Sweet-chan te dejo decirme lo que quieras porque Mexe hace mucho no me escribe >:'I *llora*
xD *-* dsadasdas gracias <3 y prometo avisarte la próxima vez TuT o sea ahora jeje <3
que me digas eso me pone tan contenta T///T intento darles personalidad a cada uno sin que se parezcan, y menos que se parezcan a mi (? xD . un besote! gracias por pasarte
Aliiiiiiii *se abalanza* ¡no, no me leas no te merezco! T^T (? , me apena por las pocas ganas que he tenido de escribir ;3; pero leerte me da muchos ánimos, muchas gracias <3 envíale saludos a Thae (acosadora mode on)
En fin dejo el siguiente capítulo que ya cerraría toda este apartado de Mitsuki y el lobito-Dragón Zeyak
Capítulo 15: Luciérnagas "Flama de Dragón"Aún seguía con la mirada pegada a la figura de lo que parecía entonces ser un muchacho, un espadachín de los pocos que habitaban en la región oriental del Anochecer; desde la antigüedad los sabios advertían que ver a uno desenvainar su espada podría significar la instantánea muerte o una milagrosa salvación y en mi caso fue lo segundo, aunque mi temor seguía estando allí haciendo temblar mi cuerpo como si estuviera en medio de una tormenta de nieve
Tragué un poco de saliva al ver los cortes en sus manos, y repitió que se detuvieran dando un paso firme hacia adelante, los pliegues de su hakama se arrastraban a penas contra el suelo
Lo observé de arriba abajo y luego miré al chico que me atacó, pese a su arrogancia, que hijo del señor feudal apretaba sus puños en un vano esfuerzo de disimular el miedo que lo invadía de pronto.
-¡a..apártate!- respondió con la voz entrecortada, pero sus ojos se estrecharon aún más cuando la mano del espadachín se alzó lentamente
Cielos, por un momento creí que estaría a punto de presenciar una masacre, lo cual no me causaba ninguna alegría aunque estuviera salvando mi vida
Sin embargo el muchacho agitó su coleta hacia adelante y simplemente serenó su voz
-es muy tarde, la gente de tu posición debe respetar las reglas para ejemplo de los habitantes de esta villa- oírlo hablar era como escuchar a los guardias de la corte real, frente a ellos me asustaba y me sentía obligado a obedecerlos …quizá por la firmeza de sus palabras .
El niño gruñó después de salir de su espanto
-eso y si no quieres que tu padre te de unas nalgadas, niñito malo- el espadachín puso sus brazos en jarra y en un gesto de burla pasó una mano sobre el rojizo cabello de él despeinándolo.
Rápidamente aquel chico quitó su mano dándole una bofetada y con una sonrisa tan maliciosa como el brillo de sus ojos ámbar pegó un silbido ensordecedor…o al menos lo era para mi, los mitad lobo tenemos un oído sensible, sumado a que por mis golpes apenas me mantenía en pie, no sé cuánto más podría aguantar
El chillido de una cría de Dragón Rojo desplegó sus alas frente a la figura de la luna, pintando un halo rojizo al descender e impuso su presencia a los ojos del espadachín. Solamente las familias adineradas poseían uno y desafortunadamente los utilizaban como herramientas para embestir contra sus enemigos.
Lancé un grito y con mis últimas fuerzas me arrojé al suelo tapando mis oídos, inútilmente habré esperado que todo fuera una pesadilla, no deseaba ver muerto a nadie siquiera a los que buscaran asesinarme.
En cuanto pudo debilitar sus reflejos, la criatura posó su mirada en mi, pronto vendría a terminar con las últimas de mis fuerzas. En aquél momento deseé tener el poder de levantarme y espantarlos a todos; sentí cómo mis garras se clavaban en la tierra y un quejido impulsó las articulaciones de mi brazo derecho. Temí que volvería a perder el control por mi parte Dragón
-¡quédate ahí!- me ordenó el espadachín, cubriendo mi visión con su fornida espalda
-Detesto hacer esto, la vida de estas hermosas criaturas incomprendidas y usadas como una vil arma …La empuñadura de su katana hizo un abanico al compás del sonido del metal, avanzó nuevamente a enfrentar a la cría de dragón
-¡Que esto te sirva de lección niño!Gritó, aunque con un tono monótono de voz, al chico pelirrojo
Y con el filo de su espada formó una cruz que parecía controlar la dirección del viento, un fuerte graznido seguido de un manto rojizo que apenas pude percibir mirando de reojo. El muchacho había acabado con la vida de un inocente dragón y por el titubear de su voz noté que no dejaba de disculparse por hacerlo. Puede que a los espadachines no les afecte matar a una persona si es su trabajo, sin embargo, luchar contra alguien que ha sido obligado a dar pelea les avergüenza a sí mismos de triunfar, Mitsuki siempre me lo ha dicho.
Aquellos que antes se mostraban superiores ahora miraban horrorizados la escena
-¡Ma…maldito! ¡Te las verás con mi padre!- Gritó tan tembloroso que apenas se entendía su amenaza
-¿Por qué te quedas ahí imbécil? ¡corre!- los niños que estaban con él le habían tomado ventaja en su escape
-¡Sabía que no tenía que venir con ustedes, lo sabía!-vaya, los niños no eran así de maleducados en mi infancia- con suaves pisadas sobre el pasto se acercó a mi
- ya puedes levantarte…Zeyak¿mi nombre? ¿cómo sabía mi nombre? Si yo nunca le había visto en mi vida, me quedé en silencio un momento y continuó hablando
-vamos, no querrás dejar solo a este pequeño- fue cuando oí de nuevo ese agudo sonido que emitía el dragón rojo, estaba convencido de verlo morir ¿sería que el…
…No lo mató?
-imposible- murmuré
- yo vi como tú lo mataste con tu espada- además de ser espadachín también soy ilusionista- soltó una risita, algo afeminada para la dureza que tuvo anteriormente al hablar, y mis ojos se abrieron un poco más al ver su busto vendado y sobresaliendo un poco de su “eri” (tira del cuello)
-¿eres…mujer?- pregunté al fin con un incontenible rubor en mis mejillas
-¡¿q..que?!- ella se sonrojó también pero mucho más que yo y con un enfado que le sacaba llamas en los ojos
- ¡claro que soy mujer! -lo siento , es que…-¡ y si vuelves a mirarme “ahí” te rebano en pedacitos pequeño lobo insolente!- puso su espada frente a mi cuello, pero ver su cara contrariada me causaba un poco de gracia
-que enojona eres- repliqué haciendo pucheros
La pequeña cría volvió a emitir su sonido y tiernamente echaba su cabeza contra el hombro de ella
-oh mira, ya has has incomodado a la pobre criaturita ¿tienes hambre bonito?-acarició su cabeza contra sus finos dedos
-¿te lo vas a quedar?-Es una responsabilidad muy grande, yo estoy una noche aquí y al amanecer ya no estoy- tomó una profunda respiración
- Y poner su vida en riesgo…no podría-negó con la cabeza
-Si lo llevamos al cementerio nadie lo molestará - le propuse
- muchas crías se refugian allí-¿estás seguro?-¡si! y con lo miedosos que son esos niños no irían a buscarlo jamás a tal lugar –comencé a reír al recordar sus caras morirse del miedo cuando ella apareció
-¡pues sí que son miedosos! ¡Jaja!- rió también
- creí que el “cabeza de tomate” se orinaría encima-¡Jajaja!- hace mucho no reía con esa libertad, cada tanto me sostenía la cara por el dolor de mis heridas, aunque no me importó, quería seguir con ese cosquilleo en la boca todo lo que pudiera
-A todo esto- dije, cuando pude respirar con normalidad
- ¿cómo te llamas?Intenté disimular la curiosidad del por qué sabía mi nombre, pude que le molestara si me hubiese puesto a interrogarla
-Mitsuki- respondió con una sonrisa-
Julient MitsukiUn nombre algo particular y poco combinable como su apellido
-Mitsuki- pero es un lindo nombre
“ y jamás lo olvidaré” me susurré a mí mismo. La felicidad que sentí entonces, gastó la poca energía que mi cuerpo reservaba, el mareo me llegó hasta los párpados que me pesaban hasta rendirse y dejar que el mundo se me apagara, al menos un instante y lo último que recordé era mi cara manchando nuevamente el pasto con sangre y luego una tibia sensación de abrazo elevándome. Con seguridad y un poco de vergüenza afirmo que dormí con una tonta sonrisa dibujada en mi cara
Al despertar vi los bellos y cálidos ojos de Mitsuki, aunque algo borrosa, logro notar su expresión preocupada, su piel es mucho más blanca a la luz y sin las heridas que llevaba antes
Yo seguía agitado, y de pronto triste, pero..¿por qué? . Quería llorar entonces, sin saber si mis lágrimas serían de dolor, de angustia, de alivio…
Ella curvó un poco más sus labios hacia abajo, y estiró su mano para tocar mi frente
-Tu fiebre está bajando- el aroma de su perfume me atrapaba, era de miel y canela y hacía juego con su traje de apariencia refinada, llevaba un saco color caqui y una camisa blanca cerrada hasta al cuello tapada por un pañuelo de volados, es raro, a pesar de que Mitsuki es mujer se viste todo el tiempo como un muchacho de época
-Mitsuki…- traté de acomodar mi voz, para decirle lo que tanto me había llamado la atención antes
- ¿Por qué sabes mi nombre? ¿Me conoces?Lanzó un suspiro al comprender que iba enserio, y que mis ojos no dejaban de clavarse en su mirada
-no me recuerdas, porque sólo eras un bebé y yo aún una niña. Tu madre era mi maestra, fui la alumna de la guerrera legendaria de la Villa Dragón-…-Soy la discípula de Lady SophiaLa melancolía de sus palabras, nada más de nombrarla, se hacía notoria. Tuve que hacer un gran esfuerzo para recoger las migajas de mi pasado, para conocer la Leyenda del Dragón plateado y saber lo que otros relataban sobre mi y mis padres.
Jamás pude decir con orgullo que soy el primer hijo de un Kyuen poderoso y una guerrera que fue la mejor, de hacerlo me matarían en un instante y sí por años mentí sobre mis capacidades me mostré más débil que los demás para no levantar sospechas de los aldeanos
-Mitsuki, ¿tú piensas que fue mi padre quien mató a mi madre?-…- se sobresaltó y dejó el pañuelo húmedo encima de mi frente para alejarse un poco
Su silencio no me dejaba percibir si lo creía o no. Quizá tenía o sus dudas, o si creía que mi padre la había matado…o peor aún , en realidad el si…?
¡No!, mi padre jamás pudo haberlo hecho, yo creo en el y en las luciérnagas “Flama de Dragón”
-perdóname Mitsuki, no quise incomodarte -cuando despierte la niña-dijo haciendo caso omiso a mi pregunta
- dile que no se asuste , y que pronto volveré a buscarlos a ambos-¿a ambos? ¿qué niña?- miré a los lados y entonces la noté, una niña, se veía más pequeña que yo y dormía profundamente en la cama del otro lado de la habitación. Lo más probable es que la hubiera rescatado como a mi.
-Dejé algo de ropa para ti, es todo lo que pude conseguir, y un poco de té y algo para comer. Les alcanzará para un par de días, luego deberán salir a buscar algo por ahí, lo siento.Se alejó por la puerta y no regresó, por mucho tiempo, pero en ningún momento se me cruzó la idea de no verla jamás.
En cuanto pude recuperar mis fuerzas, me acerqué a la mesa arrastrando los pies del agotamiento, tomé la ropa que Mitsuki había dejado para mi, una camisa bordó y unos pantalones a cuadros, bien feos, pero entonces era de lo último que debía quejarme
Detrás de mí , unos pasos aumentaban en volumen de los sollozos de una pequeña niña
-Mitsuki…¿dónde está Mitsuki? –No reaccioné en un principio, la miré ahí de pie y bajó su cabeza, por lo que no podía ver más allá de sus lágrimas rodando hasta el filo de su mentón, y volvía a llamarla.
En cambio yo ahogaba mis sentimientos, si quería ser como la persona que ahora admiraba, tenía que ser fuerte, seguir su camino y alzar mis brazos para proteger a quien pudiera.
-Volverá pronto, dijo que no temas y que esperes aquí conmigo-¿cómo se que puedo confiar en ti?- contestó lloriqueando y con las mejillas algo infladas
-No estoy mintiendo, de no ser así al menos …- apreté mis puños
- ¡yo me quedaré a tu lado!-¿eh?...-¿cómo te llamas?- pregunté sujetándola y trayéndole hacia mi
-Milena…- murmuró, pero lo suficientemente alto como para que la escuchara, no pude reprimir una sonrisa por haberla calmado
-¡Milena yo nunca te dejaré sola!Alzó su mirada, y observé los ojos llenos de lágrimas que se ocultaban bajo ese flequillo rubio ceniza, parecía que podía ver el cielo del anochecer mismo en ellos, parpadeó abanicando sus largas pestañas. Nos miramos en silencio hasta que mi sonrojo me avisó de lo impulsivo que estaba siendo.
-quiero decir…- balbucee quitando de golpe mis manos de sus hombros
Me siguió incomodando con sus ojos pero al menos había dejado de llorar.
Por el resto de los días, Milena y yo nos las arreglamos para sobrevivir en esa vieja casita, recogíamos frutas y verduras silvestres , y aunque nos pesara el hambre no fuimos capaces de robar a otros, nos veíamos indefensos como para poder luchar contra una villa entera
si debimos mendigar un par de veces y bailar canciones medievales por limosnas.
Por las noches, Milena esperaba en la colina de Ragnaros , según ella con la idea de que Mitsuki apareciera allí, como un Dios poderoso lo haría.
-vaya, esta vez se ha quedado más tiempo ¿en qué pensará?-¿ahora duermes como los caballos?-revolví su pelo sorprendiéndola
-¡ah! ¡Zeyak!- se quejó quitando mi mano
-¿en qué piensas? - en mi amado Mitsuki- ella aún pensaba que era un muchacho pero no era oportunidad para arruinarle su imagen de príncipe azul diciéndole que es una mujer.
- impaciente- le sonreí
- te mostraré qué hago yo antes de desesperarme, una vez escuché una canción, mi padre dijo que cuando me sienta solo las llamara a ellas y la cantarían para mi-¿a quienes? – preguntó con destellos en sus ojos, y ellas bajaron de los árboles más altos hasta revolotear a nuestro alrededor
-Las luciérnagas “Flama de Dragón” Música:
Farewell (Despedida)Toozakaru anata no koe ga (Tu voz se está alejando)Furueru watashi no kokoro wo( Eso hiere y rompe este frágil corazón)Kowashite yuku kizutsukete yuku ( la distancia entre nosotros )Yuganda futari no kyori ga (Es como una tortura)In my heart (en mi corazón)Sotto te wo sashidashite (Suavemente extiendes tus manos)Hold me tight (Sostenme fuerte)Dakishimete hoshii no (Quiero que me abraces muy fuerte)Don't say goodbye (no digas adiós)Don't say goodbye(no digas adiós)Hitori no yoru( En la noche estaré solo)Don't say goodbye (No digas adiós)Don't say goodbye (no digas adiós)Modose nai jikan (No podemos volver el tiempo atrás)Don't say goodbye (no digas adiós)Don't say goodbye(no digas adiós)Kono mama yo ga ake nai kara (Si el amanecer no se rompe ahora)Towa ni nemuritaiQuiero dormir por siempreLas luciérnagas volaron hacía las nubes de una noche estrellada, allí a lo lejos buscarían a quienes nos prometieron volver y les contarían de las sonrisas que nos lograron sacar con su deslumbrante destello.
Ellas son mensajeras de nuestra paz y jamás mienten, no nos harían creer en una falsa ilusión y por sobretodo
No nos permitirían decir : Adiós
Pasaron más años, y Mitsuki regresó, justamente a la colina de Ragnaros como Milena deseaba
Pero no estaba sola, llegó con esa persona que hasta el día de hoy maldigo por lo que le hizo al alma de Mitsuki, por borrar su verdadera sonrisa y que nos reclutó como armas de emergencia para su tonta misión
El jefe del
“Escudo de la Rosa Azul” , Zenkeri. No he visto salir expresión alguna de ese tipo, si quiera de odio o maldad, ejecutaba sus acciones sin compasión ni explicación y es por eso que yo no era capaz de descubrir su punto débil
Pero él sí conocía el nuestro y con eso nos puso a su merced, sabía que nosotros obedeceríamos a Mitsuki
Sin importar a quien tuviéramos que lastimar en el futuro
Un inesperado beso en su frente lo hizo regresar de sus recuerdos, el ritmo de su respiración se sosegaba y su ojo de dragón volvió a su estado latente. Su capitán casi adivinando lo que pasaba por su mente deseaba que dejara de preocuparse por ella y que aceptara su destino de permanecer en la base para sobrevivir
-Ve y descansa – susurró pasando su dedo índice sobre los restos de la lágrima que se le había escapado
Zeyak observó al frente y en silencio, sin negar o aceptar su petición
No tenía idea de cual era el tesoro, ni qué podría ser tan valioso como para atormentarle hasta hacerla llorar , pensó que Zenkeri la extorsionaba con ello y que no la dejaría en libertad hasta que cumpliera con su deber de encontrar a la muchacha rosa blanca.
-Me harté de ser solo un arma…- Espiando donde no debes Milena- volteó hacia el tablero dentro de la cabina-
¡ pero qué niña eres!-prr ¡no es justo!- su compañera hizo presencia dando un salto desde donde estaba escondida en su forma animal
- yo me la paso acosando al capitán y tu te llevas los besos - hubiese preferido callarme antes de hacerle mal-
no es un mal si quieres ayudar- respondió pasando su aspera lengua por su pata
- me considero la adecuada para guiarte al cuarto donde Zenkeri pasa la mayor parte del tiempo y también dónde podría esconder el tesoro de Mitsuki-¿entonces vas a ayudarme?- claro que si lobito, meow -¡que no me digas lobo!