Aquí está mi historia. Espero que os guste y no dudéis en comentar lo que sea.
La protagonista es Lucía que se ha trasladado a vivir a Appalossa Plains.
Que la disfrutéis!
Capítulo 1º: Coincidencias
Venga Zara, creo que hemos llegado al destino. Despierta perezosa.
Bueno, pues vamos a bajar y vamos dando un paseo para comprar algunas cosas antes de buscar la casa.
Vaya, aquí mismo hay un anuncio sobre la casa. El dueño tendrá muchas ganas de alquilarla. Según el plano no debe andar muy lejos de por aquí…
¡Oh, Zara! Estate quieta por favor, ¡no querrás ir dando el espectáculo recién llegadas!
Esta ciudad parece un sitio bastante tranquilo y apacible…¡Me gusta!
Pero… ¿qué es esto? Dios mío, no lo hagas perro, ¡quita!
¡Bruno quieto hombre, no sigas!
Javier: Perdone a mi perro señorita, perdón, no se qué le ha pasado…
Lucía: ¡Pero cómo se puede tener suelto a un bicho tan guarro como este! ¡Tenga más cuidado hombre! Y usted, ¿se ha olido? Apesta a whisky barato. ¡Buenos días!
Qué humos gasta, pero es que has hecho muy mal Bruno, muy mal…
Ahora tengo que ir así a comprar las cosas. Mira Zara, ahí hay una tienda donde encontraremos lo necesario para ti.
Anda mira que cosa más graciosa de pájaro.
A ti también te llama la atención verdad. Me gustan tanto los animales que me lo compraría, pero primero quiero instalarme y después vendrán los caprichitos.
Ahora me cobran y nos vamos, toma un aperitivo.
Uff, ¡qué hambre tengo! Creo que antes de ir a nuestra nueva casa iremos a comer algo.
Aquí parece que sirven bien. Échate ahí Zara. Uy, me parece que ese es el tipo de antes. ¡El del perro cochino!
Vaya, parece que a Zara le agrada… Jajaja
Javier: Hola, perdone que me siente aquí, espero que no le moleste…
Lucía: Bueno… Siéntese sí…(¿pero este tío de qué va?)
Lo primero disculparme por lo de esta tarde…
Acabamos de llegar a la ciudad prácticamente y aún ni me he acercado a la casa que he alquilado. Ha sido llegar, firmar el contrato y claro, se ve que Bruno anda algo desorientado…
Bueno, qué casualidad. Yo estoy en la misma situación. No se preocupe, está perdonado su perrito, sólo por lo bien que le está haciendo pasar a Zara. ¡Parece que se gustan!...
Si usted quiere, podemos intercambiarnos los teléfonos para sacar a pasear juntos alguna vez a Zara y Bruno…Aquí tiene el mío, me llamo Javier.
Me parece muy buena idea, apunte mi teléfono móvil. Yo soy Lucía.
Bueno, un placer. Parece que no sirven comida en este restaurante y me muero de hambre, pero ya compraré mejor algo de camino a casa que también necesito descansar y ¡darme un baño caliente!
De acuerdo y ya sabe…
Javier: Cuente conmigo para lo que necesite, he alquilado una casa que más bien diría que es una granja, si le interesa pasar un rato acompañada o hablar llámeme igualmente.
Lucía: Lo haré, gracias.
¿Qué hace una perrita como tú en un lugar como este?
Me he perdido y al final he encontrado a mi príncipe azul…
Espero volver a verte pronto.
Eso espero…