
En Vista Gentil solía haber tranquilidad. O al menos eso parecía...







Pero después de lo ocurrido una noche, nada sería igual jamás...

Elvira: ¡Wow, debo reconocer que la decoración que le has hecho es muy linda!

Juan: Vamos afuera, quiero que conozcas el jacuzzi.

Juan: ¡Ten un trago! Los preparé especialmente para ti esta noche...

Elvira: (Se sonroja) Gracias...

Juan: Se que te encanta la música latina, así que a bailar (enciende la radio)
Elvira: Ese jacuzzi se ve genial.
Juan: Y está bien caliente, como las vecinitas que no te agradan mucho ¿nos metemos?

Juan: ¡Aaah! ¡Esto es vida!

Elvira: ¡Amo como está el agua! Se te ve relajado, eh.
Juan: Sí, amo estar aquí contigo... Luego del estrés de estar de guardia en el trabajo.
Elvira: ¿Estrés? bueno Juan tampoco es que seas tan enérgico, lo tuyo es estrés por otras cosas también. Andar saliendo con toda la que se te cruza debe ser cansador. (Se ríe)
Juan: No está bien que digas eso. Tu ya debes saber que sólo hay una en este barrio que me interesa. La mujer más linda que vi en mi vida...
Elvira: (Se ríe) ¿Mina Caliente?

Juan: No te burles, eres tú Elvira, tú y sólo tú. Por ninguna he sentido esto que siento por ti.
Elvira: Juan... Dulzura... Yo te quiero mucho, desde que llegaste sabes que te he ayudado por lo difícil que fue esta mudanza para ti. Pero eres mucho más joven, no te veo como una pareja... Has sido el amigo que siempre quise tener en este barrio, casi como un hijo a quien aconsejar.
Juan: Yo no soy tu hijo, tu hijo es Ale... Yo quiero ser otra cosa para ti... Pero tú amas a tu esposo ¿no es cierto?

Elvira: Esta velada estuvo muy linda, pero debo irme, gracias por todo, Juan.
Juan: ¡Espera! ¿No quieres mirar por el telescopio antes de irte? Me dijiste que te interesaba.
Elvira: Cierto, me visto y te espero arriba.

Juan: (Grita) ¡Estoy listo! ¡Ahora subo!

Elvira: Veo una luz... Acercándose, pero no distingo bien qué es...
Juan: A ver... déjaselo a un experto, debe ser una estrella fugaz

Elvira: ¡Juan! ¿Qué son esas luces?
Juan: Esto intento ver querida ¿para qué lado hay que mirar?
Elvira: No, pero Juan las luces están arriba mío... ¡Acercate aquí!
Juan: Tranquila tranquila, necesito concentrarme para encontrar esa estrella que viste.
Elvira: ¡Juan, escuchame..!

Juan: ¡Wow, esto que viste sí que está difícil de encontrar!
Elvira: ¡Idiota, hay un ovni sobre nosotros! ¡Juaaaaaaaaaan..!
Juan: Elvira, por favor dejame concentrarme... Oh creo que la encontré... ¿Me oyés? Ah no... Era una estrella normal... ¿Estás prestándome atención, Elvira? ¿Elvira..?
Varios días después. Un Lunes normal, casi como cualquier otro en Vista Gentil...

















Homero: Buenos días, Bonehilda.
Bonehilda: Buenos días, señor.
Homero: Quiero que hoy por favor hagas prioridad en preparar toda la decoración festiva del jardín, porque Cas tiene planeado hacerle una proposición muy especial a su novio y me dijo que quería todo armado para la ocasión.

Bonehilda: Oh, claro... Con copas con forma de cerebro y manteles rojos, del color de la sangre... Así será, señor.
Homero: ¿Qué? Me refiero a... ¿Qué? No no no, tiene que ser algo alegre y romántico... ¿A quién podría agradarle tomar en copas con forma de órganos humanos?
Bonehilda: Bueno no es mi culpa que no comparta mis refinados gustos... A mí eso me parece romántico.
Homero: ¿Romántico? ¿Acaso quieres que lo decore todo yo?
Bonehilda: Eso estaría bien, estoy muy cansada, y ya que se burla de mi gustos, será mejor ir al sofá a leer Vanity Fair.

Gina: ¡Oh Ange, amo esa falda, es ideal para el primer día!
Paula: ¡Y yo los zapatos y la remera! ¡Tu look es tan chick!

Ángela: Oh, bueno, gracias. Los zapatos eran los únicos que quedaban en la tienda.
Gina: ¡Qué afortunada fuiste al conseguirlos!

Ángela: Y sí, tú sabes como es esto: si te duermes, pierdes. Una no puede venir vestida como un espanta pájaros y menos que menos el primer día de clases. Cuando tienes una reputación que mantener nada...
Paula: ¿Esa no es tu hermana con su novio?
Gina: ¡Wow! Esa ropa es terrible...

Ángela: Por favor no...

Lili: ¡Buenas, hermanita!

Ángela:¿Por qué no puedes hacer simplemente como si no me conocieras?

Lili: Oh perdón, me olvidé de que pretendes que no vivimos en la misma casa, porque mi querida Ange quiere ser la diva del instituto. (Dice en voz alta para que todos la escuchen) ¡Te quiero tanto hermana!

Ángela: ¡Te detesto! ¿Por qué me haces esto? ¡Odio tener de hermana a la novia de Chucky!

Lili: ¡Ahora sí te pasaste, perra!


Daniel: Recién hablaba con Bonehilda que llamó para preguntarme si estaba Simblanca aquí. Parece que ha estado causando molestias en la Mansión Lápida esta mañana. Te lo digo, Anto, no es bueno que ese chico esté con nuestra hija. ¿Con que el señor Niem tiene algo importante que decirte? ¡Sí, mi vida, yo también creo que será un ascenso! Oye, debo irme a atender unos asuntos, nos vemos a la tarde. Yo también te amo, no podría amarte más ni intentándolo.

Claudia: Hola, papi.
Daniel: ¡Ooh, Clau, hoy estás despampanante! No puedo dejar de fijar mis ojos en tu hermosura ¡Vamos ya mismo adentro!


María Antonia: ¿Por qué me pasa esto a mí? ¡Después de tanto esfuerzo pierdo mi trabajo en la política!
El teléfono suena.

María Antonia: ¿Directora Ursine? No me diga que Lili hizo otra de sus cosas. ¿Qué? ¿Ángela también? ¿Tengo que pasar a buscar a las dos? ¡Oh diablos, entierrenme viva! No, no, sólo dije que ahora mismo voy.

Casandra: Juan creo que es el momento de hablar contigo sobre algo.
Juan: (Mirando al hombre entre ellos) ¿Y tú de donde saliste?
Paparazzi: Hagan de cuenta que no estoy aquí, cualquier cosa sobre los Lápida vende.
Casandra: Bueno, estoy nerviosa, y no ayuda mucho que haya un hombre gordo extraño frente a nosotros pero... Quiero que hablemos sobre nuestro futuro...
Juan: Cas, detente, antes que digas algo quiero...

Casandra: ¡No digas nada! ¡Qué tierno eres! ¡Sé que como buen caballero quieres ser tú quien haga la propuesta! Pero yo ya tengo todo pensado y lo planeé dejame seguir, por favor.

Casandra: Juan Tenorio, desde que te conozco no hago otra cosa que no sea pensar en ti, eres el primer hombre al que amo y si bien al principio era tímida con mis sentimientos ahora quiero preguntarte...
Pensamientos de Juan: ¡Qué no sea lo que creo que es! ¡Qué no sea lo que creo que es!

Casandra: ¿Quieres que nos comprometamos a casarnos?
Pensamientos de Juan: ¡Fuck! ¡Era lo que creía que era!
Juan: Cas, perdoname, pero no...

Juan: Disfruto mucho del tiempo contigo, creeme que sí, pero no es el momento... No me siento preparado... Por favor entiéndeme y no me odies...
Casandra: Pero... Pero...
Juan: Disculpa, pero necesito irme a reflexionar sobre muchas cosas...

Casandra: No puedo creerlo...
Paparazzi: ¡Síííííííííí! ¡Las tapas se venderán como pan!

Casandra: ¡Tú deja de hacer eso y sal de mi casa o llamaré a la policía! ¡Haces más grande mi humillación!


María Antonia: ¡Qué díaaaaaaa! ¡Lo único que agradezco es que nada puede salir peor hoy!

María Antonia: (Grita) ¡¿Qué diablos..?!

María Antonia: ¡Por favor, diganme que esto es una pesadilla! ¡Una maldita pesadilla!
Daniel: Perdoname, porfa Anto... Soy un idiota, me dejé llevar...
María Antonia: ¿Qué diablos hice mal? ¡Sé que no tengo esos pechos! ¡Pero podríamos haberlo charlado, no hubiese tenido problema de pasar por el quirófano mientras lo pagues tú!
Daniel: Anto, calma... Resolvámoslo como adultos... Mantener la familia unida es más importante que un errorcito que pueda haber llegado a cometer cualquiera de los dos...

María Antonia: ¿Un errorcito dices maldito bastardo? ¡Está bien, resolvamoslo como adultos! ¡Claudia ve a traerme el acha!
Daniel: Deja de hacer tanto drama, esto fue cosa de una vez se olvidará y nuestra vida seguirá...
María Antonia: ¿Cómo puedes no tener ni la mínima culpa? ¡Infeliz! ¡Y tú! Siempre te vi cara de zorrita... ¡pero pensé que si era dulce contigo y te pagaba un buen sueldo no intentarías robarme el marido!
Claudia: ¡Oiga, señora, a mi nadie me dice zorrita porque..!
María Antonia: ¡Te callas! Yo con rompehogares de cuarta categoría no hablo ¡Los denunciaré a ambos por intento de asesinato!

Daniel: María Antonia, no puedes hacer eso, es mentira.
María Antonia: ¡Pues fijate que curioso porque acabo de descubrir que cuando tú me decías que estabas trabajando también me mentías! ¡Así que sí puedo hacerlo! (Mira a Claudia) Además esos cafés que tú me hacías todas las mañanas antes de ir a trabajar sabían horribles, no me extrañaría que les hubieses puesto algo.
Claudia: ¡Eso sí que no se lo permitiré señora! ¡No puede andar cuestionando mis valores morales! ¡Yo estudié cocina en la escuela de Doña Petrona!
María Antonia: ¡Me dan igual la escuela de Doña Petrona o la escuela de la Hermana Milagros! ¿Sabes lo que puedes hacer con Doña Petrona? ¡En el único lugar que te deben haber permitido estudiar a ti es un burdel!

Casandra: ¿Qué es eso tan urgente que viniste a contarme, amiga?
María Antonia: Empieza tú ¿qué te tenía mal cuando te llamé?

Casandra: Juan... Con lo que me costó, me animé a hacerlo... A proponerle que nos comprometamos... Y su respuesta fue que no... Que estaba confundido ¿Cómo puede estar confundido si nuestro amor es tan grande?
María Antonia: Pero ¿Cómo se te ocurre proponerle compromiso? Son los hombres los que deben dar el primer paso siempre.

Casandra: Pero Anto, fuiste tú la que me dijo que si él no se animaba seguramente era timidón como yo ¡Tú me lo aconsejaste!
María Antonia: ¿Ah sí? Bueno... Eso pasa por hacerme caso a mí ¿Cómo vas a seguir el consejo de alguien que ni siquiera logra mantener fiel a su esposo?
Casandra: ¿Cómo? ¿Daniel te engañó? ¿Con quién? ¿Cómo fue?

María Antonia: Bueno calma, no me iré de aquí. Hoy ha sido un día terrible... Primero mi jefe me llama para hablar conmigo, pensé que sería por fin el ascenso que estaba esperando. Y derrepente, me dice que no... Que había decidido que lo suyo no era la política, sino la jardinería... Que ya no necesitaba una ayudante de campaña para posicionarse bien entre los conservadores, porque se iría a vivir con su novio a una casa de campo.
Casandra: ¡No lo puedo creer!
María Antonia: No, pero tú esperate, que se viene la mejor parte. Luego apenas salgo del ayuntamiento, me llaman de la escuela para decirme que tenía que pasar a buscar a mis hijas si no deseaba que las expulsen. A las dos. Ahora Ángela parece que también se comporta mal, se habían agarrado a los golpes ¡El primer día! ¡Dios mío! ¿Qué hago mal? ¡No sé en donde han aprendido esos comportamientos! ¡Si bien a veces no les doy mucha atención, soy una mujer correcta que no se anda con groserías!
Casandra: ¿Pero Daniel te engañó?
María Antonia: (Se enfurece) ¡Ya deja de mencionar el nombre de ese bastardo hijo de la gran perra! ¡Maldito cerdo, lo detesto! ¡Ojalá lo embaracen extraterrestres! ¡Y le corten ese pequeño pene que tiene!

Casandra: Está bien Anto, si no quieres hablar del tema no importa...
María Antonia: ¿Qué no quiero hablar del tema? ¡Claro que quiero hablar del tema! ¡Necesito descargarme! Todo el día trabajando para mantener el hogar, porque con el sueldo de entrenador de un club fantasma de Daniel no nos alcanzaría, intentando que las mocosas asistan al mejor colegio, y encima tratando de ser una buena esposa ¿Qué hice mal? ¡Intentaba no atosigarlo, y ser cariñosa al mismo tiempo! ¡Me engañó con la empleada! ¡Eso es como un bonus track! ¡Que me haya sido infiel con el personal de servicio es como para terminar de darme el knockout! ¡Es como si hubiese lanzado dardos a una diana con mi cara y le hubiera dado en los 50 puntos!
Casandra: ¿Así que fue con Claudia López? Wow, ese detalle sí que es importante... En momentos como estos agradezco haber contratado a Bonehilda de mucama...

Lili: ¡Wow Claudia, qué cuerpo! Pero... ¿Soy yo o no es normal que una mucama esté limpiando en ropa interior en la casa donde trabaja?
Claudia: ¡Oh Dios tienes razón, olvidé de volver a vestirme! Tu madre me matara si me ve.
Lili: En realidad, creo que ya volvió de la Mansión Lápida y se fue directo a su dormitorio.

María Antonia: Me voy por horas y cuándo vuelvo no te has cambiado ¿qué pasó estás de paro o algo así? ¡Porque alguien tiene que trabajar en esta casa! ¿O Claudia nos va a mantener?
Daniel: ¡Que fría eres María Antonia! ¿Acaso no te pones en mi lugar? Esa pelea contigo me afecto y me quedé en nuestro cuarto tristemente reflexionando sobre todo. Decidí que después de incordiar a la pobre Claudia, si no quieres que nos denuncie por maltrato en el lugar de trabajo hay que ascenderla. Ahora que es asistente, vivirá con nosotros. Y como no podía seguir vistiendo esos trapos de mucama, le dije que tendría que cambiar de ropa. Pero no te preocupes, ya le di plata yo para que se vaya a comprar nuevas prendas mañana y obviamente ya le comuniqué su ascenso.
María Antonia: ¿Estás bromeando, no? ¡Dime que es una broma maldito descarado! ¿Qué no tienes vergüenza? ¿Pobre Claudia dijiste? ¿En serio? ¡Dime que todo es una broma!

Lili: ¿Qué sucede? Se escuchan tus gritos desde arriba, mamá.
Daniel: Vete a Dormir, Lisbeth.
Lili: ¡Me llamo Lili, papá!
Daniel: Como sea.
María Antonia: ¡Cuéntale! ¡Cuéntale el nuevo desastre que hiciste! ¡Que me engañaste con la mucama!
Daniel: No es así, ya te dije que la acabo de ascender a asistente, no puedes seguir llamándola mucama.

Se oye la voz de María Antonia desde detrás de la puerta: "¡Yo a ti te mato!"
Claudia: Oh que ya dejen de gritar, no se puede dormir en esta casa de locos, hasta prefiero seguir viviendo en las alcantarillas.

Juan: Como disfruto estar contigo, reina mía, realmente eres inigualable.
Mina: Tú tampoco te quedas atrás, pero llegó el momento de que hablemos.
Juan: Esta mañana me dijeron lo mismo y las cosas no salieron nada bien...

Mina: Juan escucha, he estado sintiendo que hay algo que no es correcto y llegó el momento de afrontarlo. Mi hermana realmente está enamorada de ti, al principio pensé que eras un amorío más de ella, pero no, y yo ya sabes que no soy soltera. Nina obviamente no sabe de lo nuestro y es mejor, porque se terminó Juan. Creo que ha llegado el momento de que cada uno siga para su lado.

Juan: (se ríe) Mina, pasamos momentos increíbles juntos, no creo que Nina sufra y si en algún momento debo elegir entre ustedes dos me quedo contigo.
Mina: Esto no está bien, fue lindo mientras duro, pero ya está. Tú eres un mujeriego, seguirás siéndolo pues bien, pero yo seguiré mi vida junto a Homero.

Juan: ¿No hablarás en serio, o sí? ¿Tu ambición es más fuerte que lo bien que lo pasamos en la cama? Mirame a los ojos y dime que no me quieres.

Mina: Juan...

Juan: ¿Ves? No puedes hacerlo, porque me mentirías si lo hicieras. Nosotros seguiremos juntos y lo sabes, vendrás a buscarme porque ese viejo no te puede dar lo que yo te doy.

Mina: (mientras se mira en el espejo) Como sea, di lo que quieras, yo a esta casa no vuelvo más.

Juan: Bueno, no hay problema. Podemos hacerlo en la tuya si quieres, me gustaría conocer tu cama, aunque en realidad Nina ya me la mostró.
Mina: Muy gracioso, adiós Juan, te extrañaré.
Juan: ¿De verdad te vas? ¿Vas a dejarme por el dinero de los Lápida? Debes saber, mi querida Mina, que al meterte con los Lápida estás jugando con fuego, ten cuidado.

Mina: Parece que no me conocieras, Tenorio. Piensa lo que quieras, me convertiré en la futura señora Lápida. Y no, no le temo a nada ni nadie, porque yo soy fuego.