vez que había subido a una nave espacial…aquellas moles de acero u otro metal bien formado, de colores entre el gris manso, el siniestro negro, el puro blanco…o el carmesí…el horrible carmesí…


- ¡DOR! – gritó Ban.


El joven mozegann abrió los ojos rápidamente, asustado por los repentinos pensamientos a los que se había sumido y por la reacción que podía tener su compañero de trabajo que lo había despertado “¿Le dirá a nuestro jefe que me dormí? Oh, no…no puede ser tan… ¡Tan de esa manera! ...¿O sí lo hará? Podría decirle a nuestro jefe que él había ingerido bebidas confundentes en la nave y…no…no soy así…y nos echarían a los dos…”


- ¡DOR! – Volvió a gritar Ban sacudiendo los hombros de su compañero. Dor ajustó su órgano ocular antes de sus pensamientos y logró ver su alrededor: era la misma sala de carga, con los mismos contenedores de especia roja que antes, pero una luz rojiza inundaba el lugar junto con un sonido ensordecedor: eso solamente significaba una cosa…
- ¿Piratas? – preguntó el mozegann, frunciendo el ceño y volviéndose a poner su sombrero viejo que se le había caído.


El otro mozegann no podía hablar: estaba temblando de garras a cabeza y apenas le salía un balbuceo indescifrable “Es inútil” pensó Dor mientras se volvía a parar. Dio dos pasos cuando la nave, junto con una explosión, comenzó a balancearse con violencia haciendo caer al joven mozegann.


- Cr-cr-cre-o-o que son p-p-pir-piratas – tartamudeó Ban, sudando sin parar –D-dejé la n-n-nave en p-p-pi-piloto au-au…
- Automático y fuiste a ver cómo estaba. – completó Dor. El otro mozegann asintió.


Dor sintió unos grandes impulsos de golpear la cara de Ban contra el piso metálico: ¿En qué cabeza existía la idea de dejar en piloto automático la nave en pleno ataque pirata? El joven mozegann suspiró con fuerza, tratando de tranquilizarse. Una vez más tranquilo, volvió a hablar, con severidad y frialdad.


- Cornz-ban-Zeck, ve de inmediato a la sala de control y dirige la maldita nave hacia el planeta más cercano.


Sin esperar a ver a que el otro mozegann se levantará, Dor se fue del depósito hasta los pasillos interconectores y abrió una pequeña escotilla que se encontraba en el cruce de los cuatro pasillos. En ella había una escalerilla que daba hacia la única torreta que había en la nave. El joven mozegann suspiró otra vez y se metió en ella.


Haciendo que las articulaciones de sus garras sonaran, Dor tomó los controles de la torreta. Sentía miedo, ya que era la primera vez que tomaba un arma entre sus garras. Pero se armó de valor y ajustando la mira, buscó la nave pirata. Al verla, inmediatamente comenzó a temblar. Trató de decir algo y escapar de aquella torreta, pero una parte de él no podía. Sacándose los lentes filtradores de luz de manera temblorosa y mostrando unos ojos de color esmeralda pudo pronunciar:


- ¿G-groxs?


*Las bebidas confundentes o mareantes son unas nuevas bebidas a base de combinar especia amarilla con azul (y fermento de estas con ciertos granos) con un ligero gusto ácido y bastante amargo, pero con cierta textura que resulta placentera en la mayoría de los seres vivos adultos. Estas bebidas, en exceso, hacen que la persona comience a marearse, hacer tonterías y desmayarse hasta despertar con un gran dolor de cabeza. Son parecidas a las bebidas "alcohólicas" de un mundo lejano y habitado por primates evolucionados pero menos nocivas a la salud.
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Bueno, parte "0" de este relato y prometo continuarla...ah, si, por favor, críticas, botellazos, huevos podridos, misiles: tiren lo que quieran, aunque sea muy fuerte, pero que, por favor, sea constructivo así puedo mejorar ^^

Sin más que decir (creo), nos vemos en dos semanas ^^
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Re: Prólogo: El comienzo de Dor.

Notapor fercholink » 16 Jul 2009, 21:47

jaja tirar un misil :lol:
whoww! que completo, eres escritor :?:
no puedo criticar o almenos no hasta ser perfecto y falta mucho.. :oops:
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