

Pasaban los días y llegó el otoño. Mi científico seguía igual.

O tal vez no tan igual. A veces, sus experimentos se vuelven en su contra.
Christian: ¡AAAAAAAAAAAAHHHHHHH!

Christian: Nidhyana, me encuentro muy mal...
Nidhyana: Mmm... ¿qué te parece si nos vamos de viaje?
Christian: ¿Con los niños? Doble estrés.

Nidhyana: No, tonto, ¡nosotros solos! El viaje de novios que no tuvimos.
Christian: Suena excelente. Se sabrán cuidar.

Kavita: ¡Se han ido los papás! ¡Cuchicuchicúu!
Aahna: ¡Jajaja ziii!

Mahan: Come, caballito :3

Christian y yo decidimos ir a Francia, a un pueblecito muy bonito.

Primero fuimos a la bodega local, compramos varias botellas de vino.

Mahan: Kavi, ¿has llamado a todo el mundo?
Kavita: Seeh.
Mahan: ¡Eres genial!
Kavita: Jajaja, ¡no exageres!

¡Si los chicos nos viesen emborrachándonos así! Ellos no vivieron nuestra juventud universitaria...

Estuvimos bailando unas horas con música francesa romántica. ¡Fue tan bonito!

Kavita: ¡Que empiece la fiestaa!

Visitamos un museo lleno de cuadros, estatuas y exposiciones.

Ida Wahine-Alto: ¡Bieeen! ¡Fiestaaaaa!
Victoriano Ladra, el canguro de Aahna (¡qué responsable!): ¡Síii, jajaja!

Y encontramos salas ocultas que tuvimos que explorar.
Christian: ¡Malditas estatuas! ¿Para qué has abierto esa puerta y nos has encerrado dentro?
Nidhyana: Curiosidad...

Al menos en esas salas ocultas había tesoros y magníficas obras de arte.


Kavita: ¡Dominique! Gracias por venir. ¡Estás tremendo!
Dominique: Gracias, tu también, preciosa.
Kavita: Mira a esos dos, mi hermano e Ida...
Dominique: ¿Y nosotros...?
.

Conseguimos escapar de las trampas y salimos del museo

Volvimos casi de día, cenamos o desayunamos...

Kavita: Nos vamos a la habitación de los papás, Mahan.
Mahan: Mmm... ¿qué? Mmm... Vale, ok, ok.
Ida: Jajaja, concéntrate, Mahi, ¡que te caes!
Mahan: Perdona, no quería pisarte y estos dos...

Y aprovechamos lo que quedaba de noche en hacer otras cosillas...
Christian: ¿Te apetece...?
Nidhyana: Ya sabes mi respuesta, amor.

...

...

Aahna: ¡CACA CACA CACA!

Mahan: Mi hermana y Dominique llevan un rato ahí dentro...
Ida: Sí, sí, creo que ya sabemos lo que están haciendo.
Mahan: ¿Te apetece a ti...?

Ida: ¡NO! ¡Ni siquiera estamos saliendo! ¡¿Quién te crees que soy?!
Mahan: Buf, vale, pero baja la voz... Mujeres...

Kavita: ¡Todos a desayunaaar!
Dominique: Mira, el autobús.
Stella: ¿Es que va a ir hoy alguien a clase?
Dominique: Claro, los que no han sido invitados, jajaja.
Kavita: Mahan y yo vamos. Será nuestro primer día.

Kavita: ¿Han llamado nuestros padres?
Mahan: Qué va, confían en mí porque soy el mejor.

Nidhyana: Estoy enamoraaadaa~~
Christian: ¡Ven, cariño!

Christian y yo estuvimos dando una vuelta por el pueblo, había una plaza preciosa donde nos besamos...
Nidhyana: ¿Te encuentras mejor?
Christian: No mucho. Estoy feliz de estar aquí contigo, pero tengo una sensación extraña...

Aahna: Gagugu, el cangudo ezta durmiendo en el zofá jajaja.

Compramos libros y reliquias francesas, además de las que habíamos conseguido en el museo.


Al atardecer, cenamos deliciosos platos.

Nidhyana: Hoy es el cumpleaños de Aahna, nuestro cloncito.
Christian: ¿Quieres volver?

Nidhyana: Me haría mucha ilusión.
Christian: Perfecto, amor.

No llegamos a tiempo para celebrarlo, vivimos en la otra cara del planeta, pero nuestros gemelitos nos contaron que le compraron una tarta...

...y que Aahna se convirtió en una niña bastante malhumorada pero tranquila y reflexiva a la vez.

Quiso que su habitación no estuviera apenas decorada, según ella, el arte era perder el tiempo. Me rompió el corazón, tener una hija igual a mí pero tan diferente.

Le gustaba la cocina. Eso al menos era algo creativo.

Mi novio y yo llegamos por la mañana, y decoramos una parte del salón -que antes era la habitación de Aahna- con nuestro néctar, fotos y reliquias.

También trajimos unas kenspas para nuestros gemelos.

Llegaron pronto del colegio.
Nidhyana: ¡Kavita, Mahan! -nos abrazamos-.
Kavita: ¡Hola, mamá! ¿Y papá?
Nidhyana: En la cama, se encuentra mal. Pero tengo una sorpresa para vosotros: ¡Kenspas!
Mahan: ¡Bien, mamá, muchas gracias! ¡La mejor moto para los mejores chicos del mundo!

Aahna llegó un rato después.
Aahna: ¡Mamá!
Nidhyana: ¡Mi cloncito, qué guapa y grande estás!
Aahna: Vaya ropa que llevas, ¡quítatela! -se fue refunfuñando-.

Mis niños... tenían el baile de graduación ese mismo día, y fueron en limusina, ¡sólo para celebridades!

Christian se despertó y seguía estando mal, como mareado o algo así, así que estuvo investigando con su máquina.
Christian: Largo sueño... Palidez repentina... Aquí dice que s... Soy un...

Christian: No quiero que nadie vea lo pálido que estoy... Mejor manga larga. ¡MALDITO BICHO!

Escuché algunos gritos de arriba y fui a ver qué pasaba.
Nidhyana: Christian, estás bie..¡OH!

Christian: N... no... no me mires. Soy un monstruo.
Nidhyana: ¡No! No eres un monstruo. Sólo eres...

Christian: ¡NO LO DIGAS!

Nidhyana: ¡OH, VENGA, CHRIS, YO SOY UNA BRUJA!

Christian: ¡PERO TÚ ESTÁS VIVA, NO ERES UN VAMPIRO, UN NO MUERTO, UN CHUPASANGRES COMO EL BICHO QUE ME MORDIÓ! ¡SOY UN MALDITO VAMPIRO!* ¡SIENTO GANAS DE MATARTE AHORA MISMO!
Nidhyana: No te lo aconsejo, en mi pueblo había muchos vampiros y sé defenderme. Y... ante todo, no me atacarás...

Nidhyana: ...Porque sigues siendo el chico del que me enamoré -le quité las gafas-, ese chico que estaba locamente enamorado de mí.
Christian: Pero hay más problemas, yo no envejeceré nunca y tú...

Nidhyana: Shh... Eso debería importarme a mí más que a ti, quizás te deje de gustar cuando esté vieja. Aprende a amar tu condición: ama lo que eres igual que me amaste a mí a pesar de ser bruja, e igual que amas a tus hijos, incluso a Aahna.

En el baile, mientras, Mahan e Ida se hacían novios, y Kavita bailaba con su Dominique. Mahan y Kavita eran elegidos reyes del baile.

Nidhyana: Muerde... flojito.
Christian: Cómo resistirse a tu sangre, Nidhyana.

Christian estuvo casi toda la noche investigando al bicho del plasma, como supo que se llamaba, con tal de encontrar una cura para su vampirismo.

Ahora no le podía dar el sol, o se achicharraría y tendría que cubrirse antes de convertirse en polvo.

Decidimos contárselo a nuestros hijos.
Christian: Chicos, tenéis que saber que me picó un insecto y una toxina de su veneno me mató y revivió como no muerto, o vampiro. Soy una criatura maldita y jamás envejeceré.
Nidhyana: Lo importante es que lo seguís queriendo, ¿verdad?
Kavita: Yo sí, papá. Míranos, somos todos brujos menos tú, y ahora compartes algo mágico con nosotros.
Aahna: Yo también.
Mahan: Y yo... pero me falta acostumbrarme.
Nos acostumbramos. Seguimos con nuestra rutina.

Yo, después de trabajar, fui a por un regalito para Mahan.
Nidhyana: Oh, ¿por qué insistieron en que me montara yo encima? ¡Arre! ¡Digo so! ¡¡AAAY!!

Mahan se lo tomó muy bien, le encantó su nueva yegua, a la que llamó Jade.

La estuvo entrenando para saltos, decidió que su deseo de toda la vida sería ser Jinete, dominar la habilidad Monta y ganar 40.000$ con sus caballos, en competiciones o criando potrillos.

Kavita se dedicaba sobretodo a la alquimia.

Se hizo un cambio de look, se tiñó las puntas de violeta y se hizo trencitas. Ay, rebeldía...

Yo le demostré a mi amor que lo seguía queriendo en el montón de heno para Jade.

El día del terror dimos una fiesta de disfraces en casa y lo pasamos muy bien.



A finales de otoño, Christian ascendió y llegó al nivel 10 de su profesión. Cumplió su sueño de toda la vida. Al margen de lo que le había pasado, se veía radiante.

Yo también ascendí, al nivel 8. Ahora me pedían cuadros que eran muy valorados.

Christian dominó la habilidad manitas con un libro.

Aahna, a pesar de ser gruñona, sabía ocultarlo y hacía algunos amigos. Este chico es Gualterio Strong.

Kavita practicaba su magia apagando los fuegos que ella misma provocaba. Estaba muy orgullosa de ella por saber aprovechar mi gen mágico.

Mahan cada día aprendía más monta, y Jade aprendía saltos y carreras. Estaban muy compenetrados y ya eran amigos.

¡Ganó su primera competición de saltos!

Y Aahna dominó su habilidad de repostería. Lástima que casi nadie le comprara sus dulces, porque eran deliciosos.

Christian pescaba ahora por la noche, pues no podía quemarse al sol o moriría.

Kavita creó un elixir para su padre, protección solar de doce horas de duración. Ahora Christian brillaba ligeramente y no se quemaba mientras duraba el efecto.


Kavita se tomó en serio la preocupación de Chris, y no sólo investigaba fórmulas de alquimia, sino también química, todo por encontrar una cura para el vampirismo.

Christian experimentaba con una pistola de rayos que le dieron en el trabajo.
Mahan: ¡Papá! ¡Que quiero lavar los platos!
Christian: ¡¡Muahahahaha!!

Mahan cuidaba de su yegua para lograr su sueño. Ya participaba en carreras avanzadas, pero siempre quedaba en tercer lugar.
Nidhyana: Te felicito, Mahan, Jade parece muy feliz.
Mahan: Y lo es, si somos tan buenos es porque somos amigos.

Kavita se hizo apicultora, todo para obtener ingredientes para los elixires.
Kavita: Aabejitas~~ Quiero vuestra mieeel~~

Aahna descubrió un mundo lleno de estrellas con su nuevo telescopio.

Yo esculpía hielo. Christian me consiguió algo químico para que no se derritiera jamás.

¡Reformas! Añadimos una planta más a la casa, que parece un bloque de pisos.

En esa planta, añadimos un balcón con el rincón de la relajación que teníamos en la otra casa... y un jacuzzi.

Dentro, añadimos unos sofás para hacer fiestas de regalos. Tal vez en otra estación se cambiaría por otra cosa.

El salón comedor fue ampliado -podemos observar los trofeos de equitación de Mahan-.

Sí, hicimos una fiesta de regalos. Con besos bajo el muérdago incluidos.


Todos recibimos nuestro regalo. Fue una bonita fiesta invernal.

Al día siguiente, mi Chris pudo brillar al sol mientras pescaba gracias a nuestra aplicada hija (Chiqui: no entiendo por qué no brilla si tomó el elixir otra vez y antes brillaba .___.)

Kavita no era siempre aplicada. A veces se dedicaba a congelas las cañerías y romper grifos con magia.

Mahan se aplicaba en lo suyo, era bastante egoísta.

Aahna iba a su rollo. Era más introvertida que sus hermanos, supongo que por lo gruñona que era.

Al fin pude esculpir a mi Chris y asegurarme de que no se derretiría jamás.

Y después, me esculpí a mí misma.

Mahan: ¡Soy el saltador en calzoncillos! ¡Yiihaaa!

Kavita: Miel mielecitaa~~ ¡AAAAH, ME ATACAAAAN!

Terminé mi autorretrato. El anterior había quedado fatal, así que lo llevé al trabajo a ver si se puede restaurar.

Nuestra familia pasaba por muchos baches que lográbamos superar, y yo estaba ya vieja, Chris también, aunque no envejecería tanto como yo. Tenía que dejarle esto a alguien. Kavita, Mahan o Aahna. ¿Quién sería el indicado...? Al menos, después de mi muerte, mis estatuas de hielo quedarían para la posteridad... <3

¡Fin del capítulo 5! ¿Quién heredará: Mahan o Kavita? ¿Logrará Christian volver a ser humano? ¿Qué tal envejecerá Nidhyana? ¿Conseguirá Mahan cumplir su sueño? ¿Decidirá Kavita el suyo? ¿Y Aahna? ¿Se enfadará por no estar en la encuesta? ¡Mucho más en el capítulo 6! Y ahora... ¡ENCUESTAAA!
¡Vota por tu favorito!




*Cómo ocurrió la transformación en realidad: Elixir comprado en la tienda de elixires

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