por Sergiovi » 06 Jul 2009, 10:41
Penúltimo capítulo
La ampliación de la línea 2 fue un gran acontecimiento en Rienzópolis. Hasta la época de los sobornos, esta línea solo contaba con algunas paradas de tren elevado que conectaba el centro de la ciudad con la zona industrial oeste. El alcalde Facundo, gracias a los sobornos, consiguió reunir el dinero suficiente para triplicar el recorrido de esta línea. Después de las costosas obras (pues fue necesaria la construcción de dos grandes puentes en la línea), quedó conectado el centro de Rienzópolis con prácticamente el resto de la ciudad, especialmente con la parte norte (ver plano en Tus sistemas de de metro).
El día de la inauguración de la línea, el alcalde Facundo aparecía en la portada del diario El Periodista sonriente por su gran hazaña. Todos los elogios iban para él, su popularidad iba en aumento, pues había conseguido poner a Rienzópolis a la altura de Dos Ríos en cuanto a transporte se refiere. El alcalde afirmó aquel día que aquello era solo el comienzo, que Rienzópolis estaba preparada para iniciar la construcción del más moderno sistema de transporte público del mundo. El alcalde estaba, quizás, en lo cierto, una moderna flota de autobuses y un gran entramado de redes de ferrocarril ayudaban a las, entonces, cuatro líneas de metro/tranvía/tren elevado a hacer todos los rincones de la ciudad accesibles.
La duda era si Rienzópolis podía económicamente, después de gastarse una fortuna en el tranvía, seguir ampliando el sistema de transporte. El alcalde Facundo afirmaba que le salían las cuentas.
Todas las alabanzas iban para el alcalde, mientras que el Consejero de Transportes, Daniel Enorme, sonreía en las sombras satisfecho de su gran hazaña. Había conseguido poner a Rienzópolis a la altura de Dos Ríos en cuanto a transporte se refiere, y todo sin gastarse ni un duro.
El único precio que tuvo que pagar fue vender su conciencia a un camello y convertir a Rienzópolis en una ciudad de delincuentes (las mafias que trafican con drogas no se conforman solo con las drogas) hasta el punto de que el alcalde se vio obligado a declarar un toque de queda que duró un año.
¿Por qué el consejero de transportes, Daniel Enorme, sigue en libertad, aplazando, mediante influencias, el juicio del alcalde Facundo, que está pudriéndose en una celda de la comisaría central de Dos Ríos?, ¿por qué pudo el Sr. Enorme ordenar, impunemente, el asesinato de los dos traficantes que le construyeron el tranvía de Rienzópolis?, ¿por qué ha conseguido el Sr. Enorme apartar de los medios de comunicación a los otros cinco camellos que fueron detenidos?, ¿por qué el, entonces, presidente del gobierno provisional y actual Primer Ministro, Alfonso Guárep, dio orden, junto con el, entonces, miembro del gobierno provisional y actual presidente del PST, de aplazar el juicio hasta pasadas las elecciones?
Tenemos pruebas suficientes de que esto que decimos es totalmente cierto.
Informan Alejandro Apóstata Hinojo y Gregorio Cascos Flores.
El editor del periódico El Periodista, tras leer este artículo, coge el teléfono y dice.
-Raquel, ponme con Alfonso Guárep.-
Continuará