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Paso a paso

Escribe la historia de tu especie, desde sus inicios hasta las aventuras galácticas.

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Paso a paso

Notapor Ticuul » 19 Feb 2012, 01:35

Estermia era un planeta salvaje. En el que habitaban varias especies.
Una de estas especies son los Ascaris, voraces cazadores. Eran lo suficientemente inteligentes para organizarse en tribus y además dominaban el fuego. Era cuestión de tiempo para que se volvieran los amos y señores de toda Estermia.
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A pesar que la vida era buena, ya que abundaban las fiestas y las comidas, también había desgracias. Enormes criaturas azolaban todo a su paso.
Para los chumarak, la bestia que los aterrorizaba era Tecu.
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Dormia a la intemperie sin ningún temor, confianzo en su magnánima fuerza. Nadie en su sano juicio lo enfrentaría, o al menos, no sobreviviría.
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Chil, era el mas joven Ascaris, de los Chumarak. El estaba predestinado a ser un Heroe.

Esa tarde, una partida de caza llego corriendo. Tecu los había atacado y por milagro sobrevivieron. EL precio, además de las muchas heridas que tenían, era el botin de la caza…no pudieron traer nada. Chil furioso, convencio al resto de la tribu, de ir por la bestia. Ellos eran los poderosos Chumarak y ninguna bestia tenia derecho a dejarlos sin comida.
El joven áscaris, encabezaba la marcha y cuando divizo al monstruo, al grito de justicia arrojo su lanza con letal puntería. Acto seguido todos corrieron para atacarlo con cuchillos, hachas y lanzas.
Ese dia paso lo impensado. El símbolo del poder de la naturaleza, la gran TECU fue abatida por los Chumarak sin ninguna perdida. El cadáver, tenia mas comida, de la que jamas habían visto.
Tuvieron que realizar varios viajes, para transportar toda la comida. Hubo festejos, ya que serian tiempos prosperos. Alrededor del sagrado fuego del centro, se bailo, comio y bebio hasta que nadie quedara en pie. En un futuro lejano, este dia seria conocido cmo el dia 1 de la era Troll.
Sin el temor de un ataque de Tecu, los chumarak se aventuraban mas lejos y por mas tiempo, en las llanuras del Babs. Paso casi un año, antes de hacer contacto con otras tribus.
La mas cercana era la de los Lavbrio. Estos agresivos pigmeo, no vieron con buenos ojos, a los extraños que cazaban en sus tierras. El hecho de que eran tan diferentes, empeoraba aun mas las cosas.
Varias veces estuvieron al borde de la guerra. De no ser, por que estaban lejos de casa y eran pocos, hubieran optado por esa opción antes de retirarse como cobardes. Al final decidieron evitar esta zona, total tenían todo el este para ellos y la costa del mar. Hacia el este se toparon con otras tribus, pero estas eran de Ascaris como ellos y era mas sencillo congeniar y hacer trueque.
La comunicación era un poco complicada, por que hablaban en diferentes idioma, pero pronto hubo personas que hablaban los 2 dialectos. Gracias a esto se enteraron de 2 tribus mas, al este.
Como estaban muy lejos,los chumarak decidieron comerciar únicamente con su vecinos mas próximos, los Tao Ze.
El tiempo pasaba y Chil ya era un Ascaris adulto. La vida se desarrollaba relativamente en paz, con viajes hacia el este, para comerciar y conseguir alimentos exóticos o materiales valiosos. Ocasionalmente había incursiones de los Lavbrios o animales atrevidos que entraban a la aldea.
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Sin embargo, el dia del Venido, como será conocido en adelante. Algo bajo del cielo, hacia el mar, pero no callo. Màgicamente se mantenía en el aire a buena distancia. Los pescadores Chumarak que los vieron, relataron como, con un atronador sonido cruzo por arriba de la aldea, muy veloz. Luego volvió a dar un rodeo y se fue hacia el Oeste.
Pea, la adivina de la aldea, dijo que eso era una señal de los entes de la creación. Era momento de quitar una dolora espina. Según lo que ella había percibido, el héroe debería conseguir su emblema de poder y con ella, los dirigiría a una victoria segura.
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Re: Paso a paso

Notapor Ticuul » 21 Feb 2012, 03:18

Capitulo 2: Buscando inspiracion


Chil abrumado por la nueva responsabilidad, decidió salir en busca de sep, la delicia culinaria preferida de su gente. Este pequeño y delicioso ser, era muy escaso, así que su viaje seria largo y le daría tiempo de pensar como conseguir una nueva arma, que a su vez sea un emblema del poder Chumarak.
Se fue bordeando Nao tenm Di, el lago. Cazando los típico Nokers de la zona.
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Pasaron días, antes de que viera el desierto, que era el límite de las tierras conocidas por su gente. En el borde de estas estériles tierras, se topo con una fiera. Armado solo con un hacha, y tomado por sorpresa, se encontró en un aprieto de vida o muerte. El primer embate de la criatura dio en el blanco y el Ascaris, no pudo mantenerse en pie. Por puro instinto, atino a golpear con su cabeza, la cabeza de su agresor, lo que evito que esa mortífera mandíbula se cerrara en su cuello.
Había quedado desarmado y en una posición totalmente desfavorable. Solo se mantenía vivo, por que el cabezazo, aturdió momentáneamente al Tera nale y alcanzo a liberar una mano, que ahora sujetaba el cuello de la bestia y la mantenía alejada, por el momento. Veía con desesperación las centelleadas de miles de dientes, que intentaban triturarlo, cosa que probablemente ni le costara esfuerzo. Empezaba a ver su vida pasar ante sus ojos. Sus primeros pasos, sus padres, amigos y enemigos, desfilaban en su mente. Cada acción que había hecho… Las mordidas que en juegos, le daban la victoria de pequeño…
¡Eso es!... MORDIDAS. Pensó.
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Los áscaris eran totalmente carnívoros y poseían un hocico armados de miles de filosos dientes. Tenía una pequeña oportunidad.
Tiro la cabeza para atrás y busco donde esta su arma. Se encontraba a varios pasos de él, donde había caído. Aun sin cometer ningún error, había pocas chances de que llegase a tomarla. Además, al darle la espalda a la criatura, esta podría dar con comodidad, la fatal mordida.
Pero si no hacia nada, también moriría. Bruscamente le quito la mano del cuello y la puso en el suelo, para poder hacer fuera. Estirándose lo máximo que pudo llego a una de las patas delanteras del bicho y mordió con todas su fueras a la vez q cerraba los ojos esperando la devolución. Sintió que el peso del animal aflojaba. No titubeo, sabía lo que tenia que hacer y cada segundo era sumamente importante. Se agito frenéticamente y cuando el … desestabilizado, apenas ponía peso sobre el, se apartó rodando hacia un costado. AL quedar boca a bajo, afirmo pies y manos y esprinto hacia el arma.
Escucho el atroz bufido, con mezcla de chillido que lanzo el depredador. Sabia que se estaba afirmando para darle caza.
Pocos centímetros separaban su mano abierta, del hacha trivial. Se dio cuenta que no iba a llegar. Entonces llego el impacto de la bestia, al alcanzarlo en pleno salto. Su cuerpo no pudo resistir el nuevo envión, ni siquiera lo intento. Empezó a girarse para ver a la bestia de frente. Pero su mano, no había renunciado, a su anterior orden y en el último segundo, sintió el tacto de la madera. Lo asió con firmeza y aprovechando la torsión del cuerpo, impulso el arma de costado.
El tiempo parecía transcurrir en cámara lenta. Veía la fauce abierta, acercarse, abarcando toda su cabeza. Percibía el peso del arma cediendo a la inercia y ganando velocidad y potencia.
Quizás había un Dios mirando en ese rincón del universo, o quizás no estaba en su destino morir aquel día. Chil lo ignoraba, pero lo que si sabia, es que había hecho lo imposible. Había sobrevivido.
Estaba de costado, mirando al cráneo partido, del animal, yacer a su lado inofensivo.
Estuvo tirado en esa posición varios minutos, quizás horas. Recuperando el aliento, por el esfuerzo. Calmando su mente de la situación critica.
Entonces las ideas vinieron mas claras. Él era mas habilidoso con las lanzas, pero un arma cuerpo a cuerpo, podía ser mas devastadora. La respuesta era fusionar estas armas y Chil, ya tenía una idea de como hacerlo.
El futuro ahora se veia brillante y Chil sonreia mientras miraba al horizonte
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Re: Paso a paso

Notapor Ticuul » 23 Feb 2012, 17:33

Capitulo III.

El obsequio

Descanso un buen rato y cuando se incorporo, sintió una ráfaga de aire caliente y seco. Era el desierto que se quería hacer notar. Pocos Chumarak habían osado a meterse allí y aseguraban no querer volver. Calores insoportables con un viento seco, era lo que le esperaba a quien se internara en esas tierras. Ni siquiera hierbas crecían por allí. Definitivamente ese lugar, no estaba hecho para los Ascaris, pensó Chil, que en ningún momento había planeado cruzarlo. Tenía un plan para conseguir el arma de la profecía, pero según la tradición se le debía hacer un regalo a la adivina, a modo de agradecimiento. No podía volver sin el Tiflo que había prometido. Sabia que estas criaturas vivían cerca del agua, pero que en las costas del desierto, no había nada. Solo le quedaba una opción. Seguir avanzando hasta que el desierto terminara y rodearlo, para volver a llegar a las orillas del Nao tenm Di. Reviso sus provisiones, recargo sus 2 odres con agua fresca y se puso en marcha, con el desierto a su izquierda. 2 días completos, pudo avanzar sin detenerse a cazar. Iba a un buen paso ya que no había mucho para ver o, al menos no, cosas que un Ascaris quisiera ver. Cuando estaba finalizando el tercer día, vio un pequeño monte.
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A su espalda veía venir a una tormenta, así que un monte seria un buen refugio. Además aprovechando que iba a tener leña, podría reabastecerse de comida. Camino casi 3 horas, para llegar al monte. Ya la tormenta estaba sobre el y los últimos rayos de luz, poco dejaban ver. Acostumbrado a sobrevivir, enseguida se puso a juntar ramas y hojas. Usando un árbol de tronco grande, a modo de pared, ser armo un cubil con ramas que aun tenían hojas verdes. Esa noche llovió, pero a Chil no le incomodo. Sentía los ruidos, de las criaturas de la noche protestar a la tormenta. Sonrió, en su cálida madriguera y se durmió. Se despertó con el alba. El cielo salpicado de nubes, presagiaba un día ideal para marchar. Intentaría cazar algo lo mas rápido posible, para aprovechar al máximo el día y seguir avanzando. Solo agarro el hacha y se dispuso a dar un rodeo, cubierto por los arboles, para ver y elegir a una presa. Una pequeña familia de iuzsus, pastaba relajados, muy cerca del monte. Estos resistentes sexstupedos, eran las presas ideales, de las partidas de caza, ya que con 3 podían alimentar a la tribu entera. Con la carne de una cría tendría suficiente. Uso el factor sorpresa, para asustarlos y evitar que lo enfrentaran. Salió corriendo y gritando lo más fuerte que podía. Los iuzsus espantados, empezaron a huir, pero los pequeños no tenían tanta velocidad y quedaron rezagados. El hacha de Chil voló hacia la nuca de un pequeño, que cayo en el acto. Sin darle tiempo a los padres, de volver a defender a sus crías, se cargo su presa a los hombros y volvió al resguardo de los arboles. Después volvería por el hacha. Entre prender fuego, sacando chispas a las piedras, q tenia para tal fin, y preparar la presa para cocinarla, abría pasado suficiente tiempo para que los vengativos iuzsus se aburrieran de buscarlo, pensó Chil, y fue en busca de su hacha. Al parecer estuvo en lo cierto. No tuvo que buscar mucho para encontrar el arma. Luego de todos los preparativos, volvió a ponerse en marcha. Dos días después, el desierto empezó a retraerse. Así que el cazador Chumarak, manteniendo siempre el desierto a su izquierda, siguió avanzando. Ahora al mirar al desierto veía un relieve irregular lleno de enormes montículos de arena (dunas) que bloqueaban el viento seco del desierto.
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El viaje a partir de este punto, fue mucho más ameno. No tuvo que volver a cazar, ya que se topo con un Tera nale, que estaba transportando una presa. Chil empezó a acosarla tirándole piedras y gritándole. Pero solo conseguía que la bestia caminara más rápido con su preciado botín. Luego de un tiempo, la agotada criatura, dejo su presa en el suelo y decidió enfrentar a ese molesto ser. El astuto cazador, sabia que el carnívoro, estaba agotado, por eso renunciaba a escapar y buscaba enfrentarlo. Un solo golpe de su hacha, bastaría para que renunciara al botín. No se equivocaba, cuando embistió contra el flanco de la criatura y dio un poderoso hachazo, el animal, decidió huir apenas oponiendo resistencia. El viaje duro 4 días mas, hasta que volvió a ver el azul del Nao tenm Di, en el horizonte y que seguía hacia su derecha. La travesía empezaba a ser interminable, así que con el desierto a su espalda, cruzo la planicie hasta chocarse con el lago, ahorrándose varios días. Haciendo unos sencillos cálculos, Chil podía deducir que le quedaban muchos días de viaje, para completar el rodeo al inmenso lago. La noche lo sorprendió antes de llegar a la costa, pero el Chumarak continuo a tientas. Dos horas mas tarde, estaba en la orilla, con sus patas en el agua. Busco un lugar seco y sin mas preámbulos se durmió totalmente agotado. Al otro día, se levanto alterado, por el ruido de una lucha. Se llevo la mano, al mango del hacha y cuando miro, sintió una alegría inmensa. Había dado con los escurridizos Tiflos.


OFF: alguien sabe dibujar? es que no tengo imagenes para el capitulo 5, quizas si tuviera A.G., podria improvisar algunas...necesitaria un dibujo de un ascaris con una bisarma y la otra, es muy dificil para pedirla, intentare yo.
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Re: Paso a paso

Notapor Ticuul » 24 Feb 2012, 20:29

Capitulo IV.

Una idea acabada


Cuando quiso acordar, ya estaba sobre las criaturas. Sin esfuerzo había conseguido este valioso botín. Pero era obvio, por eso eran tan escasos, eran sumamente fáciles de capturar. Era demasiado para que el solo, pudiera cargar ambos cadáveres. Se daría un banquete con uno, guardaría todo lo que mas podía y lo que sobraba lo dejaría de tributo a los antiguos entes. El viaje, ahora totalmente cargado, se volvía mucho mas lento. Iba atento buscando arboles, que le sirvieran para improvisar una camilla, con la que transportar con mas comodidad el cadáver. La carne no corría peligro de pudrirse, ya que la naturaleza había equipado a todos los Ascaris, con 2 apéndices, que salían de la espalda, del cual segregaban un especie moco, que servía para preservar carne en buen estado. Encontró un árbol solitario, alto y fino. Era ideal para la situación. Dejo todo a un lado y se puso manos a la obra. Al final consiguió 2 varillas gruesas y 5 mas finas. Usando las raíces de una hierba de hojas redondeadas, q conocía bien, pudo improvisar una camilla e incluso, dejo preparado un palo para fabricar una lanza mas adelante. Llegando a la segunda semana, vio una partida de caza de Lavbrios. Eso significaba que estaba a 1 día aproximadamente de la tribu, pero también que estaba en problemas si lo encontraban, en especial con una presa. Los Lavbrios, eran de 1/3 del tamaño de Chil, pero en mayor cantidad y conociendo el terreno eran un obstáculo insuperable.
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Busco cobertura entre la vegetación y rogo por que ninguno reparara de su presencia. Al parecer era una partida de caza que estaba apunto de irse. Los nativos, inmersos en los preparativos de la excursión apenas prestaban atención al entorno. Todos estaban excitados por salir de caza. Ansiosos aguardaban la orden del líder, que no se hizo esperar. Desde su escondite el Ascaris esperaba con paciencia, agradeciendo la oportunidad de descansar, ahora que se sabía fuera de peligro. A diferencia de los suyos, que no había diferencias entre hombres y mujeres, en estos seres si las habían, tanto físicas como jerárquicas. Todas las mujeres, de un color más claro algo mas pequeñas pero mucho mas delgadas, se habían quedado en la aldea, ocupadas en la recolección de frutas. Una vez que el cazador Chumarak estuvo descansado, salió de su escondite y apresurando el paso, avanzo lo mas lejos de la aldea que podía, casi nadando por las heladas aguas del Nao tenm Di. Totalmente alerta avanzaba con decisión, con la vista fija en el horizonte. Ni siquiera después de poner kilómetros de distancia con la tribu enemiga, bajo la guardia. Pero agotado, debió para a recuperarse. Sentado en las hierbas, el lugar le recordaba a una escena del pasado que había vivido. Su primer gran logro…la victoria contra la enorme Tecu. Esa batalla había ocurrido por la zona. Dejo su cargamento y fue excitado a buscar los restos de esa abominación, ya que eran necesarias para llevar a cabo la forja de su arma definitiva. Se alejaba del lago a paso decidido y no le costó tiempo encontrar los restos de la bestia.
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Ese cráneo varias veces mayor a él, le recordaba, lo inocente que había sido al dejarse llevar por la furia y atreverse a enfrentarla. Un escalofrió le recorrió el cuerpo, por su temeridad, mientras rodeaba los restos. Se tomo unos minutos para contemplar esa escena y luego, con el orgullo ardiendo en su interior fue directo a la cabeza y arranco uno de los enormes colmillos de la mandíbula inferior, que tenia el borde delantero totalmente acerrado y la filosa punta desgastada por el tiempo. Dio un último vistazo a los restos y volvió para terminar su intrépido viaje. Al rato diviso las chozas de su aldea, que lo embargaron en una sensación de paz y tranquilidad. Enseguida varios Chumarak advirtieron que una figura se acercaba, desde el oeste. Pronto se pusieron en movimiento alertando a sus compañeros. Lo confundían con un Lavbrio. Cinco Ascaris salieron a hacerle frente al recién llegado, para dar tiempo a que el resto se preparara. Grande fue la sorpresa cuando reconocieron al hijo prodigo de la aldea. Tres se acercaron presurosos, para ayudarlo con su cargamento mientras que los otros volvían para poner sobre aviso al resto. Fue recibido con una gran fiesta, bailes, cantos, comida y bebida. Todos disfrutaron la fiesta con entusiasmo, ya que hacia mucho que no tenían motivos para hacerlo. El regreso de Chi tampoco era algo tan importante, pero con las ganas que había de fiesta, a nadie le importo. Después del banquete, mientras seguían los bailes y la música, la adivina se reunió al festejo. Chi al verla se puso de pie y cuando se acercó a ella, todos callaron y observaron lo que estaba apunto de acontecer. El intrépido cazador, hubiera preferido que el resto siguiera con sus festejos, pero ya que todos prestaban atención dijo para que todos escuchen.
- ¡Pea! la elegida. Como dictan nuestras costumbres, te hago entrega de mi presa, a modo de obsequio por vigilar mi bienestar a través de los tiempos.
Le dijo mientras le daba la señal a sus compañeros para que traigan el Tiflos. La cara de la adivina al reconocer el regalo que se le daba, mostro un enorme regocijo. Eran pocos los que tenían la dicha de probar esta delicia y hoy, se le obsequiaba uno entero.
- Chil, el orgullo de los Chumarak, la ofrenda es aceptada. Queridos míos, volvamos a la fiesta, no quería interrumpirlos. Todo lo contrario, me acercaba para festejar con ustedes. La mitad de la ofrenda será cocinada para todos hoy.
Con la buena noticia, estallo nuevamente la música y gritos de júbilo. Chil miro a Pea, que le sonrió dándole ánimos para que el también disfrute, Al otro día, durmió casi hasta el mediodía como la gran mayoría. Se levanto y miro el palo que había preparado para improvisar una lanza. Se percato que la madera era de excelente calidad, ya que la camilla aguanto todo el viaje con el peso del Tiflos. Saco de la bolsa atada a su cadera, el colmillo y lo empezó a tallar con su hacha. Le sacaría filo al borde y a la punta, además de afinar la base y el borde opuesto al filo, para conseguir ensamblar con más firmeza, la pieza al palo. Nadie lo molesto en todo el día, y luego de horas de trabajo, había conseguido forjar una bisarma. La bautizo Tamatiel.


Capitulo V.

Forjando lazos

Empuño a Tamatiel y probó dar estocadas y mandobles. Era un arma pesada, pero estaba equilibrada. Solo debería practicar. Dejo el arma en su casa y salió a estirar sus piernas. Todavía quedaban algunas horas de luz y la aldea bullía de actividad.
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Chil noto a una Ascaris que no era de la aldea. Le llamo poderosamente la atención la coloración de su pelaje, con tonos purpuras. La parte de arriba de la boca abultada y las trenzas delanteras, terminadas normalmente en forma de 4 pétalos, en ella se veía diferente, como una flor en formación de infinidades de pétalos. No era la única, había mas extraños, pero salvo por sus atuendo no eran muy diferentes a él.

Un aldeano de la aldea se acercó a Chil y le pregunto.

- Que piensas hacer? Ya se ha decidido que ayudaremos a nuestros aliados Tao Ze, pero acordamos en enviar a los más corpulentos. Si la negociación sale bien, nos deberán mucho – Explico el veterano, que miraba satisfecho a uno de los recién llegados, que curioseaba por los alrededores.
- Tenía pensado practicar un poco de combate, pero podría hacerlo también durante el viaje. Jamás fui hasta aquella otra aldea, me gustaría conocer. ¿En que consiste la negociación?
- Solo nos dijeron que precisaban mucho pescado, pero nada mas.

Chil fue hacia el centro de la tribu, para participar en la organización y tratar de quedar junto a los que deberían viajar. Se había decidido dar todo el pescado que se tenia, así que la tribu iba a tener escases de alimentos, así que también había organizadas partidas de caza. Al parecer solo los 3 más ancianos quedaría en la aldea, para cuidar y organizar las tareas. Vio a la adivina discutir con varios miembros, pero no parecía ni cerca de convencerlos. Cuando se acercó para escuchar, se entero que Pea pedía ir con algún grupo de caza, que no quería hacer el viaje a la otra tribu. A Chil le brillaron los ojitos e intercedió por la eminente Ascaris, ofreciéndose a ir, en su lugar. Argumento que en un viaje tan cargado de alimentos, nunca estaban de más los brazos fuertes, para defender. Al parecer nadie tenía ganas de ir en contra de Pea y con la insólita petición del joven Chil, todos se sintieron relajados, al poder solucionar el inconveniente. A la mañana partieron, los 6 visitantes, junto con Chil y sus siete compañeros. La Ascaris llamativa, que se llamaba Athenea, encabezaba la marcha, seguida por el resto, que de a 4 llevaban plataformas de madera, sobre sus hombros, cargadas con la apestosa mercancía.
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El viaje tardó siete días, que transcurrieron sin contra tiempos. En cada parada que hacían Chil practicaba con su arma Tamatiel. Algunas veces, algunos hacían una lucha contra él, para calmar el aburrimiento. Al principio, lo vencían con facilidad, ya que el peso del arma lo desestabilizaba cada vez q atacaba. Cuando encontró la forma de atacar y mantenerse equilibrado para defenderse, sus contrincantes, se remitían a evitar los ataques y mantenerlo a la defensiva, hasta que se cansara. Durante el ultimo alto, antes de llegar a su destino, Athenea se ofreció a ser el oponente de Chil. Empezaron a caminar en círculos, estudiándose. Todos los demás los observaban en silencio. La mayoría simpatizaba con el Ascaris joven, que demostraba mejorar rápidamente, pero dudaban que sin tener el dominio perfecto del arma, pudiera vencer, ni a ella, ni a ninguno. Athenea comenzó el ataque abalanzándose con velocidad, enarbolando con la dos manos, el grueso palo. El cazador Chumarak, interpuso su arma, en ángulo para bloquear el ataque y desviarlo sin frenarlo. Tenia que evitar el esfuerzo lo máximo posible. Cuando el garrote siguió bajando, aprovecho ese tiempo, para retroceder y sujetar a Tamatiel, de forma adecuada para tomar la ofensiva. Descargo un golpe descendente de izquierda a derecha, buscando el lado menos cómodo para que su oponente se defienda, pero ella, retrocedió de un salto. Al notar que su golpe fallaba, cambio levemente la trayectoria del golpe, para que al girar, no chocara contra el suelo y no desperdiciar la fuerza. Esta vez no le dio mas fuerza al golpe. Dejo que siguiera el movimiento con la inercia y cuando se freno contra el suelo, imprimió una fuerza opuesta que a pesar de sorprender a su oponente, no fue lo suficientemente veloz, para tocarla. Nuevamente volvió a una posición defensiva, usando el mango de su bisarma, para bloquear los golpes. La pelea se iba definiendo para la Ascaris, Chil no estaba en posición de revertir este hecho. Una situación desesperada, requiere medidas desesperadas, se dijo, y dio un paso hacia delante, ambos hocicos casi se tocaban. A tan corta distancia, no era posible golpear, pero aun así, no era un descanso, solo quedaba empujar con fuerza. Fue evidente que el arma mas pesada, era ahora un plus y Chil empezaba a emparejar las cosas. Vio el momento. Empujo con todas sus fuerzas y cuando ella respondió con su fuerza, él aprovecho para usarla a su favor y tomar distancia. Dio un giro a la vez que se agachaba, para golpear con el borde no afilado, los pies de su oponente y tirarla al suelo. Sin frenar el ímpetu, se arrodillo y balanceo el arma hacia atrás y luego hacia adelante, para que la punta de la lanza, amenazara y le diera el primer triunfo. Los espectadores estallaron en gritos de victoria, había sido una excelente batalla. Chil miraba a su cautivante rival, directo a los amarillos ojos. Esta le sonreía, aceptaba la derrota. Una mano en su hombro, lo saco de la ensoñación. Lo estaban felicitando. Esa noche, mientras cenaban, las charlas entre los grupos era mas alegre. El viaje los había unido y la victoria de Chil, con el festejo unánime, había sellado esta amistad. Se enteraron que hacia el sur, había una tribu de miles de Ascaris, que viajaban sobre trozos de un material brillante. Esta tribu codiciaba un polvo rojo, que manaba del suelo, conocida como "especia". Habían encontrado en las montañas varios yacimientos juntos y en el trayecto hacia ese lugar, se habían topado con los Tao ze.
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Habían intentado defenderse, pero sus guerreros con armas brillantes eran muy superiores a ellos. Los abrían exterminado, de no ser por el pescado. Se sorprendieron mucho por esa cosa rara y pareció gustarles mucho. Nos dieron una oportunidad. Si conseguíamos suficiente de esa comida, para cuando volvieran, nos dejarían y hasta quizás nos tendrían en cuenta para su comercio. Al otro día llegaron a la tribu Tao ze. Vieron una aldea devastada. Los aldeanos tenían plasmado el miedo en sus rostros. Fueron directo al centro de la pequeña aldea y pusieron su preciado cargamento, en la única cabaña que estaba intacta. La cosa no estaba para fiestas, a pesar de tener los peces que necesitaban, todavía no estaba todo solucionado. La aldea había sido saqueada totalmente y se padecía hambre. Ellos tenían que hacer algo.


OFF: Bue viendo que no gusto, subo los 2 ultimos capitulos con imagenes y la dejo aca.
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Re: Paso a paso

Notapor Eddlm » 24 Feb 2012, 21:19

No sólo te guies por los comentarios, que en eso somos unos vagos. Por aqui ya han pasado 40 veces en este mes, estoy seguro de que alguien se la está leyendo. Dudo que tú seas el que se haya pasado 40 veces ya por aqui...
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Re: Paso a paso

Notapor Metafight » 25 Feb 2012, 10:28

Como dice Eddlm, es perrera más que otra cosa :mrgreen: . Yo me la estoy leyendo.

De todos modos, es a ti a quien le tiene que gustar lo que escribes, si a ti te gusta escribir, que le den a los demás :wink: .

Como consejo gramatical, te pediría que tuvieses más cuidado con las faltas de ortografía (el pasado del verbo "caer" es cayó, no callo, por ejemplo), y que no olvides las tildes.
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Re: Paso a paso

Notapor Ticuul » 27 Feb 2012, 22:23

OFF: Pero es lindo ver algun comentario, aunque sea dando un consejo. Aunque me guste escribir, si no quisiera compartirlo con el resto lo dejaria en mi compu tranquilo. Me gustaria mejorar, por eso lo comparto. Bueno esta dificil conseguir imagenes si el GA, asi q este y quizas el otro capitulo, vallan sin imagenes. EL mapita de estermia

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Capitulo VI
Hogar dulce hogar

- ¿Porque no se mudaron a otro lugar?
Fue la inocente pregunta de uno de los camaradas de Chil. Muchos lo miraron confundido. Era una solución mucho más sencilla.
- Es verdad, mudarnos quizás hubiera sido una solución, pero conseguir los peces no es algo muy difícil, y quizás nos traiga muchos beneficios - Aclaro un aldeano - Ahora la prioridad, es reconstruir la aldea. Hay numerosas mandas de Tera nales, durante un periodo largo y en estas condiciones seriamos presa fácil.
- Nuestra tribu quedo vulnerable y no pueden prescindir de nosotros por mucho tiempo, pero antes de irnos aportaremos, con algunas presas
- Ya han hecho mucho por Tao Ze, no lo olvidaremos. Apreciamos el gesto.
Les indicaron la posición de una manada grande de iuzsus, que se mantenían en el borde de la selva Zensa há, ya que casi a un kilometro selva adentro había una curva de un rio, donde los herbívoros bebían agua. En ese trayecto, con los árboles dándoles cobertura, no debería costarle mucho darles caza.
La caminata, no tan larga, los dejó al borde de la selva, justo al anochecer. Ninguno de los Chumarak, había estado en una selva antes, así que ignoraban el peligro de dormir en ella. Crédulamente acamparon bajo la protección que suponía la cobertura arbórea.
Nefasto error. Esa noche, mientras todos dormían alrededor de una hoguera, la propia luz que les daba seguridad atrajo a una criatura negro azulada, cuadrúpeda, de hombros puntiagudos y una prominencia en la nuca. Se acercó con sigilo, husmeando todo. Los Ascaris no eran usuales en sus dominios, así que se interno en la zona iluminada sin temor, hasta quedar junto a uno de esos seres. Cerró sus fauces en el cuello de la victima. para luego dar una brusca sacudida. El aludido murió en sueños sin más que hacer. Con el mismo sigilo que llego se marcho con su cargamento, dejando como único testigo de su presencia, unas gotas de sangre naranja sobre el pasto aplastado, donde antes dormía el pobre Ascaris.
Al otro día, tardaron en reparar que el que faltaba, no había llevado nada de sus posesiones, ni en la mancha de sangre. Pero cuando lo hicieron, solo les quedo lamentarse, sin saber quien cometió aquel crimen. Descartaron desde un principio, que hubiera sido otro Ascaris el asesino, porque de ser así, hubiera acabado con todos. Decidieron completar su misión y dejar este extraño lugar cuanto antes.
A poco tiempo de caminar, pudieron divisar a la manada de los sextupedos. Quedaron boquiabiertos por la gran cantidad que había. Acordaron matar solo a 3, que serian lo máximo que podrían transportar entre ellos 7.
Se internaron entre los arboles y se fueron acercando. En un momento se toparon con amplios senderos despejados. Los caminos por donde los iuzsus, accedían hasta el rio, dedujeron.
Utilizando, los senderos, como punto de referencia se internaron mas profundo en la selva y aguardaron a que se acercaran los bichos. Prácticamente perdieron más de medio día, hasta conseguir los 3 ejemplares. Chil con Tamatiel daba el primer golpe y para cuando la bestia atinaba a reaccionar, el resto de los Chumarak terminaba el trabajo con brutales hachazos.
En ese momento fue evidente el poder de la nueva arma. Al segundo iuzsus, con el primer golpe basto para matarlo.
Cada presa casi triplicaba el peso de cualquiera de ellos, así que valiéndose de las lanzas, a modo de camilla, transportaron de a 2 a cada uno de los cadáveres. Cada cierto tiempo, el que quedaba libre iba remplazando a uno de sus compañeros, para no agotarlos.
Al llegar a la aldea Tao Ze y dejar como obsequio a las 3 enormes presas, comentaron la desgracia de su compañero. Sus aliados les dieron las convalecencias y adjudicaron tal hecho al Omtera ipjam (susurro final en dialecto Chumarak).
Ya era tarde para emprender el regreso por ese día. Lo dejaron para la mañana siguiente.
El regreso, como la ida, se sucedió sin problema alguno. Ya en su propia aldea, se encontraron con una despensa variada. Dos de las 5 partidas de caza, habían regresado con presas. Una volvió a salir y la otra se dividió mitad para pescar y mitad para ayudar a los ancianos. Con el regreso del grupo de Chil, la aldea dejaba de estar vulnerables. Cuando Pea regresara, se honraría al Chumarak faltante como era la costumbre.
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Re: Paso a paso

Notapor Ticuul » 20 Jun 2012, 21:10

Capitulo VII
Supervivencia del mas apto
En el transcurso de los dos días siguientes, todos habían regresado. Otra vez el altar de las ofrendas para la tribu estaba rebosante. Pero antes de volver a descansar quedaba uno cosa que hacer. El homenaje al desaparecido.
Como era costumbre, se levanto una choza al margen del lago. Adentro se armó una hoguera, adonde se lanzaban 3 tipos de hojas verdes. Estas eran hojas de ritual, que provocaban una abundante humareda , con una fragancia seca y penetrante que obligaba a respirar poco. Todos los miembros mayores, debían entrar e intoxicarse ahí adentro. Ellos creían que de esa forma anestesiaban sus almas y el difunto podía arrancar la energía vital de ellos sin lastimarlos.
Hubo varios días de descanso generalizado, que todos supieron valorar. Muchos se reponían de las travesías que les habían tocado, durmiendo o relajándose en las frías aguas de lago Nao tenm Di.
A medida que acumulaban energía y sin tareas en las que desagotarlas, empezaban a realizar sus actividades preferidas como lanzar jabalina al blanco, lanzamiento a distancia, y el deporte Janta, en el que se formaban 2 equipos y armados con lanzas cortas, tenían que cortar los pañuelos en brazos o pie de su rival y por ultimo reventar una bola hecha de cuero, cargada de agua.
Los Ascaris raramente peleaban entre ellos, ya que el instinto depredador era tan fuerte que se terminaban matando. Culpa de eso, los entrenamientos de Chil, eran bastante ineficientes, pero igual iba perfeccionando la técnica.
Fue un día nublado, con poco viento, que los cerca de 50 Chumarak partieron hacia el oeste. Marchaban a un trote ligero con el que solo deberían aminorar la marcha 2 veces antes de tener a la tribu de Lavbrios a la vista. Entonces se dividirían en grupitos de 3, menos evidentes y se esparcirían hasta rodear toda la tribu. Para cuando el sol tocara el horizonte, ya estarían en posición de descargar todo el ataque. La batalla debería terminar antes que el sol se oculte y la oscuridad les diera la ventaja a sus enemigos.
El plan marchaba a la perfección, llegaron con más tiempo de lo previsto y pudieron tomar sus posiciones sin ser detectados. Ya el perímetro había quedado cerrado, nadie escaparía sin dar pelea. Chil miraba hacia el sol a cada momento, impaciente. La mayoría estaba cuerpo a tierra concentrados en lo que se vendría.
La mayoría de las incursiones, de los Lavbrios, habían ocurrido durante la noche, sin siquiera una pelea. Probablemente, apenas podrían oponer resistencia al ataque Chumarak, aunque nadie pudiera confirmarlo.
El sol y el horizonte se fusionaron. Docenas de siluetas se materializaran de la nada y junto la combinación de pisadas y telas rozándose, se abalanzaron contra la aldea. El atardecer se lleno de percusiones, sonido parecidos al efecto de tragar, con el que se comunicaban los Lavbrios, que daban la alarma demasiado tarde. Varias lanzas arrojadas con certera potencia se cobraron las primeras vidas. Algunos Ascaris penetraban en la aldea temerariamente y repartían hachazos y estocadas contra los primeros defensores, que intentaban frenar la ofensiva. Cada segundo que pasaba, un Chumarak nuevo se sumaba al combate, haciendo mas patente la superioridad ofensiva. Varias chozas empezaron a arder y la batalla se empezaba a estabilizar. Los nativos agrupados en círculos, espalda con espalda, mantenían a raya a sus oponentes, que no se esperaban tal nivel de tatica. Los grupos que se habían hecho fuertes dentro de las casas, eran deshechos, cuando estas se incendiaban y debían salir para poder respirar.
Dos grupos de defensores, se alcanzaron y se posicionaron con una choza en llamas a sus espaldas. Otro grupo intentaba unírseles. De vez en cuando un Ascaris invadía la formación, pero los diminutos seres azulados, aguantaba y liquidaban a esos atrevidos. Cuando el tercer grupo de defensores, casi se había unido con el grupo mayor, Chil entro en acción.
Lanzo un tajo horizontal, que encontró dos cuerpos que le opusieron resistencia. Su arma se había hundido en el segundo cuerpo y lo dejaba en una posición expuesta, en donde estaba desequilibrado y no podía aplicar suficiente fuerza, para recuperar el arma. Antes que pudieran reaccionar, dos Ascaris se pararon frente a Chil y descargaron sendos hachazos, que hicieron diana en los cráneos de los pequeño seres. La formación defensiva quedo rota y en un abrir y cerrar de ojos, todos habían sido heridos de muerte. El grupo mayor que quedaba, miraba desesperado como liquidaban a sus compañeros sin poder ayudarlos. La situación era crítica para ellos. Solo quedaban 11, mientras que sus enemigos rondaban la treintena. Pero en esa posición podían aguantar lo suficiente para esperar el velo protector de la noche Esternina. En ese momento intentarían una ofensiva, para romper el cerco de sus atacantes e intentar huir.
No tendrían oportunidad. Chil otra vez con Tamatiel libre, inicio una ofensiva. Los astutos Lavbrios que habían visto el mortífero poder de esa inusual arma, evitaban los golpes, retrocediendo y achicando el frente de pelea. Agarro un cadáver de un Ascaris, con la intención de bloquear e inutilizar el arma, pero Chil, se dio cuenta del truco. Valiéndose del extremo punzante de la bisarma, acosaba a los defensores, mientras empezaba a moverse por el perímetro y alejarse de ese lugar. Antes que pudieran reacomodarse, descargo un tajo horizontal, contra un Lavbrio que solo atino a interponer, el palo de su lanza. Tamatiel no solo partió el astil de la lanza, sino que se abrió paso atreves de la carne. Fue un segundo, donde los azulados seres, intentaron apartarse del área de amenaza de Chil. Los Chumarak que aguardaban, vieron el hueco y avanzaron a fuerza de lanza y hacha. No consiguieron dañar a sus objetivos, pero tampoco dejaban re armar la posición y más Ascaris penetraban en el círculo. Otras brechas más se abrieron en los otros extremos producto de la desconcentración y empezaban a quedar rodeados. La batalla se había decidido. Los Lavbrios se chocaron de frente contra su extinción. Su único pecado, había sido ponerse a estos cazadores en su contra.

duu, no consegui imagen!! q onda forito?? lo extrañe!!
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