
¿Alguna vez habéis visto construcciones de forma extraña? imagino que la respuesta será si.
Pues aquí podéis ver el antiguo fuerte militar de "La Concorde", asentado en una ladera, y ocupando varias alturas de la misma. Todo para proteger el antiguo puerto de la capital, hoy en día convertido en puerto internacional, con un enorme trasiego de barcos que entran y salen del mismo.
En su época de construcción fue una autentica proeza de la ingeniería, por que lo que podéis ver es como compararlo con la punta de un iceberg. Ya que solo son visibles algunas torres de observación y las instalaciones donde Vivian los altos cargos militares.
Todo lo demás, está bajo tierra, y aprovechando las numerosas cuevas naturales, y otras hechas por el hombre haciendo un intrincado laberinto de salas y pasillos que poco tienen que envidiar al bunker que ya os presenté en su día.
Con la expansión de Seneca como capital de Ancora Alps, y más concretamente, tras la aparición de los vehículos, la capital tenía serios problemas de comunicación, ya que solo existía otra ruta alternativa hacia el puerto internacional.
Tras muchos y concienzudos estudios, se llegó a la conclusión que solamente seria factible una autovía que circulase justo por debajo del castillo. la medida recibió muchas críticas.
Pero presentados los proyectos al público y explicando que usarían una cueva ya existente que era un antiguo almacén de tanques, se llegó a un consenso que finalmente permitió construir la P2.
Hoy en día si cogen esta ruta, y cogen el túnel, podrán apreciar la hermosura de los pilares de carga en forma de arco del castillo, y debido a lo especial del lugar, el tramo está limitado a 80 km/h para evitar no solo agresiones a los pilares en caso de colisión, si no también para proteger la cueva de ondas sónicas que podrían crear grietas con el paso del tiempo y debilitar toda la estructura.

Continuamos con más del barrio comercial (que veo que os gusta, y a ver si así consigo nuevas empresas extranjeras que se asienten en la región).
Estáis viendo la rotonda de la roulette, en donde Seneca tiene el honor de decir que se asentó la primera tienda allá por los comienzos de la capital. Hoy en día ese punto es la rotonda, con una escultura en honor a los zapateros (pues antiguamente era una tienda de venta de calzado al por mayor).
Como los tiempos cambian, hoy en día, la zona no se parece en nada al lugar elegido para situar las empresas. Pero es bueno recordar los orígenes, y en Seneca todo tiene igual de importancia, desde una pequeña tienda, hasta el mayor bloque de la multinacional Saramago que tiene su sede unos metros más a la derecha.
La concentración de edificios continua siendo elevada, y por eso seguimos viendo edificios de alturas vertiginosas, en las que las vistas desde las azoteas es magnífica.
Podemos ver edificios de todas las clases, y de todo tipo de empresas, multitud de oficinas de negocios, y un trasiego que se puede apreciar las 24 horas del día.