Elijah y Malvina estaban casados y tenían un techo bajo el que dormir. Ya solo les faltaba una cosa...
Malvina se puso a trabajar como repartidora de periódicos, pues su deseo era llegar lejos en el mundo del periodismo. Pero claro, por algo se empieza...
Al volver se encontraba muy mareada. Esto de trabajar era muy duro.
¡En efecto! Estaba esperando una criatura. A ver cómo se lo iba a tomar Elijah (
recordemos que odia a los niños).
Fue a la biblioteca para mejorar sus habilidades de escritura, que le hacía falta para hacerse un hueco en ese mundillo.
Ya que estaba por la ciudad fue a hacer una visita a su ex familia. Por desgracia no fue bienvenida y no pudo entrar siquiera a la casa. Qué lástima.
Elijah la animó a que le ayudara a cuidar su jardín. Era muy importante para él.
Todavía seguía fascinado/asustado por lo que Malvina guardaba en sus adentros...
Y en ese mismo instante... ¡Horror! ¡El bebé ya está aquí!
Fueron en taxi al hospital, pero Elijah tuvo que bajarse a medio camino porque en su casa... (
nótese el lado izquierdo de la foto anterior)
Hala, la encimera y la cocina chamuscadas, lo que les faltaba.
Había sido niña y la llamaron Madison. Sus rasgos eran Malvada y Disciplinada. A Elijah no le hacía mucha gracia...
Pero pronto se acostumbró, era como su nuevo juguete.
Ascendieron a Elijah a matón, y lo celebraron comprando un sofá y un televisor. ¡Qué lujazo!
Ahora tenía que mejorar su físico todavía más, así que fue al gimnasio. Malvina se apuntó, porque con esto del embarazo había ganado algunos kilos.
Tranquilos, Madison estaba con una entrañable anciana desconocida.
Malvina, tras pegarse una ducha, decidió soltarse el pelo y maquillarse un poco. También le gustaría cambiar de ropa...
Era el cumpleaños de Madison, así que compraron una tarta y le pusieron una vela.
Parece que creció bien. Era una nena muy simpática, se ve que su malicia todavía se estaba desarrollando.
Malvina ya había recuperado su figura estilizada de nuevo. No tenían complejos.
Fue a hacerle una visita a su jefa, y también amiga, y estuvieron hablando un rato del trabajo.
Le dijo que debería cambiar su ropa para ascender en el periodismo. Malvina le robó algo del armario y estrenó look.
Justo en ese momento se le revolvió el estómago y tuvo que salir corriendo al baño. Que no se manchara la ropa nueva que no tenían lavadora...
Y, ¡puf! Embarazada de nuevo, con ropa cutre de nuevo.
La verdad es que Elijah y Malvina hacían muy buena pareja; estaban muy compenetrados. Mientras él arreglaba su jardín...
...ella arreglaba la desastrosa casa (esto de tener un marido guarro es lo que tiene).
Madison, la hija, estaba progresando bastante bien, aunque la verdad es que Malvina se preocupaba por ella mucho más que Elijah...
Y pocos días después, Malvina se puso de parto, ante la atónita mirada de Madison (¿mami pupa?)
¡Otra niña! La llamaron Chloe. Elijah estaba un poco preocupado pero sabía que Malvina lo tenía todo controlado.
¡Increíble! Ascendieron de nuevo a Elijah, ahora era conductor de huidas. Con el dinero que habían ganado, expandieron la casa añadiendo una habitación para cuando crecieran las niñas, y otra para un futuro baño. No les daba para más, pero estaban bastante satisfechos.
Quién se lo iba a decir a Elijah hace dos días: casado y con dos hijas...