Hola... De verdad disculpen la tardanza, hasta ahora es que salgo de clases y bueno debo ponerme al día en muchas cosas, como este legacy por supuesto, y el Bludworth que hace más de dos meses que no actualizo, y bueno aquí les va, espero y les guste!
CAP 9: La última nocheNo dudé cuando sentí aquello, ese extraño brazo invisible que despertó mi adrenalina al instante. No me había percatado del peligro presente en el asunto. Interpreté las luces apagadas todas de forma colectiva al mismo tiempo como un simple fallo en la compañía. Pero luego comprendí que mi familia y yo estábamos completamente sumergidos en la más terrible oscuridad que yo haya visto jamás.No le entregaría mis aposentos a la muerte, definitivamente, y menos a esa criatura maldita que me perseguía adelantándose al arco triunfal que representaría mi muerte en ella, pero no, no le daría el gusto. Un halo oscuro me recorrió el cuello, los pelos de los brazos y las piernas se erizaron tiernamente y poco a poco se me fue drenando el aire, la vida, todo. Esa criatura me estaba ahogando.Intenté incorporarme rápidamente, pero ella presionaba cada vez más y más. Mis bramidos comenzaron a exasperarme, no podía dejar de toser. Por un momento sentí el leve impulso de entregarme, de obsequiarle mi vida para que nos dejara en paz a todos. Pero no, no podía dejarlos a ellos solos, si lo hiciera, me iría con la certeza de no saber si con eso los dejaría en paz. Clam, Blessing, Io. Repito sus nombres con un fragor liberal intenso. Ellos, sin mi protección, estarían acabados.De nuevo caí al suelo, derrotado. Pero con ese ideal de protegerlos vigente todavía en mi cabeza. La adrenalina me impidió sentir el dolor, pero al sentir ese caliente líquido sanguinolento pasearse sobre mi piel, comprendí que tenía poderes atroces, me estaba mutilando. ¡Basta! ¡Lentus abesto! Siento un golpe en la espalda, y los rasguños siguen, la sangre viene y va. En ese momento lo único que me preguntaba era...Como una bendición divina, o como si algún ser sobrenatural le hubiese rociado algún insecticida, todo se disipó. No reparé al instante en mis heridas, en mi cabeza se bamboleaba una sensación de temor envuelta por una bruma espesa y fría, como un barco a la deriva. Intenté no caerme, y me sostuve la cabeza.El hecho de que se hubiera ido no significaba nada en lo que a mi familia concierne, el nunca está solo. Siempre anda haciendo travesuras insolentes. Debía bajar las escaleras, abajo estaba Io, desde que se fue la luz no la escuché, si es que mis bramidos no me impidieron oír los de ella. La escalera se veía envuelta en una oscuridad tenaz y aterradora, pero debía bajar, no podía dejarla sola, a Io, a mi amada....
-¿Io? -
Me dio miedo encontrarme con algo espeluznante.El silencio reinaba en la habitación, no la encontré. Comencé a revivir una especie de pesadilla, y tuve la tentación de tirarme al piso a llorar por la pérdida de Io. ¿Dónde está? ¿Hacia dónde diablos se la llevó? ¿Y los niños? Pero...-¡F-Flax! ¡¡¡Flax!!! -
Gritó ella, luego de aparecer súbitamente, estaba escondida detrás del sofá. Sentí un alivio celestial.-¡Io! Me has matado del susto.
-¿Qué te ha pasado? ¡Tu cuerpo, míralo, por Dios! -
Comenzó a gritar y unas lágrimas de horror se asomaron por sus ojos color esmeralda. Nunca había sentido algo así por alguien, la estimaba demasiado y verla llorar me inquietaba.-E-Eso es lo de menos, Io ¿Dónde están los niños? ¿Él te ha hecho algo?
-¡¿Es que acaso los chicos no estaban contigo?!
-Io... Ellos nos estaban conmigo... Supongo que deben estar en el tercer piso... Arrghh...
-¡Flax, Flax! Debo curarte, hay que buscar a los niños, y luego saldremos de aquí, sabía que sucedería esto, lo soñé... Maldita sea, debemos irnos cuánto antes... Ahora tal vez estemos perdidos -
Gritó ella exaltada.-Io, yo te prometo que saldremos de esto sin consecuencias graves. Confía en mí. Y déjalo así lo de las heridas, hay que buscar a los chicos primero, es lo más esencial ahora mismo.
-Pero...
Él la tumbó contra el suelo. La madera sonó estrepitosamente y las tablas chirriaron. El terror invadió mi cuerpo otra vez. La tomó del pescuezo, y la arrastró, como si fuese un animal. Una fuerza invisible se la lleva, ella grita piedad, yo estoy paralizado. No sé que efecto produzca que lo ataque. Pero mejor no hago nada, él no le va a hacer daño, entiendo su plan, La Cosa actúa torpemente cuando Io está presente, necesita sacarla de la casa para acabar conmigo, y con los niños, mis herederos. Aun así no puedo evitar ir a por ella.Yo corrí en busca de ella, pero esa velocidad y fuerza sobrenatural me superó, divisé su cara, la de mi amada, asustada, aterrorizada.-¡F-Flax! -
Su grito sonó como un desgarro atroz.Y la puerta se cerró justo en mi narices. Allí estaba yo, sólo, desprotegido, desolado, atemorizado. Ahí comprendí que yo no era la persona que protegía a esta familia, al contrario, yo acercaba cada vez más y más a La Cosa, con ayuda de Blessing, por supuesto. Comprendí que yo no era ese caballero, ese héroe que salvaría a la familia, era Io, y La Cosa ya la tenía fuera de la casa, ella era la única capaz de alejarlo....
-¡¡¡Mamá, papá!!!
-¿D-Dónde están, Clam? Tengo mu...Mucho m-mi...
-¡Cállate y deja de llorar! ¡No haremos nada berreando como lo haces tú!
-T-Tú eres telépata ¡Haz algo! ¡Tráelos de vuelta!
-¿Es que no entiendes que mis poderes son muy torpes? ¡No tengo nada de control sobre esta situación! Blessing, Bless, vamos, necesito tu ayuda, tú eres la única que puede dominarlo, necesito que me digas que hacer para acabar con esto, vamos, por favor, te lo suplico.
-Yo... Y-Yo creo que...
-Shh. Espera. ¿Oyes eso, Bless?
-...Está aquí.
La habitación se sacudió súbitamente. Como si fuese un terremoto. En la puerta algo martillaba reclamando entrar. Blessing gritaba, y yo, Clam, me tambaleaba en busca de sustento.-¡¡Está aquí Clam!!
¡Nos quiere a nosotros!...
Percibí un suave aleteo sobre mi cabeza, que poco a poco se fue acentuando, el techo comenzó a sacudirse, pero no el suelo. Mi terror, con el sonido de las lámparas agitarse, y las finas líneas de mugre que caían del techo, comenzó a revolverse, como si estuviera apunto de vomitar sangre. Todo se detuvo, y sólo escuché los gritos de Blessing ¡Nos quiere a nosotros, Clam, vivos o muertos! Repetía ella constantemente, y yo aquí como un cobarde, incapaz de protegerlos: a mi familia.¡Nos quiere a nosotros, Clam, a nosotros, A NOSOTROS!Insistía ella. ¡CÁLLATE, CÁLLATE, CÁLLATE! La interrumpió Clam, exaltado, y sólo los llantos de Clam y los golpes de Io que retumbaban en la puerta de la entrada rompían el silencio suspendido en la casa entera. Él hizo acto de su presencia, y yo asimilé algo horrible, algo a lo que yo siempre tuve miedo y no quise aceptar: Él me quiere a mí. Y es hora de acabar con esto, sí, de una vez por todas.-¿Flax?