Gracaias por los comentarios, erjolog: si, se podría decir que el tío vive en un getho, Harlington se supone que es uno de los distritos más pobres de Arabila. Bueno, siguiendo con la historia...
Capítulo 1-“Partle Cementery”- anunció el conductor del autobús mientras abría las puertas, bajé del vehículo e ingresé al viejo cementerio, a medida que avanzaba iba cruzándome con nombres conocidos, algunos eran víctimas de la guerra de mafias, otros que yo mismo había enviado, finalmente me detuve frente a una sencilla lápida:
RIP
Thomas Cartford
4 de Junio de 1987
20 de Abril de 2009-Tom…te dije que te cuidaras- murmure observando la lápida de mi hermano, recordé la última vez que nos vimos antes de que partiera a Australia, nos reunimos en el Blue Bat Bar a tomar unos tragos, como, algo borracho me comentó que cuando lo enterrasen, le gustaría que vertieran licor sobre su tumba
-…para ser enterrado con uno de mis grandes amores…- me dijo; sonriendo, tomé la botella que había traído conmigo
-A tu salud Tom!- murmuré, tomé un trago y vertí el resto sobre la tierra recién colocada.
Una hora después volvía al edificio, en la entrada se hallaba estacionado un viejo auto que me resultó familiar; recorrí el pasillo del tercer piso, se veía menos sombrío bajo la luz del día, introduje la llave y entre al apartamento
-Fuera de aquí vago!- gritó una voz familiar, me dí la vuelta a tiempo para esquivar un bate que se dirigía hacia mi cabeza, me preparé para responder al ataque cuando reparé en mi agresor.
-Terry?- me preguntó un sujeto algo pequeño, flaco y desaliñado
-Topo?- respondí, mi viejo amigo sonrió, soltó el bate y me lanzó uno de sus característicos abrazos
Tras saludarnos, nos sentamos en el sofá a ponernos al corriente de las cosas
-Australia te ha sentado bien!
-Acabo de volver del cementerio…- dije cambiando el tono de la conversación
-Oh… lamento lo de tu hermano, he estado vigilando el departamento desde que hace unos días encontré un vago durmiendo en el sofá… parece que un apartamento vacío es un imán para vagabundos…
-¿Como fue? Lo único que supe es que le dispararon- pregunté
Topo bajó la mirada
-…Fue en un tiroteo- dijo finalmente
-No sabía que se había metido con una pandilla
-No fue una pandilla…
-¿Qué sucedió?
Topo se mostraba cada vez más incomodo, finalmente lo soltó
-¡Trabajaba para Van Horten!
-¿QUÉ?-
-¡Traté de detenerlo pero no me hizo caso!- exclamó tratando de disculparse
-Le advertí que no se acercará a Van Horten!- exclamé lleno de ira, sin darme cuenta tomé las llaves del auto de Topo y me dirigí a la calle
-¿Terry? ¿A dónde vas?- exclamó Topo corriendo tras de mí, sin detenerme, encendí el auto, Topo logró subirse antes de que lo pusiera en marcha.
-¿A…a donde vamos?- me preguntó algo nervioso
-A visitar a mi ex jefe…
Tras un corto trayecto dejamos Harlingtong y nos adentramos en “The Swamps”, tras dejar atras varios edificios, finalmente llegamos a un elegante edificio, estacioné el auto y me dirigí al vestíbulo
-¡Espera Terry! Piensa en lo que vas a hacer- exclamó Topo corriendo detrás de mí, entré al primer elevador y presioné el del piso 53:
Presioné el botón, las puertas del ascensor se cerraron justo cuando Topo entró a este, minutos después se abrieron revelando un elegante vestíbulo, un para de personas se hallaban sentadas leyendo algunos diarios, al fondo, una recepcionista contestaba algunas llamadas, detrás, en un gigantesco letrero se leía "Van Horten Enterprises"
Me dirigí al escritorio con pasó resuelto
-¡Vengo a ver a Van Horten!- exclamé, la secretaria me lanzó una mirada de desagrado ante mi aspecto y el de mi compañero
-Lo lamento, pero en estos momentos se encuentra ocupado… ¡oiga, no puede entrar ahí!- exclamó la recepcionista, sin prestarle atención, empujé la puerta y entré a la oficina de Alexander Van Horten, uno de los hombres más poderosos de Arabila.
Un hombre de unos 40 años, algo subido de peso, fumaba un habano mientras leía algunos papeles. Al escucharme entrar, levantó la vista
-¡Terry Cartford!- exclamó –¡cuánto tiempo sin verte!- me dijo lanzándome una de sus forzadas sonrisas que conocía tan bien
-Olvídate de la falsa alegría Horten, sé lo que le hiciste a mi hermano
Sin prestarme atención Van Horten se dirigió a Topo
-Ralf… un placer volver a verte
-¡Te juro que no tuve nada que ver en esto!- exclamó Topo bastante nervioso
-¡Te advertí que no te acercaras a Tom!- exclame enfadado, Van Horten me miró con serenidad
-Tom…Tom… una verdadera lástima, tenía tanto potencial ese muchacho
-¡Te dije que lo dejaras fuera de esto!
-Yo no fui tras él, el chico me buscó, verás Terry… cuando te fuiste dejaste una leyenda, eras mi mejor agente, tu hermano estaba harto de vivir bajo tu sombra, intentó crear su propia leyenda, y ya sabemos como terminó…
-¡FUE TU CULPA!- exclamé descargando toda mi ira sobre Van Horten, el se limitó a sonreír
-Si quieres buscar culpables, culpa a los hombres de Leblanc
-¿Leblanc?
-Así es, tu hermano sólo tenía que acabar con uno de sus terratenientes, pero falló miserablemente
-Creí que las mafias habían alcanzado la paz…
-Hay Terry… has estado fuera tanto tiempo…- dijo Van Horten negando con la cabeza- la paz de las mafias implantada por Gribaldi terminó hace 3 años cuando el viejo murió, su imperio fue heredado por su hijo, un mocoso de 18 años, algunos líderes no están muy contentos con su administración y se han rebelado, la guerra empezó hace 3 años mi estimado Terry… muchas cosas han cambiado…
-Señor, su esposa está aquí- interrumpió la recepcionista
-Dígale que pase
-Veo que muchas cosas han cambiado- dije mirando el anillo en su dedo- hasta donde recuerdo tu esposa murió hace 15 años
-Encontré una nueva compañera- respondió Van Horten, en ese momento la puerta se abrió y entró una chica de unos 25 años, su cabello rubio se hallaba recogido en un moño, llevaba un elegante vestido rojo con escote y un abrigo de piel
-Amor… ¿estás listo para ir a almorzar?- preguntó con una voz inusualmente suave
-En un momento querida... oh por cierto, déjenme introducirlos… Terry, Ralf, mi esposa Elizabeth.
Elizabeth trató de disimular su sorpresa al verme
-Un placer conocerlos- dijo estrechando mi mano
-Que haces a….- le tiré un codazo a Topo antes de que siguiera hablando
-Espera en el auto querida, ahorita te alcanzo- dijo Van Horten, Elisa sonrió y se dirigió a la puerta
-Mi esposa… una verdadera joya considerando sus origines. Bueno caballeros, siguiendo con nuestra amena conversación, como les decía la guerra ha regresado, los hombres de Leblanc fueron los que asesinaron a tu hermano, si quieres vengarte, estaré más que gustoso de ayudarte
-Olvídalo, renuncié hace 5 años por una razón, tan pronto como termine algunos papeles volveré a Australia
-Como desees- dijo Horten visiblemente decepcionado- pero si cambias de opinión, aquí tienes mi tarjeta, estaré disponible a cualquier hora del día… caballeros
Ambos dimos media vuelta y abandonamos la oficina, Topo le lanzó una sonrisa pícara ala exasperada recepcionista, nos dirigíamos al ascensor cuando alguien tiró de mi brazo jalándome hacia un lado del pasillo
-Gracias por no decir nada sobre lo nuestro- susurró Elisa
-¿Horten no sabe que nos conocemos?- le pregunté
-No, y no pienso decírselo, a veces puede ser algo celoso
-Desde cuanto tu y él…
-Unas semanas después de que te fuiste, lo conocí en la cafetería, yo solo era una mesera, y él era el gran capo, al principio iba ser una aventura de una noche, pero una cosa llevó a al otra…
-Saben…- interrumpió Topo –ahora que lo pienso podrías darnos un par de joyas a cambio de nuestro silencio
-O podría hacerlos desaparecer- respondió Elisa algo irritada
-O simplemente prometemos no decir nada- se disculpó Topo
Elisa le dio un empujón y se dirigió hacia mí
-Supongo que volverás a Australia
-Sí, en unos días
-Suerte… me dijo, me dio un beso en la mejilla, le dio otro empujón a Topo y se metió al ascensor.
-Viejo, nunca me agradó Elisa- dijo Topo mientras conducíamos de vuelta Harlingtong
-Quién diría que de mesera pasó a ser dama de la sociedad…
-Quien sabe, tal vez si te quedas aquí consigas algo parecido
-Lo dudo…lo dudo