7 – La Nora Noxian (2 /3)
- Del año 191 n.A. al año 239 n.A. -
Empezó buscando en el bosque. Lo exploró durante varios años (era un bosque enorme), pero no encontró a Volgan. Él estaba convencido de que, si Volgan llegó a estas tierras, debió quedarse en alguna de ellas (el valle, la llanura, el bosque...), pero que no continuó más adelante, hacia el desierto. Con esta idea, Alleba salió del bosque para inspeccionar la llanura. Esto era más difícil, pues la llanura podía ser, perfectamente, 4 veces más grande que el bosque. Tras muchos años de búsqueda, decidió abandonar la llanura y buscar en el valle. El valle era más pequeño, pero aun así podía llevarle varios meses explorarlo en profundidad. Pero no se desanimó, seguía decidido a encontrarle para salvar a su tribu.
El valle era un lugar paradisíaco: una imponente cascada lo cortaba en dos partes, una arriba y otra abajo. La vegetación era abundante, y gran cantidad de animales (la mayor parte desconocidos para Alleba) campaban a sus anchas por él. A Alleba le encantó la belleza del lugar, y se preparó para asentarse allí. Pasaron semanas, pero Volgan no aparecía. Alleba empezaba a perder la esperanza, y a veces se planteaba dejarlo y volver a la aldea. Pero enseguida se le borraba esa idea de la cabeza, no podía rendirse, pues eso significaría la victoria de Noxis y más sufrimiento para su pueblo.
Una mañana estaba recogiendo fruta para comer cuando fue atacado por un Avicoa. Alleba no sabía nada de esa criatura, el doble de alta que él. Presa del miedo, salió a correr. Corría y corría, pero el Avicoa era muy rápido. Para mala suerte de Alleba, este tropezó con un tronco y cayó al suelo, lo que permitió al Avicoa alcanzarlo. Alleba no sabía que hacer, presentía que había llegado el final. Cerró los ojos de puro terror, cuando escuchó un sonido. Un segundo después, el Avicoa estaba chillando de dolor: alguien le había disparado una flecha. Alleba se incorporó.
Volgan – ¡APÁRTATE, ALLEBA!
Volgan disparó otra flecha y el Avicoa huyó maltrecho. Alleba estaba totalmente paralizado, por el miedo y por la emoción.
Volgan – ¿Qué haces aquí?
Alleba – Llevo años buscándote, ¿sabes?
Volgan – ¿En serio? ¿Y por qué me buscabas?
Alleba le contó todo lo que estaba pasando en la aldea. Volgan se mostraba furioso.
Volgan – Maldito Noxis. Esto se acabó, voy a acabar con él. ¿Sabes como volver?
Alleba – Sí. Pero tardaremos meses, puede que hasta años en llegar.
Volgan – Eso es si fuéramos a pie, pero gracias a ThunderWolf y sus amigos tardaremos bastante menos.
Alleba – ¿ThunderWolf?
Alleba estaba tan impresionado por el encuentro con su viejo amigo que ni siquiera se había fijado en la enorme bestia que iba a su lado. Era parecido a un lobo, pero del tamaño de un rinoceronte. Su tamaño y su increíble velocidad lo hacían perfecto para montar en él (como un caballo). Y además, había otros cuantos de estas criaturas detrás de ellos, que al parecer, también iban con Volgan. Esta especie es Ray Extreme, conocida como Raydae. Los Amnidae de la zona (los Amnidae estaban esparcidos por todo el continente, aislados unos de otros) llevaban cientos de años usándolos como montura. Alleba consiguió montar en uno de ellos y ambos se pusieron en marcha de vuelta hacia la tribu.
Avicoa
Raydae