Tu historia me ha recordado [no me preguntes por que

] que una vez que fui con mi padre y mi tío al monte, al llegar a un punto clave de la travesía nos encontramos con un ¨campo de minas¨ que habían dejado las vacas, lo teníamos que pasar, mi padre y yo no tuvimos problemas, pero mi pobre tío, que es un poco patoso, se resbalo, con tan mala suerte de que su trasero, manos, y pies cayeron de lleno en las ¨minas¨, al principio, mi padre y yo nos reímos mucho, pero luego tuvimos que volver a casa, y mi pobre tío necesitó mínimo 5L de jabón [más bien 10] para quitarse ese dichoso olor.