Santa Martha:Santa Martha es una pequeña isla ubicada en la costa occidental atalana, tras la derrota atalana ante España en 1572, la isla cayó bajo el control español, hasta 1817 cuando, a raíz del congreso de Viena, la isla le fue devuelta a Atalana.
Hoy en día, Santa Martha es un popular destino turístico debido a sus playas, la scuales han ganado renombre en toda la región.
Dellamarina:El pueblo "Dellamarina" es el principal centro urbano en la isla, originalmente surgió como un pueblo de pescadores, sin embargo, a finales del siglo XIX, el pueblo empezó a crecer ante el flujo de turistas. Hoy en día, posee numerosos hoteles, restaurantes y discotecas para el deleite de los turistas.
Catedral de Santa Marta:La catedral de Santa Marta, construída en 1590, es un claro ejemplo del estilo español que predomina en la isla, hoy en día, la iglesia es un ícono de la ciudad, encerrando numerosas historias y leyendas.
Mercado de Mariscos:El Mercado de Mariscos es una popular atracción en Dellamarina, allí los tanto los turistas como los locales pueden encontrar desde comida típica de la isla (preparada a base de mariscos) hasta artesanías, libros e incluso animales
Capretina:El pueblo de Capretina es célebre por dos cosas, en primer lugar, el "Canale Capretino", una antigua cloaca romana que ahora sirve como vía de transporte, y la playa de Capretina.
Playa de Capretina:La playa de Capretina posee renombre mundial, desde finales del siglo XIX, numerosos turistas, desde familias de clase media hasta la crema y nata, acudieron a este lugar para disfrutar de la playa.
Hotel Villefonte:Si bien hay numerosos hostales en Capretina, el hotel Villefonte es el más famoso de todos; desde su construcción en 1932, el hotel no solo ha albergado a los más distinguidos huéspedes, sino que además ha sido el centro de la vida social en la isla.
Palacio Gonzaga:El palacio Gonzaga debe su nombre al primer gobernador español de la isla, Don Fernando Gonzaga quien construyó el palacio sobre un antiguo fuerte ubicado en la cima de la colina de Curnila (el punto más alto de la isla), desde entonces, el palacio ha sido la residencia oficial, primero de los gobernadores españoles, y luego de los gobernadores atalanos hasta 1947, cuando fue abolido el cargo. Hoy en día, el palacio alberga un museo con la historia de la isla así como un restaurante y un mirador (construído por el gobernador Francesco di Borogona en 1856).