Huy, disculpen por el cambio del nombre, si realmente era EMMA, dejémoslo así y ya no habrá problemas. Es que no me dí cuenta
Antes de salir, Brian les indicó a las niñas que salieran fuera. Acto seguido, se dispuso a hablar seriamente con su hermano.
- Ángel, estás gravemente herido, qué te ha hecho esa mujer? Por favor, olvídala ya, ella ni siquiera sigue pensando en tí, de lo contrario no te habría hecho esto. De verdad, ¿tanto la amas? No es justo que tengas que pasar por esto.
- Hermano, estoy bien. Sabes que me recupero rápidamente por mi condición de híbrido vampiro y elfo. No me ocurrirá nada. Y por favor, no te metas en esto- respondió Ángel.
- Pues claro que me meto. Eres mi hermano y aunque en otro tiempo ella te hizo feliz, ahora ya no. Sólo conseguirás que te mate.
- Por favor, llévate a las niñas. Ellas son lo único que tenemos esperanzador ahora. Ellas nos ayudarán a disolver esa maldita organización- le suplicó su hermano.
- De acuerdo, pero por favor, no pierdas la vida. Eres uno de los mejores luchadores y realmente te necesitamos- le respondió Brian.
Dicho esto, Brian salió.
Cuando las niñas vieron a Brian y no a Ángel, se sintieron mal. Pensaban que no les volverían a ver.
- Brian, qué pasa con Ángel? ¿No va a venir con nosotras?- le preguntó Alexis.
- Claro, pero ahora no. Debe recuperarse antes de salir de viaje, y como nosotros llevamos prisa, tenemos que salir antes- le respondió Brian con un guiño de ojo.
A pesar de la respuesta, Emma no estaba de acuerdo, pero aún así, no tuvo más remedio que acatar la orden. De todas maneras ellas eran objeto clave de algo y necesitaban salir con vida de allí.
Cuando Ángel se quedó solo, de repente salio un destello oscuro de luz y en esos momentos....
- Elara, qué haces aqui? No has tenido suficiente? - respondió Ángel.
- Por favor, no me preguntes, sólo deja que haga algo - le contestó ella.
Acto seguido, Elara le aplicó un hechizo y en un momento todas las heridas de Ángel se habían disipado. Él había quedado atónito.
- Por qué has hecho esto- preguntó Ángel.
- Déjame, no me hables, me voy- respondió Elara. Pero momentos después, se echó a llorar desconsoladamente.
- Qué te están haciendo? Sé que te están amenazando con algo- le dijo Ángel.
- No, nada, déjame. Ángel, yo nunca te he olvidado.... Le dijo ella.
En la penumbra de la oscuridad, Ángel veía el rostro de ella mojado por sus lágrimas y no le gustaba verla así. Pero algo pasó de tal manera que Ángel besó a Elara y ella sin sorprenderse, le siguió porque realmente le amaba. Se llevaron un buen rato así, pero de repente, algo o alguien irrumpió en la casa sorprendiendo a la pareja, y se dieron cuenta de que era el jefe de Elara que iba a castigarla por su comportamiento.....