¡CONMEMORACIÓN DEL 50 ANIVERSARIO DE NUESTRO PAÍS!Señoras, caballeros, buenas noches.
De antemano me gustaría darles las gracias por acudir esta noche a este acto de celebración. Hoy es un día muy importante para todos los seoneses, porque hoy, hace cincuenta años, nuestro país consiguió su tan ansiada independencia. Yo aún era un niño cuando sucedió, y conservo los recuerdos de aquella mañana del 27 de abril, cuando se firmó el tratado por el que el Reino Unido abandonaba finalmente nuestra ciudad después de casi 300 años de colonización. Cincuenta años después, podemos estar orgullosos de lo que somos y de cómo hemos evolucionado. Somos una gran nación; pequeña, sí; pero grande. Sin embargo, tampoco debemos olvidar nuestro pasado, puesto que el lugar de donde venimos nos indicará hacia adonde vamos. Escuchad, pues, nuestra reciente, pero apasionante, historia:
"La leyenda cuenta que el, por aquel entonces, rey de la dinastía Joseon que gobernaba la península de Corea en el siglo XV había consultado el oráculo del Monte Yangpyeong y éste le había comunicado la incipiente invasión del reino por parte de sus enemigos del este, que llegarían en caballos de madera y desgarrarían el reinado de los Joseon. Preocupado, al carecer de recursos y de hombres preparados para la batalla, puso sus únicas esperanzas en que sus mejores hombres encontraran al Dragon de la Suerte, que, se creía, habitaba en las junglas del sur, cruzando el gran océano, para atraparlo y que sus poderes les ayudaran en la lucha contra el malvado general japonés Toyotomi Hideyoshi. Y así fue, los cincuenta mejores hombres y marinos de la guardia personal del rey construyeron un magnífico navío que les llevó hacia el sur del Pacífico durante muchas semanas. Pero el mar estaba lleno de peligros, y el dragón que buscaban, obviamente no existía, por lo que finalmente una tormenta les cogió desprevenidos y destruyó su barco. Los supervivientes fueron a parar a una isla del archipiélago filipino, cuya belleza, se dice, cautivó a los hombres, que finalmente se acabaron asentando en ella, pasando a denominarla
Seom Gung-Geum, que en coreano antiguo quiere decir, "La Isla de las Maravillas".
Pocas referencias históricas más tenemos, aparte de que, en los siglos siguientes, la isla de Seong Jeng se convirtió en parada obligatoria para los barcos en ruta desde las Islas de las Especias hacia el Oriente del norte, y la ciudad pasó a ser un importante centro del comercio y de encuentro de diferentes culturas y civilizaciones. Así fue hasta que a finales del siglo XVI, cuando los holandeses arribaron a las costas de Filipinas y se hicieron con el control de la isla, no sin antes disputársela con los españoles, a los que finalmente vencieron después de una larga lucha. Y así comenzó el período de europeización de los habitantes de Seong Jeng, cuyas condiciones de vida eran pésimas debido a las altas cargas que les imponían los colonizadores. Sin embargo, la llegada de los europeos no fueron todo desventajas, dado que estos introdujeron nuevas tecnologías y cultivos que afianzaron el poder comercial de Seong Jeng en toda la región. Pronto comenzó a ser una ciudad multicultural, cuando etnias chinas y filipinas comenzaron a emigrar aquí.
Sin embargo, viendo la importancia estratégica de Seong Jeng como enclave comercial y base naval, el entonces en auge Imperio Británico puso su punto de mira en la isla. La guerra fue dura, sobretodo para las clases nativas más desfavorecidas, pero los británicos consiguieron hacerse con el control e hicieron pagar el coste de la guerra a los vencidos holandeses, que se retiraron. Los británicos invirtieron grandes sumas de dinero en mejorar entonces el puerto y los accesos a la isla, y empezó a crearse una protoindustria en la ciudad consistente en la fabricación de barcos, la fabricación de caucho, maquinaria industrial y el cultivo de especias. Este proceso se acrecentó con la llegada de la Revolución Industrial, y Seong Jeng fue uno de los principales lugares de Oriente en industrializarse, lo cual fue favorecido por la apertura del Canal de Suez. La industrialización provocó la llegada masiva de inmigrantes procedentes del continente asiático (sobretodo del sur de China), que se establecieron formando sus propios barrios de clase trabajadora. Tensiones independentistas surgieron esporádicamente debido a la alta presión fiscal a la que los británicos sometían a la población, pero fueron reprimidas con dureza y dichos movimientos nunca llegaron a ser una seria amenazada para el domino de la Corona de Inglaterra. El auge de la población empezó a llenar la isla, por lo que parte de ellos se instalaron en la isla de Palawan, en territorio filipino, en lo que hoy en día se conoce como las New Lands, en los distritos de Canterbury y Daichung, época en la que además se trasladó el puerto desde el Distrito Central hasta Daichung.
Durante la 2º Guerra Mundial desde 1942 a 1945 Seong Jeng fue ocupada por las tropas japonesas en un alarde expansionista del país nipón, y, como ustedes bien saben, bombardeada en múltiples ocasiones por los norteamericanos, con lo cual la mayor parte de la arquitectura colonial y tradicional se ha perdido hoy en día. Nuestros padres aún recordarán los duros días en los que la ciudad sufrió bloqueos marítimos y el hambre amenazó con despoblar la ciudad. La guerra se prolongó durante varios años, y mucha población huyó a la vecina Filipinas. Finalmente los americanos desembarcaron en Seong Jeng y expulsaron a los invasores. Sin embargo, establecieron en el actual distrito de McArthur una base militar, desde la que lanzaron ataques contra los japoneses. Las penurias que la población pasó y el completo abandono por parte del Reino Unido, sumido también en una grave crisis, hizo que volvieran a brotar los movimientos a favor de la independencia, generando disturbios sociales que consiguieron poner en jaque a los americanos. El incendio y hundimiento del buque de guerra
New Orleans fue el punto más conflictivo del momento. Los americanos no podían controlar una base naval y aérea con la hostilidad del pueblo seonés amenazándoles. Finalmente, como todos saben, los estadounidenses liderados por el general McArthur aceptaron hacer de intermediarios en la negociación de la independencia con los británicos a cambio de todo el apoyo de los seoneses para acabar la guerra. Y así fue."
Llegó el día y finalmente Reino Unido aceptó las condiciones que nuestros sabios gobernantes pusieron sobre la mesa. Como acabáis de escuchar, los seoneses hemos sufrido mucho a lo largo de la historia, pero hemos sobrevivido. Y a cada victoria nos hemos fortalecido más y más. Nuestra democracia aún es joven, pero seguramente seamos el pueblo de Asia más abierto y tolerante. Estoy complacido de informar que hoy en día más de 160 multinacionales extranjeras operan directamente en nuestro país, más del 20% de los habitantes de Seong Jeng son expatriados extranjeros, el puerto de Daichung es uno de los más dinámicos del mundo, y disponemos de una de las Cartas Magnas más liberales y progresistas del Extremo Oriente.
Podemos estar orgullosos, sí, pero tampoco debemos confiarnos. El futuro aguarda con retos cada vez más desafiantes y debemos estar preparados. Desde siempre hemos sido una nación luchadora, y estoy seguro de que conseguiremos triunfar tal y como hemos hecho hasta ahora.
Muchas gracias por su atención, y sin más, le cedo mi palabra a nuestros invitados.
-Discurso del Primer Ministro Mae Jan Yaen durante la apertura de la ceremonia de celebración del 50º aniversario de la nación seonesa.