
  Hoy le toca el turno a uno de los barrios obreros.
Desarrollados junto a la industrialización de Seneca, los barrios obreros de las afueras ofrecían una vivienda digna, cómoda y grande a un precio reducido.
La belleza arquitectónica, se dejo a un lado en pos de lo mas importante de todo, que todo el mundo tuviera un acceso a una vivienda digna, esa era la filosofía de los barrios obreros, y realmente se convirtieron en todo un éxito entre los sectores de la población a los que acceder a una casa unifamiliar les seria muy costoso.
  Como podéis ver, los edificios pertenecen a grandes bloques, en su mayoría semejantes, pero que a su vez disponían de patio privado con lo que es frecuente ver a los más pequeños del bloque jugando en un sitio cómodo y seguro.
Las calles están dotadas de amplios aparcamientos, y de una zona fuera de la carretera que sirve para paradas cortas, así se evitan los embotellamientos a causa de un coche en doble fila.
Pese a que la mayoría de bloques son semejantes, cada calle posee su estilo característico, lo que no lo hace tan monótono.