Y el segundo es un kiosko en una pequeña plaza que queda muy bien colocado delante de la galería de Skell
, como podéis ver en la vista del barrio.
Por supuesto lo que se venda es a gusto de cada uno. Los adornos de la plaza (flores y decoración) también son vendibles.
Ya solo queda otro negocio de Skell y que Daguel nos haga una de sus preciosas y trabajadas carátulas.