Verás el cielo | Cap 13. El vínculo

[James_Capp]

-mucha suerte Endueleno, ojala vuelvas para la continuación de esta historia

[edueleno]

me encantó Edu

definitivamente mi amor "Simposible" es Octavio

Dario es muy sabio, me llego mucho cuando dice : Sucede que no intentas superarte a ti mismo,Intentas superarme a mí

Hasta febrero es mucho tiempo , pero que disfrutes tus vacaciones

Saludos!! ^^

¡Muchas gracias, _Milk_! Ya he vuelto, pero no tengo nada de nada escrito, así que pronto me pongo a escribir así actualizo

Muy buenos los dos capítulos! Me encantan los diálogos, creo que jamás voy a poder hacer algo así...
Seguro que hacer una historia debe ser muy complicado...
Espero el próximo capítulo!

Es sólo práctica, Mass... ¡animate! Bueno, y un poco de estudio también, pero sobretodo práctica...

-mucha suerte Endueleno, ojala vuelvas para la continuación de esta historia

Gracias fuerzacr03, ¡aquí estoy de vuelta!

[eliana]

Que bueno que ya volviste de tus vacaciones... voy a estar esperando nuevo capi

[Viri]

Me había perdido el capi 5 No tengo perdón!!!
Buena Edu me gusta mucho tu historia, ahora que estás de vuelta no tardes en actualizar!!! Que me engancha como escribes
Darío además de guapo todo un maestro y un sabio ays que me encanta
Por fa quiero leer como sigue jeje

[sazare]

O.O no había visto que ya habías regresado me da gusto leerte espero el capítulo 6 que me he quedado con dudas en mi cabeza desde el capítulo 1 y con eso de que al final me tienes una sorpresa pues más aun sigo pasando por aquí

[edueleno]

Que bueno que ya volviste de tus vacaciones... voy a estar esperando nuevo capi

¡Aquí viene, eliana!

Me había perdido el capi 5 No tengo perdón!!!
Buena Edu me gusta mucho tu historia, ahora que estás de vuelta no tardes en actualizar!!! Que me engancha como escribes
Darío además de guapo todo un maestro y un sabio ays que me encanta
Por fa quiero leer como sigue jeje

¡Gracias, Viri! Sí, Darío es muy sabio, pero no es el más sabio de La Virtud, sin duda...

O.O no había visto que ya habías regresado me da gusto leerte espero el capítulo 6 que me he quedado con dudas en mi cabeza desde el capítulo 1 y con eso de que al final me tienes una sorpresa pues más aun sigo pasando por aquí

Bueno, aquí viene el capítulo 6, sazare. ¡Que lo disfrutes!

Esta vez hay menos imágenes, porque el texto es demasiado diálogo, y aburre un poco poner muchas imágenes de la misma situación. ¡Pero ya el próximo capítulo viene más interesante! (originamente iban a estar los dos juntos, pero es que este diálogo me quedó muy largo, jeje!)




— El caso estuvo abierto poco más de mes y medio —dijo Helena con un dejo de tristeza, sentada en el sofá—. Estuvo a cargo de la policía local, y también de prefectura. Buscaron en los bosques, en las grutas y en la costa. Y cuando encontraron a Fermín, continuó abierto una semana más, mientras se realizaban las pericias y estudios. Luego… se acabó; no se supo más del tema.
Estábamos en la sala de mi casa, hablando. La había invitado en cuanto había cortado mi comunicación con Pierre, y le había pedido que me contara un poco más sobre el caso de su hermano. Allí estaba ella, repitiendo esa historia una vez más. Y yo la observaba atentamente, casi sin hablar.
—Y tampoco se habló más de él. Fue como si desapareciese del mundo —finalizó.
Fruncí el entrecejo, extrañado. ¿Por qué su voz había cambiado tanto…?


—¿Qué quieres decir? —pregunté, interesado.
Ella lanzó una suave risita.
—Lo normal hubiese sido que durante meses los oficiales se lamentaran por la muerte de mi hermano cada vez que me veían —comentó, como si nada—. Pero esta vez fue completamente distinto: parecía que jamás hubiese sucedido el supuesto accidente. Simplemente… borraron a Fermín de sus mentes—presionó los labios, indecisa— Eso acentuó aún más mis sospechas.
Me incliné hacia ella, y hablé en un tono más suave.
—¿Y qué sospechas…?


Me miró con un gesto acusador. Era lógico, quizá me había excedido con la cantidad de preguntas para el poco tiempo que nos conocíamos. Ella sabía muy poco sobre mí, y yo prácticamente conocía todo lo sucedido con Fermín Páez. Pero ya tenía muy bien pensado cómo continuar la conversación.
—Pues es obvio, Guillermo —dijo, finalmente, casi en susurro—. Ellos mataron a mi hermano, por alguna razón. Y luego, no quisieron que nadie se enterase, por lo que inventaron todo ese cuento del accidente en la costa. ¡Si Fermín apenas disfrutaba del mar!
Guardó silencio durante unos segundos. Yo esperé, sin dejar de mirarla.
—¿Pero qué podía hacer? —se lamentó, elevando un poco la voz—. No, me habían dado muchas señales. Me lo habían dejado muy claro: sabía muy bien que si llegaba a develar la verdad, no viviría mucho más.
Lanzó un largo suspiro. Un largo y entristecedor suspiro. Yo me quedé en silencio por un momento, debatiéndome entre continuar indagando, o dejarlo y concentrarme en el caso de Julieta Dahl. Algo dentro mío indicaba que iba por el camino correcto; que si seguía investigando, podía llegar a descubrir algo importante.


—Escucha, Helena —dije, entonces—. Yo soy abogado, y si bien hace años me dedico al rubro comercial, estoy completamente seguro de que puedo ayudarte a sacar alguna verdad de todo esto. ¡No puedes permitir que esta gente salga impune luego de asesinar a una persona!
Para ser sincero, me sentía un poco hipócrita mintiéndole de esa forma a Helena. Si bien era completamente cierto que mi investigación podía llevar a descubrir a los asesinos de Fermín, me veía obligado a ocultar quién era, cómo procedía y cuál era mi verdadero objetivo.
—No lo sé, Guillermo —dudó ella—. Esa gente debe ser muy peligrosa… ¡y tú estás aquí, absolutamente solo, sin que nadie pueda ayudarte!
Suspiré, buscando en mi cabeza alguna forma de lograr que Helena se sintiera conforme.
—No voy a arriesgarme ni a meterme con esa gente, Helena —dije, calmadamente, esbozando una sonrisa—. Pero quizá puedo comenzar a investigar algo… no sé, tal vez las razones por las que asesinaron a Fermín. Muchas veces estos grupos de gente se deshacen de las personas que los ponen en peligro…


—¿Qué estás insinuando? —me interrumpió, elevando la voz. Parecía haberse enojado un poco.
—¡No lo sé, Helena! A eso a es a lo que me refiero. No sabemos absolutamente nada sobre Fermín, o sobre esta gente. Y para poder llegar a cualquier tipo de conclusión, necesitamos más información. Escúchame un segundo, por favor. Permíteme investigar un poco sobre tu hermano. No lo sé, en su trabajo, en su casa, en los lugares que frecuentaba. Es muy posible que haya visto algo, o que supiese algo que no debía saber. O quizá hasta le hayan ofrecido algo que él haya rechazado, y por eso lo mataron —expliqué, intentando ser lo más sereno y paciente que mi nerviosismo me permitía—. Hay muchas, muchísimas posibilidades, Helena. Y tenemos muy poca información.
Helena negó suavemente con la cabeza, presionando los labios.
—No me gusta mucho cómo suena todo esto —dijo, ya más calmada—. Déjame pensármelo, ¿vale? No quiero que nadie ponga su vida en riesgo.


—Está bien, no te preocupes. Sólo quiero que sepas que puedes contar conmigo. Piénsatelo el tiempo que sea necesario, yo estoy dispuesto a indagar un poco más sobre el caso. Y conozco mucha gente que puede ayudarnos, en el caso de que las cosas sean más complicadas de lo que imaginamos.
—¿Puedo hacerte una pregunta, Guillermo?
La miré, preocupado. Su voz había adquirido un tono oscuro.
—Dime —sonreí.
—¿Por qué te interesas tanto por Fermín?
Lancé una suave risita, casi imperceptible.
—No es que me interese, Helena —comenté, cordialmente—. Es que me preocupa. Me preocupa que en un pueblo tan pequeño puedan suceder este tipo de cosas. Creo que es parte de algo mayor. Y si así es, entonces creo que tenemos el deber de hacerlo saber al resto de la población.
—¿A qué te refieres? ¿Algo como qué?
—No lo sé, sinceramente. Pero si vale más que la vida de alguien, seguramente sea peligroso.

>>Ir al Capítulo 7

[Viri]

Genial capítulo, cuantas incógnitas ya quiero leer como se resuelven.

[sazare]

NOOO me dejas peor siento que en vez de resolver mis dudas termino con más aparte conociéndote tal vez Fermín esta vivo y es infiltrado de alguna sona no lo se... ESPERO el siguiente con ansias que me dejas con muchas dudas

[_Milk_]

me suena a mafia ñiaca ñiaca al igual que sazare , me da la sensacion de que esta vivo


solo espero que en el prox aparezca mi Octavio (ya se adueñaba jaja)



saludos edu!! que bueno que hayas regresado !!

[edueleno]

Genial capítulo, cuantas incógnitas ya quiero leer como se resuelven.

¡Uf, y lo que falta para que terminen de resolverse!

:shock: NOOO me dejas peor siento que en vez de resolver mis dudas termino con más aparte conociéndote tal vez Fermín esta vivo y es infiltrado de alguna sona no lo se... ESPERO el siguiente con ansias que me dejas con muchas dudas

Pronto sabrán un poquito más sobre quién era Fermín...

[color=#800080]me suena a mafia ñiaca ñiaca al igual que sazare , me da la sensacion de que esta vivo

solo espero que en el prox aparezca mi Octavio (ya se adueñaba jaja)

¡Milk! ¡Qué lindo volver a leerte!
Bueno, a ver qué puedo contarte sin develar mucho... digamos dos cosas: una, que no se trata de una mafia. Al menos, no específicamete.
Y la otra, que todavía falta un poco para que Octavio vuelva a aparecer

[James_Capp]

-bonito el capítulo, aplausos para vos Edu y muchos misterios y a resolverlos!!

[GwynRM]

Vaya intriga!!!

No tardes mucho en escribir que nos va a dar un soponcio xD

[Xx.MassHysteria.xX]

Wow! Qué capítulo! Quiero saber lo que le pasó a Fermín...
Helena era la hermana, no?
Nos vemos!!

[Rusita]

Ay no!! queremos que Octavio aparezca pronto Edu!

Que bien va la historia, a ver como sigue. La verdad admiro tu capacidad de inventar "enredos" y conexiones para crear esta historia.

Saludos!

[edueleno]

-bonito el capítulo, aplausos para vos Edu y muchos misterios y a resolverlos!!

¡Gracias fuerzacr03!

Vaya intriga!!!

No tardes mucho en escribir que nos va a dar un soponcio xD

JAJAJA Hoy iba a poner un adelanto del próximo capítulo, pero al final decidí poner el capítulo entero y ya

Wow! Qué capítulo! Quiero saber lo que le pasó a Fermín...
Helena era la hermana, no?
Nos vemos!!

Sí, Mass, Helena es la hermana. ¡De a poquito se irá sabiendo todo! Ya en este capítulo Guillermo hace un avance importante

Ay no!! queremos que Octavio aparezca pronto Edu!

Que bien va la historia, a ver como sigue. La verdad admiro tu capacidad de inventar "enredos" y conexiones para crear esta historia.

Es que yo siempre soy un enredado con las cosas que escribo, sinceramente. Me gusta mucho llevar la dinámica cinematográfica, que suele ser más enredada y dinámica, a lo lingüístico (además es súper interesante el proceso, aunque un poco complicado. Por suerte este tipo de historias te ahorran mucho, porque con tanta imagen no es necesario describir mucho)




Avancé por la sala principal hacia el ascensor. Presioné el botón, esperé unos segundos, y las puertas se abrieron, emitiendo un suave ¡ding! Caminé hacia el interior y elegí la planta dieciocho. Las puertas se cerraron rápidamente, y tras un brusco temblor, la enorme cabina de metal comenzó a subir.
Era extraño estar en un edificio. Era uno de los pocos que había en Valle Carmín, la mayor parte de ellos utilizados plenamente para oficinas y para tiendas. Sólo uno o dos eran edificios residenciales, pero este no era el caso.
En la planta dieciocho se encontraba la oficina en la que solía trabajar Fermín Páez. Helena me había citado a la plaza principal del pueblo esa misma mañana, y me había dado las llaves. Había accedido a que investigara, al menos un poco. Y me había dicho que, los últimos meses, Fermín había pasado mucho tiempo en esa oficina, pero no le había querido contar qué había estado haciendo.
«Cuando yo fui a ver, estaba prácticamente vacía», me había dicho. «Sólo queda un montón de papeles, pero tal vez tú puedas encontrar algo útil. Sólo te pido que tengas cuidado».
Así que allí estaba. A tan sólo unos pasos de una habitación que posiblemente me brindaría la información necesaria para continuar mi investigación sobre Julieta Dahl. Estaba a punto de conseguir entrar al único lugar en Valle Carmín que podía guiarme de alguna manera. Y sin embargo, me asaltaban demasiadas inquietudes. ¿Por qué habían asesinado a Fermín Páez? ¿Por qué lo habían ocultado de esa forma? ¿Y cómo se relacionaba ese caso con el de Julieta? ¿De qué manera podía servirme conocer el destino de Fermín para encontrarla? No tenía la menor idea, pero si de algo estaba seguro, era que Fermín y Julieta estaban relacionados de alguna manera. Había entre ellos una conexión que todavía no era visible a mis ojos. Una conexión que tenía que descubrir a toda costa.


¡Ding!
Las puertas del ascensor volvieron a abrirse. Frente a mí encontré un pasillo con varias puertas. Busqué la correcta, e ingresé a la oficina. Helena tenía razón: estaba prácticamente vacía. Sólo una mesa, dos armarios, unos cuantos archivos, papeles desordenados y demás. Y si bien nada parecía muy útil; sería cuestión de revisar un poco.


La oficina se veía enorme, y el silencio parecía haberse acumulado durante meses en ese lugar. Apenas se oían los sonidos urbanos, y el edificio a esas horas estaba realmente tranquilo. Sólo el zumbido de la iluminación interrumpía la calma. Y frente a mí, un gran ventanal me permitía ver gran parte de Valle Carmín. A esas alturas el pueblo adquiría cierta magia, cierta aura particular.


Me acerqué a la mesa y revisé lo que había quedado, todavía desordenado, sobre ella. Eran apuntes y anotaciones de todo tipo. Encontré una lista de direcciones; una de ellas estaba subrayada, y quedaba muy cerca de las grutas del pueblo. La anoté en mi agenda: tendría que ir a investigar allí.
Por lo que podía ver, todo indicaba que Fermín Páez no era sólo un artista. Había estado investigando algo, de seguro importante. Y había pasado horas leyendo, releyendo y recopilando información. No me cabía ninguna duda. Probablemente habría llegado a algún descubrimiento valioso, y por eso lo habían asesinado.


Observé el resto de los papeles sobre la mesa. No parecían del todo importantes: bocetos de dibujos, recortes periodísticos sobre varias temáticas, una carta a medio escribir, dirigida a Alicia Montero. De todas formas, los ordené y los dejé preparados para llevármelos. No fuera a ser cosa que luego me diese cuenta de que allí había información valiosa.
Continué recorriendo la oficina. Caminé hasta el armario y abrí sus puertas. En su interior había varias carpetas, la mayoría de ellas vacías. Eran archivos de los movimientos de la empresa para la que Fermín trabajaba. Entradas y salidas financieras; compras y ventas de productos. Ya me lo había dicho Helena: Fermín era encargado de ventas de un emprendimiento en Valle Carmín.


Una de las carpetas me llamó la atención, porque no tenía rótulo. La abrí y la hojeé rápidamente. Valeria Méndez, Ana di Pietro, Igorr Schanutz, Christ Melbourn, León Ribas, Cecilia Bargas, Cielo Vázquez, Patrick Daffis. Ocho biografías, o más bien historiales, de ocho médicos y científicos de Europa. Había información muy detallada sobre sus carreras, sus empleos, sus avances científicos, sus investigaciones. Había datos precisos sobre sus fechas de nacimiento, su educación primaria y secundaria, sus diferentes hogares, sus familias, sus estudios superiores, sus posgrados, sus maestrías. Había mucha información. Demasiada información.
Fruncí el entrecejo mientras recorría las páginas, leyendo las oraciones resaltadas con marcador. Todos ellos habían sido excelentes estudiantes, con muy buenos promedios. Habían hecho importantes descubrimientos en sus campos de acción, y habían asistido a un congreso en común en el año 1973: Genetische Magie, en Múnich, Alemania.


Cerré la carpeta y me asomé a la ventana. ¿De qué se trataba todo esto? ¿Quiénes eran todas esas personas? ¿Qué tenían que ver con Fermín Páez, por qué las estaba investigando? ¿Sería esta investigación la causa de su muerte? Y, todavía más preocupante: ¿cómo se relacionaba todo esto con Julieta Dahl? ¿O realmente estaba yendo por un camino completamente equivocado?


Observé las grutas desde las alturas. Allí era donde habían encontrado el cuerpo falso de Fermín. Y, sorprendentemente, él había estado investigando algo en aquel lugar, justo antes de desaparecer. Sin duda, las grutas de Valle Carmín escondían un secreto importante.


Tomé mi teléfono móvil, con la intención de llamar a Pierre, pero no llegué a marcar. Por alguna razón, no quería comunicarle mis avances. Quizá porque me había enfocado demasiado en el caso Páez, que poco tenía que ver, por ahora, con mi objetivo principal. ¿Qué sucedería si me prohibían seguir investigando por este camino? No. No podía detenerme ahora. Necesitaba saber qué había sucedido.
Necesitaba entender.

>>Ir al Capítulo 8