El Legacy es más historia que Legacy, pero bueno... xD
Normas:
- Las originales del Legacy Alternativo.
- No me permito usar la opción de mirar el historial de la lotería para ganar dinero.
- Aún no tengo claro cómo se decidirá al heredero, seguramente lo haré por encuesta.
Descargas: (Formato .sim)
Iragana Qhi: Descarga
Zayna Shewn: Descarga
Fundador:
~~~~~~
Capítulo 1: La llegada.
Salí al exterior. Emit llevaba demasiado tiempo observando el "bonito paisaje" de un Oasis Landing totalmente hechado a perder. Aún podíamos los dos recordar lo bonito que era Oasis Landing anteriormente. Oasis Landing había sido algo parecido a un paraíso anteriormente, pero todo eso había cambiado. Demasiado rápido para mi gusto, y para el de Emit.
No se podía ver más allá del Parque El Legado por culpa de la maldita contaminación del aire. Oasis Landing estaba condenado a la perdición, y todo gracias a nuestro querido presidente...
Iragana: Emit, llevas mucho tiempo aquí fuera... Me preocupas. Será mejor que entres.
Emit: No puedo entrar y tranquilizarme mientras que el Presidente Ekadiez siga destruyendo nuestra ciudad y nadie haga nada por remediarlo.
Iragana: No cambiará nada que te quedes mirando continuamente a la nada. No hay nada que podamos hacer.
Emit: Sí que hay algo que podamos hacer.
Iragana: ¿Te estás refiriendo a lo que yo creo?
Emit asintió con la cabeza.
Miré el portal. El último invento de Emit. Te permitía viajar en el tiempo, pero únicamente hacia dos puntos. Era arriesgado, pero Emit estaba en lo cierto, tenía que hacerse.
Iragana: Iré yo.
Emit: No, no te lo permetiré.
Iragana: Tú eres indispensable, si te pasara algo sí que estamos condenados. Tú quédate aquí, yo iré al pasado.
Iragana: Adiós, Emit. Hasta que nos volvamos a ver.
Los habitantes de Sunset Valley que estaban mirando por la ventana en ese momento pudieron notar la intensa luz que acababa de aparecer en el patio de aquella casa. Habían corrido rumores de que un anónimo había comprado esa casa hacía unos días, la casa en la que me alojaría durante mi estancia en el pasado. Emit había pensado en todo.
En el lugar en el que había aparecido la luz, ahora estaba el portal en el tiempo.
El portal con el que llegué a este punto temporal.
Iragana Qhi había llegado al pasado.
Nada más llegué me puse a inspeccionar la casa que Emit había elegido. Algo pequeño en comparación con lo que estaba acostumbrado en el presente (en mi presente), pero no podía pedir más.
En cuanto me di cuenta de que había llegado el periódico, miré la fecha en la que me encontraba. Había viajado muchos años al pasado. Incluso muchos siglos. No entiendo muy bien qué es lo que puedo hacer aquí para salvar mi presente, pero si Emit creía necesario venir al pasado, entonces yo no era nadie para decirle que no.
No tardaron en llegar curiosos, a los que les había llamado la atención la luz. No eran tantos como me esperaba, pero haber había. Por suerte, había escondido el portal nada más llegar.
Una mujer habitando el pasado, cuyo nombre no me acuerdo, me dirigió la palabra.
Sim: Vaya, ¿eres nuevo? Nunca te había visto por aquí. ¿Y sabes algo de esa luz?
Iragana: ¿Una luz? No, no sé nada. —No sabía cómo contestar, es lo primero que se me vino a la cabeza—. Y sí, soy nuevo. Me acabo de mudar hace menos de un minuto. Hay que ver qué rápidos son los de este pueblo cuando toca darle la bienvenida a alguien.
La casa estaba totalmente vacía cuando me mudé a ella, aunque por suerte me había traído un poco de dinero del futuro y me dio para comprarme cosas básicas. Cosas básicas se traduce a una cama y una librería.
Lo primero que hice fue estrenar ambas cosas a la vez. Nada mejor que leer en la cama.
Tenía que empezar a acostumbrarme a la gastronomía del pasado. Lo más costoso fue recordar cómo se cocinaba, pues por el resto, los ingredientes eran similares. La comida es una de las pocas cosas que el Presidente Ekadiez no había destrozado.
Por suerte, aún recordaba cómo usar una cocina a gas de mi niñez en la zona pobre de Oasis Landing. Tan sólo estaba deseando no incendiar la casa en mi primer día en el pasado.
Tuve que irme a dormir pronto, el viaje me había destrozado. Así que me acosté, esperando que el segundo día en Sunset Valley fuera un poco más productivo.
Cuando me desperté al día siguiente, me di el lujo de salir fuera de la casa, para observar Sunset Valley y sentirme más a gusto ahí. Aunque nada más salí por la puerta, vi a una mujer entrando por la puerta de la casa de enfrente.
No sé por qué, pero no pude ignorar el impulso de ir y llamar a la puerta.
Y una vez llamé al timbre, me abrió esa mujer, Zayna Shewn. Su apellido me sonaba de algo, tal vez sus antepasados o algo...
Los dos habíamos empezado a tontear el uno con el otro, era increíble lo poco responsable que estaba siendo, pero esa mujer me enamoraba.
Me estaba costando acostumbrarme al pasado. El tener que limpiar los platos cada vez que comía...
Y arreglar personalmente las cosas que se rompían, era agotador.
Por suerte no estaba tan alejado del futuro, pues me había quedado con una cosa que me traje del presente: mi tabla aero-deslizadora.
Las cosas entre Zayna y yo iban muy rápido, pero ninguno de los dos parecía estar asustado, y en mi caso todo lo contrario: estaba encantado de poder estar a su lado.
Y no me sorprendió descubrir que era una gran besadora.
Después de un tiempo, me armé de valor, y le pedí matrimonio.
A la que respondió con un precioso "Sí".
Yo seguí con mi investigación de Sunset Valley, y me llamó la atención el edificio que más se parecía al de mi época, el laboratorio científico. Me ofrecieron un trabajo, el cual acepté. No tenía realmente mucho dinero, y no estaba de más contribuir a que la cifra aumente.
Y menos mal que lo hice, porque me estaba hartando un poco de que la casa estuviera tan vacía.
La boda no se hizo esperar. Nos casamos en público, pero sin celebraciones.
Zayna, mientras tanto, tenía un trabajo en la comisaría, pues me había confesado que su deseo desde pequeña había sido ser forense. Me hizo gracia que tuviera ese sueño desde niña.
Zayna: Iragana, tengo que hacerte una pregunta. ¿Tú no eres de aquí, verdad?
Iragana: No, ya te dije, vengo de Bridgeport.
Era totalmente falso, obviamente. Había buscado en un mapa las ciudades de ese punto temporal, y escogí el primero que vi. Dio la casualidad de que era la ciudad más grande del país, y la más desarrollada. Curioso.
Zayna: ¿Ah, sí? ¿Y en Bridgeport tienen monopatines voladores?
Me había visto, aunque era difícil no hacerlo. Fui un estúpido.
Iragana: Está bien. Tengo que confesarte algo. Vengo del futuro. Sígueme.
Esa conversación fue surrealista.
Iragana: Esto, Zayna, es un portal temporal. Es por donde llegué a aquí.
Zayna: ¿Cómo ha llegado esto aquí? Antes no estaba.
Iragana: No, no estaba. Lo llevaba siempre a cuestas. Se puede "plegar" hasta que quede sólo como un disco.
Zayna: ¿Y cómo es el futuro?
Iragana: ... Te dejaré que lo veas con tus propios ojos.
Iragana: Tú primero. Yo te seguiré luego.
Zayna: ¿Esto...?
Iragana: Es totalmente seguro. No tienes por qué hacerlo si no quieres.
Zayna: Sí, sí quiero.
Llegamos a Oasis Landing. Me alegraba estar nuevamente en casa, pero no de volver a ver lo desperdiciado que estaba. Jamás podré acostumbrarme.
Zayna: Oh, dios mío... Esto es horrible.
Iragana: Emit, me alegro de volver a verte.
Emit: Lo mismo digo, aunque para mi sólo pasaran unos pocos segundos.
Iragana: Es lo bueno de los viajes en el tiempo. Puedes desconectar un tiempo y luego volver donde te quedaste.
Emit: Veo que te has traído a una amiga...
Iragana: Es más que una amiga. Estamos casados.
Emit: Vaya, eso no me lo esperaba.
Iragana: Emit, luego tenemos que hablar.
Zayna: Iragana... Lo siento mucho por ti. No puedo ni imaginarme por lo que has pasado.
Fue horrible volver a ver el Oasis Landing tan destrozado como estaba, pero tener a Zayna a mi lado me daba fuerzas.
Y puedo decir por experiencia propia que las cápsulas oníricas son más cómodas de lo que parecen.
Zayna: Iragana, vamos. Hay mucho por ver. Tengo que conocer más cosas del futuro.
Iragana: Está bien. Pero espera, que te acompaño. Puede ser peligroso.
El primer lugar que visitamos fue el Emporio Bot. Zayna había quedado fascinada por los Plumbots.
Y se puso a examinar todos los que había ahí. Tal vez deberíamos haber comprado alguno, pero todos tenían muy poca calidad.
Yo, mientras, aproveché el momento para practicar más en mi habilidad de creación de bots. Siempre fue mi sueño dotar a un bot de consciencia.
Zayna siguió por su parte. No me había hecho caso a lo de ir juntos, pero no me importaba. Zayna era la persona más inteligente y auto suficiente que había conocido jamás, no le costaría defenderse.
Aunque siempre acababa en el mismo sitio: Con los plumbots.