Bueno, hoy les vengo con dos adelantos, así que saquen sus vales de 2x1, señores.
Aclaración antes de empezar: Si ven a Abraham pelado en algunas imágenes, es porque su peinado es descargado de la Store y no se adapta a algunos estilos de vestir. En cuyo caso, imagínense que usa peluca. Muchas gracias, disfruten la función y apaguen sus teléfonos celulares.
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La primera generación se despide.Hola. Soy yo, Abraham otra vez. Hace tanto que no me ven que mi vida ha cambiado mucho estos últimos tiempos. Pongámonos al día:
Cumplí los 40 y pico

y dejé de ser un joven adulto para convertirme en un adulto hecho y derecho (al menos a veces).


En el trabajo me habían ascendido al nivel 4 de mi profesión. Estaba casi a la mitad de cumplir el sueño de toda mi vida. Ese ascenso me ayudó a poner paredes en la casa. La pintura y las baldosas eran lo de menos...no?

Mientras yo pintaba mi autoretrato, Sara leía libritos de arte. Le enseñamos lo que le quedaba por aprender...




El día del cumpleaños de Sara, nos visitó la familia de Zelda, que ahora era también mi familia. Si no fuera por Liliana, mi cuñada, yo no habría conocido a Zelda y no tendría esta hermosa familia...
Entre la familia, nos habían visitado mis sobrinas, Florica (al frente) y Honoria (la de atrás).

Esos pedacitos de alegría que me cambiaron la vida...Estaban tan grandes...
Esta es Sara de niña...

Sus rasgos ahora son: Artística, Adora estar al aire libre y Desafortunada.
Como regalo de cumpleaños pintamos toda la casa...




Aunque a la vez se iba ensuciando y la fontanería se iba rompiendo, gracias mi desafortunada hija.


Como no había tiempo de limpiar y reparar la casa, contratamos un servicio de limpieza diario y un técnico de reparaciones.
Con todo eso, y el cuidado que Zelda le daba al jardín, nuestra casa era pequeña, pero casi perfecta.

Tal vez no era una mansión, tal vez el jardín aún era enorme, pero todos estábamos orgullosos de que por fin tuviéramos un hogar al pudiéramos llamar CASA.
