1. Historia de la ciudad de New HaagLa primera ciudad colonial en fundarse en las Eindhoven fue Ultreiz, por parte de los holandeses, y ésta fue la capital del archipiélago durante más de medio siglo, mientras que Nieuwe Haag era solamente un pequeño pueblo a unos escasos 10 km de la capital.
Nieuwe Haag fue durante ese período hogar de bandidos y de empresarios con intereses turbios, un pueblo de 500 habitantes cuyas tascas eran frecuentadas clandestinamente por criminales escapados de Holanda en busca y captura, y donde se planeaban atentados y conspiraciones a cambio de dinero. Los piratas hallaban aquí un buen refugio para sus navíos, puesto que el puerto era poco conocido y pequeño, y sin embargo estaba bien comunicado con el resto del Pacífico. Se dice que todas las noches moría alguien a consecuencia de haber hecho trampas mientras se jugaba a las cartas. En definitiva, por los colonos holandeses Nieuwe Haag era visto como un suburbio al que era mejor no acercarse. Igual, es esta la razón por la que hoy en día circulan una infinidad de leyendas sobre la existencia de tesoros ocultos en diferentes lugares por toda la ciudad. De esta época data la iglesia de St. James, la más grande de las islas Eindhoven aún en pie, que se encuentra en la Palladium Avenue, a la altura del barrio de Diamond South.
Mientras Ultreiz iba creciendo y convirtiéndose en un importante puerto, Niewe Haag iba creciendo también en mala fama, pero una noche todo cambió. Fue cuando los británicos llegaron a las islas con el objetivo de anexionárselas a su imperio en pleno apogeo. Aquella noche del 4 de mayo de 1837 la capital fue incendiada y se produjeron enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad holandesas y la armada británica. La cruenta batalla se saldó con 3.000 muertos y centenares de heridos, en cambio, Nieuwe Haag permaneció intacta. Se inició un conflicto bélico entre ambas potencias que duró alrededor de una semana, con una victoria aplastante de los británicos. Y una vez finalizado, el representante de la reina, el comodoro John L. Baltimore decidió, en vez de reconstuir Ultreiz, asentarse en Niewe Haag, que en esos momentos tenía una población de 5.000 habitantes, debido a que poseía un puerto que todavía quedaba en pie. Mandó construir un ayuntamiento que hoy en día es el Parlamento, en Lincoln Avenue, a la altura de lo que hoy es el barrio de Bismark; y se cambió el nombre de la ciudad New Haag, traduciéndolo desde el neerlandés al idioma anglosajón, pero manteniendo las raíces etimológicas. El asentamiento de los británicos pronto hizo que los piratas y los criminales se buscaran otro lugar, los núcleos de delincuencia se fueron desplazando hacia otras ciudades más alejadas.
Desde ese momento, New Haag fue creciendo como puerto y punto logístico, pero no fue hasta finales del siglo XIX, con la llegada de nuevos transportes y energías, que se empezó a expandir a ritmos vertiginosos. Primero fue la industria del acero y la construcción naval, y más adelante, la química, la electrónica y la banca. Los inmigrantes comenzaron a llegar a raudales desde otros puntos del Pacífico como Nueva Guinea, Indonesia, Indochina y Polinesia, que se fueron estableciendo en los suburbios de la ciudad (en lo que actualmente son los barrios de Sealodge, Kampauff, Wakai, Eikiki y Obsidian), viviendo hacinados, en cada piso podrían caber fácilmente tres o cuatro familias. Durante esos años surgieron revueltas por parte de las clases populares, y también por parte de la burguesía local, que demandaba a la Corona que se les reconocieran derechos políticos en el Parlamento Británico (en esos momentos Australia y Nueva Zelanda se estaban independizando). Muchas de estas revueltas fueron sofocadas violentamente por el ejército, y durante unos años se instauró la ley del miedo. Sin embargo, los sentimientos anti-británicos iban en aumento, y eran frecuentes las reuniones sociales de la clase alta para discutir de política, donde ya se hablaba de independencia, al igual que otras colonias habían hecho. Fue durante los años 20 cuando la ciudad sufrió importantes catástrofes naturales, la más grave, el terremoto de 1924, en el que murieron 20.000 personas, 10.000 desaparecidos y 150.000 se quedaron sin viviendas. Alcanzó los 7,7 grados en la escala Ritcher, y destruyó la mayor parte de la arquitectura colonial de New Haag.
Durante los siglos de la II Guerra Mundial, los británicos cedieron las islas a sus aliados los americanos para que combatieran desde aquí a los japoneses, que se iban expandiendo por el Pacífico. Aún con todo, New Haag nunca llegó a ser bombardeada, pero la presencia de los americanos y el desgasto de los ingleses por la guerra fueron claves para que se avivara de nuevo la llama independentista. Así, en noviembre de 1942, los estudiantes de la universidad de New Haag tomaron el edificio de la rectoría pidiendo el reconocimiento oficial de independencia. El pueblo volvió a echarse a las calles para manifestarse violentamente contra los americanos y los británicos. Durante días las calles del centro de New Haag, Vermogen y Bismark, se convirtieron en una batalla campal, que desgastaron en gran medida a los americanos. Dado que la guerra internacional pendía sobre un hilo, los americanos tuvieron que negociar con los independentistas para que colaborasen todos juntos para frenar el avance de los japoneses. Dos días con sus noches fueron el tiempo que duraron las negociaciones entre los representantes de los independentistas y los generales americanos. Gracias a ésto, EEUU presionó sobre Gran Bretaña para que aceptara la independencia de las islas en cuanto hubieran ganado la guerra, y efectivamente así fue. En junio de 1943, Gran Bretaña firmó un acuerdo con el pueblo eindhovés por el cual se comprometía a ayudar en el proceso de independencia. En 1945, nada más acabar la guerra, se formó un gobierno provisional en el que estaban representados tanto el Reino Unido como Estados Unidos y las islas Eindhoven. La labor del gobierno provisional fue la de poner en orden las cosas, liberalizar la economía, negociar los acuerdos políticos y comerciales, y redactar la Constitución. Finalmente, en noviembre de 1952 se convocaron las primeras elecciones democráticas de la historia de las islas Eindhoven, y el primer gobierno democrático se puso a trabajar desde febrero de 1953.
La ciudad de New Haag fue obviamente elegida la capital de la nación eindhovesa, y durante los años de la reconstrucción se convirtió en un puerto muy importante a nivel mundial y en uno de los centros económicos de Oceanía. Las políticas de los liberales hicieron que en la ciudad se asentaran multitud de empresas extranjeras, sobretodo bancos, y se crearon los parques tecnológicos de Wikii y Kuvalu. El centro de New Haag se revalorizó en 10 años un 200%, lo cual hizo que las empresas empezaran a construir en vertical, y así fue como Vermogen, Bismark y Chelsea se llenaron de grandes rascacielos. Se siguió una política tecnócrata fría y calculadora, por culpa de la cual miles de edificios con un rico patrimonio histórico fueron demolidos para constuir rascacielos. La enorme proliferación de este tipo de construcciones hizo que el ayuntamiento tuviera que recalificar más zonas para destinarlas a uso comercial y de oficinas, y así nacieron los centros de negocios de Sealodge, Kampauff y Wakai, mientras que en el resto de la ciudad se iban expandiendo las urbanizaciones de estilo americano hacia los suburbios. Grandes obras de ingeniería se llevaron a cabo durante esos años, por ejemplo, el Red Gate Bridge, que conectó West Port con New Haag, y actualmente se está levantando el World Financial Center, que será dentro de unos meses, cuando se inaugure, el edificio más alto de New Haag con 347 metros de altura.
Durante los años 60 también surgieron en la ciudad diversas mafias y crimen organizado debido a la juventud de la democracia eindhovesa y a la escasa regulación comercial. Los años 60 y 70 fueron décadas bastante violentas en las que la ciudad se ganó mala fama por los gángsters (apareció en diversas películas de Hollywood, por ejemplo), que surgían en torno al negocio del tráfico de drogas entre Latinoamérica y Asia, y al juego, que por entonces estaba ilegalizado. En los 80 y 90, el ayuntamiento y el gobierno lanzaron una importante campaña de erradicación de este tipo de crimen que fue un éxito rotundo, en parte por la legalización de las drogas y del juego, y en parte por la gran cobertura policial que se le dio a los barrios de la ciudad.
Actualmente New Haag es una metrópolis pujante, en auge, multicultural y multirracial; y se postula como una de las principales urbes globales del siglo XXI.