Casa Torres-Posse: Pequeño homenaje al arquitecto Eduardo Sacriste. Ésta es mi versión de una de las tantas obras del arquitecto.
La casa Torres Posse es parte del paisaje de Tafí del Valle. El autor toma la geografía del valle como soporte para desarrollar su obra; y el cordón montañoso con el monte Ñuñorco como punto de atracción.
Con pocos elementos, Eduardo Sacriste dialoga con la naturaleza buscando en todo momento entender la problemática del lugar, las características del clima y el lenguaje al que debe recurrir. A través de este camino y con el uso de las piedras recolectadas in situ, supera la simple materialización de la casa conectando la obra con la historia del ámbito.
Con una óptica funcionalista, Eduardo Sacriste organizo una arquitectura permeable a las variables del lugar, desde la elección del emplazamiento, exactamente sobre una antigua plataforma plana de piedras, resto arqueológico precolombino, hasta el uso intensivo de la piedra como elemento destacado.
Su compromiso con el sitio no lo inhibió de su libertad, ya que innovó en la forma constructiva de materializar las paredes, para lo cual montó desde el interior un encofrado de madera, obteniendo una pared plana del lado interior y una textura rústica en el exterior. La cubierta se realizó con una losa plana, a la que luego se le incorporó un manto de tierra para mitigar la transmisión de calor.
La casa se desarrolló en dos volúmenes girados a 135 grados, de tal manera que el espacio exterior contiene los vientos del sur. El acceso de la vivienda se dispuso en una plataforma, en el quiebre de direcciones, que en planta diferencia las actividades de la casa hacia los lados. La entrada está orientada a un hall distribuidor que organiza la sala de estar y el dormitorio de los niños y de huéspedes; del otro lado la cocina comedor y la galería semicubierta.