Aaamm no sé jajajajaja Y yo leo siempre que puedo, tú de eso no te preocupes xD Y más ahora que el face me tiene avisada de todo xD!
Bueno... ejem, ejem... como dije, voy a intentar adelantar el legacy lo que pueda, así que os dejo esta actu...
Espero que os guste jijijiCapítulo 69. Pasemos esta noche juntos.Después de la visita de Aria, Venus estuvo rara con todo el mundo o, bueno, eso era lo que creía yo hasta que vi que con Altair continuaba prácticamente igual. Supongo que el hecho de que una supuesta amiga mía le hubiera faltado al respeto me convertía también en una especie de verdugo para ella. Si se hubiera tratado de otra persona le hubiera mandado lejos enseguida pero Venus me caía bien, así que decidí ser paciente. Ya se le pasaría. Aun así, me molestaba tanta afinidad con Altair. ¿Yo no era digno de confianza o qué? Podía mirar la mente de Altair después de sus conversaciones pero mi hermano, como buen conocedor que era de mis poderes, se ponía a pensar en conejos rosas bailando y ahí se quedaba... impidiendome averiguar nada. ¡Menudo absurdo! ¡Algo estaba sucediendo en mi propia casa y yo me había vuelto tan inutilmente blando que estaba dejando que ocurriera en mis propias narices!Altair-No deberías seguir pensando en lo que te dijo la idiota de Aria, Venus... ¡Créeme, es muy estúpida! Suele acusar a los demás de lo que ella misma hace... No tiene remedio.
Venus-No me molestaron sus insultos, Altair... Es que... dijo cosas feas de Niveid.Altair-¿De Niveid? ¿Qué dijo exáctamente?
Venus-Dijo que no quería a nadie... y que no me fijara en él o algo así...
Altair-Uy... marcó el territorio... ¡Menuda idiota! ¿Ves? ¡Te lo dije! Esa es una de las varias que decían no querer a Niveid para más que para pasarlo bien y mira... ¡Se puso celosa al verte!
Venus-¿Entonces es cierto que Niveid tiene muchas novias?Altair-¿Eh? No... a ver... Es que no son realmente novias, son... amigas con derecho a roce. Ya me entiendes. Unos cuantos besitos no implican nada más serio que eso.Venus-Mmm ya... Entonces Niveid jamás se fijará en mí si tiene tantas amigas...
Altair-¿Qué! ¡Cof! ¡Cof! ¡Ay, que me ahogo! ¿Tú! ¿Te- te gusta Niveid?
Venus-¡Shhhh! No hables tan alto. No quiero que se entere. Pero sí... yo, yo quiero mucho a Niveid, aunque no se si a eso se le puede llamar amor o así.
Altair-¡Oh! ¡Qué noticia! Pues... estar enamorado engloba muchas cosas, pienso yo... No se trata solamente de querer en plan osito de peluche... ¿Ya me entiendes, no?
Venus-Sí, si entiendo. Pero Niveid ha sido bueno conmigo y me ha enseñado muchas cosas. Me gusta su compañía y bueno, es muy guapo también...
Altair-¿Quién lo iba a decir? ¡Uf! Esos colores que te han subido no son por nada, querida... Si me hubiera pillado en otra época, allá cuando me llevaba mal con él... Pero bueno, me interesa que siente la cabeza y creo que tu eres perfecta para ello. Venus-¿De verdad lo crees?Altair-¡Claro que sí! ¡Eres buena, inteligente aunque a veces parezcas una niña, muy hermosa y desprendes magia por todos los poros de tu piel! El caso es... debes decirle lo que sientes con cautela. Niveid a veces es un bruto, pero tú tienes la suerte de que es paciente contigo. Tal vez eso quiera decir algo... pero, pero bueno, de todos modos ves con cuidado. Él oye hablar de relaciones serias y sale corriendo como si se lo llevara el diablo.Venus-Pero no le quiero decir nada... ¡Estoy enfadada con él! Tiene muchas amigas y no me apetece hablarle ahora.
Altair-Uy, que lío... Bueno, tú sabrás lo que haces Venus pero... no es bueno agotar su paciencia. Te lo digo con conocimiento de causa.No me gustan los secretos. No me gustan nada y, estos dos se están pasando de la raya con tanto secretismo. Llego a casa de trabajar y lo primero que me encuentro es a Venus con su inexistente traje de perlas que aparece cuando está en el agua y a mi hermano Altair saliendo del jacuzzi muy contento. ¿Qué significaba aquello? ¡Y encima la otra hablándome a regañadientes! Aquí pasa algo... ¡Maldita sea!Niveid-Hola, Venus. ¿Qué haces despierta a estas horas?Venus-...Niveid-Te he hecho una pregunta, Venus. ¿No vas a responder?Venus-Voy a arreglar el grifo que se ha roto. Buenas noches, Niveid.Niveid-"Ya, el puto grifo vas a arreglar de esa guisa. ¿Me toma por tonto o qué? ¡Grrr! ¡Mejor me voy a dormir! Cuando coja a Altair le voy a hacer hablar de lo lindo. A ver que mierda pasa aquí." Bueno, como digas. Buenas noches.
A mí este hada no me engañaba. Había cambiado sus horarios drásticamente. Era más activa por la noche, casualmente cuando yo no estaba, que por el día. Un día, decidí no ir al trabajo para ver si veía algún comportamiento más extraño aun si cabía. Tal vez a estos dos les molestara mi presencia y... si notaba eso... iban a ver quien era yo. ¿Qué por qué me molestaba la idea de que pudieran estar juntos? ¡Porque sí! Porque he sido respetuoso y delicado para que aquí el tonto napias de mi hermano se lleve el trofeo. ¡Soy un hombre! Y que me gane mi hermano sin hacer nada es algo que no puedo permitir.Niveid-Buenas noches, Venus. No sabía que te dedicaras a la jardinería nocturna...Venus-Hay plantas que necesitan un cuidado nocturno porque son especiales.Niveid-Ya... Y... digo yo... ¿No crees que es un poco tarde ya para estar trasteando en el jardín? Son las dos de la madrugada.Venus-No. Lo que yo sí creía es que trabajabas los viernes.
Niveid-¿Ahora vigilas cuando trabajo? Qué curioso...Venus-No. Solamente se nota cuando estás y no estás en casa.
Niveid-No sé como debería tomarme eso. En fin, ¿te queda mucho? Te espero para cerrar la puerta de atrás. Venus-No hace falta. Aun me queda un poco. Ve a dormir si quieres...Niveid-"¡A dormir! Será...Comienza a hacer frío, Venus, te vas a resfriar.Venus-Ya encontraré la manera de calentarme, no te preocupes.
Niveid-Grgrgrgrrr... ¡Pues, buenas noches!Esta se creía que me iba a engañar, pero no ha nacido nadie que me pueda engañar hasta ahora. Entre en casa y subí las escaleras, escondiéndome detrás de las cortinas de la ventana del segundo piso que da al jardín. Allí estaba Venus en el jardín cuando... ¡Bingo! ¡Altair! Mi hermano se apareció en pijama y entonces entendí que mis sospechas eran ciertas. ¡Malditos mentirosos!Altair-Ay, Venus... ¿Pero qué haces aun despierta? Escuché ruidos y pensé que ya se había vuelto a meter el dichoso mapache de todas las noches...Venus-Cuidaba del jardín. Ya sabes que hay algunas de tus flores que tienen que ser regadas de noche.
Altair-Ahhh... sí... Uaaaaaaaaaauuuuu... que sueño... Bueno, vámonos a dentro que hace frío y como Niveid se entere de que sigues fuera a estas horas se molestará.
Venus-¡Ah, si ya lo sabe!
Altair-¡Ya lo sabe?Venus-Sí. No le hablo mucho. Parece que ya está molesto pero... me da igual. Su amiga Aria lleva llamando toda la semana y eso a mí me molesta más.
Altair-Madre mía... No está mal que pongas un poco contra las cuerdas a Niveid, Venus... Pero no le enfades más... Te lo aconsejo con mi mejor intención. Niveid... es... especial. ¿De acuerdo? Venga, entremos y deja de pensar en seguir enfrentándote a él o conseguirás lo contrario a tus propósitos.
Venus-Está bien...
Estuvieron mi hermano y Venus hablando un buen rato y luego entraron a casa. Me metí en mi habitación deprisa y puse la oreja en la puerta para escuchar cualquier comentario pero sólo se dieron las buenas noches y cada uno entraron en su habitación.
Seguramente no habían entrado en la misma porque ese día yo estaba en casa... Pero ya les descubriría, ya... Sólo necesitaba el momento oportuno. Aquella noche la iba a pasar sin dormir planeando mi ataque, pero valdría la pena. Decidí comer sólo por la mañana para determinar qué sería mejor, si hablar con Altair a solas, con Venus o con los dos a la vez.
Altair me conocía muy bien y no tenía miedo de enfrentarse a mí. Ya lo había demostrado en ocasiones y, aunque era un soberano inútil en cuanto a los hechizos, sus elixires podían ser de mucho cuidado. Además, no estaba muy interesado en una guerra filial por el momento. Venus por otro lado, se ponía nerviosa con facilidad. Tal vez podía aprovechar esa ventaja. Sí... aquella noche era el momento ideal. Veríamos que tan niña resultaba ante una presencia mía más cercana. No pensaba hacerle nada, simplemente y estaba seguro que conseguiría hacerle reconocer que tenía algo con Altair. ¡Además! ¡Aquella noche Altair se iba a casa de Hipólito para unas clases de alquimia! ¡Era perfecto, simplemente perfecto!
Esperé a que mi hermano se marchara y disimuladamente vigilé a Venus hasta que entró en la sala del jacuzzi. ¡Aquella era mi oportunidad! ¡Veríamos que me tenía que contar mi queridísima amiga acuática! Fui despacio para que no sospechara que me acercaba porque si lo hacía y no estaba dentro del agua, podría esperar a que me fuera o irse al cuarto de baño. Me acerqué lo más cauteloso que pude y antes de entrar escuché una especie de resoplidos y gemidos. ¡Pero qué? Altair no estaba... ¿sería que Venus además de mojarse la piel se entretenía en otras cosas más íntimas?
Reconozco que el simple pensamiento me puso nervioso, pero tenía que centrarme. ¡Cabeza fría! Lo que iba a hacer era para sacarle información y nada más. Ella no iba a querer nada más y yo de eso estaba seguro. Inspiré con fuerza y abrí la puerta de golpe mirando a otro lado por si me encontraba con algo que pudiera tambalear mis cimientos de hombre civilizado. Venus-¿Niveid?Niveid-El mismo.Venus-¿Qué haces aquí?Niveid-Pues quería bañarme un poco en mi jacuzzi. Ya que lo usas siempre, tendremos que compartirlo.Venus-Perdón... Ya salgo.En ese momento me di cuenta de que los ojos de Venus estaban llorosos. El hada no había estado haciendo nada que pudiera haberme hecho feliz, había estado seguramente llorando. Fue entonces cuando, por muy extraño que parezca, me sentí mal y mi plan inicial se fue un poco al traste.Niveid-Un momento, Venus. ¿Has llorado? No hace falta que te vayas. Ya te dije que podemos compartir el jacuzzi.Venus-No, no he llorado...Niveid-Sí, si has llorado. A mí no me engañas. ¿Por qué lloras? Es... ¿es por algo que te haya hecho Altair?Venus-¿Altair? ¡No, no! ¿Por qué me habría de hacer algo?Niveid-Ah, no sé... Tú me dirás. Últimamente estáis muy juntos.Venus-No, no... Altair es muy bueno conmigo siempre.Niveid-Ya veo. ¿Y entonces? ¿Qué es eso que te tiene triste?Venus-Nada, ya lo he dicho...Niveid-Aaaahg... Tu tampoco sabes mentir, ¿eh? Bueno, voy a entrar al jacuzzi que me estás dando envidia.Venus-¿Pero de verdad que vas a entrar?Niveid-Claro. ¿Para qué me iba a quitar la ropa si no? ¿Qué pasa, no quieres que entre o qué?Venus-Pues la verdad es que no...Niveid-Vaya, vaya... empiezo a pensar que sigues enfadada conmigo y aun no entiendo el porqué.Venus-Mmmm... Cualquiera estaría enfadado contigo... Tu amiga Aria también está enfadada contigo.
Niveid-Esa me da igual. Ella no vive en mi casa y tú sí. ¿Me dirás por qué estás enfadada? ¿Sigue siendo por lo que te dijo?
Venus-No me importa lo que dijera de mí... pero de tí habló mal y ni siquiera le dijiste nada...Niveid-Es sencillo. No me gusta mantener conversaciones con ignorantes.Venus-Entonces... ¿No es verdad eso de que no quieras a nadie?
Niveid-Hay gente a la que quiero. Pero eso ya es asunto mío. ¿No crees? ¿Y tú? Últimamente te he visto mucho con Altair...
¡Era el momento! Me acerqué a ella para ver si se ponía nerviosa y me reconocía que tenía algo con mi hermano pero mi plan no salío como lo planeaba.Venus-¿Eh? ¿Con Altair? Si piensas que Altair y yo estamos juntos te equivocas. ¡Altair es mi amigo! Niveid-Pues pasas mucho tiempo con él.Venus-También lo paso contigo y no significa que seamos nada como esas amigas tuyas.
Niveid-Anda... Mira la niña, ya no es tan niña con esas contestaciones...
Venus-Es que no soy una niña. Que no sepa muchas cosas de esta época no significa que sea una niña o sea tonta. Yo también quiero y siento.
Niveid-Pero ven aquí, no te enfades más, mujer. ¡Estamos hablando normalmente!Venus-Temo que seas como la mayoría, Niveid. Nadie es serio... nadie nunca lo fue conmigo. Todos los que quisieron estar conmigo sólo lo hacían por una sola cosa... Y tú, pareces igual que todos.
Niveid-Ey, ey, ¿de qué estamos hablando ahora? ¿Qué es eso de todos los que quisieron estar contigo? ¿Estás recordando más sobre tu pasado?Venus-Poco recuerdo y mucho siento. Recuerdo la cara de todos, el cuerpo de todos, todos hermosos...
Niveid-Ah, que bien... Así que has sido mujer de mundo... Qué sorpresa.
Venus-No me acuses de algo que tú si has hecho, Niveid. Yo no me he entregado a nadie porque no he querido, porque no encontré al adecuado y porque así siento que eran las normas de donde vivía. Ahora es otra época y yo... yo también quiero sentir como tú.
Cuando Venus acabó de hablar comenzó a llorar de nuevo. Sentí tristeza por el hada y me acerqué a abrazarla. De acuerdo, me estaba debilitando con ella allí pero... ¿por qué no? Era tan agradable que no me importaba y si hubiera sido una enemiga en ese momento seguro que hubiera sido el final de nuestro legado. Su abrazo era fuerte y dulce y como no me esperaba las palabras que dijo a continuación, me quedé totalmente de piedra por un momento.Venus-Niveid... eres especial pero me das miedo...
Niveid-¿Miedo? ¿Miedo por qué?
Venus-Porque me harás daño, lo sé.
Niveid-No te voy a hacer daño. No digas eso porque no es verdad.
Venus-Sí, sí que lo es... lo presiento. Pero... te he elegido a ti. Quiero sentir contigo y es lo único que en este momento me importa, aunque luego me arrepienta.
Niveid-Sentir... Venus, ¿estás segura? El que no quiere sentir que se aprovecha de ti soy yo.
Venus-Ya te dije que no soy ninguna niña, aunque tu lo hayas pensado así. Sólo prométeme que nunca me dirás que me quieres a no ser que estés seguro de que así realmente será para siempre.
Niveid-Pero...
Venus-Shhh... Promételo...
Niveid-Mmm... está bien. Entonces... ¿Quieres realmente esto?
Venus-Sí.
Niveid-Bien... Pasemos esta noche juntos.
Aun no puedo explicarme cómo pasó realmente. Simplemente me dejé llevar y Venus no me rechazó ni hizo nada por evitarlo tampoco.
Todo fue surgiendo y el ambiente fue caldeandose cada vez más, hasta que llegó el punto en el que se puede decir que mi primera noche con Venus fue aquella.
Un plan truncado dio como resultado una ardiente noche que no pude olvidar en mucho tiempo.
Con ninguna de las amigas con las que había estado antes, había sentido lo que sentí aquella noche con Venus. Aquella hada se convirtió en segundos en mi eterna diosa acuática y aunque yo nunca me he considerado romántico, aquella noche no pensé en mí, sino en ella.
Quizás porque su dulzura contrarrestaba mis ansias agresivas, o tal vez porque sus ojos podían decirme tantas cosas como yo quisiera imaginar. Al fin y al cabo, habíamos hecho aquella noche nuestra.
Desde aquel momento me volvería adicto a Venus, pero ella me mantendría a raya por algún tiempo más. No me iba a dejar repetir todo lo que disfruté aquella noche tan pronto, pero puedo decir, que por un momento desde hacía mucho tiempo volví a ser feliz.
Y al acabar nuestro encuentro, sentí que un calor extraño se anidaba en mi interior, un calor que disipaba el frío que me acompañaba desde siempre. Sabiendo que yo, el que no quería compromisos con nadie, despertaría en mi cama junto al hada conquistando lugar que ninguna mujer pudo haber conquistado antes.