por Surten de Soita III » 13 Jun 2010, 15:29
Capítulo 3
Allí estava, de pié delante de mi, mirandome, con sus oscuros ojos, estava totalmente negro con algunas partes amarillas en su piel, excepto por eso, era totalmente negro. Ninguno se movió durante unos minutos, hasta que este se acercó a mi corriendo, pero no me quedé quieto mirando como me dañava, le ataqué, le dí un puñetazo al dragón puesto que no tenía nada más con qué atacar, el se lanzó para atrás y durante unos pocos segundos se quedó quieto nuevamente. No sabía que hacer, pero estava seguro de que no me quedaría quieto, cuando quize volver a darle un puñetaso el escapó dejandome solo, con la estatua detrás, no sabía que hacer, me puse a contemplar la estatua, allí havía una inscripción, la leí y ponía:
"No podrás salvar al rey esta vez,
a no ser que quieras morir por el,
al viejo castillo tendrás que ir,
y las rojas esmeraldas tendrás que conseguir,
pero ten cuidado,
porque unos horibles bicharracos
te estarán vijilando"
El rey dragón me havía hablado de un viejo castillo en el que habitava el antiguo rey, pero no sé a que se refería con lo de horribles bicharracos. Así que fuí hacia el viejo castillo, pasaron unos minutos hasta que por fin divisé la punta del castillo, fuí corriendo hacia ella, la puerta estava abierta, entré, subí unos pisos, y cuando terminaron las escaleras, allí estava, un bicho tan horrible como la misma muerte, tenía un tipo de capa, no tenía piernas. Sus manos estavan como huesos. Le miré la cara, pero no tenía o no se le veía, porque debajo de su capucha estava muy oscuro. Esa criatúra me mirava, no tenía ni idea de que hacer, ací que ice lo que mejor se me dava, correr. Además de ser feas, esas criaturas eran lentas por que las perdí de vista unos segundos después. Corrí tanto que tuve que pararme a descansar, miré para los lados, y allí estava las esmeraldas rojas, las cojí y sentí como si mi cuerpo se separara, cuando me quice dar cuenta, estava dentro del castillo del rey dragón. Las esmeraldas empezaron a brillar más cada vez que los acercava al rey dragón, las piedras de la estatua se separaron del rey y fueron hacia la esmeralda que hizo lo mismo que la estatua. El rey se havía salvado una vez más gracias a mí.
Continuará...
esta vez si que he detallado.