Esta vez la historia es un poquito más larga, así que tomense su tiempo, relajense y disfruten
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Continuación:Probablemente, ya en la madrugada, me dormí.
Al día siguiente, el telefono me despertó bruscamente.
Levanté el auricular bruscamente
¿Tuviste una buona noche?-me preguntó aquella voz
A pesar de ser mentira, le dije que si.
Tomate hoy y mañana libre muchacho, hay un poco de dinero en la caja fuerte, te deberá bastar,
cómprate algo de ropa decente también.
Starbucks:Al abrir la caja fuerte, veo unos 100 frankos y unos cupones de ropa. "Lo tienen bien planeado para retenerme aca" pensé.
Sería mejor tomarme esos 2 días libres. Tenía hambre, necesitaba un cafecito. Salí en busca de uno.
Bajé a lo largo de la calle hasta que llegué a un tal "station boulevard". Me dijeron que por ahí habían buenas tiendas de ropa.
A lo que miró a mi izquierda y me encuentro con un "starbucks".
¡Por fin!-lo que necesitaba. No me gustaba mucho el Starbucks pero parecía ser la única cafetería que había en la ciudad.
Se acercó un empleado a limpiar mi mesa, en cuánto le miré la cara reconocí que era brasileño.
Jugando al adivino, directamente le hablé en portugues, sin temor a equivocarme.
En efecto, me contó que era de Fortaleza, y que vinó a Gerst gracias a una beca, pero que una vez aquí, no le permitieron ingresar a la "u".
Le conté lo que me sucedió a mi.
¿Unas cosas muy raras suceden aquí?-le pregunté, y el asintió, con la mirada algo triste. Le iba mucho peor que a mí.
Al menos a mí no me habían asaltado, rechazado de la u, y dajado sin un sitio donde vivir.
Creo que me las voy a ingeniar para salir de estas-me respondió con un poco de optimismo. Eso es fuerza de voluntad, me dije.
Creía que sería oportuno ayudarlo con algo de dinero, así que le dí unos 50 francos, mi dirección y número telefónico.
Dejé el local para ir a la tienda de NIKI. Tenía unos cupones para esa tienda. Se encontraba en el Boulevard Mall.
Me compré un buzo y zapatillas. Luego me compré un terno, para eso era el otro cupón. Esa tarde decidí llamar a mi familia.
La conección estaba muerta, así que les envíe un correo electrónico.
Estaba contento de haber encontrado a alguien, que aunque no fuera conocido, por lo menos era de mi tierra,
además, no se por que, pero me inspiraba confianza.
Aunque no había logrado comunicarme con mi familia, estaba contento...
cuando en la noche llegué a mi apartamento, el telefono sonó. De inmediato supe quien era.
-Aló, Bruno?-contesté-si era él.
Dijo que quería encontrarse conmigo esa misma noche. Tenía algunas ideas.
Fui con mi automóvil a donde su chabola. Se veía, resumiendo, como un ghetto. Pero, en fin, ahí estaba él, al costado de la calle.
Nos dirigimos a el bar "chelona".
-¿Me dices que te enviaron acá con un encargo?-me preguntó Bruno.
-Sí, yo no tenía ni idea de que era pasta-respondí.
Bruno no se sorprendió cuando dije "pasta"
El pobre había pasado tantas cosas, que creo que ya nada le sorprendía
Así que seguí contándole. Él me escuchaba con atención.
-Creo que te has metido en un buen lío"-me respondió el sabiondo-No será fácil salir de esta.
-Cómo pudiste ser tan inocente-me dijo, como si él no estuviera en problemas también.
Antes de poder responderle...
entran unos tíos vestidos en elegantes ternos disparando sus M16 y Ak47.
Al toque le dije a Bruno:
-¡Salta!-y lo jalé del brazo al otro lado de la barra.
Ahí, de cuclillas nos acercamos lo más rápido que pudimos a la puerta, y nos escurrimos tratando de no ser notados.
¿y que encontramos?
Para nuestra sorpresa, era una tapadera.
Teníamos que salir de ahí lo más rápido posible
Aterrados,sentiamos el cruce de proyectiles, cuando nos dimos cuenta que estabamos pisando una especie de tapa en el suelo
Era una salida secreta...
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Espero que les este gustando la historia.
Saludos