¡Hola chicos!
Bueno lo primero, yo soy Casnel y os traigo mi historia
Me encantaría que leyéseis el prólogo y que me dijeseis que os parece. No se si la continuaré aquí, ya que para postear esto he tenido varios problemillas subiendo fotos (no me dejaba más de 5 y las tuve que subir con inmageshack) así que posiblemente la continúe con un blog ^^
Bueno, la historia es de misterio y espero que os guste
No os entretengo más
Muackis *3*
BLOG
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PRÓLOGO: EL SUEÑO
Es la noche más oscura que he visto nunca. El bosque está tan silencioso y tan oscuro que a no ser por la luz de las velas de la torre, no se vería nada.
La torre brilla con un resplandor maligno. Es una torre alta, de piedra y con los tejados azules. Está en una zona pantanosa y de vasta vegetación.
En la torre un gato está sentado en una cama se madera. Es el gato más raro que he visto nunca. Es negro como el azabache, pero lo más curioso son sus ojos. Su ojo izquierdo es azul cielo, y el derecho rojo fuego. Tiene unas inmensas pupilas negras que parecen escrutar todas las esquinas de la pobre habitación de la torre.
Cerca del gato, hay una mujer. No puedo verle la cara, porque está mirando hacia un mapa. Un mapa en el que parece poner ''Carnerland''. El mapa está hecho en la piel de algún animal, y está colgado en la pared, totalmente extendido. La mujer lo mira, y no aparta la vista de él. Lleva un vestido realmente extraño, que se aferra a sus perfectas curvas como un guante se ciñe a una mano.
Entonces se aparta y gira la cabeza. Sigo sin poder verle la cara, pero algo me dice que es tremendamente hermosa. Pero una belleza que los humanos no podemos soportar, ya que nos volvería locos.
Toma al gato de la cama, y este no se resiste. Lo acaricia durante un rato en el que el gato no para de gruñir a la nada. La mujer cada vez hinca más sus uñas entre el pelaje del gato.
El gato suelta un pequeño gruñido y la mujer sonríe. Dice algo. No puedo escuchar nada, pero gracias a que se leer un poco los labios, creo que dijo algo como ''la hora''.
Deja escapar al gato que corre y salta por la ventana. Algo en mi interior me dice que me vaya de allí. Pero no es posible, no puedo moverme. No puedo dejar de mirar.
La mujer baja tranquilamente las escaleras. Es elegante y esbelta. Baja cada peldaño con un pequeño saltito, hasta que llega al bosque. Y entonces ve un resplandor. El resplandor mas blanco y puro que nunca he visto.
Un unicornio bebe en las aguas del pantano. Es la criatura más fascinante que he visto en todo mi existencia. Es muchísimo más bello y puro que como en los cuentos y fantasías de críos. Solamente con mirarlo entras en un mar de calma y tranquilidad del que nunca querrías salir.
La mujer se acerca a la criatura, y eso me aterra. No podría soportar ver a ese animal sufriendo, y la mujer me da miedo. Le toma de las riendas de plata que le cubren el rostro y lo lleva con ella.
Está tan oscuro que solo veo al unicornio brillar, y a la silueta de la mujer acompañándole. Sigo sin poder verle la cara por lo oscuro que está pero percibo que está sonriendo. Entonces me fijo en el animal.
No parece estar triste, ni feliz. Su mirada esta perdida y sigue los pasos de la mujer sin oponer resistencia. Los unicornios de siempre han sido animales orgullosos y salvajes; criaturas fantásticas que no necesitan de los humanos...o de lo que quiera que sea esa mujer.
Entonces reconozco una figura en una llanura cerca de la casa. Es un pináculo azul, rodeado de cuatro pivotes de oro en las esquinas de la base y de otro en la punta de la pirámide. La mujer dirige allí al unicornio y lo sitúa tras la construcción.
Entonces el unicornio comienza a emitir una extraña luz anaranjada de los ojos y el cuerno. Todo comienza a iluminarse mientras la luz aumenta y el animal relincha alocado. Entonces apunta con su cuerno justo a un punto que se encuentra en frente del pináculo.
Un fuego inmenso se desata. Comienza con una pequeña llamita, y termina con una gran fogata.
Todo el llano en el que se encuentran y gran parte del bosque colindante se iluminan por la luz de la fogata. Y entonces veo la silueta de la mujer frente al fuego. Es una imagen aterradora, ver como esa figura negra se sitúa frente al fuego sin miedo, esperando a ser devorada por las llamas. Y ver como el unicornio cocea tras la construcción, aturdido y algo asustado por el fuego que él mismo a creado.
Entonces consigo ver el rostro de aquella mujer. Su piel es dulce y amelocotonada, y con la impresión de ser realmente suave. Sus labios aterciopelados están cerrados y pintados con un fuerte carmín, y la sombra de sus ojos tiene los mismos matices. Su pelo se recoge en una complicada trenza que le recorre toda la cabeza como una corona.
Pero lo más inquietante son sus ojos.
Sus ojos color de la sangre que miran como el fuego se aproxima hacia su cuerpo con la intención de envolverla entre sus llamas...
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