
Después de un pequeño lapsus de varios dias paso a actualizar. Voy a intentar ir un poquito más rápido, pero es que a Aarón no le suelen salir las cosas bien a la primera nunca

Intenté contenerme para no llamar a Adabella, pero lo cierto es que esa chica me había dejado colgado. No duré ni 24 horas sin marcar su número en el móvil. Al día siguiente, quedé con ella para ir a la discoteca local. Cuando nos vimos me contó lo arrepentida que estaba y todo eso, yo asentía como un idiota. Pronto empezamos a bailar. Yo nunca lo había hecho, pero hice un esfuerzo por no quedar mal delante de ella.

Después del bailoteo, nos sentamos y yo pensé que después del esfuerzo que había hecho (y el ridículo) me merecía mi parte. Intenté besarla pero ella me rechazó de una manera con una agilidad y habilidad que serían la envidia de los mejores ninjas de Shang Simla, si no me creeis mirad las fotos. Decía que quería ir lenta, pero vamos, yo le lloré un poco y al final aceptó.

Después de que cerraran, ella me confesó que lo había pasado muy bien después de todo. Yo me envalentoné y le propuse ir en serio, como esas parejas que se ven felices por la calle. Por un momento pensé que se iba a reir en mi cara, pero lo único que hizo fue sonreir y aceptar mi proposición. Poco después nos despedimos.

Fue entonces nuestro periodo de citas. Debo confesar que hice muchas ñoñerías con ella, pero es que me gustaba mucho y sabía que ella no iba a aceptar a no ser que me lo currase. Tuvimos muchas citas, la llevé al restaurante, al cine, al museo... Todo esto me sirvió para conocerla mejor, supe que al igual que yo, le encantaba el aire libre, y que era muy sensible... habrá que andarse con cuidado con ella...

Un día que estábamos los dos en mi casa, me confesó llorando que no le quedaba dinero para el alquiler y que la habían echado de su trabajo como repartidora de pizzas. Yo vi mi oportunidad y, mientras la consolaba, le dije que podía venirse a vivir conmigo. Ella aceptó, y acabamos celebrandolo en mi cama.

Ahora que vivíamos juntos, descubrí muchas más cosas de ella. También era perspicaz, y se le daba muy bien reparar cosas. Su deseo en la vida era llevar al máximo sus habilidades de manitas y lógica. Ella se empeñó en buscar un trabajo, y asombrosamente condiguió un trabajo como detective privada. También se hizo un cambio de look para empezar una etapa nueva en su vida, y comenzó a trabajar sus habilidades.

Mientras tanto, mis necesidades de materia prima como inventor iban creciendo, y necesitaba mayor cantidad de chatarra para hacer cosas más grandes. Por ello, decidí empezar a explotar cosas con el objetivo de obtener chatarra, así que finalmente le encontré una utilidad a tantos muebles destrozados que había ido acumulando.

Mi fama como inventor ya era notable en el barrio, y hacía algunos encargos para personas que me pagaban bastante bien por mis cachivaches.

Nos iba bastante bien, la verdad nunca había sido tan feliz con alguien a mi lado. Así que decidí dar el siguiente paso: me llevé a Adabella a el mirador del río y le propuse matrimonio. Ella aceptó y decidimos hacer los votos allí mismo, ya que ninguno de los dos teníamos parientes cercanos ni amigos importantes como para celebrar una boda.

Lo que si que me pidió Adabella fue un viaje de novios. Yo lo consideraba un derroche innecesario, pero no podía negarselo a ella, con esos ojillos que me ponía. No teníamos ordenador, así que fuimos a reservar el viaje a la biblioteca. Todavía recuerdo lo emocionada que se la veía mientras hacíamos la reserva.

Nuestro viaje nos llevó a Francia, un destino caro, pero fue bueno desconectar por unos días. Además, a los dos nos encantaba el ambiente que se respiraba allí, muy natural. A Adabella se la veía muy feliz, y eso me llenaba de alegría.

Comenzamos a buscar tours, y nos apuntamos a muchisímas actividades. Asistimos a degustaciones del maravilloso nectar de Camp les Sims, fabricamos vino juntos, exploramos las misteriosas catacumbas francesas, y también... bueno también hicimos otras cosas


Al final el viaje resultó una gran experiencia, además, tuvimos la oportunidad de ayudar a lugareños con diversos problemas, y estos nos recompensaron generosamente. También nos llevamos unas cuantas reliquias de allí adquiridas directamente de las catacumbas con dudosa legalidad, todo esto contribuyó a que el dinero ganado durante el viaje llegara incluso a superar al gastado.
Pero eso no fue lo único que nos trajimos: a nuestra llegada, Adabella comenzó a sentirse mareada, y parecía haber perdido el buen gusto por la ropa. Cuando fuimos al médico, este nos anunció que estos eran síntomas claros de que estaba embarazada. Fue una gran noticia, nunca me había imaginado a mí mismo con familia.

Pues hasta aquí la actualización sustanciosa de hoy, espero que haya gustado. Agradeceré mucho cualquier comentario que me hagais, gracias
