Capitulo 5: La nueva tierra - Código: Seleccionar todo
Llevo tiempo sin pasar por aqui asi que mi talento(casi nulo) literario se ha liberado de golpe en un capitulo mas largo de lo normal
Amer tenía 136 años y entonces se produjo un gran descubrimiento. Los korae, siempre hasta esa fecha habian pensado que ellos vivian en el gran continente, una única masa de tierra rodeada por islas que flotaba sobre el mar infinito.Entonces, una expedición marítima que estaba buscando nuevas islas aptas para establecer en ellas nuevas colonias, avistó tierra, mucha tierra. Asi que llegaron los marineros y soldados de la expedicion a la conclusion de que eso no era una isla y que realmente se habian extraviado, navegado en círculos y vuelto al grán continente.
Rodearon la costa, en busca de algun asentamiento o pueblo costero para avisar al rey Amer de que la expedición no había sido fructífera, pero no encontraron ningun lugar poblado. El cápitan de la expedición, que se llamaba Ehar, revisó los mapas y las rutas que había trazado en el mismo.
Habían navegado hacia el este cuando, de repente, habian avistado tierra. No había error posible de medición, solo habia dos posibilidades, la primera era que habían descubierto una nueva tierra y la segunda posibilidad era que la tierra tenía forma cilíndrica, pero eso era imposible a ojos del capitan, era la mayor estupidez jamas concebida.
El capitán Ehar llamó a uno de sus soldados:
-Ven aquí- dijo el capitan a uno de sol soldados.
-Si señor, ¿Que quiere, señor?
-Vas a bajar conmigo a explorar este terreno- dijo Ehar.
-Pero... Señor, que sentido tiene explorar nuestro propio hogar -replicó el soldado- Esta claro que esto no es una isla, hemos vuelto a casa y...
-¡No me repliques soldado!,¡Bajarás o se te acusara de insubordinacion!
-Si señor, perdone, señor
Ehar y el soldado bajaron a tierra y se internaron en un bosque. Caminaron durante horas marcando el camino de vuelta pero no encontraron ni un solo indicio de presencia korae. Llegaron a un muro de piedra en el que se abría un estrecho barranco en forma de grieta. Era el lugar mas siniestro que Aher había visto, oscuro y de paredes escarpadas, ni un rastro de vida animal o plantas.
-Soldado, ¿Como te llamas?-pregunto Ehar.
-Me llamo Varack, señor-respondió el soldado.
-Dejate de formalidades.Varack,¿Eres miedoso?
-No señor-respondió el soldado con un poco de duda
-Estupendo -dijo Ehar al tiempo que señalaba la grieta- porque vamos a meternos por ahi.
Llevaban caminando un rato, asustados ya que la grieta estaba plagada de esqueletos de animales muertos cuando derrepente la grieta se abrio por un lado y fue a dar a un acantilado. Ehar y Varack quedaron boquiabiertos, a los pies del acantilado había un rio, y más allá un vasto valle sin rastro de seres inteligentes.
-Esta claro que hemos descubierto un nuevo continente.-dijo Ehar asombrado- Venga, es hora de volver al barco.
Varack miró la grieta a su espalda, era el sitio al que menos quería volver, pero todo con tal de volver a casa y comunicar a todos el descubrimiento.
Caminaron otra vez por la grieta, atentos a cualquier peligro. De pronto, la luz del sol disminuyó durante un momento. Varack y Ehar miraron al cielo y solo llegaron a ver una sombra que se interponía entre ellos y el sol y luego desaparecía. Acudieron a la mente de Varack leyendas de hace miles de años que contaban cosas sobre bestias gigantescas y aladas, cubiertas de placas oseas que ninguna espada podía penetrar y fauces llenas de un veneno mortal.
Varack sacó su daga
Guarda eso soldado-ordenó el capitan-, seguramente solo fuera un pájaro.
Ehar intento tranquilizar al soldado aunque en el fondo estaba tan asustado como él.
Salieron de la grieta y llegaron al bosque. Varack suspiro aliviado, pero de pronto un gran estruedo los alerto y al mirar a su espalda vieron como una bestia voladora con exoesqueleto y una espuma morada goteandole de la boca caia desde el cielo hasta el lugar donde ellos habían estado hace un momento. Varack y Ehar no dudaron un momento y hecharon a correr en la direccion donde pensaban que estaba el barco mientras la bestia alada corría tras ellos situándose más y más cerca.
Llegaron a un acantilado desde el que se divisaba el barco abajo, en el agua, no habia tiempo de descenderlo pues la bestia se les hechaba encima.
De pronto Ehar grito:
-Plan B
Agarró a Varack y saltó al vacio desde el acantilado, ambos desplegaron sus alas e intentaron volar hacia el barco mientras la bestia enfurecida los perseguia volando torpemente y escupiendo bolas de veneno que los dos korae lograban esquivar por escasos centímetros.
Los soldados del barco no perdieron tiempo en sacar sus arcos y disparar con escasa precisión a aquel monstruo. Entonces la bestia bajo a la cubierta y empezo a matar a todo el mundo y a destrozar el barco ignorando a Varack y a Ehar, que habían llegado a la barca de desembarco y escapaban en silencio.
Varack contemplo en silencio como el barco se undía mientras Ehar manejaba el pequeño bote, impulsado por un rudimentario motor a reaccion de especia roja.