¡Buumboscada!Entonces de repente se abrieron las compuertas y un ejército de aquellas extrañas criaturas moradas (que según la nave se llamaban Dófilos) entró en la nave, ni uno solo en el exterior, mientras Ak´Kakn y los supervivientes miraban a la nave desde una colina, ésta explotó catapultando miembros Dófilos que cayeron por todo el cráter del arretizaje creando un agradable espectáculo a ojos Anakenses formado por brazos, piernas y cabezas moradas.
Ak´Kakn decidó buscar signos de civilización en el planeta, y tras un alrgo recorrido, encontraron a unos seres morados con forma de reptil, iban a atacarlos, pero uno de ellos emitió una serie de sonidos similares al Anakense antiguo.
-Mi nomb e Damnus, dela rahza D'kir, nos en peligro.
Ak´Kakn tardó poco tiempo en aliarse con aquellos seres morados, cada día que pasaban, más se unían a su causa y abandonaban la esclavitud que sufrían por los Dófilos para empezar la búsqueda de la venganza. Damnus le contó que ellos antes eran verdes, y que el planeta antes era muy distinto, le contó
una historia impresionante y después le dijo que tras ser esclavizados por los Dófilos, habían estado espreando la llegada de un héroe que pudiese hacerse cargo del Roboscarabajo, el Roboscarabajo era un extraño artefacto que poseía a una persona con una meta clara en su vida, y que le otorgaba un poder impresionante a cambio de su vida, que era consumida cuando el portador cumplía su meta. Al principio esto a Ak´kakn le asustó, pero después comprendió que su misión era acabar con los Dófilos para que Dakires y Akanenses pudiesen convivir en paz en aquel extraño planeta.
Después de organizar al ejército, Ak´Kakn, Damnus y unos cuantos soldados Dakires y Akaneses partieron hacia la Gruta del Destino, que era dodne se encontraba aquel misterioso artefacto.