Paso a paso, sin entusiasmos ni precipitaciones. Me estáis poniendo el suelo perdido de palomitas y si resbalo en plena tortura puedo llegar a extirpar algo que no pretendía mover de su sitio.
Con mi Eficiente Ayudante en Canadá esto no va a ser rápido. Tendré que apañármelas solo con el instrumental, a no ser que alguno de vosotros (excepto Kinino, que estará ocupado gritando pavorosamente) me eche una mano....
Kinino, siéntete en tu casa. Los cocodrilos que custodian la puerta de salida no son míos: si se alteraran no podría llegar a dominarlos a tiempo, así que procura no acercarte y no tendremos problemas.
Con Spike sí puedes relacionarte: de hecho, él está deseando jugar contigo. ¿Ves como te mira boca abajo desde su rincón?
Por el bien de una tortura sana y sin complicaciones, el público deberá mantenerse detrás de la franja roja y usar los chubasqueros situados bajo los asientos. Cualquier felicitación a la maestría del torturador, se hará durante el cocktail posterior.
(Están permitidos los aplausos).
Después de este preámbulo, paso a contestar a mi Señora Esposa:
Genial, así ya tengo quien me traiga las zapatillas de estar por casa cuando mi Señor Esposo se ponga remolón. Voy a deshacerme de esas zapatillas. ¬¬
Pero si quieres, puedo pedirle a Michael (sí, ya le he puesto nombre a mi macizorra mascota
) que te traiga una revista para hacértelo más ameno. Mejor que no revolotee a mi alrededor cuando esté en plena faena. Puedo descontrolar mis instintos y te quedarías sin mascota macizorra.
De eso nada.
Es -------------->MI<-------------- regalo y lo quiero entero.
No te atrevas a trocearlo o habrá represalias contra Spike. Tú tienes tu mascota y tampoco va vestida. ¿Por qué no habría yo de tener derecho a una? Refunfuññññññ.... Siempre se las carga el pobre Spike.
(Como mínimo mi mascota no se depila, como hace la tuya).
Yo si quieres te soplo en las heridas y te preparo algo de té helado o café.
O un chupito de cianuro. La dosis suficiente para fastidiar el organismo, sin matar del todo.
Tranquiiiiiiiiiiiiiiiiilo, que mi Señor Esposo no es tan sádico como parece... Qué guapa te pones cuando mientes....
