Vista de Lüneburg, Prusia.
Prusia (Alemán: Preußen; Danés: Prøjsen, Polaco: Prusy), oficialmente el Reino de Prusia (Alemán: Königreich Preußen; Danés: Kongeriget Prøjsen, Polaco: Królestwo Prus), es un estado soberano localizado en Europa Occidental. Limita al norte con Dinamarca y con el Mar Báltico, al este con Polonia, al sur con Alemania y al oeste con el Mar del Norte. Su capital y urbe más poblada es la ciudad de Oldenburgo.
Originado a partir del ducado de Prusia, el país fue expandiéndose gracias a su poderoso ejército. Prusia fue una pieza clave de la unificación alemana, gracias a su condición de potencia industrial y militar durante los siglos XVIII y XIX. No obstante, el sentimiento nacional prusiano fue desapareciendo, hasta que resurgió tras la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial. El descontento con el Estado que la propia Prusia había creado, y que la había hecho desaparecer, despertó el deseo de independencia de muchos de sus habitantes, que quedó claramente reflejado en el referéndum de independencia del 7 de mayo de 1954, tras el cual se constituyó de nuevo el país bajo un sistema de gobierno monárquico.
Bajo la soberanía del país se hallan algunos de los territorios que históricamente conformaron Prusia. Sin embargo, tras la independencia se perdieron la mayoría de territorios que otrora pertenecieron a ella. Gran parte de la antigua Prusia occidental fue cedida a Alemania, incluyendo dos terceras partes de la provincia de Brandenburgo, mientras que la división de Europa por el Telón de Acero hizo que el antiguo corazón del reino fuera cedido en perpetuidad a Polonia y a Rusia.
A día de hoy, Prusia es una democracia organizada en la forma de un gobierno parlamentario con prácticas de democracia directa bajo una monarquía constitucional. El país cuenta con una de las economías más libres y productivas del mundo, y asimismo posee unos altos estándares de vida y un elevado índice de desarrollo humano gracias a la fuerte presencia del Estado en materia de servicios sociales, siguiendo los esquemas del modelo nórdico.
Es miembro de las Naciones Unidas, La Alianza, la OTAN y la OECD, entre otras organizaciones internacionales.
Originado a partir del ducado de Prusia, el país fue expandiéndose gracias a su poderoso ejército. Prusia fue una pieza clave de la unificación alemana, gracias a su condición de potencia industrial y militar durante los siglos XVIII y XIX. No obstante, el sentimiento nacional prusiano fue desapareciendo, hasta que resurgió tras la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial. El descontento con el Estado que la propia Prusia había creado, y que la había hecho desaparecer, despertó el deseo de independencia de muchos de sus habitantes, que quedó claramente reflejado en el referéndum de independencia del 7 de mayo de 1954, tras el cual se constituyó de nuevo el país bajo un sistema de gobierno monárquico.
Bajo la soberanía del país se hallan algunos de los territorios que históricamente conformaron Prusia. Sin embargo, tras la independencia se perdieron la mayoría de territorios que otrora pertenecieron a ella. Gran parte de la antigua Prusia occidental fue cedida a Alemania, incluyendo dos terceras partes de la provincia de Brandenburgo, mientras que la división de Europa por el Telón de Acero hizo que el antiguo corazón del reino fuera cedido en perpetuidad a Polonia y a Rusia.
A día de hoy, Prusia es una democracia organizada en la forma de un gobierno parlamentario con prácticas de democracia directa bajo una monarquía constitucional. El país cuenta con una de las economías más libres y productivas del mundo, y asimismo posee unos altos estándares de vida y un elevado índice de desarrollo humano gracias a la fuerte presencia del Estado en materia de servicios sociales, siguiendo los esquemas del modelo nórdico.
Es miembro de las Naciones Unidas, La Alianza, la OTAN y la OECD, entre otras organizaciones internacionales.
Localización de Prusia en Europa y la Unión Europea (resaltada en amarillo).
Las ocho provincias de Prusia.