
Hoy os quiero enseñar algo más industrial, los astilleros de Seneca, y el barrio obrero que se levanta justo al lado. Pero primero hablaremos de los astilleros.
Desde siempre, el mar estuvo muy ligado a la ciudad, y también desde siempre, hubo un astillero en Seneca, por su privilegiada situación geográfica, se establecían empresas constructoras de barcos, y gracias a ellas en parte, hoy Seneca es lo que es.
Actualmente los astilleros se encuentran reunidos en la zona cercana al puerto internacional de Seneca para comodidad tanto de los constructores (si necesitan materiales grandes, o partes de buques, las pueden traer y llevar sin tener que colapsar las carreteras) como de los ciudadanos, evitándoles ruidos y molestias innecesarias.
Podéis ver el astillero más antiguo de la ciudad, hoy en día propiedad de una multinacional coreana.
Cerca de el también veréis el astillero de la compañía local ADALFA, y aunque pueda parecer que juntar varios astilleros de diferentes compañías, tanto nacionales, como internacionales puede ser peligroso, nada mas lejos de la realidad, pues la mayoría de las veces (como en el caso del transatlántico de lujo Queen Moerds de bandera Ancorana, y propiedad de una compañía local de cruceros) suelen trabajar codo con codo en proyectos comunes.
Ahora hablaremos del barrio obrero que se levanta justo al pié de los diferentes astilleros.
Cuando las empresas se empezaban a establecer en Seneca, con ellas traían gran demanda de trabajadores cualificados, y de muy diferentes variedades, y por eso se empezó a construir viviendas justo al lado de las instalaciones, para acortar el camino al trabajo a todas las personas encargadas de construir barcos.
Y estos barrios son altamente eficientes, contando con todos los servicios, pasando de hospital y parque de bomberos propio a centros comerciales, e instalaciones deportivas de uso público.
Hoy en día, el barrio continuo con su encanto de antaño, con sus calles arboladas, sus líneas de tranvía que traían a trabajadores de otras zonas todos los días a los astilleros, sus cafeterías y bonitos patios interiores. Añadiéndole con el paso del tiempo una gasolinera y una obra conjunta entre el gobierno y los astilleros, que se trataba de mejorar las barreras que había entre la población y los ruidos del trabajo diario y a turnos que se necesita para cumplir la alta demanda de buques. Dando como resultado, un barrio tranquilo, y sin mas ruidos que cualquier otra zona.
Como detalle curioso, cabe mencionar que las calles de éste barrio obrero, reciben el nombre de las diferentes profesiones relacionadas con el mundo naval.