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Capítulo 1: Presentaciones¿Cómo empezar? Mi nombre es Adalia Entía. Soy una simple mujer que acaba de irse de casa de sus padres, para independizarse. No les aguantaba, verles tan felices me amargaba. Por eso, después de su trágico
accidente, cogí las maletas y me largué de ahí.

Esa es la razón por la que me mudé a Midnight Hollow. Me compré una pequeña casa con los escasos simoleones que pude coger de mi casa al irme, ya que no me dio tiempo a reunir mucho. La policía creía que yo era el causante del asesinato de mis padres. Por eso huí. Estaba en el sitio perfecto. Aquí en Midnight Hollow todos me entenderían.

Por culpa de los pocos simoleones que me quedaron al comprar la casa, tuve que ir a por un trabajo. Mi plan no era trabajar, era mas bien conocer a alguien rico, casarme con él y quedarme con su fortuna, pero claro, con 67§ debo trabajar hasta encontrar a la persona perfecta. Adalia: Lléveme a las oficinas de negocios, por favor...
Ahí seguro que encuentro a alguien que tenga dinero. Por cierto, este taxi es horrible. Debería ser negro.
Taxista: Son 10§. Oiga, señora, tiene que pagar. ¡SEÑORA! ¿Porqué nunca paga nadie?
Las oficias no eran para nada como me las imaginaba. Me esperaba algún edificio enorme, con muchas ventanas... Algo mas como unas oficinas comunes. Pero eran diferentes, y eso me encanta.

Casi me da un infarto al ver el trabajo que me ofrecían. ¿Chica de los cafés? ¿Quién se han creído que soy? ¡Yo debía empezar como Jefa de departamento desde el comienzo! Pero debido a mi condición económica, tuve que aceptar el empleo.

Me dieron el número de mi jefe, para que fuera haciendo migas con él. Me dijeron que llevarse bien con el jefe era muy importante, así que pensé en hablar con él un rato.

Al cabo de un rato, me invitó a su casa, para hablar cara a cara sobre el trabajo, y yo acepté. Me lo imaginaba más guapo, pero su casa era admirable.
Adalia: Encantada de conocerle, seré su subordinada en el trabajo. Mi nombre es Adalia.
Jules: Encantado Adalia, yo soy Jules. ¿Qué te parece si entramos?
Entramos a su casa, y me di cuenta enseguida de que la cosa no iba sobre trabajo... Ese tal Jules se había enamorado de mi. ¿Creía que me tendría tan fácilmente? Es un ser despreciable. Pero bueno, repito que su casa es perfecta.Adalia: Tengo que confesarle algo. Me parece usted un hombre muy atractivo.
Jules: Oh, no me haga la pelota.
Adalia: Va totalmente en serio.
Al cabo de un rato ya le tuve en el bote. Estaba totalmente prendido a mi, a mis ordenes.

Tuve que aguantar ciertas cosas, aunque unos besos sin mas no eran ningún problema.
Jules: Tía, estás buenísima.
Tuve que tener un gran auto-control para no cargármelo ahí mismo.
Adalia: Oye, Jules... ¿A dónde va nuestra relación?
Jules: Eh, ¿cómo? ¿Pero no crees que vas muy rápido?
Adalia: Pero yo te quiero, ha sido amor a primera vista... En cuanto te vi saliendo por la puerta para darme la bienvenida supe que te amaba, y que quería pasar el resto de mi vida contigo.
No me importaba en absoluto alguna que otra mentira piadosa. Lo que me importaba un poco mas es tener que soportar lo que vino después. Jules era despreciable.

Pasó un tiempo, días y días seguidos en los que no parábamos. Pero todo era por un bien común. Yo tenía una casa mas grande que la mía, y él a la chica perfecta. Era el momento de cerrar el trato de una vez por todas.Jules: Adalia, ¿qué te pasa cariño? ¿Por qué te has levantado?
Adalia: Jules, tengo que decirte algo... Sé que normalmente no es la mujer quien lo dice, y que acabamos de conocernos hace poco, pero somos diferentes, todo este pueblo es diferente...
Adalia: ¿Quieres casarte conmigo?
Como era de esperar de un títere que está completamente a mi merced, aceptó.

Y decidimos celebrar una boda privada ahí mismo.

Era perfecto, al fin podía tener una casa digna de mi, y poder librarme de esa choza asquerosa en la que no pasé ni un solo día. Ahora sólo faltaba librarse de Jules...
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