Bien, hoy os presento otra de las maravillas que podemos encontrar en la capital de Atlantis. En este caso no se trata de un distrito urbano, sino del “Distrito universitario de Canford”, una autentica ciudad universitaria.

La universidad de Canford es la más prestigiosa de todo el país por su larga y selecta historia, así como por su excelente nivel en muchas materias. Pero realmente el recinto de Canford no es solo una universidad, más aún, su verdadero prestigio viene de la gran escuela superior. En este mapa podemos ver los distintos sectores del recinto.

Pero realmente, antes de la aparición de la escuela, en el Delta de Valhalla solo había bosque y animales. Fue el emperador Diavla Esdero quien se vio obligado a defender esta zona, por donde los barcos aracadios (entonces en guerra ambas naciones) desembarcaban sin impedimento. Por ello levantó el bastión de Karenda.

El bastión no era más que una fortaleza que salía de la costa, con una torre donde apostó diez cañones, un castillo defendido por otras tantas piezas de artillería, un cuartel militar y un puerto que no se ha conservado hasta hoy.
El éxito de este enclave fue rotundo, tanto que tras una victoria que supuso la pérdida de 4 navíos a la flota enemiga, el emperador hizo construir una estatua de bronce bañada en oro, de la valkiria Silmeria, un culto muy extendido por entonces debido al sincretismo religioso.

Del bastión partía una larga muralla que dividía el golfo y protegía la ciudad de Atlantis.

Aún hoy todo el recinto de Canford está delimitado por la antigua muralla.

Llegamos ya a la escuela en sí. Tras casi cincuenta años de paz, el bastión de Karenda quedó casi abandonado, y un nuevo emperador encaminó su política al ámbito cultural. En 1263, habiéndose constituido ya hacía tiempo el mundo universitario en Europa, y sobre todo en Italia, el emperador quería ese mismo modelo para su capital. De esta forma, en un mensaje decía acoger con condiciones inmejorables a todos los maestros y eruditos del mundo. Tras una de las rebeliones universitarias en Boloña, cuna de la universidad, once maestros y casi sesenta estudiantes decidieron aceptar y partieron con un pequeño convoy hasta Atlantis.
Así empezó la universidad de Dipan, que era realmente una escuela superior.

Al principio los maestros eran italianos y los estudiantes europeos, pero en apenas dos años se duplicó el número de maestros y se triplicó en de estudiantes. El recinto original que dispuso el emperador tuvo que ser ampliado.

Poco a poco se fue fraguando la que sería la universidad más prestigiosa de Atlantis y de Ishval. El emperador no escatimó en gastos y mimó con esmero a sus universitarios y maestros. Todos ellos contaban con habitaciones gratis en el mismo recinto y acceso a tabernas, salas de juego y muchos comercios en la misma universidad, pero siempre limitados por las antiguas murallas de karenda.

Los edificios típicamente renacentistas fueron remodelados por completo con un nuevo modelo barroco que aún se conserva hoy en día. Sus anchas avenidas y jardines fueron la envidia de muchos estudiantes de todo el mundo.

Ya en el 1620, un consejo de regencia que luego provocaría una corta guerra sucesoria, mandó levantar un segundo recinto tan grande como el primero, siguiendo con el estilo barroco y los espacios abiertos.

Uno de los pabellones más importantes es el de Gratia, simétrico, con tres jardines y unos largos pasillos de edificios donde se encuentran las clases.

Dentro de este recinto cabe destacar el monasterio de Giulandier, el más antiguo de la zona, construido en 1284, pues no hay que olvidar que, a diferencia de muchos atlantes, todos los estudiantes llegados de Europa eran cristianos, lo que explicará que haya hasta tres iglesias en la universidad.

Estas son las residencias de la escuela superior, también con jardines y muchas comodidades. El interior tampoco se queda corto en cuanto a lujos.


Alrededor de las residencias encontramos largos y anchos paseos repletos de árboles, bancos y farolas, decorados con jardines.

Al lado de las residencias se habilitó en 1932 una zona deportiva sobre unos jardines.

Este es un curioso caso. En 1311 se construyó otro monasterio, pero con la aparición de las primeras iglesias y la necesidad de aumentar el recinto docente, se crearon unos edificios anexos al monasterio, que se convirtió en el aula magna del pabellón Ditider, con una impresionante sala con pilares y un techo de 19 metros acabado en una cúpula con mosaicos.

En el centro del primer recinto escolar se construyó el primer observatorio astronómico del país, el de Lareklia.

Tampoco podemos olvidar la torre de Makalernas, una enorme estructura de 54 metros y construida en sikile, una piedra de color crema típica de Ishval. Se levantó en 1583 tras algunos disturbios ocasionados por los universitarios, y su objetivo era controlar el recinto.

Por último, pero también muy curioso, encontramos la Pirámide de pasillos, una extraña estructura abigarrada y sin demasiado sentido, fruto del crecimiento acelerado y a veces sin control de la universidad.

Actualmente este recinto más antiguo es lo que se conoce como Escuela Superior de Dipan, conservando su nombre original.

Es una escuela privada con capacidad para 12.450 alumnos, siendo la más grande del país y sin duda la más prestigiosa. Su entrada es selectiva dependiendo de la nota de enseñanza primaria, que debe ser superior a una media de 7,8 (datos de 2009) sin ninguna asignatura suspendida.

Por otro lado, su matrícula es de 7.800 $ atlantes por curso, sin contar la residencia (que oscila entre 850 y 1700 $). Aún así, el gobierno ha puesto a disposición de los jóvenes un total de 1900 becas para este centro, costeando por completo la enseñanza de quienes las obtengan. Están previstas otras 850 becas para el año próximo.

De esta manera, el gobierno quiere dar la oportunidad a los jóvenes que lleguen a esa nota pero no tengan recursos suficientes, a entrar en esta escuela, que desde 1993 ha sido el centro escolar con la nota media más alta del país.

Pero este centro se amplió notoriamente durante la primera mitad del siglo XIX, durante la ocupación estadounidense. Fue entonces cuando se creó la actual Universidad de Canford.
Lo primero que se hizo fue reformar la antigua puerta que, según el gobierno colonial, era demasiado “militar” para un centro de estudios.

Nació entonces la gran Puerta del Saber, consagrada al dios pagano atlante Dirot el Sabio. Aún así, el sincretismo con el protestantismo fruto de la ocupación estadounidense se puede apreciar en imágenes de santos junto a seres mitológicos atlantes e inscripciones en latín junto a otras en atlante antiguo.

De esta puerta parte el colosal Paseo Universitario, de 1.173 metros de largo y 39 de ancho, con cientos de árboles, farolas, columnas o estatuas.

Aquí, por ejemplo, vemos la Estatua de Gea, con inscripciones de versos en atlante de una antigua crónica anónima.

En el centro de este paseo encontramos el colosal Mausoleo de Makalernas. Este hombre fue el maestro más importante que ha tenido el centro. Nació en 1632, en plena efervescencia del mundo romano en Atlantis. Tradujo más de 600 obras del latín al atlante, así como otras muchas de su propio idioma al latín. Impulsó reformas escolares que fueron acogidas por el emperador y se convirtió en el protegido de este, acogiendo también a muchos otros artistas del país. Fue rector del centro de estudios de Dipan hasta su muerte en 1711.

La nueva universidad atrajo a muchos estudiantes de todo el mundo, sobre todo de los recién creados Estados Unidos. Por ello se levantaron dos nuevas iglesias. Esta es la de San Patricio.

Pero si hay que destacar un centro religioso, esa es la Iglesia Protestante de Nuestra Señora de Salánive, levantada en un saliente artificial de la costa, con impresionantes vistas al mar, y a cuyos lados se encontraba el antiguo puerto de la universidad.

Aquí vemos el centro administrativo y residencia de profesores, un complejo de edificios abigarrados que se han convertido en el centro de la administración.

Pero en 1934 se trasladaron todos los archivos que antes se guardaban en el centro administrativo, a un antiguo pabellón de época medieval, que se reformó por dentro. Allí se encuentran hoy las fichas de los estudiantes de 1830 al 2008, tanto en formato físico como digital. En estos archivos universitarios también están todos los números de la revista universitaria, muchos trabajos, proyectos y otros documentos.

Este es el conservatorio de música, donde los alumnos pueden acudir a cursos extraescolares o ciclos optativos universitarios. No hay que olvidar que el más famoso pianista nacional, Selbroth Iver’Galarda estudió en este conservatorio.

Con las mismas funciones que el anterior edificios encontramos la escuela superior de arte, que forma futuros pintores, escultores…

Pero el recinto universitario no son solo edificios, sinó que como pasa en la escuela superior, encontramos grandes zonas ajardinadas de gran belleza y que suponen una vía de escape y tranquilidad para los estudiantes. Hay que contar con que muchos de ellos llegan de la otra punta del país, incluso de otros lugares del planeta, y se podía decir que “viven” en la universidad.


También pueden pasear por las anchas avenidas adoquinadas bajo el cálido sol de verano o la suave brisa de invierno, con vistas al mar y al bosque. Es por ello que encontramos decoradas plazas, punto de reunión de los estudiantes.


Y entre todas las plazas, el puesto más destacado es sin duda el de la Plaza Universitas, un gran recinto coronado por una torre de ladrillo rodeada de árboles.

Pero no podemos olvidar las residencias de los universitarios. En este caso, la universidad de Canford cuenta con 7.350 plazas y residencias para 3000 estudiantes. Estas se encuentran en 9 largos pabellones de estilo neoclásico y profusa decoración, rodeados por jardines.

Estas residencias van desde habitaciones de cinco estudiantes (95 $ atl. por persona al mes) hasta habitaciones privadas de 20 metros cuadrados (240 95 $ atl. por persona al mes)

Los estudiantes pueden acercarse a la pequeña zona comercial, situada dentro del mismo recinto, donde encontrarán restaurantes, bares, un cine, un videoclub, tiendas y un centro comercial.

Aquí vemos el detalle del centro comercial, un complejo rectangular con tiendas diversas donde los estudiantes pueden relajarse y darse algún capricho. Aún y las sucesivas demandas de un discoteca por parte de los universitarios, el rectorado sigue sin concederles ese lujo por razones evidentes.

Volviendo al ámbito universitario, aquí vemos la Biblioteca Superior universitaria. Es el edificio más antiguo de la universidad y tiene libros de todo tipo, pues cada facultad ya cuenta con una biblioteca estrictamente de su materia.

En cuanto a las facultades, hay quien afirma con total rigor que se trata de auténticos palacios. Y es que el gobierno no escatimó en gastos, pues se calcula que el presupuesto de una universidad fue de unos 1.150 millones de dólares, cinco veces más que la actual Universidad del Real Amolpid, que a su vez tiene el triple de capacidad que la de Canford.
Y para hacernos una idea del porque de este elevado precio, podemos ver la primera facultad, la de Antropología. Sus clases se imparten en aulas de estilo versallesco, y para entrar los estudiantes deben subir por una escalinata de mármol color crema.

Otro ejemplo podría ser la compleja Facultad de Letras, que acoge a estudiantes de atlante, latín, griego, inglés, árabe, chino, alemán, francés, español e italiano.

La facultad de matemáticas, otro curioso y reciente edificio, remodelado tras un incendio en 1992.

Desde sus inicios, la universidad fue famosa por su exquisita enseñanza del derecho romano en esta facultad robusta. En 1973 se produjo la gran reforma legislativa que combinó el derecho tradicional romano con un nuevo modelo atlante que aún se conserva hoy, y que tiene su mayor exponente en esta facultad.

Aquí vemos la facultad de Economía, y justo al lado la más modesta de Turismo.

Esta otra, también algo modesta y sobria, es la de Geografía y Filosofía.

Y llegamos a una de las más elegantes, la facultad de Historia, otro de los ámbitos destacados de esta universidad. No es solo por su selecta enseñanza, sino también por su gran labor documental y de investigación. El pasado año, esta facultad destinó (con un 75% de fondos estatales, todo sea dicho) más de 3 millones de $ a excavaciones en seis países y labores de datación y documentación arqueológica. En total, la universidad de Canford invirtió el pasado año 18 millones de $ atl. en investigación y desarrollo.

Esta es la facultad de medicina, que nación como una torre decorativa, pero con el tiempo se añadió el anexo cuadrado donde se encuentran las clases y laboratorios subterráneos.

Y finalmente, la que es sin duda la facultad más bonita de todas, un verdadero palacio digno de un emperador pero que en realidad acoge a cientos de estudiantes. Se trata de la Facultad de Biología, una carrera con gran salida en el país y que cada año gana nuevos adeptos.

Y para acabar con los edificios, he dejado para el final la gran Biblioteca Nacional, la segunda con más volúmenes del país, un total de 260 millones de libros, 890.000 revistas, 6 millones de mapas, 236.000 vídeos y DVDs y otros 9 millones de documentos varios. De entre los documentos y libros antiguos encontramos una obra de Gibaraden, escrita en el 12 a.C., así como unas epístolas escritas por el mismo emperador Therabis en el 211 d.C.

Pero como ya dije antes, el recinto está rodeado por un bosque muy curioso. La emperatriz Salkeria había estudiado “Biología y naturaleza vegetal” a mediados del siglo XVIII, y era aficionada a la botánica. Quiso traer especies de distintos árboles a la zona, que serían cuidados y seleccionados por los estudiantes. De esta forma creció un bosque muy variado con pequeños recintos para cada árbol, lo que le da un aspecto de lo más curioso.





Y entre esta variada vegetación encontramos un manantial de agua que brota incesantemente para volver luego a la tierra en el mismo punto y seguir por un rió subterráneo. Es la conocida como garganta de Seph’Iriat.

Bueno, esto es todo
