Juego: ¡Una historia muy foril!

[::VaS::]

... senti un fuerte pinchazo en el cuello. Todo empezo a dar vueltas y fui perdiendo la nitidez de las cosas. Mis párpados me pesaban y cai dormido al piso. No puedo decir cuanto tiempo exactamente estuve inconciente. Cuando por fin mis ojos abrieron y me levante pude notar...

[Martita]

...que el lugar en el que me encontraba ya no era la biblioteca. Estaba tirado en medio de una sala oscura, en la que sólo había un foco de luz justo encima de mí. Tras unos segundos pude diferenciar la silueta de una persona en la esquina de la habitación. Empezó a caminar hacia mí y pude ver que se trataba de una mujer que llevaba un vestido corto, negro, ajustado y una melena larga y voluminosa. Era hermosísima...

[*:LyZ:*]

era ella, la misma mujer de la biblioteca, cuando estuvo frente a mi, me miró fijamente y al fin pude ver su delicado rostro que contrastaba con la dureza y crueldad de su mirada. Parecia importarle muy poco que yo estuviera allí, en el frio suelo, atado y amordazado, cuando parecia que iba a decir algo, un golpe se escucha y la puerta se abre, eran ellos, ahora ella parecia mas asustada que yo...

[Bettylex]

La hermosa mujer se dio la vuelta bruscamente y retrocedió sobre sus pasos, quedando delante de mí. Indudablemente, estaba asustada. Sus larguísimas piernas se alzaban ante mí esculturales. Por un momento llegué a creer que las conocía, pero no tardé en apartar aquel absurdo pensamiento de mi mente. La mujer que yo nunca pude olvidar era rubia, ésta morena. Aquella era una tímida y poco agraciada niña, ésta una mujer de una belleza irresistible y muy segura de sí misma. Sin embargo había algo en ella que...

[Malvadela]

me inquietaba, me erizaba el vello de la nuca, era de esas personas que reciben una segunda mirada cuando te cruzas con ellas por la calle, pero no estaba muy seguro si por su belleza, por su magnetismo, o por esos ojos fríos y misteriosos, que ocultaban sus pensamientos...

[AlbertoSim]

No pude evitarlo. Aquel grito de socorro salió de mi boca como alma que lleva el diablo. Enseguida, los hombres que accedieron a la sala en la que nos encontrábamos sacaron armas de gran calibre, y comenzaron a amenazar con la mirada, y un incómodo silencio inundó el sótano. Ella fijo su atención en mis ojos, a pesar de que el sudor que recorría mi sien no me permitía abrirlos más de lo que normalmente podía.

[Skellington]

El que parecía el cabecilla se adelantó. Su M16 apuntaba directamente a mi cabeza. Pensé que a tan corta distancia y con el poco revuelo que yo estaba ocasionando, el fusil resultaba totalmente innecesario. Así que era evidente que su propósito era intimidarme, no acabar conmigo: me necesitaban por algún motivo. Más tranquilo, me centré en la bella mujer cuya proximidad resultaba embriagadora. Pude percibir el aroma de su perfume y la calidez de su aliento cuando acercó su rostro al mío y dijo:....

[Kinino]

-Lo tengo todo pensado, tan solo CORRE cuando yo te diga...
En aquel instante, la hermosa mujer de rizos morenos, levantó la pierna y golpeó el rostro del hombre que me apuntaba, con una flexibilidad increíble. Los otros hombres, alarmados, acudieron corriendo a la zona donde oyeron el golpe. Pero ya era tarde, ella y yo habíamos salido corriendo de aquel lugar. Era la hora de que me contara qué estaba pasando conmigo...

[Bettylex]

Corrimos con toda la energía que nuestras piernas nos permitieron y nos detuvimos en un callejón cuando hubimos perdido ya el aliento. La muchacha apoyó su brazo sobre mi hombro para reposar parcialmente el peso de su cuerpo. "Oiga señorita..." me aventuré a decirle. De pronto, prorrumpió en sonoras carcajadas. "¿Cómo que señorita? ¿Es que no me reconoces?".

[AlbertoSim]

En ese preciso momento, me acordé. Era aquella mujer. Tenía justo enfrente a la mujer que irrumpió en una de mis clases para darme la fatídica noticia de la muerte de mi padre. Por alguna razón, estaba seguro de que ella había estado en aquella sala conmigo porque sabía algo acerca de él. Tenía constancia del trabajo al que se dedicó papá. No teníamos mucho tiempo, necesitábamos salir de aquel oscuro callejón.

[::VaS::]

...me tomó de la mano y me dirigio hacia el otro lado de la calle. Desactivo la alarma de un coche, nos subimos a toda prisa y nos escabullimos lejos de ahi. Estabamos callados, con sudor en el rostro y sin mirarnos. Casi sin aliento, me dijo: - ¿Tenes el cubo?- Quede helado... habia dejado el cubo roto en la calle cuando me dririgia a la biblioteca...

[*:LyZ:*]

...Y antes que yo terminara de decir esto, Ella giro el auto bruscamente para tomar una calle en dirección a la biblioteca, aceleró a fondo y en cuestión de minutos podiamos ver algo de color a media cuadra, por suerte aún estaba el cubo tirado al lado de la acera. Mientras ella bajaba del coche para recogerlo me ordenó que tomará el bolante, de ese modo ella entro en el auto y en menos de un minuto pudo armar el cubo, lo que le permitió abrirlo y sacar una nota que decia...

[Kratalar]

"Nunca estarás a salvo, te perseguiré allá donde vayas" Aquella mujer palideció en cuando leyó las pocas palabras de la nota, su respiarción era agitada; con un gesto me hizo girar, entramos en una especie de callejon; la basura se amontonaba a los lados, con otro movimiento me indicó que frenase, así lo hize.

-Verás, es hora de darte uan explicación, yo soy...-dijo ella con voz temblorosa.

[Kinino]

-¡Bang!
De repente, una bala salió de la nada, atravesó el cristal del parabrisas e impactó en la cabeza de aquella mujer. No me lo podía creer... tanta intriga, para que en un momento todas mis esperanzas de saber quién era realmente esa mujer, se desvanecieran. Mi primera reacción fue agachar la cabeza e intentar socorrer a la mujer. Lamentablemente, su corazón ya no latía, y su encantadora voz había desaparecido para siempre...

[Kratalar]

Finalmente reaccioné, mire alrededor buscando el autor de aquel disparo; pero no vi a nadie, abrí la guantera y encontré unos documentos, los cojí los guardé en el abrigo, registré a la señora; llevaba unos pocos euros y ninguna documentación.

-Mierda..! -pensé- Estoy como al principio!

A pesar de ser una locura, salí de aquel coche a todo correr, no me dí la vuelta ni un solo instante; pero al final de la calle encontré una inesperada compañia...