-_- Juego malvado. Se me volvió corrupta la partida y por curiosidad y un par de cosas más, usé el último save que tenía (poco antes de que Vigdis quedara embarazada) y lo pude arreglar para la historia, cambiando un par de cosas por aquí y por allá. Espero que no me vuelva a pasar (maldita electricidad que va y vuelve cuando quiere ;-;) Afortunadamente, el niño salió "casi" igual. Antes me había salido con el cabello de Thalion y ahora tiene ojos y cabello igualito al de Viggs.
Eso sí, no sé porqué, pero no puedo hacer que juegue con el amigo imaginario
Capitulo 4. Soluciones sobre la marcha.
Viernes 2hs.
No puedo… era imposible dormir para mi.
No importaba cuánto lo intentase, desde la muerte de mi padre y desde que Vigdis me anunció su embarazo… Bueno, pues… no puedo dormir. Me he pasado así ya un par de meses y me quedan otros siete por delante.
Esta semana, comienzan las obras en casa. Ya no tendremos más esa pequeña casa antigua con porsche. Moonie quiere una casa al aire libre… pero a la vez… quiere estar protegida de los ataques zombis de luna llena. Constantemente tiene la idea de que los bichos esos van a caer del cielo.
Incluso hablaba de hacer un sótano y vivir ahí.
Encantador.
Supongo que una vez que el niño sea pequeño y tengamos las existencias suficientes… podré arreglar todos los desastres que se harán con la construcción ahora…
Pero bueno… sigamos con los sucesos... Esa noche, mientras Vigdis disfrutaba de un baño, yo aproveché a comer algo y llamar a Alastar.
Thalion: Hola ¿Al?
Alastar: El mismo, hermano ¿Cómo estás?
Thalion: Ehm… necesito un consejo…
Le expliqué la situación, paso por paso, con calma… e intentando no perderme en el hilo de mis emociones o no hablar muy alto para que Moonie me oiga.
Alastar: Ponte los pantalones y sé hombre, idiota.
Thalion: ¿Eh?
Alastar: ¿No crees acaso que papá tuvo miedo alguna vez? Por dios, erámos tres pares de gemelos con un año de diferencia entre cada par. ¿Crees que fue fácil para él? Tú sólo te estas quejando por uno solo que aún no nació. Sé hombre, por dios. Nuestro padre no podía tomar un trabajo porque era él solo con seis niños en una casa mediocre y no tenía dinero para contratar una niñera todos los días. Él pasó todos los días de su vida con nosotros y vivía del dinero que obtenía de los libros que escribía. Hombre, vimos lo mismo y tú no lo recuerdas ¿o acaso te arrepientes de empezar tu propio clan?¿Cómo crees que se pondría el viejo si te escuchara dudar así?
No esperaba algo tan profundo viniendo de un hombre que estaba recorriendo el país, tocando todo el día y tomando toda la noche. Pero… era más que razonable. Era cierto. Aunque aún estuviese con ciertas reservas al respecto.
Hablamos un rato más, pero ya no de mis problemas o cómo está él. Hicimos lo que hacíamos de niños, hablábamos de cualquier cosa, simples de la vida o complejas… Esa noche volví a la cama y pude dormir más tranquilo.
Algunos meses después.
Hace mucho tiempo que no escribo, lo sé. Pero tengo una buena razón para ello…
Estamos en plena mudanza. No, no a una nueva casa, a un terreno vacío sobre el cual hemos construido una casa nueva. Existe una buena razón para ello.
Tras el primer mes con la casa terminada, hubo un pequeño incidente con los zombis. Intentaron morder a Moonie y ella se asustó tanto que tuvimos que ir al médico para ver si el niño estaba bien. Afortunadamente, no fue nada. Pero Vigdis no quería que eso volviese a ocurrir, por lo que me pidió que buscara un lugar lo más alejado posible del cementerio y de la ciudad en general.
Acabé por encontrar un terreno reciente cuya construcción aún no se había iniciado.
Fue una lástima porque, si bien nuestra casa no era la mejor o la más pintoresca, le había ganado cierto cariño. Pero si había algo en lo que mi Moonie tenía razón, era en eso. Criar a un cachorro de licántropos iba a ser difícil, teniendo en cuenta que iba a estar constantemente mordiendo los muebles de madera, persiguiendo gatos y cualquier ave que se cruce por su camino… y no hablemos de aullarle a la luna. Nuestros pobres vecinos de Twinbrook iba a huir despavoridos de nosotros o llamarían a Control de Animales, mínimo
Con cada día que pasaba, el niño estaba por llegar y, con ello, mis miedos aumentaban, por lo que mis conversaciones con Alastar eran cada vez más frecuentes.
Él me calmaba, creo que era el único que podía hacerlo dadas las circunstancias. No era porque su voz sonara tranquila y serena –pues lo único que hacía era llamarme cobarde y hablar de la última chica a la que se tiró-, sino más bien porque era mi hermano y el hablar de por sí mismo me calmaba mucho más que cualquier otra cosa. Me avergonzaba hablar del tema con mis otros hermanos, por lo que ellos no sabían nada al respecto. Y Vigdis… bueno, simplemente no quería ponerla tensa o algo, ya estaba en una situación demasiado delicada con aquella criatura dentro de ella.
Al final, con el tema de mis hermanos, no pude ir a mi pueblo a visitarlos y rendirle respetos a mi padre. Con todo esto de la mudanza y la construcción de la casa, las cosas se nos complicaron mucho. Aún no nos habíamos mudado, pues habían cosas acabar allí. Aunque, no obstante, cada vez teníamos menos y menos objetos en la casa, todos los íbamos vendiendo para costear los gastos de la construcción. Además, siempre estaban las piedras y los insectos, aunque no eran de mucha ayuda, porque a penas me daban 100 o 200 simeleones por todos ellos.
Thalion: Un momento…Hay basura en mi mesa...
*Un momento después*
Thalion: Así esta mejor ¿dónde estaba? ¡Ah! Sí…
El día del nacimiento se acercaba y yo cada vez estaba más y más asustado.
Y sólo puedo decir que a nuestro cachorro le gusta ser bastante oportuno. Vigdis se despertó una noche, de la nada y se puso a gritar. Debo admitir que mi reacción no fue la más masculina de todas...
Me puse a gritar como un histérico, completamente asustado y sin saber qué hacer. Tenía muchísimo miedo, aún cuando ya sabía lo que tenía que hacer.
Afortunadamente, tras unos minutos de viaje y largas horas en el hospital, nació un niño. Un hermoso y bello niño. Vigdis entró a casa con él brazos aquella última noche. No sé si era por la adrenalina o la emoción o no se qué cosa, pero me sentía tan dichoso, tan feliz y tan estúpido por haber tenido tanto miedo.
Tras ponerlo en la cuna y dejarlo descansar, fuimos a tomar algo y a hablar, extrañados de la tranquilidad que respirábamos.
Vigdis: ¿Qué nombre quieres ponerle?
Thalion: ¿Yo? Pensé que tú se lo eligirías, ya sabes… lo has tenido todo este tiempo dentro tuyo y todo eso.
Vigdis: Pero es el primogénito, cariño. Además es tú legado, no el mío. Deberías hacer los honores.
Thalion: Pero también es tuyo, aunque lleve mi apellido.
Vigdis: Lo sé, por eso elegiré el nombre de los que sigan. ¿Tienes uno en mente?
Thalion: uhm… ¿y si vamos a afuera a hablarlo? Es una muy linda noche antes de luna llena, no deberíamos desperdiciar la calma antes de la tormenta.
Estaba esquivando un poco el tema, intentando pensar qué nombre le podía poner nuestro primogénito. Sea o no el heredero, para mi era una carga bastante importante. Salimos y nos sentamos en la hierba, mirando hacia las estrellas.
Vigdis: ¿Ya estas mejor?
Thalion: ¿Huh? ¿A qué te refieres?
Vigdis: A la muerte de Celhem, tu padre.
Thalion: ¿C-Cómo lo sabes?
Vigdis: No vivo desconectada de nuestro pueblo, Thal. Mischa me lo contó. Fue el mismo día que tu hermano, Bomani, le propuso casamiento.
Thalion: ¿Que mi hermano hizo qué?
Vigdis: ¿No lo sabías?
Thalion: Nn-no… debe ser porque la muerte de nuestro padre opacó ese detalle…
¿Mischa y Bomani? ¿Juntos? Lo sentí algo irónico, que nuestras ex parejas se comprometieran…eso sin contar que nuestros ex eran los hermanos del otro. Quizás Bomani estaba feliz de anunciarle el compromiso a nuestro padre y cuando llegó, se encontró con aquello.
La miré y ella hizo lo mismo, me sonrió y no pude evitarle devolverle la sonrisa.
Cerré los ojos a la vez que desviaba la mirada. Supongo que para ser el primer embarazo de ella, las cosas no estuvieron tan mal. Es decir… por todo lo que escuché y vi, las mujeres de nuestra especie eran demasiado territoriales durante su embrazando y más con la cría de de sus cachorros. Por más que padecí un poco sus locuras, admito que no fue la gran cosa, pues mi sentido estaba opacado por el miedo y los nervios, y por la tristeza de la perdida de mi padre.
Eran momentos como esos en los que agradecía que Moonie fuese así, tan comprensiva, tan alegre, tan calmada.
Eran momentos así, en los que agradecía tener un hermano menor en el que apoyarme como lo hacía con Al.
Vigdis: Thal, cariño, mira… una estrella fugaz.
No llegué a verla, pero esa noche vimos muchas, y lo pasamos muy bien, me sentí de nuevo como ese adolescente que sentía todo su cuerpo deshacerse cuando Moonie me devolvía la mirada o me sonreía de esa manera tan cálida que sólo podía sonreírme a mi.
Vigdis: ¿Ya tienes un nombre?
Thalion: Sí, ya lo decidí.
Vigdis: ¿Cómo lo llamarás?
Thalion: Ven, dime que te parece. *susurros*
Thalion: ¡Oh! Una estrella Fugaz! ¡Mira Moonie!
Pero Moonie no miró al cielo en un principio, sino que me miró primero a mi con una extraña expresión en su rostro, llena de calidez y orgullo, creo…
Vigdis: ¡Oh! Es hermosa…
Thalion: ¿Crees que sea una señal o algo?
Vigdis: Sí… así lo creo. Creo que es una señal que nos dice que Alastar será un lindo nombre para nuestro primer hijo
Thalion: ¿Sí?
Vigdis: Sí, seguro
Le sonreí, satisfecho, emocionado. Era lo menos que podía hacer, un pequeño gesto de agradecimiento, una forma de honrar a mi hermano por haberme soportado y para que, en cierta forma, no sentirme tan lejos de él.
De nuevo,sentí que todo volvía a ser como antes, como los primeros días que estábamos aquí, en Twinbrook. Quizás fuésemos a tener varios años duros por delante, pero todo era nuevamente mágico para mi.
Esa noche, sostuve en brazos, por primera vez, a mi hijo y me sentí tan lleno y tan feliz. No quería soltarlo y dejarlo ir, pero también me sentía bastante cansado. Mañana sería un día extremadamente complicado para nosotros dos, pues dejaríamos esta casa y nos iríamos al terreno que estuvimos construyendo estos meses.
La mañana siguiente, nos despertamos y nos sentimos más unidos que nunca. Desbordábamos de amor, calidez y felicidad por todos lados, nos sentíamos tan dichosos.
Fue Vigdis quien lo despertó y lo llevó en brazos hasta nuestro nuevo hogar. Aún faltaba refaccionar un par de cosas, como el color de la habitación del niño o comprar más muebles. Pero por el momento, era mucho más de lo que podíamos pedir.
La nueva casa parecía más bien una cabaña de fin de semana, no era muy espaciosa y los cuartos estaban muy pegados. Pero había cierta calidez de hogar allí queuno se sentía a gusto.
Planta baja y primer piso:
Esa noche, hubo luna llena y por primera vez, nos sentimos seguros, estábamos tan arriba y tan lejos del cementerio que fue completamente dificil imposible para los zombis llegar a nosotros. Nuestro pequeño Alastar durmió como un cachorrito esa noche y nosotros lo pasamos muy bien también.
Pero no nos adelantemos mucho a los hechos, antes de que la luna estuviese completamente en lo alto, recibí una llamada de mis hermanos.
Thalion: ¿Si?
???: Felicidades padre primerizo! ¿Qué se siente?
Thalion: Oh, Al… justo estaba pensando en vos
Alastar: ¿Ah? Pues no es ninguna sorpresa, hermano. Lo sabes.
Thalion: Sí, sí, lo sé –sonrie- Escucha… no sabía que Mischa y Bonami estaban comprometidos.
Alastar: ¿comprometidos? Eso fue hace meses hermano. Ya están casados. Igual que Marceline.
Thalion: ¿Marceline se casó? ¿Cuándo pasó?
Alastar: pocos días después del casamiento de Bomani y Misch. Claro que ella fue más discreta que Bomani. Ahora Marce esta esperando crías.
Thalion: ¿¡Esta embarazada!? ¿De quién? ¿Con quién está casada?
Alastar: Pues… con Vignar.
Thalion: … Me estas jodiendo ¿verdad? ¿Con Vignar? ¿Vignar? ¿Él mismo Vignar que es hermano de mi mujer y de la de Bomani?
Alastar: … pueeeees, sí. Ese mismo.
Thalion: ¿Cómo? ¿Cu… cuándo empezaron a salir?
Alastar: Ni idea. Toda su relación fue en secreto hasta que Marce apareció un día y dijo que se mudaba con su esposo.
Thalion: ¿Dónde estaba yo cuando pasó todo esto?
Alastar: llorando como un crío por la muerte de papá. Pero escucha. No te llamaba por eso.
Thalion: No quiero que me cuentes con cuantas chicas te acostaste esta semana, hombre. Quiero saber cosas de la familia.
Alastar: A eso iba… Como hay demasiado amor y felicidad por aquí, Anaru y Marian van a acompañarme de gira este año. Más o menos para cuando tu hijo esté aprendiendo a caminar, estaremos por allá y nos quedaremos unos días.
Thalion: Pero aquí no tengo espacio…
Alastar: ¿Y quien dijo que sería en tu casa? Vamos a alquilar por ahí.
Thalion: Me parece bien, pero… falta mucho para eso
Alastar: nunca falta tanto como crees.
Y haciéndose el enigmático, cortó. Yo me quedé pasmado, mirando el celular. No entendía nada. Absolutamente nada.
Quise ir a hablarlo con Moonie, pero ella dormía muy plácidamente, en la mecedora, observando a nuestro niño.
Y para cuando pude hablar con ella, ya era de noche y estábamos en otra nosotros dos, bajo nuestros instintos y formas licanas. Estabamos completamente en otra y mi hermano no volvió a mencionar el tema, ni yo volví a recordarlo. Por ahora, solo me importaba mi Moonie y mi niño. Había prometido a la estrella que vimos aquella noche, que no volvería a dejar que el miedo y la inseguridad me vencieran, a mi padre no le hubiese gustado verme así.
Fin del capitulo cuatro.