Bueno, ahora si que os debo una disculpa

. Perdonad el imperdonable atraso, es que la expansión de Menuda Familia me ha estado dando unos fallos que no os podéis ni imaginar. Las medidas que he tenido que tomar las veréis al final del capítulo, y he tratado de razonarlas lo mejor que he podido en la historia.
También tengo que decir que finalmente he tomado a
Caroline como heredera, aunque me ha resultado difícil decidirme. Perdón a los favorables a Cassandra. Aún así, os informo de que permanecerá en la familia bastante tiempo, incluso puede que no se vaya... todo se verá
La prematura muerte de papá nos dejó conmocionados a todos. Fue inesperada en alguien que había llevado unos hábitos tan saludables a lo largo de su vida, y su fama como deportista de élite hizo que su muerte fuera noticia en todo el vecindario. Todos querían acudir al homenaje, pero decidimos seguir con la tradición familiar y acudir sólo la familia, así que llamamos a Cassidy.
A mí en concreto me ayudó mucho Dmitri, con el que ya compartía una profunda amistad. Él me consoló cuando más lo necesité. Nuestra estrecha amistad no había pasado desapercibida a los paparazzis, que estaban pendientes de nosotros por la fama local que teníamos los Proust.
Yo seguía en mi trabajo como científica en el que mi experiencia en la jardinería y la pesca ayudaban. Un día a la salida me encontré con alguien inesperado: Maximus había crecido y me esperaba para continuar con nuestro noviazgo, o al menos eso creía yo. Me lancé a sus brazos y el me rechazó. A continuación empezó a hablarme de muy malas maneras.
-Así que aprovechas cualquier oportunidad para irte con otro tío sin nisiquiera esperarme... debí haber sabido que clase de persona eres cuando te conocí, eres una traicionera.
-¡No he estado con nadie desde mi cumpleaños! No sé de que me hablas...
-Ah, ¿no? ¿Y ese Dmitri y tú? Todo el mundo dice que se os ve muy unidos. A mí no me engañas, ni a nadie de la ciudad. Todo el mundo sabe que bajo esa máscara de niña tímida y buena en realidad sólo piensas en tí misma y jodes a quien sea para conseguir tus metas.
Me dolió mucho que me dijera eso mi primer amor dijera eso de mí. Saqué fuerzas para decirle que lo nuestro se había terminado para siempre, lo cual debió de sonar bastante patético, ya que saltaba a la vista que el ya no sentía nada por mí.
Llegué a creerme lo que me dijo y estuve un tiempo sin llamar ni responder a Dmitri. Sin embargo, llegado un momento, me dio igual lo que pensaran los demás. No iba a echar por la borda una amistad como aquella por lo que pensara la gente. Seguimos quedando, y pasábamos largas tardes en el estanque. Descubrí que a el también le gustaba el aire libre, como a mí.
Mientras tanto, Cassandra decidió cambiar de aires y viajar unos días a Francia, también con el objetivo de mejorar su fotografía. Allí tuvo que superar su miedo a las multitudes, ya que estuvo en un campamento con gente de todo el mundo.
Pero lo más importante fue que conoció a un chico allí con el que pasó muy buenos momentos. Era el mercader de libros, y su horario no le permitía alejarse de la tienda en la que trabajaba, lo cual no impidió que él y Cassandra compartieran grandes momentos bajo las estrellas de Champ les sims.
Una vez llegó a casa, se dio cuenta de que sus andanzas con este chico habían llegado a oídos de mucha gente chismosa y había acabado teniendo mala reputación, ya que en teoría, seguía estando con su novio de la adolescendia. Para no complicar más las cosas, decidió ir a su casa a cortar con él, lo cual no pareció agradarle mucho.
En otros hámbitos, la tía Brook se pasaba el día pintando y escribiendo libros. Tanto es así que finalmente consiguió su gran deseo de ser autora ilustre.
La amistad entre Dmitri y yo se fue afianzando y poco a poco se fue convirtiendo en algo más. Sin saber muy bien lo que hacía, lo besé por primera vez en el estanque.

El sentimiento resultó ser mutuo y fuimos a mi casa para acabar la jugada. También, le pedí que se mudara con nosotros. A pesar de que iba bastante rápida la cosa, él aceptó.
Estuvimos viviendo juntos un largo tiempo, en el que Dmitri hizo todo lo posible para verme feliz y pasábamos mucho tiempo juntos. Me confesó que su sueño era llegar a ser un gran médico, por lo que lo animé a que entrara en el hospital, aunque fuera en un puesto bajo.
Una noche mientras paseábamos me confesó sus intenciones de casarse conmigo y vivir el resto de sus días junto a mí. Recuerdo que estaba tan nervioso que el anillo de compromiso estuvo a punto de caerse al suelo desde sus manos temblorosas. Yo estaba exultante de alegría, y acepté la proposición encantada.
La boda fue multitudinaria y acudió bastante gente del vecindario. Sin embargo, este hermoso día quedó estropeado por el ambiente de hostilidad que se respiraba. Parecía que Maximus se había encargado de poner a todo el mundo en contra mía, y aún así se atrevió a aparecer en la celebración.
Independientemente de esto, mamá organizó una luna de miel de ensueño para nosotros en china. Nos alojamos en la casa que papá había comprado allí, que era muy acogedora y fue una de las causas de que esta fuera una luna de miel inolvidable.
Dmitri y yo hicimos un montón de actividades juntos, como visitar monumentos o disfrutar de la naturaleza, además de otras muchas cosas que no pondría aquí por ser demasiado íntimas. También aproveché para pescar nuevos tipos de peces y conseguí un montón de kois para abastecer el acuario de casa.
Al llegar a casa, recibimos una mala noticia. A Máximo, el marido de Cassidy, le había salido una gran oferta de trabajo como científico en otro país y los dos se iban a trasladar allí. Esto significaba que probablemente no volveríamos a ver a Cassidy tan a menudo, y que perderíamos gran parte del contacto que teníamos con ella. No nos quedo otra que despedirnos.
Sin embargo, aunque era una mal noticia, tenía su parte buena. Cassidy iba a llevar una buena vida allí, y Máximo iba a conseguir un puesto envidiable. Además, con la marcha de Cassidy, me di cuenta de que no nos quedaba nada en Twinbrook. Los vecinos se habían puesto en contra mía y apenas nos quedaban amigos, ya que los de mamá estaban muriendo de avanzada edad.
Así pues, decidimos alejarnos de Twinbrook y dirigirnos al oeste, a la floreciente población de Redcliffs.
Como veis he tenido que cambiar de barrio, debido a problemas bastante graves y variados: los sims no podían interactuar entre ellos, el error trap saltaba cada dos por tres, no podía invitar a gente a la casa... parece que por ahora se han solucionado los problemas. Obviamente, esto supone que no volveremos a ver a Cassidy. Es una pena, lo sé, pero no había otra opción.
En fin, espero que os guste, y gracias por seguir mi legacy a pesar del tiempo que me tomo entre actualizaciones, ¡soys lo mejor!
