He visto el tema de los legacy y no me he podido resistirme a hacer uno. A ver que sale.
Mi historia comienza con Alberto Garcia, que es ya un adulto pelirrojo de ojos verdes, muy pulcro, bastante timido, mas bien activo y serio. Su signo del zodiaco es virgo y sus aspiraciones son las de formar una gran familia, debido a sus orígenes en los que no ha conocido a su familia. Le pone la gordura y la colonia y le corta el maquillaje. [los dados estaban jugetones]
Biografia [me invento un pasado para mi personaje para darle un poco de realismo]
Alberto Garcia es un sim que ha tenido un pasado complicado. Fue abandonado nada mas nacer en las puertas de un Hospital y ha pasado su infancia y adolescencia solo en un orfanato. Para rellenar su partida de nacimiento le dieron por nombre Alberto, aunque realmente nadie sabia si sus padres, fuesen quienes fuesen, le habían puesto un nombre. En la casilla de apellido le pusieron Garcia, ya al anterior niño abandonado le habían puesto Fernandez y por seguir con el alfabeto.
La vida no era fácil y siendo adolescente escapó y terminó viviendo en la calle junto a otro viejo vagabundo, al que llamaban “El constructor” porque según contaba habia sido un importante promotor inmobiliario que habia terminado en la ruina y si durante la época de vacas gordas viajaba con un deportivo por las calles de la ciudad, ahora vagaba desaliñado empujando un carrito de supermercado.
Cuando “El Constructor” murió dio en herencia todas sus posesiones a Alberto. Realmente sus posesiones eran un fajo de billetes en el que habia 4.800 simoleones y un titulo de propiedad de un solar en la Via Descarriada, en el barrio de Bellavista [he cambiado el nombre al barrio porque Vista Gentil no me gusta na de na]
1. ALBERTO LLEGA A BELLAVISTA
Alberto deja las calles mas peligrosas de la ciudad y se dirige a su nueva propiedad. Cuando llega ve que no es mas que un inmenso solar sin construir. Un poco decepcionado decide construir una casa para dejar de vivir en la calle, pero con el poco dinero que le ha dejado su amigo tiene para poco.
Un vendedor inmobiliario habria dicho que la vivienda que se construyó Alberto es una “casita acogedora” en vez de llamarlo por su nombre: un cuchitril diminuto. Un recinto cuadrado de 25 metros cuadrados (5 de largo por 5 de ancho) con una habitación que sirve de cocina-comedor-dormitorio, donde la nevera y la cocina están junto a un sofá que sirve para comer y dormir, porque no hay ni mesa, ni sillas, ni cama. Dispone de un cuarto de aseo donde no hay ni una triste ducha. Aunque para cualquiera eso es cualquier cosa menos una casa, para Alberto que ha vivido siempre en la calle es poco menos que un palacio y ahí comenzara su nueva vida con 50 simoleones en el bolsillo (lo que le queda de los 4800 que le lego “El Constructor”)